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Eran cien ovejas que haba en el rebao, eran cien ovejas que amante l cuid.

Pero una tarde, al contarlas todas, le faltaba una, le faltaba una y triste llor. Las noventa y nueve, dej en el aprisco, y por la montaa a buscarla fue, la encontr gimiendo, temblando de fro, cur sus heridas, la carg en sus hombros y al redil volvi. Esta misma historia vuelve a repetirse, todava hay ovejas que errabundas van, vagando en el mundo, sin Dios, sin consuelo, sin Dios sin consuelo, sin Dios sin consuelo y sin su perdn. Las noventa y nueve, dej en el aprisco, y por la montaa a buscarla fue, la encontr gimiendo, temblando de fro, cur sus heridas, la carg en sus hombros y al redil volvi. Las noventa y nueve, dej en el aprisco, y por la montaa a buscarla fue, la encontr gimiendo, temblando de fro, cur sus heridas, la carg en sus hombros y al redil volvi.

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