Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
GUÍA D E ESTUDIOS
DE LA EDUCA CI ÓN I
ASESOR
DR . ARTU RO AGUIRRE
El curso de Introducción a la filosofía de la educación presenta una fisonomía propia y una importancia característica en relación con los demás cursos
de carácter filosófico dentro de la licenciatura en Pedagogía. Por principio de cuentas, el curso mostrará los lineamientos generales en que consiste la
filosofía, a saber: como una particular manera de duda ante lo que nos circunda y configura como seres humanos. La filosofía, antes de pretender
resolver problemas, los plantea, de cara al asombro que las cosas y la experiencia con ellas promueven. De tal manera ocurre cuando interrogamos por su
naturaleza (qué es), su modo de ser (cómo es) y su finalidad práctica en relación con la finalidad intrínseca de la acción (para qué es). Así pues, es la duda
no sólo la fuerza motriz de la investigación filosófica, sino una peculiar manera de ser humano: como aquella que se cuestiona e intenta comprender el
En este curso se pretende que el educando llegue a advertir los alcances de la consideración filosófica en la configuración de los principios,
fines, límites y relaciones del cuestionamiento en torno al hombre, la educación y la filosofía misma. Estos aspectos son, en efecto, elementos esenciales
en la formación del pedagogo, ya que constituyen puntos de apoyo y referencia en la actividad reflexiva y crítica que se encuentran presentes, de manera
general, en el desarrollo de la carrera de Pedagogía y, de manera específica, a lo largo de los cursos de cariz filosófico-educativo en lo tocante a sus
formas y contenidos temáticos; mismos que no pueden soslayarse ni minimizarse —si se considera la naturaleza interdisciplinaria propia de la
pedagogía.
Bajo este tenor, el curso planteará la pregunta “¿qué es la pedagogía y la filosofía de la educación?” Esta interrogante, aunque,sencilla en
apariencia, presenta un conjunto de matices que es necesario distinguir, a saber: i) ¿qué es la filosofía? ii) ¿en qué radica la especificidad de la filosofía
cuando su pensar se aboca a la educación? y, en este sentido, ¿cuáles son las diferencias y afinidades con la pedagogía? iii) a partir de (ii) es preciso
esclarecer que la educación es un proceso diferente, aunque no ajeno, a procesos como son: aprendizaje, instrucción, adiestramiento y enseñanza. Como
aspecto central, en primera instancia, el interrogar por la naturaleza propia de la filosofía de la educación pretende dar las pautas de elucidación entre la
Al elucidar convenientemente la naturaleza de la filosofía de la educación será pertinente mostrar la correlación intrínseca que guarda con
la antropología filosófica, la ética y la historia; al tiempo que se habrán de señalar la gestación y desarrollo primarios de la filosofía de la educación
Esto pide, de inicio, no sólo un conocimiento historiográfico, sino que, además, y en esto radica su importancia, exige una sensibilidad
histórica para comprender la pertinencia y cercanía de un pensar educativo, con sus intentos de sistema, método y racionalidad que se cristalizan en el
siglo V a.n.e. Esto es: se requiere de una mirada histórica retrospectiva que, por lo mismo, buscará asumir desde su contexto histórico cada una de las
preocupaciones de vertientes y pensadores, así como es menester tomar en cuenta las preocupaciones de nuestra actualidad. Precisamente, porque volver
la vista al pasado es entender cómo se halla constituido el presente de un ser (el ser humano) que característicamente no se entiende sin referencia al
2
3
pasado que lo configura en sus aspectos más esenciales; al tiempo que, desde aquí, se vislumbra la apertura de posibilidades en el porvenir. El
En este lugar es preciso matizar que aquella “mirada al pasado” de nuestro curso no pretende ser omnicomprensiva, sino sujeta a la humildad
de su selección; esto es, consiste en atender a aquellos pensadores o vertientes filosóficas que han logrado establecer, a través del análisis y diálogo
crítico, un vínculo con su pasado; en tanto que han conseguido llevar a cabo una síntesis, realizada en la claridad y modo de plantear, reiterar y resolver
las preguntas sobre el hombre y la educación (con todos aquellos implícitos que se hallan en juego), atendiendo a aspectos que vertientes filosóficas
precedentes dejaron aplazados; en la comprensión que muestren en señalar y abarcar los caracteres principales de los modos de vida de su tiempo; en fin,
de su acierto en presentar los problemas por los cuales interrogan, y en clarividencia que tienen para representar indirecta, pero preponderantemente, el
tiempo en el cual se sitúan con su propia aportación de pensamiento, que no es sino la renovación y actualidad del problema.
