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Errores innatos del metabolismo – Diagnóstico radiológico.

Aníbal J. Morillo, M.D.


Radiólogo Institucional
Departamento de Imágenes Diagnósticas
Fundación Santa Fe de Bogotá

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Los errores innatos del metabolismo (EIM) pueden corresponder a deficiencias


enzimáticas, usualmente manifestadas como acúmulo anormal de metabolitos, cuyos
niveles producen efectos tóxicos. También se presentan como desórdenes funcionales,
endocrinos o de otro tipo. Su diagnóstico puede ser difícil, y por constituir síndromes, su
evaluación suele ser compleja y debe ser multidisciplinaria.
Las imágenes diagnósticas ofrecen una importante herramienta en su estudio, pero en
muchos casos sus manifestaciones pueden ser inespecíficas, por lo que es
indispensable la correlación con los hallazgos del examen físico y con las pruebas de
laboratorio, definitivas para determinar el tipo de error del metabolismo que se examina.
Hay tres organelos intracelulares que pueden dar como resultado los diferentes errores
del metabolismo, pues su función es la de almacenar o producir enzimas que se
encuentran involucradas en diversos procesos bioquímicos. Estos son los lisosomas,
los peroxisomas y las mitocondrias.
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Los lisosomas son pequeñas estructuras con membranas, que contienen enzimas
hidrolíticas intracitoplásmicas, especialmente en las células fagocíticas (leucocitos,
macrófagos, microglia).

Ilustración 1. Lisosomas
Los lisosomas ayudan en la digestión de las partículas fagocitadas. Las enzimas
lisosómicas son sintetizadas en el citoplasma y luego transportadas a las cisternas del
retículo endoplásmico, en donde se «empacan» en forma de lisosomas primarios por el
aparato de Golgi. El déficit de una enzima lisosómica lleva al depósito de metabolitos,
que puede clasificarse según el material anormalmente depositado en los lisosomas.
Muchos de estos desórdenes involucran al SNC, por compromiso directo o secundario
al compromiso de estructuras meníngeas o esqueléticas axiales. Los depósitos
anormales pueden ser lípidos, carbohidratos o mucopolisacáridos.
Los peroxisomas son pequeños organelos intracelulares, de 0.15 a 1.5 micras, con una
membrana de capa única que rodea a una matriz. La matriz contiene enzimas
respiratorias para la oxidación de ácidos grasos de cadenas largas y monoinsaturados.
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Ilustración 2. Peroxisomas
Como mínimo, los peroxisomas tienen una oxidasa para la formación de peróxido de
hidrógeno y una catalasa para descomponerlo, pero puede contener más de 40
enzimas. Entre sus funciones están la oxidación de ácidos dicarboxílicos, la
transaminación de aminoácidos, la síntesis de ácidos biliares y de fosfolípidos. Las
enfermedades peroxisomales pueden presentarse por disminución en su número o
función, con la consiguiente deficiencia de una o varias enzimas.
Las mitocondrias son estructuras citoplásmicas parecidas a hilos, de escasamente una
micra de diámetro y longitud variada. Contienen la codificación de ADN para la
producción de un sinnúmero de enzimas polipeptídicas, involucradas en la cadena
respiratoria, necesarias para la formación de ATP. Controlan el ciclo de Krebs, además
del complejo de deshidrogenasa de ácido pirúvico para la descarboxilación oxidativa
derivada de glucosa y glicógeno, así como la vía metabólica para la conversión de
ácidos grasos libres a acetil CoA, producto que entra al ciclo de Krebs para su
oxidación en CO2 y la formación de ATP.
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Ilustración 3. Mitocondria.
La disfunción mitocondrial puede dar lugar a infinidad de alteraciones bioquímicas, que
no necesariamente están relacionadas desde el punto de vista clínico. Muchos órganos
y sistemas pueden verse afectados, como las glándulas endocrinas (enanismos,
hipoparatiroidismo, hipotiroidismo), el sistema hematopoyético (anemia normocrómica),
miocardio (bloqueos, cardiomiopatías), ojos (retinopatía pigmentaria) o hígado
(alteración funcional).
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Ilustración 4. Ciclo de Krebs.


