Vous êtes sur la page 1sur 164
MEDITACIONES f on forma de Retiro { SOBRE EL | A de Di ‘ mor de ies : con un breve tratado ae i sobre la entrega de sf mismo a Dios | Por el R. P. JUAN NICOLAS GROU, S.J i Traduccién de Felipe Ansutnt i cotclén “Komp NO 44 = EDITORIAL DIFUSION, 8. A. HERRERA 627 BUENOS AIRES Hecho a awe marca fa ley Impreso en la Argentina ~ Printed in Argentina AL LECTOR vena sUCRISTO, . Tee esi einins se ae eae a one a TE a Soe ttnbrdee beer te ace ao o mas 7 Ott smllods, a0’ puede ects Ss Puntos de cada unc da es eet rd lostede, siempre gue af Pama de is er 9a luego on préat its 7 ol coraxéa wider © mediiadan, Ut cosnotcant st Torun Che INTRODUCCION Las almas simples y rectas, que leen los libros de pieded s6lo paca edificarse, pueden pasar por al- to este Prdlogo, del que no tienen ninguna nece- sided y.que no escribo precisamente para ellas Este Retiro, que me comprometieron, contea mi primera intencién a publicar en Inglaterra, ha su- Frido algunas criticas; confieso sin esfuerzo que he dado lugar a ello en ciertos aspectos, por expresio~ nes poco correctas y no muy precisas. Con fal mo- tivo, se me han hecho llegar observaciones manss- critas sin nombre de autor, a las que prestaré lo atencién posible en esta nueva edicién; repudiando 1a primera en cuanto pueda contener de reprensible 0 de poco exacto. En lo que a la fe y a fa moral cristiana se refiere, seria para mi muy dotoroso dar fl més pequefio motivo-a una justa censura; prefe- firta-no haber escrito una sola linea antes de apar- tarme en fo més minimo, aun sin quecerlo, de la sana docteina, Sin embargo, me permito decie que es muy tris- te, sobre todo después de un siglo, que resulte tan dificil escribie para bien de todo el mundo sobre el amor de Dios, sobre la oracién y. sobre fa Comu fe interpretara al pie de la isn”, de un exacto sent 2 aclaracién para o letea? La mia ete ma fido en ef fondo, eS “omprender a qué el autor, y alge 4 4 le eeprocharian ef abe doh sont Pumtillesos 0 mds de wna vez que LMRDITACIONES. SOBRE #1, AMOR DH DID 7 acotar continuamente al margen [0s correctives, las explicaciones e interprotaciones de algunos pasajes para que den la explicacidn de los demés? 3Serd fllo suficiente paca prevenir erténeas interprétacio- nes? Esto supuesto cumplicin -fielmente sw fin primordial de edificar y conmover profundamente los corazones? ¢Qué seria de las Meditaciones es- critas con gusto y estilo escolistico? eQuitn leeria y sacaria de elles un provechoso fruto? Sin em- bargo, sea para rectificar alguncs pasajes de esta pequeia obra, como para eclarar algunos otros, y @ fin de justifiear todo cuanto no haya sido inter- pretado en swt verdadero sentido, afirmo que: por ‘acto de caridad entienda todo acto de amor a Dios, cualquier sea el motivo que fo produzca; entiendo por fibito de fa caridad, I costumbre tal cual inos ha sido infundida por ef Fspirita Santo en ef Boutisnao 0 recuperada por fa Penitencia; pero de ningtin modo el ejercic’o habitual det amor pro- viene del solo motivo de la infinita bondad de Dios. ‘Ms atin, entiendo por amor tode acto de amor «a Dios. libre completamente de todo amer propio; en este completo desasimiento, prec‘samente, hago consistie la pureza del amor. Conviniendo en que esta pureza pectensce principalmente al amor de Dios, mada tinicamente por el mismo, afado que ella convene tanabién al amor de reconocimiento: amor purisimo, que ha ejercido Jesucristo en la tierra y que ejerce acin en fa gloria; amor que tiene ® F Jwas xteouis crop, 5.1 de los di eternamente en el cie Libel y de os elegidog, lO POF parte SUPDEEACTONES SOBRE HL ANCOR DH D108 9 tmmbrados a este lenguaje puramente técnico, Por lo demés, en la tierea, los mds grandes santos, la misma Madre de Dios, han amado y no pueden menos que amar a Dios por el motivo de [a eterna felicidad, como por los dos restantes-motivos més excelentes en si mismos. Tales actos pueden ser mis © menos Frecuentes, No hubo ni puede haber en {a tierca un estado tan elevado donde el amor de Dios no sea efectundo sino tan s6l0 por el motivo de sus perfeeciones in- finitas. Peco la flaqueza humana no permite que éstos sean habituales; y jamés se los debe excluie aun cuando se considecen los demds motivos. Dios, sin duda alguna desea que le amemos con todas nuesteas Fueezas, por el mus excelente motivo que atafe a sie gloria, Este es ef motivo por el cual Jesucristo, en la oracién que nos enseid, nos hace pedic, en primer lugar que sea santificado el nom- bre de nuestro Padre celestial, que reine sobre nos- otros, gue se cumpla su voluntad en a tierra como en el ciclo (1) : tres peticiones que constituyen otros tantos actos del mds puro amor y que bastardn pa- ra transformarnos en geamdes santos, si cumplimos fiel y constantemente cuanto ellas exigen de nues- tea parte @) Pater noster, qui es in enelis: sanctificetur nomen tore, Adveniat regoum tuum. Fiat voluntas tus, sfcot m coll, et ia terra, (Math, VI, 9, 10). SEDITACIONES SOMBE AL AMOR DE DIDS u mds aun; si no obstante mis precauciones se ha deslizado en este escrito, 0 en las ya publicades, algdin punto censurable, estoy dispuesto desde cho- aq retractarme de él Dios no quiere que yo agravie ta fe en mi ine tento de educar y reanimar ta piedad de fos fieles. No deseo exceder ni atenuar fa obligacién del pre- cepto del amor de Dias. El exceso en este sentido, wno es menos peligroso que el relajamiento; uno y otro conducen nececariamente al mismo fin. Por ftra parte, es necesario distinguir cuidadosamente, so pena de condenacién, hasta qué punto puede tino equivocarse sin ofender gravemente a Dios. De festa manera, y para mayor claridad, he empleado fos téeminos “es necesario”, “se debe”, “std obli- gada” u otos té:minos semejantes en el mismo punto de la cuestidn, ya sea en la que precede 0 fn la que sigue, a fin de que se sepa si hablo de tuna obligacién grave o leve, Esta obseevacién es por fo mismo muy necesaria, ya