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ANDRES GARCIA BARRIOS


JULIO FRENK

7fiptojanito en la célula: /

EL VIAJE CONTINUA
Ilustraciones de Moisés Rodríguez

@PLaneta
trata del maravilloso Reino del Cuerpo
Humano.
Como todos los reinos, éste tiene una
PRÓLOGO forma de organizarse. Su vasto territorio está
dividido en condados que cumplen diferentes
misiones. En cada uno habitan infinidad de
diminutos seres. Son las células, que sin cesar
Hay historias que ocurren en lugares trabajan para conservar la armonía del reino.
fantásticos, como un bosque encantado. Hay Uno de esos condados es el Cerebro. En
otras que acontecen en sitios reales, como una él se realizan funciones de primera
ciudad llena de gente. Un tercer tipo de importancia. Por ejemplo: gracias al Cerebro,
historias sucede en lugares que son reales y el cuerpo humano puede convivir con otros
fantásticos a la vez. Nuestro cuento es así: reinos semejantes a él y también con el resto
tiene lugar en un reino asombroso, habitado de la naturaleza.
por seres que nos llenan de admiración. En el condado del Cerebro tenían su casa
Existen allí parajes donde ocurren las más Triptofanito y Lisina, dos pequeños
fantásticas aventuras. Sin embargo, tan aminoácidos. Habían llegado a vivir allí
sorprendente sitio no sólo es fruto de la después de emprender un largo viaje por todo
imaginación, sino que existe de verdad. Se e 1 cuerpo. * E n esa traveSla
' conOCIeron
.

* Este viaje se narra en el libro Triptcjanito: Un viaje al cuerpo humano, escrito por Julio Frenk y publicado por esta misma editorial.

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.es misterios, pero ninguno les
pareció tan sorprendente como los
del Cerebro. Por eso
decidieron quedarse allí y
colaborar en la misión de
tan importante órgano.
Un día, mientras
paseaban por la gran
cordillera de la corteza
cerebral, Lisina cayó
en la cuenta de algo
importante.
-Hoy hace un mes
que comenzó nuestro
maravilloso viaje.
Al escuchar las palabras de Lisina,
Triptofanito se detuvo. Su cuerpo se llenó de
emoción y en un instante cientos de imágenes corría por allí. Mientras mojaba su mano y
acudieron a su memoria. Recordó el tiempo miraba a lo lejos, la aminoácido preguntó:
en que Lisina, él y otros aminoácidos vivían -¿ Cómo estarán Aspartito, Glutamito y
en el interior de un huevo de gallina, en una todos los demás aminoácidos que entraron
granja. Vio de pronto, como en una gran con nosotros al cuerpo? A veces lamento que
pantalla, el momento preciso en que todos se hayan quedado a vivir en otros condados.
juntos ingresaron al cuerpo por el condado de Triptofanito respondió:
la boca. Revivió también los viajes a través de -Los aminoácidos debemos colaborar en
la sangre, la llegada a la piel y los peligros la misión del cuerpo humano. Es nuestro
afrontados en diversos condados. Finalmente destino y podemos alegrarnos de ello. Sin
recordó la declaración de amor que le hizo a embargo, por más lejos que estemos unos de
Lisina y el beso que ella le dio al aceptar vivir otros, nunca dejaremos de ser una gran
con él en el Cerebro. familia.
Absorto en sus pensamientos, -¡La familia Proteína! -exclamó Lisina,
Triptofanito quedó en silencio. Lisina percibió reanimada.
el ensimismamiento en que había caído su La hermosa aminoácido sacó del agua
compañero y, tomándolo del brazo, le dijo: una molécula reluciente que pasaba por allí
-Sí, querido. Hoy hace un mes que el y, sosteniéndola entre sus dedos, dijo
gra~ero se comió el huevo en el que sonriendo:
vivíamos. -¡Seguro que son tan dichosos como lo
-¿ Un m~ solamente? -preguntó somos tú y yo en el cerebro!
Triptofanito, volviendo en sí-o Podría Triptofanito se sentó a un lado de Lisina
apostar que ya han pasado 20 años. Son tantas y la tomó de la mano.
las cosas que nos han sucedido ... -¿Sabes, Lis? -dijo-. Mientras
Lisina se sentó sobre el piso, justo alIado vivíamos dentro del huevo, en familia,
de un arroyo· de transparente líquido que siempre estaba yo inquieto. Anhelaba