El compromiso en el metabolismo aerobio del ácido pirúvico resulta en la conversión
anaerobia a lactato y la transaminación a alanina. Estas tres sustancias pueden
detectarse en muestras séricas; la espectroscopía por RM puede detectar los niveles
elevados de ácido láctico en el cerebro, hallazgo inespecífico que puede ayudar en el
diagnóstico diferencial de algunas de estas entidades.
Nota Histórica: el ciclo del ácido tricarboxílico fue descubierto por Sir Hans Adolf Krebs, un judío,
hijo del reconocido otorrinolaringólogo, Georg Krebs. Hans Krebs participó además en el
descubrimiento del ciclo de la úrea. Por su descripción del ciclo del ácido cítrico, recibió el premio
Nobel de fisiología y medicina en 1953, premio que compartió con el descubridor de la coenzima A,
Fritz Albert Lipman.
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Ilustración 5. Sir Hans Adolf Krebs (Der). Fritz Albert Lipmann (Izq).
Los EIM tienen muchas formas de presentación. Aunque suelen tener manifestaciones
sistémicas, pueden afectar diferentes órganos en forma aislada, de acuerdo al tipo de
metabolito acumulado o al desorden endocrino o funcional presente. El compromiso
sistémico puede ser generalizado o focal. Según el compromiso de los órganos blanco
afectados, éstos pueden tener alteraciones en su forma, apariencia, desarrollo o
función. Las alteraciones morfológicas incluyen los cambios en el tamaño o
configuración de los órganos afectados, algunos de los cuales pueden identificarse
mediante varios métodos de diagnóstico por imagen. Estos patrones de compromiso de
diferentes órganos son los que se evalúan para poder llegar a un diagnóstico diferencial
mediante imágenes. Algunos EIM no se asocian a alteraciones macroscópicas sino
puramente funcionales, por lo que pueden no tener representación imaginológica.
Los estudios de imágenes pueden dividirse de acuerdo al órgano o sistema a evaluar.
De acuerdo a las manifestaciones clínicas de cada entidad, se deben estudiar los
huesos y tejidos blandos, las vísceras, los vasos sanguíneos o el SNC. El desarrollo de
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técnicas como la espectroscopía por RM permite además la evaluación bioquímica de


estas alteraciones. Los métodos de diagnóstico en EIM incluyen la radiografía simple,
los estudios angiográficos y los estudios como ecografía, escanografía y RM. Con estos
métodos se pueden analizar las alteraciones generales de los órganos o sistemas
comprometidos.
Los cambios en la forma se refieren a las alteraciones en el tamaño, longitud o
morfología general, como es el caso del compromiso óseo y de algunas
visceromegalias. Los cambios en la apariencia de los órganos afectados se refieren a
las manifestaciones imaginológicas relacionadas con la densidad, ecogenicidad o señal
de los mismos. Las alteraciones en el desarrollo corresponden al compromiso en la
formación de las estructuras involucradas en el proceso de metabolismo anormal, como
pueden ser las alteraciones en los patrones de crecimiento y madurez, que pueden
manifestarse en las estructuras óseas y en otros órganos en los que se esperan
cambios asociados a la aparición de los caracteres sexuales secundarios.
En cuanto a las alteraciones fisiológicas, algunas de ellas tienen manifestaciones
morfológicas detectables mediante estudios imaginológicos, mientras que para otras
son necesarios estudios más avanzados, como la mencionada técnica de
espectroscopía por resonancia magnética, con la que se hacen análisis bioquímicos
que permiten identificar los metabolitos anormales presentes en los tejidos examinados,
en forma no invasiva. Los detalles de la técnica de espectroscopia por resonancia
magnética se salen del alcance de esta revisión. Para una introducción a este tema, se
recomienda la lectura del capítulo de Espectroscopia Básica, de la Serie APUNTES de
PONDO ®.
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Ilustración 6. Ejemplo de Espectroscopía por RM.

