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EVALUACION CURRICULAR.

Un proceso con iniciativa personal.

Lic. Leoncio Laiz Trujillo.

Introducción:
En este proyecto se presenta una alternativa más de que hacer en una evaluación curricular
basado en una experiencia personal, la manera de comenzar a hacer bien las cosas y no terminar
enfrascados en una evaluación institucional que solo cumpla con algunos objetivos establecidos sin
tomar en consideración el verdadero sentido del servicio al cliente, inicia con una evaluación que se
debe empezar con la autoevaluación personal, esta repercutirá favorablemente en los resultados de
la evaluación y desde luego propondrá el mejor camino a seguir para realizar una verdadera
evaluación curricular.

Palabras clave: evaluación curricular, educación y calidad, evaluación constructivista, verdadera evaluación,
autoevaluación.

Los modelos de Evaluación curricular propuestos en la literatura profesional


comparten como atributo común que la evaluación se base precisamente en aquello
que ha sido enseñado al alumno dentro del currículo.
Buscado en varios artículos de evaluación curricular me he encontrado con una serie
de datos que quisiera aclarar a continuación.

Existen diferentes formas de evaluación curricular, desde la manera de evaluar el


curriculum con un enfoque institucional donde se contemplaría pequeños datos
como la edificación, el tipo de materiales que se utilizan, el uso de tecnología, los
docentes que imparten las clases, la forma en que las clases son impartidas, los
tiempos de impartición y las condiciones en que estas son impartidas.
Otra forma de evaluar el curriculum es la pedagógica meramente en donde se
evalúa: que tipo de persona es la que se quisiera formar, como formaríamos esa
persona, hacia que retos se estaría formando, y saber si en realidad es lo que
queremos formar.

“Modificar un plan de estudios es una tarea que va mucho más allá de la


realización de una tecnología. Se trata de un proceso de transformación social en el
seno de una institución en el que estallan múltiples conflictos más o menos
explícitos, en el que se confrontan concepciones filosóficas, científicas, pedagógicas
y políticas. En donde las nuevas estructuras diseñadas modifican las relaciones de
poder entre los grupos que operan en la institución, se destruyen grupos que se
vuelven anacrónicos y se generan otros nuevos que pugnan por consolidarse. En
general este proceso está dominado por el conflicto entre lo viejo y lo nuevo y su
resolución no se decreta administrativamente; se logra con el correr del tiempo, con
la fuerza del que impone la propuesta exitosa consecuencia de su capacidad de
convencer, aglutinar y realizar; de su agudeza para percibir el rumbo de la historia
externa e interna de la institución, las características de cada coyuntura y,
fundamentalmente, de la calidad y la eficacia práctica de la propia propuesta.”
(Alfredo Furlane, 1978) 1
1
Citado en: Experiencias y reflexiones sobre el diseño y la evaluación curricular1” María de Ibarrola. Una
primera versión de este texto se presentó como Ponencia magistral en el “Congreso Educativo Internacional”
Evaluación: camino hacia la calidad Educativa” organizado por el grupo Loga, S.C. México D.F., 6 de marzo
En este caso existen algunos artículos de investigaciones que se han hecho de
evaluación curricular en diferentes aspectos, en algunos casos, evaluaciones al
curriculum pero desde la parte administrativa generalmente y muy pocos artículos
desde la parte pedagógica. Ya que en algún momento el tipo de evaluación de el
curriculum es el que se decide al plantearse los objetivos. Normalmente este tipo de
evaluaciones están dadas bajo intereses, que se pueden traducir a intereses
personales o mejor dicho intereses institucionales.

