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Una oracin para compartir: De vez en cuando, dar un paso atrs nos ayuda a tomar una perspectiva mejor.

El Reino no slo est ms all de nuestros esfuerzos, sino incluso ms all de nuestra visin. Durante nuestra vida, slo realizamos una minscula parte de esa magnfica empresa que es la obra de Dios. Nada de lo que hacemos est acabado, lo que significa que el Reino est siempre ante nosotros. Ninguna declaracin dice todo lo que podra decirse. Ninguna oracin puede expresar plenamente nuestra fe. Ninguna confesin trae la perfeccin, ninguna visita pastoral trae la integridad. Ningn programa realiza la misin de la Iglesia. En ningn esquema de metas y objetivos se incluye todo. Esto es lo que intentamos hacer: plantamos semillas que un da crecern; regamos semillas ya plantadas, sabiendo que son promesa de futuro. Sentamos bases que necesitarn un mayor desarrollo. Los efectos de la levadura que proporcionamos van ms all de nuestras posibilidades. No podemos hacerlo todo y, al darnos cuenta de ello, sentimos una cierta liberacin. Ella nos capacita a hacer algo, y a hacerlo muy bien. Puede que sea incompleto, pero es un principio, un paso en el camino, una ocasin para que entre la gracia del Seor y haga el resto. Es posible que no veamos nunca los resultados finales, pero sa es la diferencia entre el jefe de obras y el albail. Somos albailes, no jefes de obra, ministros, no el Mesas. Somos profetas de un futuro que no es nuestro. Amen. S. E. Mons. scar Romero

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