Las primeras tres manifestaciones generales de la enfermedad metabólica (forma


apariencia, desarrollo) pueden ser muy inespecíficas, aunque existen entidades que
tienen patrones imaginológicos bastante típicos. La combinación de cambios
morfológicos, de desarrollo y de comportamiento de los tejidos con los diferentes
métodos de diagnóstico por imagen, pueden orientar hacia un diagnóstico diferencial
del tipo de compromiso metabólico, pero siempre debe acompañarse de la información
clínica y paraclínica para poder llegar a una aproximación diagnóstica y a un esquema
de manejo de estos pacientes.
El aspecto más importante de las técnicas nuevas de resonancia magnética, es la
posibilidad de ser más específicos en cuanto al metabolito o metabolitos que se
encuentran presentes en forma anormal. Sin embargo, la posibilidad de identificar
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mediante imágenes los cambios funcionales de la enfermedad metabólica no hace parte


de las técnicas convencionales de resonancia magnética. Sólo algunos de los equipos
de RM que existen en el país tienen disponibilidad de estas técnicas; en el momento de
esta revisión, el costo de su implementación es muy alto como para contar con dicha
posibilidad en forma rutinaria.
La radiología convencional es de gran utilidad para la evaluación de las estructuras
óseas. Los errores innatos del metabolismo pueden manifestarse como alteraciones en
la forma o en la densidad de los huesos. Algunas de ellas, especialmente las de
carácter endocrino, se asocian a anormalidades en el crecimiento y maduración
esquelética. Varias de las anormalidades fenotípicas de los errores innatos del
metabolismo pueden tener apariencia similar a la de muchas de las displasias
esqueléticas, con deformidades y alteraciones en el desarrollo que pueden ser típicas,
tanto para las displasias como para algunas de las entidades de origen metabólico. De
igual manera, las manifestaciones de ambos tipos de enfermedades pueden ser
tempranas (desde el nacimiento) o tardías, incluso con formas de aparición en la edad
adulta. Como regla general, cuando existen anormalidades en la forma, tamaño y
estructura, de acuerdo a la edad, se debe sospechar displasia. Algunos de estos casos
serán debidos a EIM, por lo que su abordaje diagnóstico puede ser similar.
Las manos suelen ser estructuras fáciles de examinar, y deberían estar incluidas en
toda evaluación que busca hacer diagnóstico diferencial entre displasias y
anormalidades metabólicas. Su evaluación además permite hacer una aproximación a
la edad ósea del paciente, información que en algunos casos puede ser crucial. Es
suficiente con una proyección frontal para la mayoría de los huesos largos, algunos de
los cuales pueden incluirse en una sola proyección, de acuerdo a la edad o tamaño del
paciente.
La radiografía de pelvis también es un excelente estudio para determinar alteraciones
en el desarrollo óseo. La inclusión de los muslos y rodillas puede hacerse de acuerdo a
las manifestaciones clínicas de la enfermedad.
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La columna vertebral tiene que ser estudiada en estos casos. La columna cervical
puede hacerse en proyección lateral, posiblemente incluyendo al cráneo, lo cual es útil
para evaluar las relaciones de la unión cráneo cervical, que también pueden
encontrarse alteradas de manera típica en algunas de estas entidades.
Como mínimo, se recomiendan cinco estudios radiográficos simples como abordaje
diagnóstico inicial:
1.Cráneo lateral, que puede incluir la columna cervical.
2.Columna lateral (Toracolumbar, preferiblemente incluyendo la unión lumbosacra.
3.Pelvis AP,que puede incluir los muslos.
4.Piernas AP (o rodillas en placa grande).
5.Mano (por lo menos una), pero pueden ser comparativas.
En el caso de neonatos o de lactantes menores, se puede utilizar una proyección
corporal total, «cuerpograma» o «nenegrama», idealmente en proyecciones frontal y
lateral. Si se considera necesario, se pueden tomar proyecciones específicas de las
extremidades.
La osteogénesis imperfecta es un EIM que pone de presente algunas de las dificultades
que existen en el estudio de estas entidades, como lo es la falta de una nomenclatura
homogénea para su clasificación. Existen unos 40 sinónimos para esta entidad, que
incluyen la enfermedad de Ekman (por su primera descripción), la de Lobstein (por su
primera descripción detallada), la osteopsatirosis y varios epónimos, (van der Hoeve,
Vrolik, etc.)
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Nota Histórica: Olof Jacob Ekman, nacido en Estocolomo, describió la asociación entre las
escleróticas azules y la fragilidad de los huesos; el anatomista Johann Georg Christian Friedrich
Martin Lobstein, además de haber descrito detalladamente la osteogénesis imperfecta, tenía una
colección de artículos arqueológicos, era un experto historiador y tenía una gran afición por la
numismática. Jan van der Hoeve (1878-1952) fue el oftalmólogo holandés, médico militar y luego
profesor de la Universidad Gröningen, a quien se le atribuye el concepto de que las facomatosis
eran entidades congénitas con manifestaciones en diversos tejidos. El Luterano Willem Vrolik fue el
hijo del también médico Gerardus Vrolik. Inició sus estudios de medicina en Ámsterdam, los
continuó en Utrecht y los terminó en París. Fue profesor de anatomía en la Universidad de
Gröningen, donde también enseñó historia natural, fisiología, anatomía, zoología y medicina forense.
También es ampliamente reconocido por sus estudios anatómicos sobre el chimpancé.
Son características la osteoporosis y la presencia de fracturas múltiples, el acortamiento
de los huesos, los acetábulos planos, con fémures «en acordeón» y la angulación de
las tibias. La osteogénesis imperfecta es una entidad de transmisión autosómica
dominante, que también puede presentarse como mutación espontánea. Se caracteriza
por una inadecuada formación del tejido óseo, con un defecto en la producción del
colágeno que lleva a fragilidad ósea. Una de las manifestaciones más comunes son las
fracturas, que pueden llegar a los cientos antes de la pubertad. El tipo IV se caracteriza
por la aparición de dichas fracturas especialmente después de la pubertad, mientras
que la tipo II, que corresponde a un 10% de los casos, se asocia a una alta mortalidad
perinatal. La más común es la tipo I, típicamente asociada a la tonalidad azul de las
escleróticas y a alteraciones en la audición.

