La importancia de las nuevas metodologías docentes del EEES como “primera ruptura”
de la base socio-histórica de la construcción de las instituciones educativas.
La importancia de las nuevas metodologías docentes del EEES como
“primera ruptura” de la base socio-histórica de la construcción de las instituciones educativas.
¿Qué es el conocimiento? ¿Qué es aprender? ¿Qué es enseñar? Y sobre todo,
¿para qué enseñamos? Estamos debatiendo cuales son las nuevas metodologías educativas del EEES en las enseñanzas superiores sin haber contestado a estos cuatro interrogantes.
Mi intención es que seamos conscientes de la importancia que tiene fundamentar
solidamente estos pilares para construir a raíz de ellos unas metodologías u otras. Pero si no nos cuestionamos la base, siempre andaremos pintando las paredes de la casa en vez de construir una nueva encima de la vieja. Por ejemplo, la idea que tenemos todos de “ponente” o clase magistral en la Universidad. Por eso, me gustaría, con el ejemplo, romper esta costumbre situándome a la altura de todos y todas como uno más, que expresa su opinión.
Reflexionar sobre el camino de la construcción socio-histórica de las
instituciones educativas nos da pie a plantearnos los errores existentes en la educación actual para fundamentar los nuevos procesos y metodologías pro-activos del EEES.
Partimos de la base. 1977. Ley General de Educación. Se implanta la Educación
General Básica, y progresivamente se alcanza la práctica totalidad (96 %) de escolarización de los niños entre 6 y 13 años. Entre el 77 y la actualidad, no ha hecho más que subir en enseñanzas medias y superiores, pero, ahora bien ¿en que entorno de escolarización se produce la misma?
La L.G.E. provocó la imperiosa necesidad de crear centros educativos en todas
las regiones, formando mucho personal “preparado”, además de elaborar planes de estudio que diesen oferta educativa a toda esta “marea” de niños. La falta de consenso político, alternativas y la presencia de otros intereses en este proceso, dio origen a una “tecnocratización de la enseñanza” en los estudios básicos y medios. Esto es, han tratado la educación como un proceso plagado de ideología. Llevándolo a cabo con estrategias metodológicas centradas en el proceso de Enseñar para que los alumnos alcancen los objetivos curriculares (Aprender). Para ello se define un proceso “industrial”, creando centros de estilo “Fordista”: con cursos que había que superar progresivamente, donde alumnos de mismas edades recibían el conocimiento gracias a la docencia magistral, para finalmente, con de exámenes, demostrar que sabían el contenido cómo para pasar a la siguiente fase de “educación”. Mientras en las enseñanzas superiores seguían con su discurso metodológico magistral, considerándose la fuente del conocimiento y el saber científico.
Con el paso del tiempo, estas realidades se han instaurado en el sistema
educativo en forma de prácticas, rutinas, costumbres y procesos habituales de las instituciones educativas y sus miembros. Sin resistencia, o con poco enfrentamiento real a este método, la implantación algunas veces se hacían de manera más evidente, y otras han mantenido su existencia en un marco “oculto”, como son las consecuencias de los distintos exámenes de promoción. La idea de un alumno ignorante, un profesor
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La importancia de las nuevas metodologías docentes del EEES como “primera ruptura” de la base socio-histórica de la construcción de las instituciones educativas. poseedor del conocimiento, una división del espacio y los tiempos de enseñanza, el uso de materiales como el libro de texto o mecanismos de control basados en calificaciones ha configurado el sistema educativo actual. Que no repercute en la capacidad reflexiva y critica del individuo, y por tanto, indirectamente, perpetúa las formas sociales establecidas.
Con todo esto a la espalda, surge el EEES. Un cambio en las metodologías
educativas en los estudios superiores. Un cambio que le da más peso a la formación individual y autónoma que a la memorística. Basándose en manejo del contenido como proceso de adquisición y asimilación del mismos, el trabajo en grupo, el debate, al investigación personal, la construcción de una praxis individual que pueda interaccionar con el conocimiento futuro. En definitiva, un aprendizaje radicalmente opuesto a lo que hemos vivido hasta la fecha.
¿Cuál es el problema, entonces? Están implantando una metodología opuesta a
lo que la Universidad y el Sistema Educativo han disfrutado hasta ahora. Y los profesores y profesoras que tiene que impartir las nuevas metodologías van a tener serias dificultades para llevar a la práctica las indicaciones metodológicas. Al igual que los estudiantes tedrán dificultades en esto de ser participes de su propia educación.
¿Van a ser mejores o peores estas metodologías? No lo sé, dependerá del
profesor universitario. Pero sobre todo, del estudiante. Un estudiante conocedor de las estrategias que debe disfrutar para superar con éxito sus estudios. Y conocedor de que este proceso no conlleve, como antaño, la destrucción del libre-pensamiento del estudiante, y del individuo, “ignore” otras opciones de aprendizaje, fomente el sometimiento a los procesos evaluadores y por tanto, la autoridad del profesor. Implante una idea del conocimiento único y reservado para el profesorado, o provoque la desmotivación y rechazo hacía los estudios.
¿Qué es el conocimiento? El resultado de la interacción de varios individuos y
varias fuentes dentro de contextos variopintos. ¿Qué es aprender? Adquirir una serie de conocimientos vinculados a mi propia experiencia, tanto teórica cómo práctica. ¿Qué es enseñar? Compartir un proceso con otras personas: facilitando encuentros con los conocimientos, interacciones, experiencias y reflexiones que tengan una sólida base metódica. ¿Para qué enseñamos? No solo para formar profesionales cada vez más autónomos, reflexivos, capaces y versátiles, si no también a personas también autónomas, reflexivas, capaces y versátiles. Que, con el tiempo, tengan algo que decir y algo que hacer respecto del sistema social donde se desarrollan los nuevos estudios.
Si los estudiantes no somos conscientes de estos matices a la hora vigilar las
nuevas metodologías docentes del cambio europeo, y luchamos para que se implanten y perduren con calidad y cantidad en los años venideros, todo el EEES será una nueva limpieza de fachada de la Universidad. Donde subsistirán las formas, rutinas, costumbres y realidades del sistema educativo, perpetuando la actual trayectoria “tecnocrática” de la evolución socio-histórica de las instituciones educativas. Y por tanto, sus consecuencias serán las formas visibles de la sociedad cotidiana.
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La importancia de las nuevas metodologías docentes del EEES como “primera ruptura” de la base socio-histórica de la construcción de las instituciones educativas.
Bibliografía:
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geográfico en la escuela: las tensiones inherentes a la transmisión institucionalizada de cultura y los dilemas de la educación para la democracia en este mundo globalizado. Diez años de cambios en el mundo, en la geografía y en las ciencias sociales. 1999- 2008 Barcelona, 26 - 30 de mayo de 2008, Universidad de Barcelona.
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