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emprender un viaje por el cuerpo humano.
Ahora que hemos podido realizado, estoy
satisfecho. Sé que al fin conocemos los
misterios de este maravilloso reino.
Apenas dijo estas palabras, el suelo debajo
de ellos se sacudió. Triptofanitoy Lisina
estaban acostumbrados a que este tipo de
cosas sucedieran. Así pues, decidieron esperar
a que el piso dejara de temblar.
Pero la sacudida se hizo más fuerte. Al
cabo de unos segundos, Triptofanito y Lisina
comenzaron a preocuparse. El temblor no
daba muestras de detenerse. Los aminoácidos
creyeron conveniente alejarse de aquel lugar,
pero apenas se habían puesto de pie, un
estremecimiento· mayor abrió en el suelo una
enorme grieta por la que cayeron rodando.
N o descendieron mucho. Al detenerse
advirtieron con gtisto que el temblor había
pasado. Se hallaban en el fondo de una
caverna. Triptofanito supuso que no había
nada que temer. Simplemente tendrían que
encontrar la forma de salir de allí.
-El cuerpo humano es un ser vivo
-le dijo a Lisina-. Uno no puede habitar
aquí sin esperar que tales cosas ocurr~n. Es
parte de lo maravilloso de este reino. Te
insisto en que conozco bien sus misterios.
Cuando terminó de hablar, el suelo
volvió a estremecerse. Ahora la sacudida fue
mucho más fuerte. Los aminoácidos se
abrazaron. Las paredes de la caverna se les
venían encima y amenazaban con aplastados.
Antes de que eso ocurriera, el piso se abrió
una vez más y Triptofanito y Lisina fueron a
dar a una caverna todavía más profunda.
Triptofanito comenzó a ponerse man~; este extraordinario reino no guarda
nervioso. No obstante, decidió disimular su para mí ningún misterio ..
inquietud. Triptofanito no pudo terminar de hablar.
-No hay nada que temer, querida mía Un nuevo temblor abrió una tercera grieta y
-dijo-o Simplemente estamos más abajo por ella se fueron rodando él y su compañera.
que antes. Pero quiero repetirte que conozco Un tramo más abajo volvieron a detenerse.
el cuerpo humano como la palma de mi Triptofanito iba a comentar algo, pero Lisina

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puso un dedo sobre los labios de su amigo, y destello, pudo admirarse el cuerpo de un
le dijo: extraño ser que parecía dormitar sentado. De
-N o digas nada, querido Trip. N o sé su enorme cabeza brotaban todas aquellas
por qué pero, cada vez que hablas, el piso se chispas.
sacude a nuestros pies. Creo que alguien no Triptofanito se acercó. El ser iluminado
está de acuerdo con tus palabras. abrió los ojos y levantó la cabeza para decir
-Sólo dije que conozco los miste ... con voz suave y firme:
La caverna en que habían caído comenzó -Lisina tiene razón, querido
a estremecerse. Pero Triptofanito guardó Triptofanito. Los he hecho bajar hasta
silencio y el temblor pasó. aquí para sacarte de tu error. Dices que
-¿Lo ves? Es mejor que no hables más conoces los misterios del cuerpo humano.
hasta que sepamos de qué se trata. Escúchame bien; es cierto que entiendes
La cueva era oscura. Un pesado silencio algunos de ellos ... pero no los más
rodeaba a los aminoácidos. En eso, un rincón profundos.
del negro espacio se iluminó. Alguien había Triptofanito se quedó asombrado al
encendidc una luz. La diminuta y móvil llama escuchar aquellas palabras. ¿Cuáles eran esos
creció hasta convertirse en una centelleante misterios que él desconocía? El extraño
red de chispas que llenaron la caverna con personaje siguió hablando.
su resplandor. Entonces, iluminado por tal -Ustedes han recorrido el cuerpo.