Ilustración 7. Osteogénesis imperfecta.


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La edad ideal para el diagnóstico suele ser antes del cierre de los cartílagos de
crecimiento, pues una vez cerrados puede ser demasiado tarde, ya que algunas
displasias pueden no identificarse en ese momento. En algunos casos las
manifestaciones radiográficas aparecen tardíamente, es decir, un «cuerpograma» o un
estudio radiográfico simple de cráneo, columna y extremidades que resulte normal no
excluye esta entidad.

Ilustración 8. Osteogénesis imperfecta neonatal.


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Ilustración 9. Osteogénesis imperfecta.

En la mucopolisacaridosis más común, la Enfermedad de Morquio, el depósito anormal


se manifiesta con grandes alteraciones morfológicas en los huesos, con compromiso
pélvico bastante característico, dado por unos acetábulos muy angulados y la
desaparición gradual de las cabezas femorales. En las manos, hay una gran
irregularidad de las metáfisis del radio y cúbito, con afilamiento proximal de los
metacarpianos y acortamiento de los mismos.
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Ilustración 10. Luis Morquio, de Uruguay.


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Ilustración 11. Enfermedad de Morquio.


Nota Histórica:
Luis Morquio nació en Montevideo, Uruguay en 1867. Estudió medicina en su país, y luego hizo un
doctorado cuya tesis versó sobre el tratamiento de la fiebre tifoidea. Se especializó en pediatría en
París; a su regreso a Uruguay, Morquio mantuvo sus relaciones académicas con sus colegas en
Francia, país que le otorgó el rango de Oficial de la Legión de Honor en 1930. En forma simultánea
con la descripción del síndrome por Morquio, el radiólogo James Frederick Brailsford, de
Birmingham, Inglaterra, describió un caso similar. Durante muchos años, se utilizó en forma
indiscriminada el epónimo «síndrome de Morquio-Brailsford» para casi cualquier asociación entre
enanismo y alteraciones en la alineación de la columna. La elevada excreción de mucopolisacáridos
en orina sólo se descubrió después de la muerte de ambos.
Los estudios radiográficos simples deben incluir aquellos huesos en los que se puedan
esperar mayores manifestaciones, tanto para el compromiso de origen metabólico como
para las displasias. Es común que muchas de estas entidades involucren los centros de
crecimiento o los extremos óseos cercanos a ellos. El abordaje diagnóstico puede
hacerse en forma similar al que se describe en las displasias óseas, que incluye cuatro
pasos:
1. Aproximación anatómica general.
2. Hallazgos específicos generalizados.
3. Hallazgos específicos focales.
4. Complicaciones ortopédicas.
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Con los estudios radiográficos simples, el primer paso es la aproximación anatómica,


con la que se pretende establecer el patrón de compromiso. Ejemplos de
combinaciones son la craneodiafisiaria, espondilometafisiaria o las metaepifisiarias.
En segundo lugar, se evalúan los hallazgos específicos generalizados, como la
osteoporosis, osteoesclerosis, fracturas, engrosamiento perióstico y periostitis. Las
exostosis, defectos radiolúcidos múltiples, el compromiso de varios huesos,
calcificaciones de tejidos blandos y la evaluación de la edad ósea también hacen parte
de este paso diagnóstico.
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Ilustración 12. Enfermedad de Morquio.