El conocimiento y el acercamiento al pasado, con un criterio propio del educando hacia las ideas en torno a la educación y al hombre,
aportadas por la reflexión filosófica del pasado, permitirá encontrar puntos de convergencia entre distintas vertientes, sin suprimir las diferencias. No se
quiere afirmar una continuidad y acumulación del conocimiento (cosa que de cualquier modo sería insostenible a estas alturas de la historia y del
historicismo), como si la historia se tratase de una identidad de problemas que no varían; mejor dicho: no se trata de llevar a término una homologación
histórica del pensamiento filosófico educativo por la similitud de problemas y teorías. El acercamiento al pasado que pretendemos desde ahora para el
curso,mostrará la riqueza en perspectivas a partir del diálogo que el alumno y asesor (ambos conjuntamente) logren entablar como interlocutores, a su
vez, entre distintos momentos históricos de reflexión en torno a la educación. Un diálogo tal requiere, como condición de posibilidad, mínimos
momentos de convergencia. Uno de estos momentos convergentes consiste en que preguntar por el ser del hombre atiende a una preocupación
educativa, es decir, reflexivamente educativa en referencia al ser, poder ser y deber ser del hombre.
Así pues, el curso cuenta, además, con una preocupación centrada en mostrar al alumno dos diversas concepciones educativas gestadas en el
siglo V a.n.e. en Grecia, mismas que repercuten en el concepto que se tiene de educación y de sus fines a partir de un acercamiento histórico-filosófico
de las vertientes más prominentes al respecto. De esta manera, el planteamiento del curso Introducción a la filosofía de la educación I es conveniente
por el hecho de que presta atención a dos aspectos que son intrínsecamente correlativos, a saber:
1. Elucidación, conceptuación y reflexión de términos centrales, tales como individuo-sociedad, educación, cultura, pedagogía, filosofía,
etc.
2. Estudio, desde la perspectiva de la filosofía de la educación, de algunas de las tesis más relevantes en torno a la problemática de la
antropología filosófico-pedagógica, pensamiento políticoy ética, teoría del conocimiento y sus implicaciones directas en la educación.
4
Ambos aspectos tienen seguimiento en sus líneas más generales, tanto en contenido, así como en estructura en el curso de Introducción a la filosofía de
la educación II, lo cual es primordial para un acercamiento histórico-reflexivo de la relación antes mencionada entre la filosofía, pedagogía y el
factumeducativo.
Aquí es conveniente aclarar que no es el objetivo del presente curso un acercamiento historiográfico, por obvias razones de tiempo,
extensión y las prioridades planteadas por el curso y el plan de estudios; a la vez que no se pretende dotar al educando de un gran conjunto de datos
inconexos o hacer de él un erudito en la materia (en caso de que esto fuese posible por los limitados recursos del docente). Ciertamente, el fin de nuestro
curso, no es la erudición,sino la reflexión fundamentada en un conocimiento de doctrinas filosóficas, consideradas desde el acaecer histórico como las
más prominentes en torno al problema educativo; todo ello dirigido exclusivamente a los fines formativos del pedagogo, delineados en el plan de
estudios vigente.
Por último, es pertinente advertir de las dificultades que pueda encontrar el educando al adentrarse en este curso y en la “disciplina” de la filosofía de la
educación. Dichas dificultades residen, básicamente, en la lectura (comprensión e interpretación) de los textos utilizados en la materia, esto es, por la
parca familiaridad que el educando tiene del discurso y el tratamiento de problemas propios de la filosofía. Añádase a esto la precipitación de una
lectura poco analítica y raramente reflexiva, ante el tiempo que se dedica a ella. Estas dificultades, concernientes a la lectura, pretenden subsanarse con
un acercamiento paulatino al lenguaje y contenidos de la materia, así como en la selección de lecturas que sean convenientes (por su claridad y sin
perder profundidad en el tema) según nuestro curso y sus momentos. Asimismo, se invita desde ahora a que el alumno calcule los tiempos de estudio que
requiere esta materia para que sus lecturas resulten fértiles y provechosas en su formación.
