Irene Dunne

Irene Marie Dunn, para el cine Irene Dunne, fue una de las actrices más versátiles del cine estadounidense de los años treinta y cuarenta, apodada en el mundillo con un alias que sin duda levantará los ánimos de los más heavymetaleros del lugar: Iron Maiden, la Doncella de Hierro, aunque para muchos de sus seguidores era la Primera Dama de Hollywood.

Nacida el 20 de diciembre de 1998 Louisville, Kentucky (EE. UU.), y fallecida el 4 de septiembre de 1990 en Los Ángeles, California, Dunne configuró su carrera principalmente en torno a un etiquetado profesional que centrifugaba dignidad desde papeles de mujer siempre amable y bien educada, con especial eficacia como estereotipo para la comedia elegante. Así operó con éxito como estrella en un Hollywood que requirió sus servicios especialmente en las décadas de los treinta, cuarenta y principios de los cincuenta, lo que propició que inevitablemente se convirtiera no solo en un modelo para las espectadoras, sino también en testigo de excepción de los cambios que fue experimentando el cine norteamericano en su era dorada del studio system, que conoció de primera mano y seguramente también sufrió de algún modo, con sus ventajas y desventajas, a lo largo y ancho de la etapa más brillante de su carrera.

Dunne era hija de Joseph John Dunn, que se ganaba la vida ejerciendo como inspector de barcos de vapor para el Gobierno. Su madre era Adelaide Henry, concertista de piano y profesora de música en Newport, Kentucky. Su madre le proporcionó el estímulo y el antecedente de dedicación a la música, pero su padre le aportó el sentido de la aventura, según ella misma declaraba, con sus viajes por el río a bordo de los barcos que inspeccionaba. Esos recuerdos infantiles la llevaron a declarar cuando era ya una figura del cine popular que ninguno de sus éxitos como actriz ante las cámaras le había resultado tan emocionante como los viajes por el Misisipi con su padre, al que perdió cuando contaba once años, un golpe que la marcó emocionalmente durante el resto de su vida y la obligó a trasladarse con su madre y su hermano menor, Charles, a la casa de sus abuelos maternos en Indiana. Su madre se ocupó de darle clases de piano desde la infancia, de manera que desde sus primeros años la música formaba parte de su entorno cotidiano de manera natural, algo que facilitaría enormemente su empeño como cantante en fechas posteriores, sacando el máximo partido también a las