Algunos autores como los propuestos a continuación contemplan la evaluación


como:
La autoevaluación es un proceso en el que los interesados –profesores,
directivos, alumnos– formulan opiniones valorativas sobre la adecuación y
efectividad de su propio conocimiento, actuación, principios o
consecuencias con el fin de mejorarse a sí mismos... (son los interesados)
quienes recogen, interpretan y valoran la información relacionada con su
práctica personal... quienes enmarcan criterios y estándares para valorar
sus principios, conocimientos, destrezas y eficacia... quienes deciden el
tipo de actividad que debe llevarse a cabo. La autoevaluación, por
ejemplo, del profesorado es evaluación del profesor, por el profesor y para
el profesor. 2

La propuesta de la Evaluación Basada en el Currículo (EBC) o Evaluación Curricular


(EC) provino de diferentes autores implicados en el trabajo con alumnos con
dificultades de aprendizaje, como superación de las concepciones anteriores muy
vinculadas a una evaluación dependiente de los tests psicoeducativos (Blankenship,
1985; Blankenship y Lilly, 1981; Deno, 1985; Gickling, 1981; Gickling y Thompson,
1985; Howell y Morehead, 1987; Idol-Maestas, 1983; Salvia y Hughes, 1990; Tucker,
1985). La EC representa un número diverso de prácticas evaluativas, ya que no es
un método en el sentido habitual del término. La EC es un sistema para relacionar la
evaluación y la instrucción, y ello es posible con diferentes enfoques o métodos de
enseñanza del contenido curricular. Independientemente del método, la EC es un
sistema para mantener los niveles de instrucción individual a fin de producir éxito
(Hargis, 1987). Como consecuencia de ello, la EC es también un sistema de
individualizar la instrucción de manera que se empareje la dificultad de enseñanza
de los materiales con el individuo.

Estos han propuesto una serie de modelos en donde podemos ir delimitando el tipo
de evaluación que queremos hacer como los presentados a continuación:

Basándose en un análisis de los enfoques de evaluación curricular desarrollados a lo


largo de los años ochenta, y tomando como punto de partida revisiones anteriores
(Marston, 1989; Cap. 5 4 Car. Gen. EBC Tindal y Germann, 1985), Shinn, Rosenfield
y Knutson (1989) sugieren cuatro modelos distintos: 1) Evaluación Basada en el

de 2008. El tema solicitado fue “Fortalecer la evaluación curricular para la pertinencia y relevancia educativa. 2
Investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav-IPN
2
Airasian, Peter (1998, pg. 11.). Herramientas de autoevaluación del profesorado. Bilbao:
Ediciones mensajero. Citado en: Lineamientos conceptuales y procedimientos generales Sobre
Autoevaluación – Autorregulación en la Universidad de Costa Rica
Currículo para el Diseño de la Instrucción (EBC-DI; 2) Evaluación Basada en el
Currículo Referida a Criterios (EBC-RC); 3) Medida Basada en el Currículo (MBC); y
4) Valoración Basada en el Currículo (VBC). Estos modelos representan las
tendencias generales de desarrollo de la evaluación curricular, con muchos aspectos
comunes entre ellos, pero también con prácticas diversas dentro de cada uno 3 .
Algunos de los modelos propuestos y sus características se presentan a
continuación:

3
Modelos De Evaluación Curricular Miguel Angel Verdugo Alonso Cap. 4 Y 5.
Otros modelos en base al tipo de evaluación que se realizará ya sea cualitativa o
cuantitativa son:
Cuadro nº. 2.- modelos propuestos en base al tipo de evaluación. 4

Como tal, el proceso de autoevaluación es de carácter participativo, voluntario,


autocrítico y reflexivo. En éste participan, de diversas maneras, las personas que
integran la entidad académica interesada y el sector externo vinculado con el
quehacer de la instancia. Esta labor se lleva a cabo mediante un proceso integrado
por varias fases:

4
Estos modelos presentados son tomados del documento González, E.M. y Duque M.I. (2007). Un modelo de
evaluación curricular alternativo y pertinente con el diseño curricular basado en la solución de problemas para la
formación de profesionales: Caso programa de Contaduría pública de la Universidad de Antioquia. Contaduría
Universidad de Antioquia, 51, 105-130.
FASE INICIAL: Sensibilización y diagnóstico. Aclaración de condiciones
administrativas y de recursos.
FASE DE PROPUESTA DE INVESTIGACION: Planeamiento de la autoevaluación,
sobre la base del diagnóstico, e intención de la unidad académica.
FASE DE EJECUCION: Recopilación, y análisis reflexivo de información y datos.
Validaciones parciales. Síntesis valorativas parciales. Integración de medidas
parciales de autorregulación y mejoramiento.
FASE FINAL: Síntesis valorativa final y validación final. Propuesta del plan de
mejoramiento.

