CRISTO HA GANADO LA BATALLA POR USTED by David Wilkerson | June 10, 2010 Durante los ltimos meses, he ledo

muchas cartas tristes, lamentables de creyentes que an siguen atados a hbitos pecaminosos. Multitudes de cristianos escriben: No puedo dejar de apostarEstoy en las garras de la adiccin al alcoholEstoy siendo infiel a mi pareja y no puedo cortar con elloSoy un esclavo de la pornografa. Carta tras carta estas personas estn diciendo lo mismo: Amo a Jess y he rogado a Dios que me libere. He orado, llorado y buscado consejo de Dios. Pero simplemente no puedo desatarme. Qu puedo hacer? He pasado mucho tiempo buscando al Seor, pidindole sabidura para saber cmo responder a estos creyentes. Mi oracin es: Seor, t conoces la vida de tus hijos. Muchos son santos devotos, llenos del Espritu Santo, aun as, no obtienen tu victoria. No conocen la libertad. Qu est sucediendo? En cierto punto, estudi los pasajes bblicos que contenan las promesas de Dios a su pueblo. Record que el Seor nos ofrece librarnos de la cada, presentarnos sin faltas y justificarnos por fe, santificarnos por fe, guardarnos en santidad por fe. Su promesa es que nuestro viejo hombre sea crucificado por fe, y que seamos trasladados a su reino por fe. La nica cosa en comn a todas estas promesas es esta frase: por fe. De hecho, todos estos aspectos son asuntos de fe, segn la palabra de Dios. Entonces, llegu a la nica conclusin clara respecto a estos problemas de lucha de dichos cristianos: en algn lugar en lo ms profundo de su atadura, hay incredulidad. Todo se simplifica a una sencilla falta de fe. Est usted luchando para obtener la victoria por su fuerza de voluntad? Est usted peleando la batalla en su vieja naturaleza? Pablo seala: Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impo, su fe le es contada por justicia (Romanos 4:4-5). Su victoria no debe venir a travs de llorar o luchar, sino a travs de la fe de que Jesucristo ha ganado la batalla por usted. Pero sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6). De hecho Pablo dice que slo hay una condicin unida a las promesas de Dios: permanecis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habis odo (Colosenses 1:23). Cristo lo rindi todo a su Padre, para poder un Hijo totalmente obediente. Y nosotros tambin debemos ser as. Debemos ser completamente dependientes del Padre, tal como Cristo lo fue.