CORRESPONDENCIA (1916-1955)
MAX BORN-ALBERT EINSTEIN
“Tu crees en el Dios que juega alos dados y yo en un orden y
ley acabados de un mundo que , de una manera
frenéticamente especulativa, estoy tratando de capturar.”” Asi,
al escribir Einstein a Max Born en 1944, resumia dos actitudes
totalmente opuestas hacia la ciencia, que nunca se
reconciliaron a lo largo de esta serie de cartas. Al sostener
Born que la base del mundo material era el comportamiento
puramente casual de las particulas elementales de! atomo,
compartia el punto de vista de la mayor ia de los cientificos;
no obstante, Einstein siguié pensando que todos los hechos
debian tener su causa y busco constantemente una explicacion
més profunda que debia poner en orden el aparentemente
caético mundo subatémico. Sus conflictivas perspectivas
proporcionan el estimulo intelectual de la mayer parte de esta
correspondencia
Sin embargo, en el momento en que los politicos advertian el
aterrorizante poder de la fisica atomica para proporcionar
armas de inesperada destructividad, ni Born ni Einstein dieron
la espalda a las implicaciones sociales de la nueva ciencia. Al
principio, sus cartas compartieron un tono de preocupacion,
al final, cuando la bomba atémica fue usada y Ia inocencia de
la ciencia fue relegada, ellos s6lo pueden lamentarse de “la
desgracia que nuestra alguna vez hermosa ciencia ha traido
sobre el mundo’. Las repercusiones cada vez més amplias de
la guerra dominan muchas de las cartas, pues tanto Born como
Einstein se vieron obligados a escapar de Alemania durante
el régimen de Hitler y las cicatrices de laexperiercia perduraron
tanto que Einstein no se sintié nunca capaz de regresar.
A pesar de sus diferencias cientificas, Born y Einstein
sostuvieron una rara y cercana amistad durante nas de
cuarenta afios, hasta la muerte de Einstein en 1955 (Max
Born vivid hasta 1970). Durante largos perfodos estas cartas
fueron el Unico lazo entre ellos. Ya sea compadeciéndose por
la condicion de judios alemanes en el exilio, o deleitandose
con las canciones y poemas de Hedwig, la esposa de Born, 0
intercambiando penetrantes y, frecuentemente, satiricos
comentarios acerca de sus colegas cient /ficos, 103 dos hombre!
muestran de principio a fin la calidez esencial y la generosidad
de sus personalidades. Como escribe Bertrand Russell en el
prélogo: “En una época de mediocridad y pigmeos morales,
sus vidas brillan con una intensa belleza. Algo de esto se
publicacién’
refleja en su correspondencia y el mundo se enriquece con su I
Correspondencia
(1916-1955)
ALBERT EINSTEIN
MAX Y HEDWIG BORN
Max y.Hedwig Born
Correspondencia
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1538
118%)traduccién de
FELIX BLANCO Albert Einstein
@ (las cartas 77, 78 y 80 Hedwig y Max Born
eron traducidas de
. Deca ad en inglés) CORRESPONDENCIA
e 1916-1955