La educación escolar es una actividad compleja, de tipo social, en la que


intervienen múltiples factores hacia el logro de un mismo fin general: el
desarrollo de las capacidades del estudiante para su adecuada inserción
en el tejido social.
Dado que la educación escolar es una empresa socialmente determinada,
lo que haya de entenderse por “adecuado” dependerá de cada tipo de
sociedad particular en función de los valores y opiniones que sustenten
sus miembros. Sin embargo, en todos los casos la vía regia para lograr el
desarrollo de las capacidades del alumno ha sido la promoción del
aprendizaje mediante la enseñanza. 5

La continua clarificación de estos dos conceptos ha dado lugar a una serie grande
de modelos de aprendizaje, por ejemplo: por descubrimiento, significativo,
cooperativo, colaborativo, etc.; y de enseñanza: centrada en el alumno, centrada en
el programa, activa, etc. La evaluación, en cada caso, ha hecho énfasis sobre
determinado tipo de procesos y resultados considerados centrales a esos modelos.

La concepción de evaluación, el modelo, método y procedimientos utilizados son


elementos dependientes del contexto, es decir, estarán determinados en función de
los modelos de enseñanza y de aprendizaje que se adopten.
La evaluación debe considerar la situación original del alumno en el momento de su
ingreso a la escuela, grado escolar o curso. Es decir, se requiere evaluar el origen
sociocultural y las capacidades del alumno al ingreso para poder compararlas
durante y al término de su paso por la escuela, de manera de dar seguimiento a su
desarrollo. 6

En este sentido no es válido esperar que todos los alumnos logren los mismos
objetivos o tengan los mismos resultados en forma equivalente, porque no todos
parten de un mismo bagaje sociocultural y académico. Esta situación exige un
concepto de evaluación personalizado, especialmente en cuanto a los criterios a

5
En el documento presentado en la revista electrónica con el titulo: Ana Isabel Mora Vargas La Evaluación
Educativa: Concepto, Períodos Y Modelos Revista Electrónica “Actualidades Investigativas en Educación”,
julio-diciembre, año2004l. 4, número 002 Universidad de Costa Rica San José, Costa Rica, se describen una
serie de etapas de los modelos propuestos y también hace referencia a los tipos de evaluaciones. Como lo son las
pseudo evaluaciones, evaluaciones concretas, evaluaciones políticas o evaluaciones reflexivas.
6
Reflexiones sobre la Evaluación Educativa Carlos Enrique Acuña Escobar. El autor es Licenciado en
Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México. En el ejercicio de su profesión ha desempeñado
diferentes tareas relativas a la planeación y coordinación educativas, asesoría y capacitación docente, asesoría a
padres de familia, elaboración de manuales para el aprendizaje, investigación sobre el aprendizaje y la resolución
de problemas, entre otras. Es autor de 25 artículos sobre temas de educación publicados en diferentes revistas de
educación e investigación.
considerar, que permita dar a cada uno con entera justicia un juicio de valor sobre el
esfuerzo realizado y el desarrollo obtenido.

Pero que funciones tendrá una avaluación; a continuación se presentan una


descripción de esta, tomada del documento evaluación educativa: conceptos,
periodos y modelos. (Ana Isabel Mora Vargas/2004)

Cualquier tipo de evaluación que se realice en el ámbito educativo, debe cumplir con
funciones como las que se citan a continuación (Posner, 1998; Hernández, 1998;
Díaz Barriga, 1999):

Función de diagnóstico: La evaluación de un plan o programa de estudios debe


caracterizar el planeamiento, ejecución y administración del proyecto educativo,
debe constituirse en síntesis de sus principales aciertos y desaciertos. De tal
manera, que le sirva a las autoridades académicas de orientación o de guía que
permita derivar acciones tendientes al mejoramiento de la calidad de la educación.