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Conocen sus condados. Saben que allí viven lado del iluminado maestro y lo abrazó con
miles de seres prodigiosos. Convivieron con fuerza. El cuerpo del aminoácido se llenó de
ellos y se hicieron sus amigos, sin darse cuenta luz.
de que tales seres guardan en su interior -Por favor, muéstranos cómo podemos
grandes secretos. entrar allí -dijo, sin soltar a su nuevo
Triptofanito sacudió la cabeza asombrado, amigo-o Queremos conocer ese lugar
y dijo: del que hablas. ¿No es así, Lisina? ¿Verdad que
-¿ Quieres decir que dentro de los queremos viajar a ese sitio?
habitantes del cuerpo ocurren cosas Lisina sonrió al ver los pies de
desconocidas para nosotros? Triptofanito, que se movían de un lado a otro
El resplandeciente ser contestó: con gran inquietud. Entonces dio unos pasos
-Su vida interna es un espacio para acercarse a él. Rodeó con sus brazos la
prodigioso. Sólo conociéndolo podrás decir cintura del aminoácido y, llena también ella
que estás al tanto de lo que ocurre en el de luz, dijo con ternura:
cuerpo humano. -Sí, querido, no hay nada que
De un salto, Triptofanito se colocó a un anhelemos más en el mundo.

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que defienden al cuerpo, células que acarrean
oxígeno, células que permiten ver los colores
de las cosas... En fin, no puedo mencionadas
UN NUEVO VIAJE a todas, pues, aunque sólo contara las del
cuerpo humano, tardaría demasiado tiempo.
DA INICIO Triptofanito se llevó un dedo a la frente y
se rascó. Era un gesto que repetía cada vez
que algo le causaba curiosidad. Dando un
paso adelante, preguntó:
un nuevo viaje, Triptofanito -¿Eso quiere decir que también hay
Emocionado
preguntó: por la idea de comenzar células fuera del cuerpo humano?
-¿Dónde podemos encontrar uno
de esos seres maravillosos del
cuerpo humano?
-¿Una célula?
-respondió el ser
iluminado.
-¿Así se
llaman?
¿Células?
-preguntó
Triptofanito,
y volvió a
indagar con
entusiasmo-o
¿Dónde
podemos
encontrar una
de ellas?
-No hay
que ir muy lejos. Tienen una delante de Neurona abandonó su postura serena y,
ustedes. sonriente, soltó un par de estridentes
Triptofanito volteó hacia todos lados. chispazos antes de dar un brinco que
Rodeó al ser luminoso y buscó entre los la colocó enmedio de los dos aminoácidos. Su
vericuetos de aquel rincón. Pero Lisina creyó cuerpo concluía en una larguísima cola sobre
comprender las palabras de su radiante amigo~ la que había estado sentada.
y preguntó: -Todos los seres vivos están· constituidos
-¿Tú eres una célula? por células, desde un microbio diminuto hasta
Triptofanito detuvo la búsqueda y, los árboles inmensos. Algunas células viven
asombrado, volvió al sitio en el que estaba antes. solas, como las bacterias; otras, forman
-Sí, lo soy. Mi nombre es Neurona. Las organismos complicados. Allí conviven con
neuronas somos células que conformamos el otras células que realizan distintas funciones.
sistema nervioso. Hay de otros tipos: células El cuerpo humano está organizado así, con

