Vous êtes sur la page 1sur 1

Argumentos de Autoridad Wilfredo Ernesto Cardoza 1.

El hombre filosfico tiene incluso el presentimiento de que tambin por debajo de esta realidad en que nosotros vivimos y somos yace oculta una realidad del todo distinta, esto es, que tambin aqulla es una apariencia: y Schopenhauer llega a decir que el signo distintivo de la aptitud filosfica es ese don gracias al cual los seres humanos y todas las cosas se nos presenta a veces como meros fantasmas o imgenes onricas.1 En este caso Friedrich Nietzsche, cita a Schopenhauer, para dar fuerza a su argumento acerca del hombre filosfico y su aptitud frente al mundo. 2. Como bien deca el jurista salvadoreo Francisco Beltrn Galindo Padre, hace ya cerca de veinte aos, deca en una ponencia sobre el estado liberal de derecho: La base fundamental del estado de derecho es el principio de la soberana popular, esto es que el pueblo es el titular del poder estatal y por consiguiente los gobernantes son sus representantes, esta cita resume la explicacin de tal principio normativo establecido en nuestra constitucin en su artculo 83, que postula que El Salvador es un estado soberano, y que postula adems, que la soberana reside en el pueblo que ejerce en las formas prescritas y dentro de los lmites de la constitucin.2 En este argumento, Mauricio Funes, se fundamenta en una autoridad salvadorea sobre el estado de derecho en El Salvador, para poder darle justificacin y fuerza a su ponencia. 3. La discusin acerca del estado puede iniciarse con la clebre definicin que Max Weber diera de l, como el agente que detenta el monopolio de la violencia legtima dentro de la sociedad.3 En este otro caso, Ernest Gellner, cita a Max Weber para poder a comenzar la discusin acerca de la definicin de Estado.

1 2

El nacimiento de la tragedia griega, Friedrich Nietzsche, Alianza Editorial, Madrid, 2004, pp. 43. Ponencia de Mauricio Funes el martes 7 de octubre del 2008, sobre El Estado de Derecho en El Salvador. 3 Naciones y nacionalismo, Ernest Gellner, Alianza Universidad, Madrid, 1997, pp. 15.

Vous aimerez peut-être aussi