que este Rerico no ha sido esceito para fos eristiancs que obran por el principio del temor y creen que, evitando ef ppecado mortal ya han cumplideperfectamente con sus deberts religiosos; sino para las personas que han penetrado ya en el camino del amer 0 que se sienten Ilamadas @ él 0 al menos que Ileven una vide piadosa y cegulae, y se hallen dispuestas a fescoger este camino.una vez conocidas sus venta- jas. Juzgo, por consiguiente, como deber, explicar ‘a fondo las consideraciones sobre ef amor divino, a2 704K MICOS oxy, 5,5 sin 83. ag0tar, co) cio {con todo, sarente sapig oe” et tema Ae (a misma neegsteraciones ape 0 todos 2 €n todos tos libece (0 demds, lo manendetin | £2 @m ta “Imitacisgn sf Piituales, nacre Ou" acs %, Datticularmen. cia » ta nein eae Gi tattnde sotanantin soto 1a ono eet fe able gue sone). £0805 pueden agclamente Ta experignts +, ine ellos” (4), “M08 €l verdadery cant de estas sutanto 52. bal Mag 9 Palla co 8 explicacién » €5te aca dector an ine + inexpee “Ehosend Guan “CPT iar On sia sere 0 his sperieta 2 Ont Ty" @) By zen tame Seem T 9 (8) "By yantom XI, SCARE desiderin OL tafe gE Ta Cane SGMITACIONES. SOME HL AMOK DE WiOS 38 del amor pregunta a sus religiosos si por ventura pueden afiemar, desde lo mds profundo del cora~ dn: “Béseme con el dstulo de su boca” (*). “Pues afiade, yo Bien querria saber si algunos de vosoteos hha recibido alguna vez 1a gracia de poder decir estas palabres en el fondo del corazin: “‘Béseme con el dsculo de sw boca”. Porque no a todos es dado ef pronunciarlos con verdadero afecto inte rior, sino que sélo puede hacerlo aquel que ha- habiendo recibido una vez el beso espicitual de Je- suctisto, se siente excitado por su propia experien- cia e impelido con mas vehementes deseos a vol ver a gustar fo que ya experiments con goz0. Creo que nadie puede comprender fo que es este be- 0, sino aquel que lo ha experimentado” (*). Juiz- guese por lo mismo, si es posible que todo el mundo sea capaz de comprender las consideraciones que presento en este Retiro, las ventajas de la vida de amor, y las cualidades y afectos del amor di vino Yo me juzgaré dichoso, si las almas que ya than alcanzado algiin progreso en este camino, reco: “Oxeuletur me osculo ris sui”, Cant, 1, (©) “Explorare velim, si cui Unguam vestrum ex senten tia dicere datum sit, “oseuletur me osculo oris sui". Now fest enimn cujusvis hominem ex affect hace dicere: sed si fuis ex ore Christi spieituale osculum vel. semel accepit; hhune ‘proptiuum experimentam profecto solicita, et repe tir libens, Ego, srbitror netinem vel scire posse quid sit, nisi qui accipit”. Bern, In Cant, Serm. Hl, n. 1, Opp, IV, col. 1274, « ropias DIRACIONES soaEE mL AMOR DE DOS 1S PC PIas expecincas; ae aed ane any 4 alegran de sai Propésito ce manos de los fieles, libros de una docttina poco rails que se sienten eet 0 &l hasta exacta y poco segura en cuestidn de piedad, no es eto instinto, we esr gt was aca df menos prevenirles inoportunamente contra los &- eae fo eben gaa ere Oaments tos que puden conti @ inasucion,@ femente af pap he 5 18 presenta tdificocion J a Su progreso espritual. ete coming anit Sento que fag ‘Intercclamos, aqui algunos. pasajes de San Cri- "motivo de dicha si ane, Finalmente Sstomo tradacidos fielmente del griego, que ser- Por ates camino ls dma gu irdn de justficativo en los. pasajes més Fuecie- luego de pods, cenftPOnI eneas mente criticados. €n secundar n4i D8 gue las pre i noscteos pensdsemos rectamente, deberfamos 5 Ge lean esse: esbiraciones, ‘hacee Ia mesna Gnicamente por ser ésta una bue- ina gue pene HO, mds porg nna obra y por motivo de compasién hacia nuesteos Primer on metivos de editing semejantes, y no con micas a las recompensas que r les de “ery rueg0 que leza metatisicg™ ‘isiasm” ae eae de cali ° ee5e, ¥ para ees al a lo en sf smo, 0 sola Md alentos a fa coney se xin ae mdo los e 8, donde el panty oo pee isamente explicado, tn “un mal colocar én con otro fo y mds Dios nos ha prometido. Pero, puesto que n0 80- ‘mos capaces de concebir nada elsvado, hagamcs fa limosna, at menos, por causa de (a recompensa, sin buscar en ello la gloria de tos hombres” ( “No hemos de temer ef inficeno por causa de su fuego inextinguible, por sus terribles penas y Continuos suplicies; sino porque hemos ofendido ‘tun Sefor tan bueno y nos hallamos privados de su gracia; y asimismo hemos de desear su Reino tan s6lo para poseer eternamente a Dios y gozar “Gy “Si recte sapimus, ob hoe solum quod bona res sit (cleemasyaa), et 09 commizentonem prem, r= we cxctcre porte, non eb. promistay a Deo Ices ‘Verum quand ad rit flim mtentem atoll fe vals rel ob illad ipsem benign sims, nulla ab ftmaibeyvenantesglvimny ut ne et sumies. fata, fe meresde Tariter privemaa’, Chrysostom, In Genes Homi Vitra. & Opp, t iV, p 6h. Para nosotcos ii 105 cielos, agi nigh, as | ‘ Asi tambig, Inds temible gue at | ee fimere non iS _ prop bem ia Offenddmen,teibiles, wa offending Oe 3 vn Gadeamas:proster WOM 0 im Real grata ge, C88 coe PER e Pian ‘ ee i magis time ett en PSE Bri seu” QO ll yd De Anna, Sent’, em ‘ \ ADIFACIONKS SOMUR HL AMOR DH BIOS a da puede esperar de ella, De ta misma manera con- viene que nosoteos padezcamos, no por motivo del reino ni por la esperanza de bienes futuros, sino por Dios mismo” (29). “Es necesario amar los mandamientos de Dios, no por la récompens aprometida, sino por amor @ Aquel que los establecid; y ademés, practicar ta virtad con gusto, no por temor del infierno ni por las amenazas del castigo 0 por la promesa del reino celestial, sino por causa de Aquel que im- plants las leyes” (#4). “Prescindiendo de los beneficios de Dios, cesario rendicle gracias y glotificarle por su gran- deza y por su gloria inefable” (28). ‘Los que hayan leido a San Criséstomo, saben muy bien que yo habria podido inteccalat innu- es ne- (0) “Amator... vel millies pro amica moreretur, quam vis post mortem aihil ab ea exapectaret, [ta