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ARTICULO

41 PENSAMIENTO OBJETIVO por Martin Soria

Filosóficamente hablando el término de “pensamiento objetivo” se utilizó para designar


a un grupo de filósofos austriacos, del siglo XIX, que abandonaron los criterios
propuestos por Kant y aceptaron el sentido del “todo integral” que les ofrecía el
postulado de Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716)
La filosofía de Leibniz, nace fruto del deseo generalizado en Europa por la reconquista
de la unidad perdida, unidad que reposa sobre la base del cristianismo. ¿Cómo podía ser
que los hombres se unieran en política y en economía sin llegar a estar unidos en el
pensamiento natural? Por eso Leibniz quiere dar al mundo esa nueva ciencia. Basándose
en la “doctrina de las mónadas”, pretende unificar no solo a Europa, sino también a la
humanidad.
Cada mónada es soberana y, sin embargo, todas las mónadas se agrupan de nuevo para
formar una unidad de la que son representaciones parciales, en función de una armonía
preestablecida.
De esta manera todos los hombres son individuos soberanos, pero se reúnen entre sí
para formar la unidad universal, en función de su común naturaleza humana.
Este postulamiento fue asimilado por Bernhard Bolzano (1781-1848), quien deseoso de
hacer fraternizar a los hombres, más allá de las limitaciones nacionales y sociales,
propuso que para que los hombres reconozcan que el bien es único para todos, es
necesario que lleguen a reconocer que la verdad es igualmente única. Bolzano emprende
en consecuencia el proyecto de crear una lógica estricta. Habla de posiciones y verdades
que siguen siendo válidas aún cuando nadie piense en ellas. Cuando, más tarde,
Edmund Husserl inició su postulado “fenomenológico” estricto, coincidió con
Bolzano, al que admiró y llegó a decir que fue “el mayor lógico de todos los tiempos”.
El alejamiento del subjetivismo de kant, que Bolzano inició, fue transmitido a nuestro
siglo por Franz Brentano 1838-1917). Su pro posición tiene dos aspectos:
a)Llama la atención sobre el hecho de que toda conciencia intelectual tiene siempre por
objeto”algo”: no puedo ver sin ver algo, ni pensar sin pensar “algo” A esta relación
entre conciencia intelectual y objeto, Brentano la llama “intencionalidad”. Esta idea,
aparentemente evidente llevó, más tarde, a Alexius Meinong, a formular su teoría “del
objeto”, y a Husserl a su “visión de la esencia”.
Brentano enseña que existe más allá de todo placer, únicamente subjetivo,”una
evidencia emotiva” que es la base de los valores objetivos. Este pensamiento condujo
posteriormente a Max Scheler, a su doctrina del “sentimiento de los valores”. Y a
Niclolai Hartmann a la de “ la visión de los valores”.
La “Teoría del objeto” fue desarrollada en tierra austriaca por Alexius Meinong (1853-
1920) quien llamó “objeto” al “algo” de Franz Brentano, con el cual se relaciona toda
conciencia intelectual de una manera necesaria.
Alexius Meinong asigna a la conciencia cuatro funciones esenciales, y a estas funciones
corresponden cuatro objetos:
1- Los objetos como materia de representación.
2- Los “objetivos” como materia de juicio
3- Los objetos que son motores de emociones como la sensación
y
4- Los objetos que son motores del deseo (corresponden al instinto)