Otra dificultad que aquí es preciso indicar radica en los problemas que el educando presenta al exponer de manera escrita las ideas que ha
discernido en sus lecturas, en las asesorías y en sus reflexiones propias. La necesidad de una óptima comunicación escrita exige un buen uso de la
ortografía y del conocimiento de aquellos instrumentos idóneos para redactar ensayos en los cuales se plasmen las dudas, la dilucidación de problemas,
las hipótesis, los razonamientos y los hallazgos de la investigación; que se plasmen, pues, como un discurso dinámico y con unidad. Para corregir estas
4
5
dificultades, referente a la escritura, se ha planeado la entrega de un breve trabajo a lo largo del curso y un examen final, en los cuales el asesor señalará
Las dificultades que aquí se determinan son las que con más frecuencia patentiza el educando y no creemos que los medios mencionados para
corregirlas logren por sí mismos alcanzar el objetivo. Se exige del educando un trabajo constante que no sólo logre estar al día con los contenidos de la
asignatura, sino que, además, atienda él mismo a aquellos aspectos de su formación que puedan limitar su aprendizaje y educación.
(As imi smo , se rec om ien da amp li ame nte , es más, se ru eg a que , ant es de tod o, el alu mn o adq ui er a y lea el text o de PHY LL IS
CRE ME Y MA RY R. LEA, Esc ri bi r en la univ er si da d, Bar cel on a, Gedi sa , 200 0. Text o escl ar ece do r sobr e las probl emá tica s y las
Para brindar un horizonte más amplio en torno a lo que pretendemos con el curso Introducción a la filosofía de la educación I, a continuación se
– Introducción a la filosofía de la educación I y II (1º y 2° semestres). En estas asignaturas se tratan preponderantemente los contenidos
temáticos de la antropología filosófica y la manera en que las diversas teorías acerca del ser humano inciden en el concepto que se
tiene de educación, de sus principios y fines. Ambas asignaturas son de carácter obligatorio y cada una tiene un valor de 4 créditos.
– Corrientes de filosofía de la educación I y II (3° y 4° semestres) En estas asignaturas se trabajan las principales posiciones teóricas en
torno al conocimiento que, desde la filosofía, han presentado una influencia en las distintas corrientes pedagógicas de la Modernidad y
de la Época contemporánea. Ambas asignaturas son de carácter obligatorio y cada una tiene un valor de 4 créditos.
– Seminario de filosofía de la educación I y II (7° y 8° semestres). Estas asignaturas están destinadas al análisis de los problemas éticos y
políticos que atañen a la educación, como son: la libertad, el poder y los valores. La aproximación ha dichos problemas parte del
análisis de diversas posiciones teóricas que resultan relevantes y pertinentes en diversos momentos de la historia. Cada una de estas
– Laboratorio de filosofía de la educación I y II. Se trata de asignaturas en las que el educando podrá profundizar en algunos autores o
temas específicos de la filosofía de la educación, y desarrollará su posición propia respecto del concepto de educación y de los fines y
principios educativos. Cada una de estas asignaturas es optativa y tiene un valor de 4 créditos.
El conjunto de las asignaturas antes mencionadas dan cuerpo a la línea curricular de “Filosofía de la educación” dentro de la licenciatura en Pedagogía
del S.U.A., UNAM. Su organización se entiendebajo un criterio disciplinario, el cual les brinda unidad, no debilita ni excluye la diversidad de autores,
vertientes y teorías relacionadas con la educación que en cada una se hallan presentes. El criterio disciplinario pretende abrir un horizonte de
6
comprensión que brinde al educando un acercamiento más estructurado (en oposición a lo disperso e inconexo) sobre el acaecer histórico de la
El carácter de estructura de estos cursos alcanza no sólo al “interior” del criterio disciplinario, sino que, también, trasciende hacia otras
disciplinas del curriculumde la licenciatura en Pedagogía, señaladamente con aquellas que tienen contenidos antropológicos, psicopedagógicos, sociales
e histórico pedagógicos.
El desarrollo del curso consistirá básicamente en un continuo acercamiento de comprensión, análisis, reflexión y discusión abocado a los textos directos
e indirectos (los textos del autor o autores y los textos críticos, correspondientemente). Para un óptimo desempeño, el educando contará con los
siguientes elementos:
2) Una breve selección de lecturas en fotocopias (exclusivamente en Introducción a la Filosofía de la educación I —con el asesor que
3) La asesoría del académico que le orientará en diversos aspectos para elucidar y comprender la problemática presente en cada actividad
de aprendizaje correspondiente.