Función instructiva: El proceso de evaluación en sí mismo, debe producir una


síntesis de los indicadores de la puesta en práctica del currículum. Por lo tanto, las
personas que participan en el proceso, se forman, aprenden estrategias de
evaluación e incorporan una nueva experiencia de aprendizaje laboral.

Función educativa: A partir de los resultados de la evaluación donde el personal


docente conoce con precisión cómo es percibido su trabajo por sus iguales, por el
estudiantado y por las autoridades académicas de la institución, puede trazarse una
estrategia para erradicar las insuficiencias que le han señalado en su desempeño
profesional. Por lo tanto, existe una importante relación entre los resultados de la
evaluación del plan o programa de estudios y las motivaciones y actitudes del
personal docente hacia el trabajo.

Función autoformadora: Esta función se cumple principalmente cuando la


evaluación ofrece lineamientos para que la persona responsable de la docencia
oriente su quehacer académico, sus características personales y para mejorar sus
resultados. Poco a poco la persona se torna capaz de autoevaluar crítica y
permanentemente su desempeño, no teme a sus errores, sino que aprende de ellos
y es más consciente de su papel como responsable de diseñar y ejecutar el
currículum. Desarrolla habilidad en cuanto a lo que sabe y lo que no sabe y necesita
conocer; de manera que desarrolla la necesidad de autoformación tanto en el plano
profesional como en el desarrollo personal. El carácter formador de la evaluación,
por si solo, justifica su necesidad.

La función autoformadora es la persigue la autora en los procesos evaluativos, de la


experiencia obtenida se puede concluir que es un proceso difícil dado que se
presentan obstáculos tales como: la resistencia al cambio, el poco interés en asumir
compromisos de participación y el miedo a enfrentar nuevos retos. La evaluación es
lenta y debe ser un proceso de análisis y reflexión constante, hasta lograr un cambio
de actitud ante las situaciones problemáticas que se están evaluando y mejorando.
Cuando el análisis y reflexión del desempeño docente, por ejemplo; se convierte en
una práctica diaria, se empieza a notar el mejoramiento en la calidad de la
enseñanza.
Y deben de contar con las siguientes características citadas en el documento
normas para la evaluación del Joint Committee on Standards for Educational
Evaluation y la Evaluation Research Society han formulado dos conjuntos de normas
para la evaluación (Stufflebeam y Shinkfield, 1995). En donde se pide lo siguiente:

ƒ Ser útil al facilitar informaciones acerca de virtudes y defectos así como


soluciones para mejorar.
ƒ Ser factible al emplear procedimientos evaluativos que se puedan utilizar sin
mucho
ƒ problema.
ƒ Ser ética al basarse en compromisos explícitos que aseguren la necesaria de
cooperación, la protección de los derechos de las partes implicadas y la
honradez de los resultados
ƒ Ser exacta al describir el objeto en su evolución y contexto, al revelar virtudes
y defectos, al estar libre de influencias y al proporcionar conclusiones.

Para Stufflebeam y Shinkfield (1995), la evaluación tiene el propósito de enjuiciar o


perfeccionar el valor o el mérito de un objeto. En sus estudios acerca de diferentes
modelos de evaluación, los agrupa en diferentes categorías: la pseudoevaluación, la
cuasievaluación, la evaluación verdadera y la evaluación holística.

1.- La pseudoevaluación o evaluaciones políticamente orientadas en las que se


intenta conducir a determinadas conclusiones mediante una evaluación.
Distinguen dos tipos:
• Las investigaciones encubiertas donde la intención del cliente es obtener,
mantener o incrementar una esfera de influencia, poder o dinero.
• Los estudios basados en las relaciones públicas cuya intención es ayudar al
cliente a crear una imagen positiva del objeto evaluado.
2.- La cuasievaluación o evaluación en la que se trata de responder a ciertas
cuestiones de interés, en lugar de determinar el valor de algo.
Existen diferentes tipos de cuasievaluaciones tales como: la comprobación de
programas, los sistemas de información administrativa, los estudios de
responsabilidad, los estudios basados en objetivos y los estudios basados en la
experimentación.