Meinong nos conduce a la visión formal de las cosas, propia tanto de la lógica como de
la física, y de aquí que lógicos y físicos, recibieran su formación en el Instituto de
Estudios dirigido por Meinong, en la Universidad.
Estas ideas, distintas del neopositivismo, que afirma que la filosofía es una “critica al
lenguaje” y que la lógica, como las matemáticas, no se refieren a la realidad; todas sus
proposiciones sólo son tautologías vacías, pretenden encontrar el sentido autóctono de
la existencia. Las cuestiones vitales no son las cuestiones físicas como bien lo afirma
Max Planck de una forma más clara: “No hay criterio para decidir a priori si un
problema planteado está, desde el punto de vista de la física, lleno o no de sentido”.
Podemos enumerar un gran número de cuestiones que hace cincuenta años se
consideraban sin sentido y que hoy han encontrado solución.
El “universalismo cinético” desarrollado por Othmar Spann (1878-1950) nos indica que
la “totalidad”, concebida como algo real, preexiste a las partes que la conforman. Es
decir, entre el sujeto y el objeto, existe una dimensión superior que los precede, el
“nosotros”, donde se halla el propósito que determina a ambos, al uno como sujeto y al
otro como objeto. Othmar Spann aplica este concepto al estado y deduce lo siguiente: El
estado es una realidad superior, situada en un plano dominante, que en su ser, precede al
ser ciudadano considerado individualmente. De la misma manera que la mano sólo es
verdaderamente mano, cuando se adhiere al organismo entero, así el individuo sólo es
verdadero cuando se injerta en el estado.
Estas ideas, por supuesto, no tienen hoy el mismo sentido que cuando Spann las
propuso, pero algo existe de cierto en el sentido de que el individuo es auténtico, cuando
satisface su condición de humano y para eso, precisa del “otro familiar” social, nacional,
etc. Al insertarse en el universo humano, puede adquirir su auténtico valor. Sin el
aprecio del correspondiente ¿quién podría valorarlo en su justa medida?.
Austria ofreció al mundo corrientes de vida espiritual verdaderamente importantes,
Bolzano, Brentano y Meinong, desarrollaron la filosofía de la que Husserl dedujo su
“fenomenología” y Scheler y Hartmann, su “doctrina de valores”. También se creó en
viena otra corriente opuesta, en neopositivismo que hoy, en Inglaterra, como en Estados
Unidos es una de las corrientes espirituales rectoras. El pensamiento austríaco ha
salvado el aspecto social de la filosofía. En el complejo conjunto de los pueblos
danubianos permanece viva la convicción de que no se podrá unificar política ni
económicamente la humanidad mientras no se haya unificado previamente el
pensamiento espiritual. Por eso el pensamiento austriaco, más que la filosofía de otros
paises, sirve como la O.N.U., a la causa de la paz mundial. Prepara espiritualmente lo
que la O.N.U. pretende realizar políticamente.
Aún así, la filosofía austriaca carece de los fundamentos esenciales necesarios para
darle la universalidad necesaria al pensamiento, y ser capaz de abrazar a todos y cada
uno de los seres humanos.
¿Que entendemos por pensamiento objetivo?
No se trata de pensar en el objeto aislado del sujeto y del sentido integro de la totalidad
que lo rodea. Pensamiento objetivo tiene que ver con el sentido de veracidad y precisión
en la presentación de la autenticidad esencial y fundamental de la existencia íntegra.
Nuestra realidad actual, donde la globalidad adquiere un sentido unitario, donde el
conocimiento adquiere una significación integradora, donde la excelencia brota de entre
poderes paradigmáticos, exige de un pensamiento unificado y objetivo, veraz y
transparente, que determine la posición del hombre en el proceso de humanización
universal.
Dicho pensamiento ha de liberar las fronteras del fundamentalismo tradicional, del
existencialismo, del racionalismo, del empirismo, y llenar sus carencias con
significación veraz. El hombre busca un pensamiento unificado. La comprensión de la
unidad fundamental de la existencia, permite la integración de la globalidad. Pero como
muy bien mencionaban los pensadores austriacos, no se puede ordenar la economía ni la
política sin un sentido universal del orden. Hoy más que nunca debemos enfocar nuestra
atención hacia el encuentro con ese ideal universal. Debemos aprehender a convertir la
simple curiosidad intelectual, en auténtica vida intelectual. Debemos comprender las
diferencias entre esencia y existencia en los seres creados. Sin duda alguna, nos
preocupamos en exceso de lo sobrenatural, mientras nos olvidamos de lo natural que
eso contiene. Se siente en el aire el deseo de aproximación al ausente presente, que no
sabemos lo que es, pero que necesitamos localizar en alguna parte.
Si el hombre siente sed, es porque hay agua, lo único que ha de hacer es encontrarla. Si
la humanidad siente la necesidad de un pensamiento unificado es porque existe y la
responsabilidad del hombre es la de buscarlo hasta encontrarlo.

www.martinsoria.cl
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