CUENTO DE LIEBRE Y TORTUGA

LA LA

Haba una vez una tortuga y una liebre que estaban discutiendo sobre cul de las dos era la ms rpida. Decidieron resolver la discusin con una carrera. Se pusieron de acuerdo en el camino y comenzaron la carrera. La liebre sali disparada y corri con todas sus fuerzas durante un tiempo. Entonces, viendo que estaba mucho ms lejos que la tortuga, pens sentarse bajo un rbol durante un tiempo y relajarse antes de continuar la carrera. Se sent bajo un rbol y en seguida se qued dormida. La tortuga pas arrastrndose y la adelant, y en seguida termin la carrera, quedando como ganadora absoluta. La liebre se despert y se dio cuenta de que haba perdido la carrera.

CUENTO DE XIAOMING Y EL LOBO

Erase una vez un pequeo pastor llamado Xiaoming que cuidaba sus ovejas. Como muchas veces se aburra mientras trabajaba, pensaba cosas que hacer para divertirse. Un da, decidi que sera buena idea divertirse engaando a la gente del pueblo as que se acerc y empez a gritar: - Socorro! El lobo! Que viene el lobo! La gente del pueblo fue corriendo a ayudarle pero cuando llegaron, descubrieron que todo haba sido una broma del pastor y se enfadaron. Poco despus, al pastor le haba hecho tanta gracia la broma, que pens en repetirla y cuando vio a la gente a lo lejos, volvi a gritar: - Socorro! El lobo! Que viene el lobo! La gente del pueblo, al orlo, empez a correr otra vez pensando que esta vez si que se haba presentado el lobo. Pero al llegar donde estaba el pastor, se lo encontraron muerto de risa. Esta vez los aldeanos se enfadaron an ms y se marcharon sin hablarle.

A la maana siguiente, el pastor volvi al mismo al mismo campo con sus ovejas. Todava se rea recordando la broma. Pero no cont con que, ese mismo da, no iba a tener la misma suerte. Rpidamente vio acercarse el lobo. Le entr un miedo terrible y, al ver que se acercaba cada vez ms, empez a gritar: - Socorro! El lobo! Que viene el lobo! Se va a comer todas mis ovejas! Ayuda! Pero esta vez los aldeanos no le hicieron caso y el lobo se abalanz mientras que Xiaoming gritaba: - Socorro! El lobo! El lobo! - pero los aldeanos continuaron sin hacerle caso. Es as, como el pastorcillo vio como el lobo se coma unas cuantas ovejas y se llevaba otras para la cena, sin poder hacer nada. En ese momento se arrepinti en lo ms profundo de la broma del da anterior.