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y aumentó la lista:
-¿Y las de un ratón chino, un
roble brasileño y un barco alemán?
Neurona se
echó a reír.
-Los barcos
no tienen
células. Sólo
los seres vivos
están
formados por
ellas -dijo.
Después,
movió
ágilmente su
larga cola,
enlazó con
ella a los
aminoácidos y
millones y millones de células de muchos se echó andar.
tipos. -Vengan -continuó diciendo-o Veo
-Pero si son tantas y tan distintas, como que es mucho su entusiasmo por conocer el
dices, me temo que nunca podremos mundo del que les he hablado. N o cabe la
conocerlas a todas -dijo Triptofanito, que de menor duda de que quieren emprender el
pronto sintió disminuir su entusiasmo. V1aJe ..
-A todas no -contestó N eurona-. -¡Estamos listos! No perdamos tiempo
Pero eso no es motivo para desanimarse. -exclamó Triptofanito-. Sólo debes
Escucha, acabas de mencionar uno de los decirnos qué tenemos que hacer.
grandes misterios del mundo celular. A pesar -Lo primero es que salgan de aquí y
de que existen tantos tipos de células, todas tomen el torrente sanguíneo. Él los conducirá
tienen cosas muy importantes en común. Si hasta el sitio donde una célula los estará
ustedes viajan por el interior de una de ellas, esperando. Mientras tanto yo voy a enviar
conocerán los principales misterios del resto instrucciones para que su visita ocurra sin
de las células del cuerpo. Y no sólo eso, contratiempos.
también sabrán mucho sobre cómo funcIonan Neurona condujo a Triptofanito y a
todas las c~lulas de la naturaleza, por ejemplo, Lisina fuera de la caverna y desde ahí se
las de un león de la selva o las de un alga encaminó hasta el sitio en el que pasaba un
manna. arroyo de sangre.
Divertido con esta idea,Triptofanito -N o se olviden de regresar aquí después
preguntó: del viaje -les pidió-o Tendré mucho interés
-¿También sobre las células de un en conversar con ustedes sobre sus
mosquito japonés? expenenClas.
Lisina quiso seguir el juego de su amigo, Triptofanito y Lisina se despidieron con
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grandes muestras de agradecimiento. Después, Al cabo de un rato la tempestuosa corriente
tomados de la mano, se arrojaron al arroyo. se dividió en dos cauces, después en otros dos,
En unos segundos la corriente los llevó lejos y en dos más, y así su fuerza disminuyó y el
de Neurona. Sólo alcanzaron a sacudir las zarandeo se fue calmando.
manos y a gritar, llenos de alegría: Finalmente, el torrente acabó por
-Adiós, Neurona. Volveremos a convertirse de nuevo en un arroyo tranquilo.
encontrarnos. Triptofanito y Lisina pensaron que habían
Pronto perdieron de vista a su nueva llegado al puerto que les estaba destinado y
amiga. Poco a poco, el arroyo se fue abandonaron la corriente. En cuanto pusieron
convirtiendo en un caudaloso río que los un pie en suelo firme comenzaron a
arrastró y revolcó y les hizo dar mil vueltas. inspeccionar en derredor.

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No era fácil llegar hasta el sitio en el que
se hallaba Triptofanito. Aquella superficie no
se estaba quieta. Por todas partes se alzaban
EL ENCUENTRO CON montículos que de inmediato volvían a
sumirse, formando cráteres profundos. En
LA MEMBRANA CELULAR
algo se parecía a un mar agitado.
-Sujétate de las ramas -le indicó el
aminoácido a su amiga.
En efecto, a todo lo largo de aquel