4) Un “foro de discusión” Isegoría en línea con el cual podrá ventilar sus dudas, discutir temas con sus compañeros y el asesor, y tener al
5) Las instalaciones y servicios que están al alcance del educando en el Sistema de Universidad Abierta y en la UNAMmisma.
Para acreditar la asignatura el educando deberá dar cumplimiento a los siguientes requisitos:
– Lectura de los textos sugeridos en esta guía y de aquellos que en su momento se consideren pertinentes para aclarar dudas, y ampliar
– Acudir a las asesorías grupales o individuales o, al menos, tener un acercamiento vía Internet para solicitar orientaciones al asesor.
6
7
– Presentar y aprobar un examen parcial y otro final, en los que se planteará UNA pregunta y tendrá que ser desarrollada la respuesta
por el alumno mostrando comprensión del tema o de los temas y profundidad de análisis.
8
UNI DAD I
A lo largo del desarrollo histórico en Occidente sobre la reflexión en torno a la acción educativa, ha sido la filosofía aquella que ha señalado las
incorrecciones, los límites y alcances, al tiempo que ha propuesto principios y finalidades para dicha acción en cada momento histórico. Es decir, la
filosofía ha cuestionado la actividad educadora al interior de diversos contextos históricos y culturales, sustentada en métodos, sistemas y orientaciones
de varia índole. No obstante, como se visualiza en primera instancia, existe aquí un problema mayúsculo de comprensión sobre aquello que se cuestiona,
esto es: durante dicho desarrollo histórico (que tiene hasta ahora una vitalidad de por los menos veinticinco siglos) debemos interrogar de tal guisa ¿el
cuestionamiento efectuado por los filósofos ha sido siempre acertado sobre los mismos e idénticos problemas? ¿se reconoce por educación lo mismo
entre los pensadores de la Grecia Clásicay, asimismo, el concepto de educación en este período es el mismo que aquel que se intelige en el periodo
helenístico, medieval, moderno y contemporáneo? Porque si el término de “educación”, en diversos momentos, refiere a una actividad en proceso de
formación y cambio en las maneras de comprenderse el hombre a sí mismo, en cuanto individuo, en su relación con los otros y con el mundo, pudiera
ser que antedicho proceso manifieste diferencias sustancialmente específicas respecto de lo que se espera y se ejerce educativamente.
Entendemos que un término tiene la posibilidad de conceptualizarse, enriquecerse semánticamente de maneras peculiares para comprender
lo que con ello quiere decirse y hacerse. Estas reflexiones pretenden indicar, pues, que es verosímil que “educación” a veces remita a actividades de
aprendizaje, instrucción, capacitación, civilización o habituación, a modos compartidos de ser en una comunidad señalada, y, por último, quizá refiera a
“formación” en tanto que mejoría, no en actividades específicas, sino en una manera de verse en el mundo en aras de ser-mejor.
Cuando estamos en la expectativa de que el educando en pedagogía reflexione sobre el acontecimiento educativo ¿no sería menester que en
ello pudiese distinguir cuándo existe realmente un proceso “educador”, cuándo es educación la acciónsobre la cual se reflexiona y no ya simples procesos
de aprendizaje, instrucción etc.? En este sentido, la Unidad de estudio que ahora nos compete exige referir la interrogante sobre ¿cuáles son las
características primordiales de la educación y que han de ser reconocidas en todo momento histórico? Erigir esta interrogante supone, a la par,
interrogar por la legitimidad misma de aquello que interroga por la educación ¿es pertinente la filosofía de la educación? pero, tal vez, es imperioso
preguntar antes: ¿qué es la filosofía, en qué consiste esta manera peculiar de preguntar no sólo sobre la educación sino sobre la realidad misma?
Bajo este tenor, la Unidad I de nuestro curso orienta su estudio hacia la elucidación de la actividad reflexiva que se proyecta en el desarrollo
de futuras reflexiones, no sólo filosóficas, sino, en última instancia, estrictamente pedagógicas. Por lo cual será ineludible cuestionar, pues, ¿qué es la
pedagogía?.
Los textos que nos apoyarán en estas reflexiones no son, en ningún caso, la palabra última de las interrogantes posibles, sino, antes bien,
diríamos “dispositivos” de dilucidación y razonamiento para que, en común,busquemos respuestas posibles de conceptualización sobre nuestro quehacer
8
9
teórico, que habrán de modificarse a lo largo de nuestros acercamientos y en la apertura con otras disciplinas que el educando visualizará paralelamente
a la filosofía de la educación.
