El cuidado del hígado de forma natural
Otras terapias beneficiosas
Tanto el corazón como el resto de órganos del cuerpo dependen del hígado para asegurar el suministro de la sangre con la mejor calidad para su nutrición y fortalecimiento. Conviene prestar atención a los cuidados del hígado que, en caso de personas sanas, se dan por si solos siguiendo estilo de vida saludable.
La curación de un hígado dañado puede exigir semanas, meses o incluso años de atenciones constantes. Ante todo, el llevar una vida sana significa cuidar sobre todo la alimentación. Veamos también toda una serie de recursos naturales.
LIMPIEZA HEPÁTICA
El terapeuta Andreas Moritz fue un brillante iridólogo y especialista en medicina vibracional, famoso por su “Limpieza hepática y de la vesícula”. Podéis seguir su método en el libro publicado por Ed. Obelisco o en el artículo de Cocina Vegetariana núm. 13 (en CV 21 podéis también leer “El Elemento Madera y las 5 Transformaciones”, una aproximación de la macrobiótica en este mismo tema). Aquí nos referimos a tratamientos naturales clásicos, esenciales y eficaces, que a la vez son sencillos de aplicar en casa. Todos podemos tenerlos a nuestro alcance y utilizarlos tanto como terapia como para prevenir trastornos hepáticos.
LAS PLANTAS AROMÁTICAS
Contribuyen a estimular los sentidos y participan activamente en las distintas etapas del proceso nutritivo: digestión, transformación, síntesis, distribución, fijación, neutralización de las sustancias residuales y eliminación. Nos ayudan a mantener los intestinos limpios y favorecen la flora digestiva; también estimulan las glándulas endocrinas y salivales. Algunas son especialmente recomendables en lo que al hígado se refiere, como el romero, seguido del tomillo, el perifollo, el apio, el estragón y la cebolla. Hay bastantes más que dan también excelentes resultados, como puerros, cebolletas, hinojos, el comino, las alcaparras (no en vinagre), la nuez moscada, el clavo, los rábanos, el tomillo silvestre y el azafrán.
RESPIRACIÓN Y EJERCICIOS
La higiene natural, que significa exponerse a los elementos naturales tales como el sol, el aire, el agua y la tierra, debe ir complementada con unos buenos ejercicios respiratorios. Una respiración correcta contribuye a la alcalinización de los humores y, por tanto, a reforzar los mecanismos de defensa del organismo. El respirar bien puede servir incluso como medio de dar masaje al hígado y a los órganos con él relacionados.
Llene el pecho de aire, al tiempo que lo empuja hacia el abdomen. Intente levantar simultáneamentela columna vertebral. Exhale y vacíe el pecho lo más posible, mientras relaja el abdomen. Hacia el final de la espiración, deje que las costillas desciendan y relaje el estómago.
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