Agosto es un mes que nos tiene marcados para siempre, nacemos con el estigma del 15 de agosto tatuado en la frente,

pues no importa en qu lugar del planeta nos encontremos, bastar que el almanaque seale la fecha para sentir que nuestro corazn aumenta sus pulsaciones y nos acongojamos ante las melodas de un yarav llorn o al escuchar ese himno para cualquier arequipeo que es " EI regreso" interpretado por Los Dvalos.

Hay un gen, desconocido an por la ciencia, que nos identifica casi de inmediato y nos convierte en seres humanos diferentes, no s si mejores o peores, solo diferentes; es el "gen arequipeo" que llevamos en la sangre desde que nacemos y escuchamos a nuestros abuelos que cuando lloramos estamos "cariches" o que la comida est "chuma", si no tiene la sazn adecuada. Esas palabras que forman parte de nuestros ancestros y que heredamos con orgullo cuando somos nios y que slo nosotros alternamos en nuestra habla diaria, es lo que nos ata a la tierra. Es como si naciramos "caicados" por el sillar e influenciados por la fuerza telrica del Misti y eso nos da el carcter para recorrer una vida sintindonos distintos al resto, cargados de ese pasado revoltoso y revolucionario, de esa ciudad de bella arquitectura y de esa campia que crece en nuestro pecho a pesar que cada vez desaparece ms del entorno de la ciudad. Las redes sociales ya empiezan a llenarse de mensajes alusivos a la fiesta de Arequipa, los "characatos" se esmeran en poner canciones arequipeas, banderas color granate y por supuesto nuestra deliciosa gastronoma, en un afn por mostrar su arequipeismo entre la cofrada que los sigue. Es como si algo los impulsara a mostrar su apego por la ciudad, a hacer alarde de ese chauvinismo exacerbado y se sienten orgullosos de ello. Y ni qu decir de los arequipeos que estn lejos de la tierra, la nostalgia los embarga y buscan restaurantes donde haya comida de Arequipa y se juntan entre ellos para festejar el 15 de agosto en algn lugar y cantar a todo pulmn el Himno de Arequipa, en un extrao ritual que llama la atencin a los extraos. Incluso los hijos de arequipeos que no nacieron en esta ciudad, se sienten parte de ella y es que un accidente geogrfico no los apartar de la Blanca Ciudad; por eso la periodista y fundadora de la revista "Caretas", Doris Gibson, sentenci con tanta firmeza aquella famosa frase: "Un arequipeo nace donde le da la gana". Feliz da Arequipa de mi corazn!.