etiam nos ‘porter nom propter regi exspectationem, nec propter ali- ‘qiem spem_futurorum bonorum, sed propter ipsum Deum gona pat Chrysostom, Ts Balm, VItyn 26 Opp, (Giy “Amore ea (mandata Dei). non propter mercedem quae est pro ipsis proposita, sed propter eum qui illa sta- tuits virtutem cum volupeate persequ, non propter metum gehennae, nec propter minas suppici, nec propter promise Sionert regni, sed propter eum qui leges tulit” Chrysostom, In Psalm, CX1, not, Opp. t. Vy p. 277, b. (22) “Ostendit... (proplieta) absque Beneficis Deo esse agendas gratias, et propter hoe ipstm esse gloria et hono- Fe afficendum, propter_ majestatem, propter_ substantiam, propter gloriam jnnefabilem”. Chrysostom, In Psal. CXVIL, 6. Opp, t V. p. 328, 8 merables to futcza. Mig explica ef TE Metiones sobre fos e. "eta por mt £0 ipse anat Spm, Tig MM ee a Christe pra BE UO see a i SRT ane sbee (8) Bosco S estados de ora. WS sstados de ora. Obras eo oleae, AVE iroietaecenctenin ee isaac apITACtONRS SOMRE HL AMOR DH DIOS 8 San Bernardo explica de fa misma manera las palabeas que Moisés dirige a Dios, refiriéndose a fos israelttas: “Perdénales, oh Sefior, esta culpa, de fo contrario béreame del libro tayo en que me tienes escrito” (1), “Ciertamente, dice, él habla con toda ta temnura de un padre, puesto que pr0- testa que no le seed posible gozar de placer alguno si no le acomparian aquellos que él ha engendrado. Supongamos que algtin hombre rico dijera a una mujer pobre, Entcad conmigo, pero dejad afuera ese pequeriuelo que tradis entre vuestros braz0s por- que no hace mds que lorar y nos incomodaria. {Obraria de esta manera esta mujee? zNo quertia ‘nds bien ayunar que comer sola con ese rico, aban~ donando para ello su querida prenda? Asi Moisés rno guiere entrar en Ia alegria del Sefior si dejara fuera ese pueblo qué, aunque inguieto e ingrato, no deja de ser querido por él tan tienamente como si fuera verdaderament2 su madre” ('8) GET) “Aut dimitte eis hane. noxam, aut si.non facis, dele sme de bro tio quem seripsst”. Exod, XXXI, 31, 32. (CS) “Loquitur plane parents ‘affects, quem olla gos. sit delectire felctas, extorribus quos parturivit. Verbi frat, si dives. quispiam mullieri pauperculae dicat: Ie ifredete tw ad. prandium mem, sed guem gestas infantuc fim telingue forts, quoniam plorat, et molestus est nobis rnumguid. facies? None magis eliget jejunare, quam ex: sito pignare caro, sola) prandere cum divite? [ta nev joysi sedet soltm se introduel in. gaudiam Domini sui, foris silieet remanente popilo; cul, licet inguieto et in rita, vice pariter et affectione matris inhaeret”. Bern, Tn Cant. Sermo, X11, n. 4. Opp, t- 1V, col 1298, 2% » ® JUAN stcoLks osou, 5, “EL amor, de todo fo que se ta €9 ota pact, se enciquece con a por ae ilies oa us Propteres gu =, i apt... Deng er sett Sponsts amari. Quid ig = ao Mpe amor, Absa eh ae me abet gratin ‘Ser " : pte se. Lose merit, Berne 2, & 1Y, eal een eprdt conan eet ects aes itieminesatonne, ai SUDITACIONES SomRE BL AMOR DE como fuere, hace que no pocas veces teman més que amen a aquél de quien la esperan. Tal amor ime @s sospechoso, pues parece no ser producido si- no por la esperanza de adquirie algo distinto del objeto amado. Es débil, pues al quitérsele esa es- peranza 0 se extingue o disminuye notablemente. No es puro, puesto que se le mezcla otro afecto distinto del objeto amado, pues el amor puro no es mercenario, ni exteae su vigor y Fuerza de [a es- pecanza, ni se deja influenciar por ta’ desconfian- za” (3). De esta maneca habla a sus religiosos este gran Santo, muy poco tiempo antes de su muerte, en ef momento mds culminante de su ciencia y de su experiencia def amor (4). (20) “Amant... et fil, sed de_haereditate cogitant: quam dum verentur guoquo modo emitter, ipsumt a quo © pestatur haereditas, plus reverentur, minus amant, Susp fs est mihi amor, et allud quid adipiscendi spes suf sari videtur. Infirmus est, qui forte spe subtracta, aut extinguitur, aut minuitur, Impurus est, quiet aliud cupt. Parws amor mercenarius non est, Paris amor de spe vites non suit, nec tamen diffidentiae dammna sentt", Bern, 19 Cant, Seri. LXXXIIL, a. 5. Opp. t. IV, col. 1558, (24) Constitese también ta "Practica de la. perfecciba cristina” por el P. Rodriguez, 1¥ parte, IIler. tratado, ca- pitalo 3, i i i MEDITACION PREPARATORIA Para la vispera del Retiro Sobre estas palabras: “Yo he venido a poner fuego en la tierra, y gqué he de querer sino que arda?” @). PUNTO PRIMERO: ;Cudl es el fuego que Jesu- cristo trajo a Ia tierra? Es ef amor divino. El tiene de su plenitud participamos to- dos nosoztos (2). “El Verbo se hizo carne y habité entre nosotros” (*); recorrié. las diversas etapas de su vida mortal: trabaj6, sufrié para ensefiarnos f través de sus lecciones y sus ejemplos, a amar 2 Dios, Se inmol6 en el madero de la cruz, para me- recernos, rescatarnos y adquirir el derecho de comu- niicarnos Ja gracia de amar a Dios. En esta gracia estriba ef mas grande de sus beneficios; ella supone ¢ incluye todos los dems. en si la plenitud, y jttere in terram, et quid voto nisi ut @) “Tener ven accendatur?” Lue, XU, 49. (2) Juan, T, 16 (8) "Verbum caro factum est, et habitavit in nobis". Jaan, 1,04 PI JUAN ras eo, 5 5 EL ver, lo anteg ai ster noiwntincsen MEDIFACIONES SORRE HL ANOR DE 10s 2 aquéllos absorben en el seno mismo de ta Divin dad El cielo es, verdaderamente, 1a regia de este fuego que ‘ha descendido a Ia tierra para luego re- montarse y elevarnos con él. Pero, ante todo, es necesario que se constma en nosotros todo lo que sea puramente mundano, pues jamés s¢ nos intro- ducica en la mansién de ta gloria y de la felicidad, mientras permanezca en auestras almas algo que purificar. Si Jesuetisto no desea, ni puede desear otra cosa que abrasarme en este divino fuego, jdebo yo por al contrario deseat otra cosa? {No soy enemigo de Dios si pongo dificultad al medio por ef cual El se propone asegurar su gloria? ZNo me convertiria en mi propio enemigo si me resisto a abrir mi co- raz6n a esta sagrada Hama que es para mi la tinica fuente de santidad y de felicidad? Es neeesatio que escoja: arder eternamente en el fuego del amor di- vino 0 en el fuego del infierno. iAh, Sefior! {Es posible que yo titubee ante el fuego de vuestro amor y-el de vuestra célera? jen- tre el fuego que arde en Vos mismo y que es causa de Vuestta felicidad y aquél en que se abrasan los demonios, sumidos icremediablemente en la deses- peracién, en el odio y en el infortunio més’com- pleto? Pero el tiempo de esta vida breve e incierta, es el linico en el que puedo adquisir el grado de amor en el cual he de arder por toda la eternidad. 