Te pienso y eres luz de amor que alcanza el relieve del silencio, perforando su mudez con los ecos en crescendo

de tus voces; eres la presencia acrrima apoyada en la baranda de recuerdos con la vivencia frvida que mueve un remolino de pasiones.

Te pienso y el fondo de mi espacio te vive y te sonre al percibir el retozo del deseo en tus detalles, estremeces su quietud y haces ruptura en su dominio al impeler tus memorias en sus marcos de aire.

Te pienso y el viento se condensa, con la lluvia gime al no poder portar el peso que forja cada instante, y es que no concibe tanta fuerza en lo sensible, si el pensamiento te libera con temblor de sangre.

Te pienso y la ausencia que acarrea la soledad desiste al expandirse en su contorno la levedad de tu imagen, y es que evocarte es librar el sentimiento ms sublime; es lograr que tu inolvidable tiempo vibre al extraarte.