Vous êtes sur la page 1sur 1

LA RIQUEZA Y SU EMPLEO

por Francisco-Manuel Ncher

La riqueza y el bienestar y el disfrute de lo bueno que nos trae la vida es perfectamente compatible - y, en realidad, es la nica postura que lo es correctamente - con el compadecerse de otros y el hacer lo posible por que ellos lleguen a disfrutar como nosotros. El dar todo lo que tenemos a los pobres no hace sino crear un pobre ms. No es eso lo que pretenda Cristo. Fue mal interpretado en muchas de Sus afirmaciones y de Sus plticas. l no pasaba hambre ni la haca pasar a Sus discpulos. l asista a banquetes y visitaba a Sus amigos y coma con ellos y se dejaba servir. Y por qu no? Pero supo acordarse de los desfavorecidos y les hizo el bien que pudo y hasta dio Su vida por nosotros. No nos engaemos, pues, en la orientacin de nuestra vida ni en su disfrute. Ayudemos, compartamos, pero sin convertirnos en un necesitado ms. La pobreza en s no encierra ninguna virtud. La virtud est en ayudar al pobre con amor, dndonos, en esa ayuda, a nosotros mismos, ponindonos en su lugar y tratando de solucionar su problema en la medida de nuestras fuerzas. O, siendo pobre, en saber sobrellevar la pobreza con dignidad y luchar y esforzarse por salir de ella. Pero no en convertirse en pobre y aumentar con ello los problemas ya existentes. Y, entretanto, disfrutemos, sin excesos, el bienestar de que dispongamos. Lo que tenemos lo hemos merecido, pero hemos de disfrutarlo como lo hara un administrador, sin pegarnos a ello demasiado pues, de no hacerlo as, ser comprensible y lgico que lo perdamos.

***

Vous aimerez peut-être aussi