26 8, TURN ILS gry trajo a I E a tierra y desea qui’ {8880 que Jesuctisto me Mes, 366, atacia? Bend oP chispa, parg con sit auxili stan hoguera, tHe obrado de or otra parte, ef tamiento par hal das y cuyo habito See ios la deposits eis 2 hab neMt® indeliberadas ge, alas ve- 8 si te pre Prenda en todos Ice eee el El ni Je get? © 2! menos, fi 20 conserv ay fi ieTEENEAS, si yo Con. una libre: y cot Mi Coattibuyo *Spontinea cope. Primera chis cas spa e © ¥ de dénget Mt POt pura bone ha dispuesty qht@de merecer tal Ge alimentindgty faMnga esta la wansforme: poco incesantemente POCO a. poco en ine gue tengo uso Onocer of rect 2 mad Settiicanee? (ge, oH eai- esta catidad di oe catidad di {Cusntas veces be vina e extinguidas et ft Pecado ti ino delibera. XPONE a perderis define MENTACIONES SOBRE HL AMOR DE nt0s vamente? ; No debo seprocharme también pot no haber empleado o por haber empleado mal tantos medios de santificacién, tantas gracias internas y externas cuyos efectos tenian por finalidad acre- centar en mf el fuego de [a caridad?“En la actua- fidad seria ua verdadero serafin si, transpuesta la infancia, hhubiese secundado y seguido fielmente Vuesteas divinas inspiraciones {Dios mio! Deseo hacer este Retiro movido tan s6lo por el deseo de arrepentirme delante de Ti de mis “altas pasadas, de mi tibieza y de mi cobardia presente: para remediarlas y formular con vuestro auxilio, santos y fervorosos propésitos; para apren- ec y comenzar de veras a amaros; en fin, para cumplir mejor vuestro gran precepto. 1Oh, Jesis! He aqué mi corazén; os lo entrego, Vos sois el dueiio. Preparadlo para recibir una nue- va y abundante efusién de Vuestro santo amor. Es yuestro deseo: es también el mio, No os pido dulzuras ni consuelos: pero sentitia un gran con- tento si lograra de estos ejercicios espirituales una voluntad determinada a consagrarse en adelante al amor, en todos los instantes de mi vida; una vo- iuntad determinada a emplear todos los medios po- sibles y aprovechar tedas las circunstancias_propi cias para conservarlo y acrecentarlo. Sea éste el tii co fin que alberguen mis pensamientos, mis deseos ‘mis acciones, mis sufsimientos. Concededme esta voluntad: Iuego ayudadme conservarla y forti- ficarla. Puss: qué soy yo, y qué puedo sin Ti? PRIMER DIA PRIMERA MEDITACION Sobre el amor que Dios se profesa si mismo PUNTO PRIMERO. — Dios se conoce desde toda Ia eternidad y se contempla tal cual es: el ser exis- tente por si mismo e infinitamente perfecto, No le es dado contemplar sus perfecciones sin amarse con tua amor tan infinito como sus mismas perfecciones ¥y en este conocimiento y amor estriba su suprema fe- licidad: sabiéndose eternamente inmutable, y eter~ namente feliz, sabiendo que se conocerd y amard aternamente y sabri bastarse por siempre a si mis- mo y no tendra necesidad de otto gost. . De ningin modo me detendré a explicar lo quie fa fe me ensefia al respecto; esto #3: que este cono- cimiento y este amor son fecundos en ta naturale. za divina y que resulta en las tres personas: el Padre, que no es engendrado, conociéndose a si ‘mismo engendra al Hijo, que en todo es igual a él, y al Espiritu Santo, que es el término del mutuo amor del Padre y del Hijo, e igual en todo a uno y otro. . — Dios 80 am, 0 a a necesaria- ana ni Puede amar mas : On, tan s6k que hike tinico existente, » en este sentido, ie sentido, ment incapan ae ss ae Son su obra U imagen : Don cay tos, han a Mismas f mina, Ee ma en ellas, BY = eee an Sus obras externag, wt ate de su sabiduria y LMEDITACIONES. soowe 1 AMOR DB DI0s a sas ojos en cuanto participan, de una manera fi- nita de su ser infinito, Asi, el amor que Dios nos tiene, de ningtin modo es distinto al que profesa a si mismo; y, aunque este amor sea libre en sus efec- tos externes, es sin embargo, necesario en su prin- pio. Es decir: Dios por razén del amor que s¢ profesa a si mismo, de ningiin modo puede dejar de amarme, de tal manera que, atin cuando yo ce- sara de amarle, no me harfa indigno de su amor. Por fa misma razén devser feliz, El no puede me- nos que desear mi felicidad segdn mi capacidad y segin el génexo de felicidad al cual quiso desti- narme: y, efectivamente, me pondré en posesién de esta felicidad con tal que yo cumpla por mi parte la condicién indispensable que El exige: sa- ber amarle Mi felicidad es tan sélo una comunicacién de la suya: es imposible extraerla de otra fuente. Pero mi felicidad nada afiade a la suya, como tampoco mi desdicha le aporta ningin perjuicio si yo me condeno por mi culpa. Dios, por consiguiente, tnicamente en si encuen- tra la razén de amare y el deseo de mi felicidad y, siendo yo el objeto, este amor es, por su parte, completamente gratuito, puro y desinteresado: pues en el supussto caso de que me haya creado 0 no, fe ame o le desprecie, sea un dia feliz. 