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LA INGRATITUD

Dueto IV - Eliseo Len Pretell y Marga Mangione


Autor: Eliseo Len Pretell *Poeta peruano Houston Texas, EE UU No creo que haya una pena peor que la ingratitud, porque es de tal magnitud como la ms cruel condena. Nos lacera cual cadena, en el mismo el corazn, y al no encontrarle razn, slo de angustia nos llena. Hasta el alma lastimados, por la fra indiferencia, miramos nuestra conciencia, rebuscando los pecados. Por qu los seres amados, de nuestra vida testigos se tornan en enemigos, yndose de nuestro lado? La ingratitud se apodera, de los amigos sentidos, a nuestros hijos queridos los transforma a su manera. Damos nuestra vida entera, y hasta podemos morir, por darles un porvenir, sin mezquindad ni frontera. Los padres no piden nada, ni pago, ni recompensa, por eso duele la ofensa, como una vil pualada. Triste la madre abnegada, masculla la ingratitud, arrastrando su salud, en su vida desolada. La ingratitud es dolor, es un mal pago y olvido, es revolotear el nido que un da nos dio calor. Es pagar a tanto amor, con una cruel dentellada, es la peor sustancia helada, del ms horrible amargor. Autora : Marga Mangione Buenos Aires Argentina Es la ingratitud pesar, que te destroza la vida, es la ms profunda herida, que alguien te puede causar. Es lo que te har llorar, con lgrimas ateridas, por la injusticia sentida, ya nada te ha de alegrar. Cuando alguien te devuelve, ingratitud por bondad, cuando muestra su maldad, y tu enemigo se vuelve. Cuando la bruma te envuelve, t ves que la realidad, en medio de la ansiedad, toda el alma te revuelve. Si el ingrato es un amigo, que el alma te ha destrozado, de tu bondad ha abusado, cuando le has dado tu abrigo. No seas como un mendigo, deja de ser abnegado, si en ti un pual afilado, l clav cual tu enemigo. Pero si quien es ingrato, es el hijo que has amado, a quien todo le has brindado, y hoy de desidia es un hato. Mostrando en su desacato, que de todo se ha olvidado, y lejos de lo gozado, es cruel, perverso, insensato. La ingratitud es apresar, la impotencia y la amargura, desprecio en vez de ternura, que un da supiste dar. se que te hace llorar, y suelta sus ataduras, entre las mieses ms puras, slo odio ha de cosechar

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