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Jess cogi a Pedro, a Juan y a Santiago y subi a la montaa para orar.

Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambi, sus vestidos brillaban de blancos.


Lucas 9,28b-36

Ningn peregrino que haya subido al Tabor olvidar aquella experiencia.

En las alturas del Tabor es fcil redescubrir la vocacin contemplativa.

La contemplacin del Seor es contemplacin del crucificado.

Por eso genera: una toma de conciencia del propio pecado un arrepentimiento y una conversin.

La contemplacin cristiana nace de la escucha de la palabra de Dios, y se convierte en capacidad de juicio y en mirada crtica sobre la historia y los acontecimientos de cada da.

Mientras Jess oraba el aspecto de su rostro cambi y sus vestidos brillaron de blancos.
Lc 9, 28

Lucas subraya el clima de oracin en el que se mueve la vida de Jess.

En ella Jess conecta con los grandes maestros de su pueblo: Moiss y Elas.

Tanto Jess como sus hermanos saben que han sido amados con un amor de eleccin. Saben tambin que la eleccin no les libra del dolor.

La eleccin desemboca en una misin.

Nadie es llamado por Dios para nada.


La escucha del Hijo de Dios define a los seguidores de Jess.

Seor Jess, tu transfiguracin nos revela el amor y la voluntad del Padre, tu misin en la tierra y nuestra propia vocacin.

Llamados a contemplar tu gloria, queremos ser testigos de tu muerte y de tu vida. Amn.

Jos Romn Flecha Andrs


Palabra del Seor, Salamanca , Editorial.Secretariado Trinitario,2007
Presentacin:

Antonia Castro Panero

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