Destacan los últimos dos tipos:


Los estudios basados en objetivos. Se parte de objetivos fijados por las
personas interesadas o por el conjunto de participantes en el proceso.
Los estudios basados en la experimentación. Este modelo se ha
clasificado dentro de los tipos de cuasievaluación, dado que incluye metodologías
que permiten “el juicio de valores" (Stufflebeam y Shinkfield, 1995, p. 71).

3.- La evaluación verdadera cuyo fin es enjuiciar o perfeccionar el valor o mérito de


un objeto.
Los estudios para la toma de decisiones. Se parte de la necesidad de
tomar decisiones y su intención básica es proporcionar conocimientos y bases
valorativas para tomar y justificar decisiones.
Los estudios centrados en el cliente. Se centran principalmente en ayudar
a quienes realizan un servicio cotidiano tendiente a valorar y perfeccionar sus
contribuciones.
Los estudios políticos. Sirven para identificar y valorar los méritos de
diversas políticas que compiten en una sociedad o segmento social. Se considera a
Joseph Rice (1900), el pionero de este enfoque. Los métodos usados incluyen la
Técnica Delphi, la planificación experimental y cuasiexperimental, los guiones, los
pronósticos y los procedimientos judiciales.
El modelo de la contraposición se desarrolla como respuesta a lo
inadecuado de la evaluación basada en tests psicológicos para proporcionar
información para la toma de decisiones. En el contexto legal, los procedimientos de
contraposición juzgan, mediante una audiencia administrativa, los méritos de un
caso en el que están implicadas dos partes opuestas. Estos procedimientos pueden
ser aplicados para la toma de decisiones en educación.
Dentro de los usos principales del modelo se pueden señalar las siguientes
(Stufflebeam y Shinkfield, 1995):

ƒ Explorar los valores de un currículo nuevo o existente.


ƒ Seleccionar nuevos libros de texto.
ƒ Estimar la congruencia entre una innovación educativa y el sistema existente.
ƒ Revelar las interpretaciones hechas por distintos representantes sobre los
mismos datos.
ƒ Informar el procedimiento evaluativo, principalmente a las autoridades
educativas y a las personas involucradas como docentes, estudiantes y las
personas encargadas de la administración.
ƒ Resolver las disputas acerca de los contratos de trabajo.
ƒ Tomar decisiones para poner en práctica estrategias de mejoramiento.

Los estudios basados en el consumidor. El propósito de este enfoque es


“juzgar los valores relativos de los bienes y servicios alternativos y, como
consecuencia, ayudar a los contribuyentes y clientes a tener criterios para elegir y
adquirir esos bienes y servicios". Los métodos incluyen listas de control, valoración
de las necesidades, evaluación de los objetivos, planificación experimental y
cuasiexperimental, análisis del “modus operandi” y el análisis de los costos.

4.- El método holístico de la evaluación.


Estas propuestas son consideradas por Stufflebeam y Shinkfield (1995), como
verdaderas evaluaciones, a pesar de que reconocen la ausencia de credibilidad
externa.

La evaluación orientada hacia el perfeccionamiento. Este modelo


responde a las demandas del trabajo de Stufflebeam como evaluador educativo en
los Estados Unidos de Norte América (1960-70).
Evaluación del contexto. En este tipo de evaluación, los objetivos
principales son la valoración del estado global del objeto, ya sea la institución, el
programa, la población o la persona en relación con las deficiencias, virtudes,
problemas y características del marco global en que se desenvuelve.
Evaluación de entrada (input). El objetivo central es ayudar a prescribir un
programa para efectuar los cambios necesarios La evaluación ayuda a identificar y
valorar los métodos aplicables, especialmente los que ya se están ejecutando así
como los métodos que se selecciona para su aplicación o continuación.
Evaluación del proceso. Este tipo de evaluación consiste en la
comprobación permanente de la realización de un plan o proyecto.
Evaluación del producto. El propósito es valorar, interpretar y juzgar los
logros o la satisfacción de necesidades del programa; así como los efectos
deseados y no deseados.
La evaluación iluminativa. En 1972 se reúnen en conferencia un grupo de
14 investigadores con experiencia en prácticas evaluativas, para buscar alternativas
al modelo evaluativo de Tyler, entre los más destacados se pueden citar a Robert
Starke por Estados Unidos, David Hamilton, Marcolm Parlett y Barry MacDonald por
Gran Bretaña.