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Los hallazgos radiográficos simples del raquitismo tienen una representación similar en
RM, en la que se puede demostrar compromiso metafisiario radiocubital distal o
femoral distal y medial en la rodilla.

Ilustración 13. Raquitismo en carpo. Ilustración 14. (Página siguiente) Raquitismo en rodillas.
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Como se mencionó, las alteraciones en la edad ósea son fáciles de evaluar en los
estudios de las manos, en los que se debe hacer un análisis de los patrones de
desarrollo epifisiario, además de la longitud del segundo metacarpiano, índice que ha
demostrado utilidad en el diagnóstico etiológico de los retardos en la maduración
esquelética. Una sencilla relación entre la edad ósea calculada de acuerdo al análisis
comparativo del desarrollo epifisiario con los conocidos patrones de referencia de
Greulich y Pyle y la edad ósea calculada de acuerdo a la longitud del segundo
metacarpiano, puede orientar hacia causas de baja talla que puedan ser
constitucionales o relacionadas con panhipopituitarismo. Otra entidad que produce
importante retardo en el desarrollo óseo es el hipotiroidismo.
El tercer paso en el abordaje diagnóstico de las alteraciones esqueléticas es el análisis
de hallazgos específicos focales, como la forma de los cuerpos vertebrales, la
presencia de cuernos iliacos y la apariencia de las epífisis metacarpianas y de dedos.
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Ilustración 15. Enfermedad de Morquio.


En el cuarto paso, se estudian las posibles complicaciones ortopédicas: cifosis,
escoliosis, hiperlordosis, luxación atlantoaxial, estenosis del canal espinal, luxación o
displasia de cadera, osteonecrosis, curvatura de piernas, seudoartrosis, malformaciones
de codos, manos y pies, así como los cambios degenerativos tempranos.
Ejemplo: en un estudio de la unión cráneo cervical se demuestra craneomegalia, con
leve engrosamiento de la bóveda craneana, y además hay hipoplasia de la odontoides
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y luxación atlanto axial. Estos hallazgos se acompañan de manifestaciones en otros


huesos: las manos muestran marcada hipoplasia del carpo, con metacarpianos cortos,
de epífisis rudimentarias. Las epífisis de las bases de las falanges son también
hipoplásicas, y las falanges distales tienen forma de «bala». Hay luxación de las
caderas; el isquion y el pubis tienen contornos irregulares, existe ensanchamiento
iliaco. Dicho patrón de compromiso sistémico sería compatible con una mucolipidosis.

Ilustración 16. Mucolipidosis II.


Otro ejemplo de análisis de patrones de compromiso es un caso de marcada
deformidad de los antebrazos por fracturas, con alteraciones en la densidad ósea, y un
hallazgo clínico característico de escleras azules, en la osteogénesis imperfecta.
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Ilustración 17. Esclerótica azul de la osteogénesis imperfecta.


En otro caso hipotético, se puede demostrar una importante reabsorción trabecular, que
le da una apariencia «espumosa» a los metacarpianos, con patrón «apolillado». Los
agujeros nutricios de las falanges se aumentan de tamaño, hay expansión de algunos
huesos, que puede manifestarse en los fémures como la deformidad en frasco de
Erlenmeyer. En el mismo caso hipotético también hay reacción perióstica, con
apariencia «en encaje». Pueden presentarse fracturas con colapso femoral y
ensanchamiendo de las cavidades medulares de los huesos tubulares. Un estudio de
RM puede mostrar la típica disminución en la señal de la médula ósea, con
engrosamiento de las placas de crecimiento, con o sin compromiso epifisiario.
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Ilustración 18. Frasco de Erlenmeyer.

