http://www.youtube.com/watch?

v=5rZznbo5Jlc&feature=mfu_in_order&list=UL lloyd cole

Era un compromiso suscrito bajo besos a la intemperie. l, henchido de deseo, poda bifurcar su mente en dos ros llamados testosterona y pragmatismo. Ella, disuelta en placer juvenil, poda escuchar y sentir sin perder atencin. Por entre palabras escurridas, l pudo decir que su primer sueldo lo gastara en un hotel mnimamente adecuado para encuadrar tanta pasin. Por entre chasquidos, ella asinti sin saber cmo responder. Lleg un contrato de los que ahora ni siquiera se llaman as. El parque fue testigo de tamaa noticia. Hasta las ramas de los rboles temblaron por la emocin y no por el viento. l trabaj como un hroe sin darse cuenta que lo haca como un esclavo. Lleg el da de la paga, el da de poder cumplir lo escrito con labios enamorados. Lleg lo que tena que llegar. Lo que siempre llega. El contrato era un contracto en prcticas y como tal, la

empresa haba puesto ms que l. l no saba nada antes de empezar, la empresa lo saba todo y eso tena un precio: no cobrara nada hasta que su trabajo fuera rentable, pongamos dos aos de formacin. Pongamos dos aos en los que para ella y para l seran una eternidad. Pongamos que ellos, ms que perder un fin de semana prometido bajo besos a la intemperie, perdieron la inocencia.