LA FI LO SOF ÍA Y LA EDUC AC IÓ N
PRIMERA SESIÓN
SEGUNDA SESIÓN
Eduardo Nicol, “El hombre y la duda”, en Ideas de vario linaje, México, UNAM, 1990.
TERCERA SESIÓN
CUARTA SESIÓN
Landa Josu, “La verdad en la vida, la vida en la verdad” en Di Castro Pensar la filosofía, UNAM.
QUINTA SESIÓN
SAN CRISTÓBAL, Sebastián Antonio. Filosofía de la educación. Madrid, RIALP, 1965. Pp. 31-40
10
UNID AD I I
EL H OM BR E COM O SU SCEP TI BL E
La filosofía tiene su origen en Grecia, en el siglo VI a. n. e., como un particular modo de pregunta racional del hombre ante el mundo que lo circunda y
lo asombra. Esto ha quedado claro en la unidad de estudio precedente. Ya en el siglo V a.n.e., el largo proceso de formación que acontece en la cultura
griega y que engloba un amplio horizonte (desde la épica, la poesía lírica, la economía, la política, la economía y la religión, principalmente), llevará al
hombre hacia el asombro e interrogación de sí mismo. Desde los filósofos griegos es posible encontrar en la historia del pensamiento la reiteración
prominente de la pregunta que interroga por la “naturaleza” o esencia del hombre y, a la par, encontramos una diversidad de respuestas en diferentes
autores o en distintos tiempos históricos. Comprender esta situación histórica, así como la especial problemática en torno a las ideas y definiciones que
promueve la pregunta por el hombre, es tarea de la Antropología filosófica; misma a la que nos acercaremos en el estudio de la presente unidad II.
La pregunta por el hombre y las ideas en torno a este ser que se han propuesto a lo largo de la historia serán objeto de nuestra
atención,debido a que la educación no es, al menos no únicamente, un sistema de procesos que puedan ser pensados sin antes tener en cuenta qué es el
hombre (idea) y, a la par, considerarlo como ser susceptible de ser “educado” y de “transmitir” los conocimientos que lo propicien; además, que
requiere de una situación ideal, aún no lograda pero posible, que marqueel sentido u orientación de los principios, contenidos y medios de esa
educación. Es decir: requiere, además de alguna idea del hombre, de un “ideal educativo”.
Para comprender los objetivos de la educación y en qué consiste ésta misma, nos hemos abocado en la Unidad I al problema de definir la
filosofía de la educación, la cual requiere, en primera instancia, la revisión crítica de conceptos centrales, como son “educación” y “filosofía”. Ahora
corresponde analizar lo dicho anteriormente, en conjunto con la ubicación y definición de la tarea propia de la filosofía de la educación como el
fundamento crítico de los principios, medios y fines de ese proceso de formación y transformación, en la vida del hombre, que llamamos educación.
En esta unidad, centraremos la atención en uno de los dos aspectos más importantes de nuestro curso, a saber: la elucidación, conceptuación
y reflexión de términos centrales que son básicos para el acercamiento a los autores y doctrinas filosóficas que serán tratadas en el presente curso y en
Así pues, las lecturas que se han elegido para el desarrollo de la presente unidad son textos de carácter introductorio que servirán para tener
10
11
PRIMERA SESIÓN
Harry S. Broudy, Una filosofía de la educación. México, Limusa-Wiley, 1996. Pp. 19-36.
SEGUNDA SESIÓN
PETERS S., Richard. “Los objetivos de la educación: investigación conceptual” en Filosofía de la educación. México, FCE, 1982.
TERCERA SESIÓN
Edith Gutiérrez, “La relación entre ética y educación”, en Arturo Aguirre (comp.), Filosofía de la cultura. Reflexiones contemporáneas, México, Afínita
Editorial, 2007
MARÍAS, Julián. El tema del hombre. 7ª ed. Madrid, Espasa-Calpe, 1981. Pp. 11-24
NICOL, Eduardo. La idea del hombre. 2ª versión. México, FCE, 1977. Pp. 11-44.
CORETH, Emerich. ¿Qué es el hombre? Esquema de una antropología filosófica. Barcelona, Herder, 1976
FERRATER, MORA, José. Diccionario de filosofía. IV vols. Nueva ed., Madrid, Ariel, 1999.