Ilustración 19. Emil Erlenmeyer.


Nota Histórica: La deformidad de Erlenmeyer constituye un doble epónimo, pues se refiere a su vez
al epónimo con el cual se denomina a un frasco utilizado en el laboratorio de química. Richard
August Carl Emil Erlenmeyer, químico alemán, hijo de un pastor evangelista, fue profesor en las
universidades de Heidelberg y Munich. Fue el primero en sintetizar la tirosina, guanidina, creatina y
creatinina, y es conocido por su invento de un frasco de vidrio de forma troncocónica, en el cual se
podían manipular soluciones con seguridad y precisión, con menor riesgo de evaporación. Uno de
sus alumnos más famosos fue Alexander Borodin, más conocido por su afición como compositor
que por su profesión de químico. (Su ópera El Príncipe Igor quedó inconclusa, y fue terminada por los
compositores Rimsky-Korsakov y Glazunov) La deformidad en Erlenmeyer se observa, entre otros
errores innatos del metabolismo, en las enfermedades de Gaucher y Niemann-Pick.
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Ilustración 20. Phillipe C. Gaucher.


Es común que en la RM de la rodilla se demuestren extensos infartos óseos. Esta
presentación imaginológica es característica de la enfermedad de Gaucher.

Ilustración 21. Infartos óseos en la enfermedad de Gaucher.


Nota Histórica: Phillipe Charles Ernest Gaucher (1854-1918) nació en Champfleury, Francia. Hijo de
un arquitecto, pasó su infancia con su tío, médico general. Recibió entrenamiento militar en
hospitales de las fuerzas armadas en París. Se volvió experto en enfermedades venéreas, hasta el
punto de considerar que diversas afecciones, como la apendicitis, varias enfermedades congénitas y la
poliomielitis eran debidas a enfermedades venéreas. Fue médico Jefe del Hospital Villemin durante la
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Primera Guerra Mundial, durante la cual organizó un fondo de auxilio para las víctimas de la guerra.
El gobierno francés le hizo un reconocimiento a su labor caritativa, otorgándole el título de Oficial
de la División Militar de la Legión de Honor. Gaucher falleció a los 73 años de edad, por una
neumonía.
Cada una de estas alteraciones tiene varios diagnósticos diferenciales, con los que se
puede ir aproximando el diagnóstico. Quizá lo más importante es contar con la
información clínica que contextualice el caso y permita diagnosticar otras causas de
lesiones óseas múltiples, como es el caso de niños maltratados, cuya apariencia puede
simular lesiones óseas y deformidades de origen displásico.
Por ello, además de los cuatro pasos descritos en el abordaje diagnóstico de los
estudios radiográficos simples para la evaluación del compromiso óseo, se debe
comenzar con un abordaje clínico, que incluye una evaluación de la historia del
paciente, la incidencia familiar de su compromiso clínico, y el estudio de posibles
patrones hereditarios. Si hay enanismo, se debe tener su relación con la longitud de las
extremidades. Un ejemplo puede ser el de un enanismo de miembros cortos, con
platiespondilia.

Ilustración 22. Enanismo Tanatofórico.

En un enanismo tanatofórico, las costillas son cortas y presentan ensanchamiento


costocondral. Los huesos iliacos son pequeños, con acetábulos horizontales. Hay
ensanchamiento metafisiario en los huesos largos y los fémures tienen una forma
característica, descrita como de «teléfono francés».
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Otros aspectos clínicos que se deben conocer son los patrones de compromiso de la
piel y los anexos, y la presencia de alteraciones en la cara (orejas, nariz, dientes,
presencia de miopía, alteraciones en labios o paladar). Igualmente, debe conocerse el
compromiso de articulaciones, la presencia de contracturas o signos de laxitud,
luxaciones articulares y anomalías de manos y pies, y también las alteraciones en la
marcha.
Para la evaluación del compromiso visceral, se utilizan estudios como la ecografía, la
escanografía (TC) y la RM, estudios que en algunos casos se usan en forma
complementaria. Estas técnicas se aplican en la evaluación de órganos sólidos intra
abdominales, usualmente como método para determinar aumento en su tamaño, como
en los casos de renomegalia por enfermedad de depósito, que constituye un hallazgo
inespecífico.