S selva. Gigantescos conjuntos de


e hallaban formaban
moléculas a la entradatroncos
de unaque
espesa
se
perdían en lo alto. Por todas partes colgaban
inquieto piso surgían numerosas estructuras.
Algunas tenían forma de arbustos. Lisina se
apoyó en ellas para alcanzar el brazo de su
hanas que hacían difícil avanzar por allí. compañero.
Triptofanito y Lisina lograron abrirse -¿ Qué será esto? -preguntó a
paso y, llenos de entusiasmo, comenzaron a Triptofanito, quien ya se había puesto de pie
corretear entre las enormes columnas y saltaba alegremente.
moleculares. Rodaban abrazados y esquivaban -N o lo sé -contestó él mientras
numerosos obstáculos en el juego de intentaba alcanzar mayor altura.
perseguirse uno al otro. De pronto, Lisina frunció el ceño.
Triptofanito fue a dar contra una maraña de -¿No será peligroso?
lianas. Desesperado por huir de Lisina -¿ Cómo puede ser peligroso algo tan
-quien, de alcanzado, triunfaría en el divertido? -respondió Triptofanito, que tras
juego- el aminoácido logró deshacerse de un sentón se elevó dando piruetas.
aquella red en que había caído. Pero al escapar Apenas había dicho esto el aminoácido,
de ahí a toda velocidad tropezó y su cuerpo una voz estrueridosa llenó el espacio como lo
sin control salió volando. hace el ruido de la erupción de un volcán.
-¡Cuidado! -gritó Lisina. -¿Quién está ahí? Será mejor que se
Un gesto de espanto contrajo el rostro de identifique cuanto antes.
Triptofanito. A corta distancia se alzaba un Al oír aquello, Triptofanito perdió el
alto muro. El aminoácido cerró los ojos control y fue a dar sobre Lisina, sumiéndose
esperando el golpe. Pero, ¡cuál fue su sorpresa junto con ella en la blanda superficie.
cuando, al chocar contra aquella pared, ésta se Tendidos en el piso, los aminoácidos
sumió como una blanda cama de agua en la aguardaron mudos de espanto.
que el aminoácido quedó tendido -Responda de inmediato o activaré la
placenteramente! orden de defensa. ¿Qué le trae a este sitio?
Lisina se acercó. Con curiosidad, Era necesario contestar cuanto antes. Con
contempló la mullida superficie en la que un nudo en la garganta, Triptofanito balbuceó:
yacía Triptofanito. -So. , . so... somos Triptofanito y
-Es como estar acostado en una burbuja Lisina, dos aminoácidos que desean viajar por
-dij o el aminoácido, levantando la cara, y el interior de la célula.
enseguida estiró la mano hacia su amiga-o Para su asombro, la voz agresiva se
Ven. Nunca he estado en un lugar tan suave transformó en un susurro maternal y amable
como éste. que llenó el ambiente:
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Una risilla de la membrana lo
interrumpió.
-Sí, querido Triptofanito -dijo-o
Pero no te apenes. Estoy acostumbrada a que
todo tipo de seres se acerquen a mí. Yo soy la
guardiana de la célula. Dentro de mí se
encuentra el vasto mundo de la vida celular.
De pronto, una porción del suelo
comenzó a elevarse hasta dividirse en dos
delgados tentáculos que rodearon
cariñosamente a los aminoácidos.
-Me da mucho gusto que estén aquí,
pequeñitos.
Los aminoácidos se sentían fascinados por
este ser que adquiría tan curiosas formas.
-Querida Membrana --susurró Lisina-,
¿dices que debajo de este suelo se encuentra la
célula?
-Yo misma formo parte de ella. Soy
como una bolsa cerrada por completo y
-¿Lisina? ¿Triptofanito? Oh, ¿cómo guardo en mi interior a millones de seres.
pude ser tan descortés? ¡Si los estaba Afuera están ustedes y todo cuanto pueden
esperando! ver a su alrededor.
Los aminoácidos se miraron a los ojos -Los troncos, las lianas, la selva por la
con alegría y sorpresa. Por lo visto no corrían que llegamos hasta ti -exclamó la
ningún peligro. Y habían llegado al lugar aminoácido con gran emoción.
buscado. Ya tranquilos, quisieron saber quién -Así es -dijo la membrana con maternal
era aquel ser que les daba la bienvenida. Pero voz-o Todas esas estructuras extracelulares...
no se le veía por ningún sitio. No pudo continuar su explicación pues
-¿Quién es usted? ¿Dónde está? Triptofanito la interrumpió de inmediato para
Queremos saludarle. decir con gran inquietud:
-Estoy debajo de ustedes--contestó la voz. -Ellas no nos interesan por ahora,
El aminoácido se puso en cuclillas y ¿verdad, Lisina?Por favor, amable Membrana,
acercó el rostro al piso. permítenos entrar cuanto antes...
-¿Aquí, debajo del suelo? Ahora fue Membrana quien interrumpió
-No, no, no -dijo la voz, y la al aminoácido.
superficie se agitó-. Yo soy el suelo en el -Hey, hey, hey, no debes menospreciar
que están parados. Pueden decirme el valor de esas estructuras moleculares. Y te
Membrana Celular. Ése es mi nombre. diré por qué. Si ellas desaparecieran, la
Los aminoácidos se vieron otra vez con naturaleza se convertiría en un montón de
asombro. Triptofanito se ruborizó. células regadas por todas partes.
-¿Quieres decir que este inquieto piso -¿Un montón de células?-preguntó
sobre el que estuve brincando eres tú? Triptofanito, alarmado.
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tendidas sobre ~ati,erra:ninguna planta, ningún animal, y
-Sí, miles
por supuesto de millones
mngun de células
ser humano. Las estructuras
extracelulares permiten que las células se unan entre sí
0JU
flotando en el mar ~
~
•.. _.•.
1
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c.

y formen todos los tipos de cuerpos que existen.