12
13
UN IDA D II I
En la presente unidad centraremos nuestra atención en la problemática educativa dentro del horizonte griego del siglo V a.n.e. En este breve período
encontramos dos de los planteamientos más prominentes de reflexión en torno a la educación. Los problemas y las teorías de la sofística y de Sócrates
establecieron y desarrollaron un diálogo constante en la búsqueda de los principios, medios y fines más idóneos, de acuerdo con la idea del hombre e
Ciertamente, estas dos vertientes educativas requieren toda nuestra atención porque en ellas radican muchos de los problemas que el
pensamiento occidental ha heredado. Así pues, será menester entender no únicamente la situación cultural griega del siglo V a.n.e., sino, además,
observar el desarrollo de una concepción educativa que va enriqueciéndose a lo largo de los siglos y que tiene como fundamento la literatura épica de
Homero. En este acercamiento nos detendremos en tres nociones que son clave para entender lo que acontece en la sofística, y con Sócrates, se trata de
los términos paideia-areté, psiché y polis. De manera general, la paideiaserá entendida como la noción que atañe a la formación y realización íntegra del
hombre en una relación establecida entre el ámbito individual y comunitario (polis); por areté hay que entender aquí la excelencia o nobleza humana,
ya sea consanguínea, política o moral. En lo que a psiché se refiere,en ella veremos un desarrollo conceptual y filosófico que va desde lo biológico hasta
lo moral y metafísico, entendido como el fundamento último de la realidad humana (ánimo, alma). Por último, la polis en esencia remite al ámbito de
Con la actividad de los sofistas y el sustento teórico que ofrecen la educación se transformará, pasará a ser algo más que una transmisión de
“oficios” (saberes “técnicos”) o de enseñanzas morales. Esto se debe, precisamente a que la sofística es un movimiento que centra, como nunca antes, su
actividad en torno al ser humano, destacando una preocupación esencialmente política, en tanto que busca la formación íntegra de los ciudadanos. Para
ello, deberá someter a crisis algunas de las teorías filosóficas precedentes (como es el caso de la teoría parmenídeade la verdad). Con los sofistas se da
inicio propiamente a la crítica, la sistematización y la propuesta metodológica educativa, es decir, la sofística es el “Adán” de la filosofía de la educación.
Con la sofística se da apertura a un horizonte de interrogación desconocido hasta entonces, pero reiterativa a partir de ahí: ¿qué es educar? ¿para qué
Por su parte, Sócrates llevará a término una fuerte crítica sobre la postura educativa de la sofística. En esta unidad seguiremos dicha crítica
que, básicamente, se realiza sobre el aspecto de que alcanzar la areténo es sólo adquirir conocimiento para hacer, la educación consiste en una búsqueda
14
del conocimiento (filosofía) y esta búsqueda es algo inherente a la vida humana como tal. La filosofía es una manera de ser, es la forma de la vida
humana y es el único camino que permite alcanzar la plena humanidad. Esto debe llevarse a cabo por medio de la razón y en eso consiste, según
Sócrates, la aretéo virtud. Así, atenderemos a la idea del hombre como un ser que tiene la libertad de hacerse a sí mismo y el deber de ser propiamente
humano. Ser mejor y orientar la vida hacia el bien es una misión que trasciende la esfera de la individualidad y por lo cual la relación de unos hombres
LECTURAS DURANTE LAS CINCO SESIONES: Platón, El Protágoras, Madrid, Gredos. (EL TEXTO SE ENCUENTRA TAMBIÉN EN EL “e-foro
EL H ORI ZON TE D EL S . V a. n. e .
PRIMERA SESIÓN
Werner Jaeger, Paideia, México, FCE, 1957. “Posición de los griegos en la historia de la educación humana”. Pp. 3-16.
SEGUNDA SESIÓN
Edward Hussey, “La época de los sofistas”, en Sócrates y los sofistas, UAM, 1993.
TERCERA SESIÓN
Vlastos Gregory, “Sócrates, la paradoja”, en Sócrates y los sofistas, México, UAM, 1993
CUARTA SESIÓN
Nicol Eduardo, “Paradojas del hombre excepcional” en Las ideas y los días, México, Afínita Editorial, 2007.
QUINTA SESIÓN
Nicol Eduardo, “Sócrates, que la hombría se aprende” en Las ideas y los días, México, Afínita Editorial, 2007.
GÓMEZ ROBLEDO, Antonio. Platón: los seis grandes temas de su filosofía. México, FCE, 1974.
14
15