Ilustración 23. Renomegalia.


En algunas oportunidades se pueden encontrar cambios más específicos, como las
alteraciones en la densidad o señal del hígado, demostradas, respectivamente, en TC y
RM, en casos de depósito anormal de hierro por hemocromatosis.
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Ilustración 24. Hemocromatosis. Aumento en la densidad hepática en TC.

En la hemocromatosis también hay manifestaciones clínicas evidentes, como la


alteración en la pigmentación cutánea, y anormalidades en otros órganos y sistemas,
como puede ser el compromiso del miocardio y del páncreas, así como el compromiso
óseo y la ausencia de aumento en los depósitos de hierro en el bazo.
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Ilustración 25. Pigmentación cutánea anormal en hemocromatosis.

Ilustración 26. Hemocromatosis. Compromiso miocárdico.


El patrón de distribución del depósito anormal de hierro visceral puede diferenciar entre
hemocromatosis y hemosiderosis. En la hemocromatosis puede haber depósitos
anormales de hierro en tejidos como el miocardio y el páncreas, con una obvia
disminución en la señal de estos órganos en todas las secuencias de RM.
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Ilustración 27. Hemocromatosis. Aumento en los depósitos de hierro en el hígado (L) y páncreas
(P), sin compromiso en la señal del bazo (S).

Ilustración 28. Hemocromatosis. Marcada disminución en la señal hepática en RM.


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Ilustración 29. Hemocromatosis. Disminución en la señal del miocardio (flechas).


En el caso de la hemosiderosis, que puede ser de origen transfusional, es característico
el compromiso esplénico, que lo diferencia de la hemocromatosis.

Ilustración 30. Hemosiderosis transfusional. Baja señal hepática (L) y esplénica (S), sin
compromiso del páncreas (P).

Ilustración 31. Hemosiderosis.


Se pueden encontrar otras manifestaciones, como las alteraciones en la ecogenicidad
o densidad, u otros hallazgos secundarios a cambios fisiológicos, como calcificaciones
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o formación de cálculos. En otra enfermedad de depósito se puede demostrar aumento


difuso en el tamaño del bazo, fácilmente demostrado con ecografía. Algunos de estos
cambios son inespecíficos incluso en la patología macroscópica, como en los casos de
galactosemia, que incluye la hepatomegalia entre sus manifestaciones.

Ilustración 32. Manifestaciones clínicas de la galactosemia.


El objetivo en EIM es evaluar el tamaño y apariencia de los órganos, así como su
posible infiltración por sustancias anormalmente depositadas. Los estudios vasculares
no se utilizan comúnmente en EIM, pero hay algunas entidades que se asocian a
alteraciones trombóticas que pueden requerir de este tipo de exámenes. Para la
evaluación vascular se pueden utilizar métodos como la angiografía, pero cada vez más
se utilizan técnicas no invasivas, como la evaluación Doppler, la escanografía y la RM,
cuyas técnicas angiográficas permiten evaluar en forma adecuada la presencia de
permeabilidad vascular, principal objetivo en los casos de EIM.
El compromiso del SNC se evalúa en forma definitiva mediante RM. Aunque la TC
puede demostrar algunos patrones de compromiso cerebral, la mayor resolución de
contraste de la RM para la evaluación general del SNC hace que éste sea el método de
elección en la mayoría de los casos de EIM. Sólo en aquellos casos en los que se
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pretende identificar calcificaciones, puede tener mayor utilidad la TC, pues muchas
calcificaciones pueden no ser detectadas en RM. Sin embargo, la presencia de
calcificaciones no suele ser el único aspecto a evaluar, por lo que dicha información no
es crucial en la mayoría de los casos. Además de evaluar las alteraciones en la señal
del tejido nervioso, hay algunos patrones de compromiso que pueden ser
característicos de un EIM dado. En un futuro, ojalá cercano, cuando las técnicas
avanzadas se encuentren más ampliamente disponibles, el papel de la RM en la
identificación de metabolitos, mediante estudios bioquímicos con espectroscopía, será
una aplicación adicional que aportará aún más información en el estudio de los EIM.
(Aunque se menciona como una aplicación futurista, es evidente que los estudios de espectroscopía ya
se han establecido como un método definitivo en la evaluación de las ateraciones bioquímicas, son
fundamentales en el estudio de los EIM, y son cada vez más comunes, incluso en nuestro medio. Quizá
se trate de un ejemplo de lo que se describe clásicamente como «respirar por la herida», pues es sabido
que al momento de hacer estos apuntes, no cuento con dicha tecnología [la esperanza es lo último que
se pierde, lo cual, en mi caso, aplica más que literalmente].)
Se han descrito cuatro patrones de compromiso general del SNC:
1. Compromiso predominante de sustancia gris.
2. Compromiso predominante de sustancia blanca.
3. Compromiso difuso de ambas.
4. Sin compromiso evidente del SNC.
Si es la sustancia gris la que presenta mayor compromiso, esto suele deberse a
alteraciones lisosomales. El término leucodistrofia agrupa, en forma general, a las
entidades que involucran a la sustancia blanca. El compromiso de sustancia gris y
blanca se relaciona con desórdenes peroxisomales y mitocondriales. La cosa se
complica: Los defectos lisosomales incluyen cuatro tipos principales de depósitos
anormales, a saber:
1. Lipidosis
2. Mucopolisacaridosis
3. Mucolipidosis
4. Glicogenosis.
EIM – Radiología A.J.Morillo 34