La evaluación constructivista. No se encuentran modelos de evaluación


sistematizados como los citados anteriormente; sin embargo el constructivismo
como tendencia evaluativa ha tomado auge en los últimos años, especialmente en la
evaluación de proyectos sociales. En el ámbito educativo y curricular, la evaluación
constructivista debe partir de un plan o programa de estudios fundamentado en
procesos.

Este tipo de evaluación constructivista se ha puesto en práctica en proyectos


sociales, se parte de una concepción de evaluación como “el juicio emitido -de
acuerdo a ciertos criterios preestablecidos- por una persona o un equipo sobre las
actividades y resultados de un proyecto” (Román, 1999). Se propone realizar un
análisis sistemático, lo más objetivo posible acerca de las distintas etapas y
resultados alcanzados por los proyectos, considerando aspectos tales como: la
pertinencia y logro de objetivos, la eficiencia, el impacto y sustentabilidad de las
acciones.

Desde esta perspectiva ha tomado auge la denominada autoevaluación, que


consiste en un proceso de análisis y reflexión introspectivo y prospectivo acerca del
propio quehacer educativo, necesario para mejorar el servicio que brinda una
institución educativa.

En la autoevaluación deben participar los miembros de la comunidad educativa,


tales como: estudiantes, docentes, autoridades académicas, personal administrativo
y de apoyo técnico, entre otras participaciones de interés para el proyecto. Debe
concebirse como una evaluación integral que analiza profundamente el plan o
programa de estudios en sus distintas etapas: planteamiento, ejecución y
administración, además permite delinear un plan de trabajo para realizar las
modificaciones que sean necesarias.

La evaluación fundamentada en competencias. Este enfoque ha recobrado


importancia, dado que la competitividad, la productividad, la calidad de los procesos
y productos son los retos para el cambio que marcan el crecimiento económico y
productivo; razón por la cual, la educación debe buscar otros criterios para lograr el
desarrollo de las capacidades como las habilidades y destrezas innovadoras que le
permitan al profesional enfrentar los retos que impone la nueva realidad.

Los siguientes tres tipos de competencias se han organizado a partir de la reflexión


teórica basada en los estudios de: Mertens, 1996 y 1998, Bogoya, 2000; Jiménez,
2000, Corpi, 2001, Morales 2001.
Competencias profesionales. En este tipo de competencias se pueden distinguir
dos niveles, las cuales varían según las características particulares del plan de
estudios:
Competencias laborales genéricas. Esto es, saberes y destrezas
generales que son aplicables a una gama de ocupaciones relativamente amplia.
Competencias ocupacionales específicas, o saberes y destrezas que
demanda cada ocupación en particular.

Competencias de formación humana, se refieren a los valores y actitudes


apropiados para desenvolverse en ambientes laborales, el énfasis de esta
competencia radica en el desarrollo de la personalidad del profesional. Las
competencias de formación humana apuntan hacia el logro de una formación ética
sólida, realista y práctica a la vez y a promover el desarrollo de personas capaces de
respetar y hacer respetar los valores institucionales y los principios éticos, tanto en
sus vidas privadas, como en el desempeño profesional.

Competencias de apoyo, se relacionan con los aportes de diferentes áreas


académicas que contribuyen a la formación y desarrollo profesional.

Las Competencias académicas se refieren directamente a la formación


académica y pretenden desarrollar en los estudiantes un alto nivel académico, una
adecuada interacción entre la teoría y la práctica, un alto grado de
conceptualización, reflexión y análisis crítico e interpretación de los hechos; con
base en esa formación, el profesional sea capaz de proponer soluciones e
innovaciones en su entorno socio cultural.

Con esta perspectiva que ahora tengo ahora puedo decir que la evaluación curricular
empieza con la decisión de evaluarme yo como docente, y que una vez que me he
decidido a evaluarme ya no hay retorno en este proyecto.