-De verdad que a veces hablo sin saber
-exclamó Triptofanito-. ¡Lasestructuras
extracelulares son la verdadera armazón de los
seres vivos!
Triptofanito se llevó un dedo a la
frente y se rascó. Su mente se echó a
andar a gran velocidad. Después de un
instante de reflexión, el aminoácido
decidió exponer lo que estaba
pensando:
-El cuerpo es como
una casa, las células son
como los ladrillos, y esas
estructuras son como el
cemento que une a los
ladrillos, ¿no es así, Membrana?
-Es una buena forma de explicado
-respondió el elástico ser.
-Entonces -continuó Triptofanito-,
debe de haber alguien que se encargue de
acomodar los ladrillos y de verter el cemento
entre ellos.
-Vuelves a apresurarte en tus
conclusiones -replicó Membrana-. Las
estructuras extracelulares son materiales que
salen de la célula. Nadie más las pone allí. Son
las mismas células quienes se encargan de unirst
entre sí.
-¿Salen de la célula? -indagó Lisina.
-Sí, lo mismo que muchas otras sustancia~
Entre el interior y el exterior de la célula hay
un continuo intercambio. Por cierto, gracias
a eso podré dejados traspasarme.
-¡Hagámoslo ya, por favor!
-suplicó Triptofanito.

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-Casi nos mandas a volar. Si no es por
estas ramas ...
La agitación volvió. Membrana reía de
nuevo. Los aminoácidos apretaron los puños
ALGO COMO
para asirse más fuerte. Por fin, el movimiento
LA CLARA DEL HUEVO concluyó.
-Oh, perdón otra vez. Soy una
desconsiderada. Pero ¡es que has dicho cosas
tan graciosas! ¿Puerta? No hay puertas en la
al suelo y comenzó a gatear por todos Membrana Celular. O mejor dicho, toda yo
Lleno
lados de entusiasmo,
mientras Triptofanito
inspeccionaba se tiró
. soy una gran puerta. Puedo abrir y cerrar
detenidamente la superficie de Membrana. cualquier rincón de mi superficie. Por otra
Después de un rato, ésta preguntó con voz parte, esos objetos de los que están asidos no
lenta y cordial. son ramas. Sería mejor comparados con
-¿Puedo saber qué estás haciendo, antenas. Cuando un ser desconocido se
querido mío? acerca, detecto con ellas de quién se trata y si
Sin detener su inspección, Triptofanito debo dejado pasar o impedide que entre.
respondió: Triptofanito echó a andar sus
-Busco la puerta. Me siento ansioso por pensamientos. Concluyó que la membrana
entrar a la célula. celular era como el vigilante de un edificio,
Membrana se echó a reír y, con la que decide quién puede entrar en él.
agitación, su blanda superficie se llenó de -Ustedes comprenderán -continuó
ondas. Para no salir disparados, los diciendo Membrana- que no puedo dejar
allÚnoácidos tuvieron que asirse de las entrar a cualquiera. Hay seres que harían
pequeñas ramas que allí cerca sobresalían. mucho daño allí dentro.
-Oh, discúlpenme -dijo Membrana De pronto sobrevino una nueva sacudida,
tras detener su movimiento-, pero es que no pero enseguida el blando ser se detuvo y, tras
he podido dejar de reírme. pedir disculpas de nuevo, explicó:
Triptofanito se puso serio. -Mi emoción se debe a que justamente
en este momento se acerca a nosotros una
hormona. Las hormonas son sustancias útiles
para la célula, por eso la dejaré pasar. Estén
preparados, pues en cuanto ella llegue se
abrirá en mí un canal por donde podrán pasar
también ustedes. ¡Corran! Acérquense al lugar
en el que la hormona va a detenerse.
Una hermosa molécula, como un globo
flotante, se acercaba para aterrizar en la célula.
Lisina tomó a Triptofanito del brazo y fue de
prisa hacia ella. El aminoácido sólo alcanzó a
exclamar:
-Gracias por tu recibimiento,
Membrana.