0 desdichado, no disminuir’ por elfo el amor que se profesa a si mismo, ni ser menos feliz, ‘MEDVEACIONES. somRE #2, AMON Di DIOS 38 naria una felicidad puramente ilusoria. Mas atin; como el amarse implica de su parte un extremado desorden, ello la conducivia a un estado sumamente desdichado. En fin, no poseyendo fa criatura’el derecho de amarse, se aparta cada vez més del orden, desde el Y hacia ads excluye de al vuelve oa & donde proviene momento que ama a algin otto objeto por si mis su voluntage (O22 Amabilidad, ; Ques: Y 1a nada - mo y como su fin. Y sigs verdad que ella. de esa La capacidad de {Qué deseo encierrg © manera no puede amar legitimamente a ninguna Y este Puttase del orden otra ctiavura, con més raz6n entrafiaria un extrafio Thum aided significa tastorno del orden si tan sSlo amase a Dios por tcibe sino limice, Us culta- raz6n de si misma, estableciéndose como centro en res muy estre- el que cifrara su afecto hacia Dios: lo cual, en ri- 'd de bastarse |, gor. no es posible, puesto que en lugar de amar a 0s, ello implicaria su menosprecio, su deshonra y degradacién. Esta meditacin es un poco arida y abstracta; la Ws de basso en si siguiente Jo sera atin mis. Pero es necesirio remon- re asas ae Por la tarse al principio, a fin de comprender rectamente liga dems, cual debe sex nuestro amor para con Dios. Los tion de amar 3 afectos del corazén son desordenados si no proce- ede eS, puesto den de las luces del espiritu; y el amor que no se nice, $08 crear conforme 2 ello es indjgno de un ser racional. a mds gu ePendencia, Lo que acabamos de meditar nos coloca, desde mera Pett, no en- ya, frente a dos verdades principales. La primera: - Oe ss PO™ el con. que Dios, amandose necesariamente a si mismo, y sia ser feliz amet? si con menog gee tt A no amando sino por razén de El mismo todo Jo el fundamen 8208, pues exte mance {225 po- que no sea El, nos impone 2 extricta obligacién » Seria un engafio iene faltindole de amarle tan sdlo por El mismo. Lz segunda: que Ie proporcio- toda infiltracién de amor propio mancha, en ma- 4 r RP JUAN mICOLAS gxoU, 1 BoE,o menor ead, Ia pureza del amor debido a Gis 7&5 un desorden que entrafa un verdadero Soetéculo, sino pare aucstra salvacién, al menos a ra santidad y para Ia perleccid sual debe aeprar todo ctistano, een #8 | ! | SEGUNDA MEDITACION Dios me ha creado para que yo le ame principalmente por razén de El mismo. PUNTO PRIMERO. — “La raz6n de amar a Dios ¢s Dios mismo” (+), dice San Bernardo: primero y antes que todo, por causa de su infinita bondad, Juego por razén de los demds atributos que le hacen acreedor a nuestro amor. Es indudable que el fin aque Dios se propuso al crearme, fué que yo le amare por razén de El, Todas sus obras externas const yen una libre efusiéa de su bondad y un sin mero de beneficios. La creacién es el primero y to- das las demis la suponen. Un bienhechor como Dios, que todo lo debe a si, mismo, que nada hizo ‘ai pudo hacer sino en razén de si. mismo puesto que nada existiria fuera de El ni podia existir sino por su voluntad siempre libre y todopoderosa, tal bienhechor no pudo proponerse otro fin que el de su propio benelicio y el de motivar la admiracién y el amor hacia su infinita bondad. () “Causa diligendi Deum, Deus est”, Bern, De Ditig Deo, cap. I,m. t Opp, t. IIH, col $83, e893, d. - aD, JAR wtcOLAS caoU, 5,5, SgOHTACIONES sbmRE HL AMOR BR DIOS a Hay it festa SOnvenir que sus inn: timables: beneticios, © sas, Por otra parte, iqué nevesidad tiene Dios de [as ctiaturas? Ninguna. ¢Por ventura Dios les dié In existencia para que améndose a si mismas antes que todo, Ie amasen Inego en razén de los bienes ‘que poseen o de los bienes que esperan de él? No seria posible: Dios perderia por consecuencia el ta gat de privilegio en nuestro afecto. Pero en cual- 'Y - quier aspecto que se lo considere. El quiere y debe ) ocupar en dl el primer lugar. De esta manera, el amor de teconocimiento para ser un verdadero amor de Dics, debe pasar por alto los beneficios ¢ inclinarse, incondicional y esponténeamente hacia el bienhechor. Del mismo modo, el amor movido ma . evidente Ya sus infin ie no; tas perfecciones? Batucleza diving, tlle repugna nes? Es J Sor la recompensa debe tender a Dios como infini- al objeto de sus valida tamente liberal en sus promesas y como él objeto ‘rome: ate a | de nuestra bienaventuranza, Finalmente, ef princi pal titulo por el cial Dios exige nuestro amor. es su bondad, de la misma manera que su santidad i Dios se dem 5 : eas 8, por los otro; razén; debe que, exige aue seamos santos (2): motives éstos que opi $ ot¢os motiy lebe querer Propo Fees Mates a itidad ne ene B no deben gravitar en nuestros corazones vor Tos ome ead infnitas, Pretende eins Petestionssy bienes naturales y sobrenaturales con que Dios nos a Y S48 promesas seen nek sletamente que a tha colmado, y por razén de su felicidad que ha vmatle, Pero su mayor ae motivos pa- propuesto compartir un dia con nosotrcs; por el zd contrario, al colmarnos Dios con un sinntimero de a frecue, or enci Dies a fcurni que Bags Sas saoney eee bienes. tuvo por fin principal el ave aosotros fe Gi {e permita, se remome ata, 2Uxiliada por amésemos por razén de si mismo. La mas grande infinitas pit? 88 motivo sea dejsgei’® POF ser EL recompensa, en el cielo, serd para aquellos que le Petfeccones y no sag gam Mt el de sus hayan amado de esta manera; y esta recompensa ‘ones y sus pr. rome. © Levit, XY, ags MIX, 2 BP. JUAN wreonés eaoy sa. conocimien fcr plane pais demas . 