Analizar si quiero ser autoevaluado o no es derecho personal, pero en caso de no


quererlo hacer es necesario buscar por que no lo quiero hacer, comenzar a
conocerme.

Cuando yo he decidido autoevaluarme estoy conciente de la serie de actividades


extracurriculares que esto me traerá consigo, pero también creo que si yo logro
hacer el cambio con migo mismo podré proponer el cambio para con los demás, y
así tener una buena base fundamentada y coherente.

He aquí mi propuesta de evaluación curricular que debe iniciarse con la


autoevaluación personal. Veer diagrama de autoevaluación curricular.
AUTOEVALUACION
CURRICULAR

DESICIÓN NULA DE DECISIÓN POSITIVA DE


AUTOEVALUACIÍN. AUTOEVALUACION.

ANALISIS DE CAUSAS. PLANTEAMIENTO DE


OBJETIVOS PERSONALES.

AUTOEVALUACIÓN
PERSONAL

ANALISIS FODA
VENTAJAS Y DESVENTAJA
DE UN ANALISIS

ANALISIS, DETECCIÓN Y
PROPUESTAS

PROPUESTA EN EJECUCIÓN:
RESULTADO DE
AUTOEVALUACIÓN.

INTERPRETACION DE
RESULTADOS.

EVALUACION DE UN
ASPECTO DE CURRICULO

PROPONER A COMITÉ
EVALUADOR. Y HACER
ANALISIS DE COMITÉ

DECIDIR QUE SE QUIERE


EVALUAR

ASPECTO A
EVALUAR

PROPONER OBJETIVOS ETAPA DEL PROCESO A


A EVALUAR. EVALUAR

FUNDAMENTAR EL
METODO O MODELO A
SEGUIR

ESTE MODELO SE ELIJE ELECCION DE LA


DEPENDIENDO DEL TECNICA A UTILIZAR
ASPECTO QUE SE DESEA

APLICAR LA
EVALUACION.

DETECCION E
INTERPRETACION DE
PRESULTADOS

PROPUESTA PARA LA
MEJORA.
Otros aspectos que debe contemplar la evaluación del modelo curricular son
los siguientes:

Componentes
1 Coherencia Externa del Plan
2 Coherencia Interna del Plan
3 Eficacia Externa del Plan
4 Eficacia Interna del Plan
5 Sistema Instruccional
6 Estructura Curricular
7 Estructura Académico-Administrativa
8 Asignación de Recursos
9 Eficiencia del Plan curricular

Y algunos de sus indicadores serian:

Cabe aclarar que a mi manera de entender no existe un modelo de evaluación


curricular definido para cada curriculum, ya que cada persona, institución y proyecto
requerirá un modelo adecuado de evaluación curricular y personalizada de acuerdo
a las necesidades propias y a los intereses que estos requieran.

Cada vez que se tome la iniciativa de realizar una evaluación curricular es necesario
empezar por conocerse a si mismo. Para que esta evaluación no sea una cuasi
evaluación o peor a un una pseudo evaluación.

Tomar la actitud y la capacidad de afrontar los resultados de una evaluación para la


mejora continua de la educación es la principal fuerza que se pudiese tener de
aliado.
El inicio de una buena evaluación curricular comienza cuando se decide evaluar mi
ser; y una vez comenzado esta ya no hay vuelta atrás. Solo debe seguir un sentido
de mejora para el alumno que es la superación.

En mi caso yo creo que este es el mejor camino para mi; ya lo empecé desde el
momento en que me decidí a tomar la maestría, y ahora mas que nunca materias
como esta me sirven para saber si estoy o no haciendo lo correcto.

Nota al profesor: probablemente esta no sea la tarea que usted había solicitado; ya
que evaluar un curriculum para mi es importante, desde el aspecto que se quiera
evaluar, pero si lo ve desde la perspectiva que yo tome, mi evaluación se esta
centrando en solo una parte del curriculum, la del docente. Por que es en donde yo
puedo tomar las decisiones y medidas pertinentes, y así, colaborar en una verdadera
formación para el cliente.

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