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“Sea la ley suprema la salvación del pueblo”
Ley de las XII tablas
Historia de las constituciones en México
Emilio Rabasa
Emilio Rabasa nos hace un estudio sobre lo que él considera como constituciones en
México desde el momento de la independecia hasta la actual. En primer lugar
excluye a la Constitución de Apatzingán, al Plan de Iguala y a los Tratados de
Córdoba como constituciones, ya que si bien establecieron la forma de gobierno y
declaraban la soberanía popular, no se le puede llamar constitución mexicana a
esos mismo que llaman a un rey de ultramar para reconocerlo como jefe de Estado.
Entonces, él considera como constitución la que a partir de la independecia y que
emanando de un constituyente reúna las siguientes características:
1. hubiera tenido alguna vigencia temporal
2. regido en la totalidad o buena part del territorio mexicano
3. significado un rompimiento brusco con el pasado, sobre todo lo que se
refiere a la forma de gobierno.
4. aportado algo nuevo o distinto en el ámbito constitucional.
Sin embargo, no excluye los proyectos, actas, votos, etc que fueron base para las
constituciones posteriores. Tal es el caso de la Constitución de Apatzingán, la cual
señalaba la soberanía popular y derechos humanos en su parte dogmática, y
establecía los fundamentales órganos estatales supremos como el Congreso,
Gobierno y Tribunal de Justicia mexicanos en su parte orgánica; sin embargo fue
vaga e inoperante.
En el capítulo segundo que trata de la constitución de 1824, se empieza por las
críticas que se le hicieron de ser una copia de la norteamericana con algunas
tradciones españolas para hacerla mexicana. Emilio Rabasa en lugar de criticarlo,
aplaude el acopio de las ideas más avanzadas del pensamiento liberal del siglo
XVIII y las mejores doctrinas constitucionales. Por lo tanto su mayor aportación al
constitucionalismo mexicano es el hacer a México una República Representativa y
Popular.
Esta constitución contenía todos los elementos liberales del siglo XIX, y tendía a ser
conciliatoria y se le identifica como progresista.
La última parte de este escrito trata sobre la Constitución de 1917. esta se
considera una nueva constitución y no una reforma de la de 1857 ya que si bien
conserva sus principios de soberanía popular, forma de gobierno y división de
poderes, adicionó los valores y principios revolucionarios mexicanos, y de acuerdo a
éstos creó instituciones económicas y sociales a beneficio del pueblo.
Emilio Rabasa nos propone una nueva manera de ver la historia de México desde la
perspectiva política de las constituciones, la cual me intrigó y interesó ya que nunca
podemos saber bien a fondo cuales son las razones detrás de los cambios sociales,
y Rabasa no sólo se limita a mencionar las reformas a nuestra política, sino también
a investigar los ideales y móviles detrás de ellas.