8, cual objeto lquier ciencia 0 se presta pars, emis, todo, abe en mi elevarme clutamente to. rdades ¥ conducr y forman’‘una cadens Gyo ¥ termina en Da eeulat: SEDTTACIONES SOBRE HL, AMOR DE vIOS 39 sino que, pot el contratio, abusatia contra su des tino si Io aplicara en otro asunto completamente ajeno a El? Asi como todos mis conocimientos pa- ra ser solides deben tender a Dios, igualmente to- dos mis afectos para ser ordenados cieben terminat en El. Dios me ha entregado una voluntad capaz de amar, indudablemente para que yo ame aquello que es amable, Pero ninguna cosa es verdadera finica y soberanamente amable a excepcién de Dics. Todo cuanto las criaturas posten de hermoso y ‘bueno, {a quién lo deben sino a Aquel que es la hheemosuira y la bondad por esencia? {Las cred por ventura para que yo cifre mi amor en ellas? {Me fotorgé el uso de Ja razén, acaso para que yo me figae a ellas y le quite a él, al menos, una parte de mi corazén? {No me expresan éllas, cada una ea su propio Lenguaje: no te detengas en nosotras vvete de nosotras para elevarte 2 nuestro comin au tor! El nos coloca ante ti y te permite hasta cierto punto y siguiendo determinadas leyes. nuestro ¢9° fe. La voluntad, ciega en si misma, puede dejarse seducir pot los sentidos, por ta imaginacién y pot las’ pasiones, Pero el entendimiento es quien debe dilucidar y dirigir sus afectos, moverla a seguir las fuces mas puras, ya sean naturales o sobrenaturales, inclinandola a amar a Dios en si mismo y en todos los seres creados. Dios me ha otorgado el libre arbitrio. ;Con qué objeto? zAcaso para que disponga a voluntad de mi mismo y'de todo cuanto El ha colocado bajo 0 5 F SUAW sICOLAS OU, &.5, mi dependencia? ;Ha ime comeneanca? gH querido por ventura que yo ua lueiio absoluto de mi mis ‘eayéadome con ello a su dominio? Bie aes Se dsignio ha sido que yo, no s6lo Ie amara libre bs ao ee El el mas excelso de todos los 2 ae ee que Ie otorgara Ia referencia mas Sb Qe le cotresponde sebre cualquier tro Sbieie Y Por fo mismo, actecentar con ma igi Pe Oe arnindoe eon POF consiguents, por glorficale Benes egret £2760 de El misino ¥ por todos los Depts de EI he rcibido y espero vein aes ee como segunda intencién, mi Jamas ne gr, camsetuencay eet de ete snor tet nbiar este orden: jamés - ae 7 a be de colocar mi felicidad para ae mo plano de la gloria de Dios. oe dy veamos si 4 08 si st amor de Dios por razén de El mismo, Yor yet gica consecuencia del amor ete de este deseo? Mi ab: on Sue bastara n mi el deseo de ser felj deseo me traslada fuera de 2 soluta indigencia a mi mismo, ya no existirla ues ya fo seria, Este i, me conduce hacia accent gortactowes Sonne AMOR DE Dios a un ser més excelente, hacia el Set infinito, ef nico que puede corresponder a ta idea que he concebido de la felicidad y que puede Menar con su posesién a amplia capacidad de mi corazén. En una pala- bra, me eleva hacia Aquel que es en-si mismo el soberano ¥ tinico bien. Pues si Dios no fuera de esta manera en si mismo, tampoco lo seria para mi. He de conocer, pues, a este soberano bien: he de amarle como tal en si mismo y por si mismo, an- tes que desear sex unido a El como a mi tinico so- berano bien. El me empuja hacia él, como hacia mi fin, mi ‘centro, el Gnico objeto de mi felicidad. ;Cémo de- searlo, si desconozco su infinita perfeccién y bon- Gad y sino lo amara por si mismo antes que amar- Te por mi propia conveniencia? Los instintos, las reflexiones y los attificios del amor propio son los que alteran e! orden de estas relaciones. Pero, con- forme acabo de decir, al amor propio y el crdenado amor de si mismo constitayen dos inclinaciones di ferentes, El amor ordenado mé inclina.a desear mi felicidad inquiriéndola en Dios, fuente de toda perfeccién y dicha. E) amor ordenado me mueve Sesde el principio a amar a Dios, principslmente por razén de si mismo con el auxilio de Ia gracia Y, consiguientemente por reflexidn, como’a_ mi timo fin; como al principio y téemino de mi fe- licidad. no por raz6n de mi mismo tal como lo exige el amor propio sino por él mismo; de tal suerte que, el amor de Dios por si mismo, encuén- 2 BP Seay steond lends exo, sy. frase siempre impli impliciea Pend ports mol ala foi, el desorden dsl amo f mia ata 3 Dios mismo ean ep ie concibe Conn’ 28 sélo con rspecto in yt Si en el propio bien. scior tsideta el amor y la 15 como medios para’ al- través de este extraiio dicate se calmence en este amor Posesion de. Dios canzar este bienestac trastorno, ef amor ie Ta afeccibn ‘prieet nc TERCERA MEDITACION Sobre el mismo tema PUNTO PRIMERO. — “Dios es caridad” (1), dice San Juan, y, ‘la fuente tnica de toda cati- dad”. Ella ha sido infundida en nuestros corazones pot medio del Espiritu Santo” (2), eterno amor del Padre y del Hijo, {Qué amor puede profesar- ‘me Dios sino el mismo que se profesa a sii mismo? Por toda la eternidad jamas tuvo ni tendrd otto Este amor es puro, infinitamente puro en su_ori- gen; es puro en el habito infundido por el Bau tismo en el alma del cristiano, y siempre sera puro en sus actos, cualquiera sea el motivo por el cual eflos se produacan, siempre'que'el amor propio des- ordenado no Jo mancille consus cdiosas pro- piedades, Pues ni el motivo del reconocimiento ni el de Ta recompensa son fos que alteran su pu- rez, Estos dos motivos son puros en si mismos puesto que Dios nos los recémienda y los inspica (@) “Deus charitas est”, Juan, 1V, 16. (2) "Chait De fag et in cords nots ne si visum sanctum”. Rom, “ 2 &, SUAN micocd JUAN mteO0AS caOU, 5, bienes ya reibides como por Ics que me secrete PEO: pero mis ain, he de amaile por se El es. iSon éstas miras ints pueden conciliarse? ee DZQue,importa, sin embargo. si amando yo a Diss por el motivo particular del reconocinisnte > prague que sure Ts esperanza no le amo e gste €350 por el motive formal de la evidady Pee n el secreto de mi designs do yo 1 ea a sto de mi dia, ata unto ee Dest une actual intencién? Adtinas, extpy cates FEnte dispueto a amar por ete motive, rurnto Sgpbldt Santo me fo inspira y todo To que pide es aue no ponga cbstical ne Pid ts gue no ponga obsticclos a sus cotinise ‘eh? imtbortante es que la catidad permaming duelia y reina de mis afectos, Ara (0 et Ei Santo, que obtalibremente a sz0nes, no slo se sive 2 ts conan veces del temor Is inos pata apartarme del mal y com imate en Ia prdcticn del bie, sino que tambien ‘me infunde la gratitnd al recuerdo de las bene & Dios. y me insta a devolverle rciprocamente 8 peisimdes, ‘mediante a mortifiecion pret Gupte dos penosos actos de ls vied y conceditn, ‘odo cuanto El me pida Mis ain, me imipea, AERDIEACIONES SOUR XL, AMOS DE S105 “ siona vivamente con la idea de la felicidad celestial, para inspirarme un profundo desprecio hacia las cosas de la tierra, para animarme a sobrellevar