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-No te despidas -dijo su nueva Rodeado por aquel espeso líquido,
amiga-o En cuanto entren, los veré del otro Triptofanito tuvo un súbito recuerdo. Volvió
lado. a sentirse como en aquellos días cuando vivía
La hormona descendió aún más hasta en el interior del huevo, como parte de la
depositarse sobre una de las antenas de la familia Proteína.
superficie. Después, el piso allí comenzó a -No sé por qué -le dijo a Lisina- pero
hundirse. Triptofanito y Lisina llegaron justo este lugar me recuerda nuestra vida en la granja.
en el momento en que, en el fondo de La voz de Membrana Celular se dejó oír.
aquella cavidad, se abría un orificio. Por allí la En el interior de la célula las palabras
hormona se adentró velozmente. reverberaban como los sonidos dentro de una
Tomados de las manos, los dos alberca.
aminoácidos saltaron para perseguirla. -Querido Triptofanito, es normal que la
Todo cambió en cuanto ingresaron a la célula te recuerde tu viejo hogar. El líquido
Célula. Enseguida, Membrana volvió a cerrarse en el que están sumergidos se llama
sobre ellos, dejándolos inmersos en lo que citoplasma y es muy parecido a la clara del
parecía el fondo de un océano sin límites. huevo. Está compuesto básicamente por agua
Grandes esferas, delgados hilos, objetos con y por sustancias sólidas diluidas en ella. Todo
todo tipo de formas se desplazaban de un lado a el interior de la célula está lleno de
otro, a gran velocidad. Unos se acortaban, otros citoplasma.
se retorcían. Todos estaban en intensa labor. -¡Tan suave y cálido! -exclamó Lisina
I

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mientras daba un par de brazadas nadando -¿Sabes una cosa? -dijo Lisina,
con libertad. emocionada-o Creo que eres el aminoácido
-¡Qué maravilla! Venir a la célula y más valiente y guapo de la naturaleza.
sentirnos como en casa. Triptofanito se ruborizó. Del otro lado,
Triptofanito recordó viejas acrobacias y Lisina .cerró los ojos y acercó su boca a la
girando sin parar recorrió un buen tramo de delicada pared. Entonces, el aminoácido bajó
citoplasma. Sin ver hacia dónde iba, topó sus párpados y pegó los labios al sitio detrás
de pronto contra una pared que le impidió del cual se hallaba su compañera.
seguir adelante. Era flexible y suave, aun más Un fuerte sentimiento se apoderó de él.
que Membrana, y a través de ella podía verse Todo dentro de sí parecía flotar. Sus ideas
el otro lado. Triptofanito, alegre, volteó la pasaban como luces resplandecientes. Creyó
cabeza y llamó a su compañera. estar soñando. En su fantasía, Lisina le
-¡Lisina, ven a ver esto! llamaba con dulce voz: ¡Triptofanito,
Lisina no contestó. Triptofanito miró Triptofanito! La emoción subió por su
hacia un lado y hacia otro sin hallar rastro de cuerpo. Finalmente, el aminoácido sintió que
la aminoácido. no podía más y abrió los ojos para ver a su
-Aquí estoy, Trip. amada compañera.
La voz de Lisina se oyó un poco lejana. Pero Lisina no estabi a11l.
Triptofanito giró la cabeza: detrás del Triptofanito abrió y cerró los ojos
transparente muro vio a su amiga que nadaba con rapidez para confirmar la inquietante
y daba vueltas alegremente sin parar. verdad: era cierto, la aminoácido había
El aminoácido quiso rodear la pared para desaparecido.
acercarse a Lisina, pero alintentarlo se dio
cuenta de que el muro era demasiado largo y
alto.
-¿ Cómo pudiste pasar
del otro lado?
-le preguntó.
-No lo sé. De pronto
estaba aquí.
Los aminoácidos se
acercaron. Sus manos casi se
tocaban. Sólo los separaba la
delgada pared.
-Es tan bello sentirse de
nuevo en casa -dijo ella.
Lis y Trip se miraron a
los ojos. Agitaban los pies para
mantener aquella posición en
que con ternura se veían uno
al otro.

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