las dificultades de le virtud y sostenetme en Jas aflic- ciones y en los sufrimientos, En-eada pigina det ‘Antiguo y Nuevo Testamento, se hallan expuestos estos motives, y nos inculca, recomienda y ordena su uso, toda ver que la gracia 1o solicite a nuestro espititu. Y ciertamente, ni tos profetas inspirados por Dios, ni los apéstoles representantes de Jesu- cristo, ni el mismo Jesucristo han creido perjudi- ‘car, por lo mismo, a la caridad propiamente dicha, ni a la obligacién de conservar y fortificar su hi- bito con un constante ejercicio PUNTO SEGUNDO. — Cémo es posible que Dios no nos exija que le amemes por encima de todas las cosas y por raz5n de si mismo? Nosotros, viles y miserables criaturas, pretendemos que nus tros semejantes nos amen de este modo y no cono- cemos otro amor vetdaderamente digno de nos- otros que aquél. {Qué esposo no se sentiria ofen- dido si creyera fundadamente que su esposa fe ama puramente por interés y conveniencia? Qué padie se sentirfa halagado por el afecto y le obedienci de sus hijos si este afecto y obediencia no se funda- ran en su cardcter de padre; si las mismas no entra- asen ningin sentimiento nataral y le amaran ellos taa s6lo con micas a una ventaja presente o futura? {Qué amo no desearia que sus siervos le fueran cor- 46 2 2, SWAN NICOLAS atou, 5,5. dialmente files ficles y no interesados por ments de él reibidos y pape Fe Pou seria Ta amistad, sino puro comencio, ai los favcrs eacrams36, sino puro comercia, silos favores dseay pore GUESS tat dice un pagane, sina gala enti Bs ln que fos poderosoeratamente Neon eee PE 8 de que de ordinatio Ia may son atraidas, no pot sus cual or pura ambicién e interés? Y qué! jLos is a excng WUE Hhos hombres sen delicados hasta el Side enna ot: atatin ence ies uns noble 2a de sentimientos y de lenguaje —que eserlos y af mismo tiempo fos exigen en los de- e tienen amigos, no vyoria de fas personas idades personales, sino ha infundido e lo en nosotros ef hibito de la carida Para que podamos amarle sobrenaturslmente vane dela a_menes si lo amitamos por si mismo 0 pa ee te amie MOS de Dade, de pra, ae , de amigo, a los cuales atribuimes un va tan grande cuando se trata de adoome age sierra valor alguno cuando se meliee: s Dis? ean ere a Dios? ©) “Quid est ama gaa) QU amare. sin vel bois sien af sage maxims, clam oa ge ox ip il rag ont mal” i, ap. eV A” Cleo, [MEDEYACIONES SOBRE x, AMOR DE DIOS {pAcaso no Jos retire en si en el grado més excelso? ‘A este respecto, ;sus derechos no aventajan infinita- mente a todos los nutstros? Mas aiin, ¢no posse tun titulo para nosotros inalcanzable, esto es: Ia perfeccidn infinita y absoluta de su-naturaleza, de Cuya infinita bondad apenas perfilase en nosotros tun pilido reflejo, un vestigio, una sombra? Dios, aque autoriza, hasta un cierto punto, el amor puro entre los hombres, siempre que el mismo se relz cione con El; que lo ordena al mismo tiempo a los esposes.-a los padres e hijos y a todos los que se hallen unidos por fa sangre: gdejeré de reco- ‘mendarlo con respecto a si mismo? {Se conforma~ r con un amor inspirado por otto motivo? {Nada demuestra mejor hasta dénde Mega la injusticia y la obcccacién del amor propio, que impele al hom- bre a creerse digno de aquello que niega disputa a Dios! PUNTO TERCERO. — Lejos de disputar a Dios ‘este amer purificado de todo amor propio, que s6- to El merece, he de cifrar mi gloria y. mi felicidad en amare de este modo, sin descuidar nada de mi parte para poder alcanzar esta finalidad. Mi ver~ dadera nobleza cifrase en la capacidad que tengo de conocer y amar a Dios: y fa suma satisiaccion de imi espititu y. de mi corazén, enciézrase unicamente en este conocimiento y amor, Todo cuanto es insu- ficiente aqui, en la tierra, para mi satisfaccién com- “ A> yuaN ments eao0, 6.3, peta, débese a ta j ¥ de mi amos” thot mi destino! mente a Dios: sélo me es necoarh completamente feliz, el a poeta cal Se Sompletamente feliz, el amar y Is wens ibe via? pani Teno 9 Bian, ABOt rgiéndoto hacia one objeto ate a oe de soe la felicidad, me ta ‘me ha puesto una condicién: que te ay # que le am ¥3 porque me pazece : i 3 ce muy di a tes om ara un suplcio eterno, con su tana gpatabe con i Re Sram n man, y carecen de Ia fuerza meee conducirme al imperfeccién de mi conocimiento EI me une insepa- Creador! Con todo, tengo Ia tnlio y s€ que, sane peta mt peor enemigo? 3Cém 10 pio gucraiitarente ete despicable amor ect q parta del soberano bien, que me kee P dlona'en la mas lamentable indigencta ¥ me alimei limen. | exottactosis s0mE 2 AMOR vB Dos 4D ta tan s6lo de ilusién? Esta ilusi6n también me seri arrebatada wn dia, hundiéndome en la horrible desesperaci6n de haber perdido todo irremediable- mente, El desorden en que me precipito:al rehusar a Dios el amor que le es debido bajo cualquier as pecto, ¢ tan grande, que me es imposible conce- birlo en toda su realidad, Para ello seria necesaria tuna inteligencia infinita. ‘Al mismo tizmpo me convietto en un ser mons- truoso, un horrible objeto, no sélo pata Dios, sino también para todas las crlaturas amantes de este orden. Por poco que reflexione, no puedo evitar hhorrotizarme de mi mismo. Ademés si al salir de este mundo no albergo en el corazén el amor a Dios. me precipitaré esponténeamente en el infier- 1, nico lugar que me correspond Reconozco, oh Dios mfo!, la justa ¢ indispen- sable necesidad de amaros ya por ser Vos quien sois como por Vuestros beneficios y_ promesas. Tan solo con el amor. dice San Agustin, es po- sible honraros y serviros (#), Vos. no podéis re- compensar ni recompensaréis sino el amor, puesto ‘que ninguna obra buena desprovista de Ia caridad es merecedora de la felicidad eterna. “Si yo no la poszo, dice el Apéstol, nada soy”, “Aun cuando (® “Nee colitarille (Deus) nisi amando” August, De Grat! Now. Test, seu Epist. CXI, m 45, Opp, t. 1, col AS. 0 RP. JUAN NIOOLAS GroU, 6.3. yo disteibuyese todos mis bienes para sustento de los pobres y entregase mi cuerpo a Ias Hamas, si la caridad me falta, todo lo dicho de nada me servi- rial” (6). Pero, jay de mi! este amor tan justo, tan nece- satio, en Ia prictica me resulta dificil, debido al amor propio que tiende a extinguir en mi corazén la catidad, o al menos a alterar su pureza al infil- trarse en. ‘Vos, joh Dios mio! me exigis no obstante esta divina ‘caridad. (Ah! “Concededme lo que exi- gis” (°). Concededme el habito y el ejercicio; haz que coniribuya mediante frecuentes actos, 2 su con- servacién y acrecentamiento. Por mi, parte no po- seo otra cosa que ta buena voluntad, que ¢s, asi- mismo, uno de vuestros dones. y la sinceridad de esta oracién que Vos me habéis inspirado, () “Et si distribuero in cibos pauperum omnes facutae tes meas, ef si tradidero corpus meum ita ut agdeam, cha- Hatem autem non habvero, nihil mihi prodest” 1.’ Cor, XII, 2, & (8) "Da quod jubes” Angust, confess, Lib. X, cap. XXX, 1 | CONSIDERACION Sobre los actos del amor de Dios Las consideraciones de este Retiro han de versar sobre los medios indicados por Dis para la conser- vvacién y acrecentamiento de su amor: sobre el em- pleo que hemos hecho de ellos hasta ahora y sobre aquello que hemos de ptoponernes realizar en ade- Tante. { Los actos del amor de Dios serdn el tema de la primera consideracidn: El habito de fa caridad ha sido infundido en nuestros corazones, a fin de que nosotros realicemes sus actos. De lo contratio este hhibito resultaria estéril y ocioso, contra la volun- tad expresa de Dios: lo cual entrafia.un gran mal y, més afin, nos expone a perderlo definitivamente. Sabemos qite hemos secibido este precioso hibito en el Bautismo: pero no tenemos la certeza de ha- berlo‘conservado 0 recobrado fuego por Ja Peni- tencia. ‘Sin embargo, Dios nos impide toda inguieta cu- riosidad sobre este punto, desde el momento en que la conciencia nada nos reprocha, puesto que al dejarnos en a incertidumbte del mismo nos con- B A. P JUAN NICOLAS aU, 6.7. serva siempre en la humildad: sin embargo na hay can consolador como. poder tistenear ne se ama verdaderamente a Dios: y uno de los cin pefcs mis firmes que pueda tense es poder re at Jos actos Ge eaied con fn mayor feceni Qué benefit, qué dulzura, qué fuente de paz Ja dal verdadero cristiano que pudiera exelamar sin temetidad como San Agustin: Dios mi . ciencia me atestigua de que os amo" (") Pero, para hablar de esta manera es necesatio ase gurazse dela existencia real de este amor en nuestea corazén: y este juicio sélo puede fundanse en los setos que produce, PN Mundas em _Si estos actos emanan realmente del corazén es sefia de que el amor reside en él; si los mismos son frecuentes, es seal de que se halla ea la plenitud de su fuerza y vigor; si finalmente s producen de na manera natural y no con premediacén sino je una manera instiativa, ello ‘demuestra que el amor ha arraigado profundamente en el alina ejerce libremente en ella su dominio. Pero si, pot el contratio, estos actos se producen muy raramen- te y tan slo emanan de Tos labios de un modo rutinario y como una simple {6emala, es indicio de que el amor es muy débil y Lnguide: y hay (7) “Non dubia, sed certa conscie omnis rs Angut, Cones, Lib Reap Van ane we i J ; : | DMEDITACIOSES Some HE, AMOR DE D105 3 motives para créer en su extincién si al transcuttit ‘ua tiempo considerable no produce acto alguno, ‘Sin embargo, es/oportuno advertit aqui a las almas simples y timoratas, cuyos actos de amor se reducen. a [as palabras: “Dios mio.. os amo”. Todos los actos por los cuales se alaba a Dios, se le bendice, se le glorfica, se desea que sea cono cido, amado y servido, constituyen otros tantos ac- tos de amor. Cuando digo con atencién y afecto: “Padre nuestro que ests en los cielos, santificado sea ta nombre: venga 2 nos tu reino; higase tu voluatad, asi en la tierra como en al cielo” (8). realizo muchos actos de amor, producidos por el motivo més excelente Los salmos, las plegarias litirgicas y otros, en ciecran en si actos semejantes. Ademés, segiin el juicio de Jesucristo, el practicar el amor de Dios ‘ignifica observar sus mandamientos y probarle a través de les efectos que se le ama, ya sea mediante las obras o los sufrimientos. Es imposible seguir una vida verdaderamente cristiana y conforme a fa moral del Evangelio, si el amor de Dios no reina en el corazén ¥ no 50 ejer- cita continuamente, aunque no exista, cada vez, la intencién expresa de producit actos formales El cristiano esta obligado no solo a conservar el hibito de la caridad sino también acrecentarlo cada vez mis. Se conserva huyendo del mal y se () Mat, VI, 9, 10 % BP JOAN NICOLAS GkOU, 5.3. acrtcienta con Ja préctica del bien. Esta obli- gacién es indudable, aun cuando no sea posible Jit con precisién sus mites. Es evidente que todo habito no se conserva sino por sus actos; 5 ésta una regla segura, mediante la cual es posible cetcio- arse de Ia debilidad de este bibito 0 de su com- pleta extincién cuando los actos se producen muy raramente o dejan de producirse después de un tiempo considerable. Esta regla es adaptable a las buenas y a las malas costumbres: a las sobrenata- rales y 2 las naturales. Es cierto, asimismo, que todo hébito aumenta sus fuerzas y acrecient2 segin 1a calidad y ta frecuencia de sus actos. De donde se deduce que todo cristiano esté obligado a prodacit a menudo los actos de amor a Dios, ya sea sola- mente con el corazén. ya con los labios, como con las obras. Mis atin, resulta imposible determinar el niimero de veces que han de tealizarse estos actos de una manera expresa y formal durante un tiem- po determinado; esto en virtad del precepto de La caridad, Por consiguiente, es necesatio afirmat que Ja constante realizacidn de estos actos jamas stré exeesiva, y mo se debe estar contento por las dis- posiciones al respecto, hasta tanto no exista un jus- to motivo para presumir que Dios también lo

Vous aimerez peut-être aussi