Las leucodistrofias se consideran como un grupo aparte, que puede tener origen en
defectos lisosomales o peroxisomales.
Las lipidosis o enfermedades de depósito de lípidos son raras, y no todas tienen
claramente identificado el déficit enzimático que las produce. Algunas de las lipidosis
incluyen: Gaucher, Niemann – Pick, Gangliosidosis, lipofuscinosis, Fabry y Farmer. No
todas tienen compromiso del SNC.
En la enfermedad de Gaucher se ha identificado un patrón de heterogeneidad genética,
con herencia autosómica recesiva. El gen del glucocerebrósido se localiza en la región
q21 del cromosoma 1. La glucocerebrosidasa es la enzima requerida para la hidrólisis
de glucosilceramida a glucosa y ceramida. Su ausencia o déficit se asocia a depósitos
de glucocerebrósido insoluble en las células retículoendoteliales del hígado, bazo, y
médula ósea.

Ilustración 33. Depósitos anormales en médula ósea. Enfermedad de Gaucher.


Rara vez, se presenta la enfermedad por deficiencia de saposina, un cofactor necesario
para catalizar la función de la glucocerebrosidasa. De las tres formas conocidas (1 a 3),
dos tienen compromiso neuropático (2 y 3).
La enfermedad de Niemann – Pick tiene por lo menos cinco subtipos. Se asocia a
disminución en la actividad de esfingomielinasa, con acúmulo de esfingomielina y
colesterol en los liposomas de todos los tejidos. Los subtipos A y C comprometen el
SNC, con depósitos en las neuronas y células fagocíticas de la sustancia blanca, las
meninges y plexos coroideos. La enfermedad de Niemann – Pick también tiene
manifestaciones sistémicas, como el compromiso pulmonar intersticial.
EIM – Radiología A.J.Morillo 35

Ilustración 34. Enfermedad de Niemann-Pick. Compromiso pulmonar. Acúmulo celular de


esfingomielina.
EIM – Radiología A.J.Morillo 36

Nota Histórica: Ludwig Pick fue profesor de patología en Berlín, y ganó su reputación internacional
por sus estudios de la histopatología de la enfermedad ginecológica. Era músico, y ejecutaba el
mismo instrumento de cuerdas que Holger Werfel Scheuermann (sí, ¡el chelo!). Ludwig Pick Se
interesó por la descripción del patólogo alemán Albert Niemann (hijo de un conocido tenor y una
famosa actriz), quien describió un caso de un niño judío con linfadenopatías y
hepatoesplenomegalia, con hallazgos que para Niemann eran similares a los de la enfermedad de
Gaucher. Pick coleccionaba casos «atípicos» de dicha enfermedad, hasta que describió, siempre
mencionando a Niemann, un nuevo síndrome. Debe anotarse que la demencia presenil, enfermedad
que no tiene relación alguna con la enfermedad de Niemann-Pick, fue descrita por un Pick diferente:
Arnold, profesor de psiquiatria de la Universidad de Praga, sin parentesco alguno con su homónimo,
Ludwig.
Hay dos tipos de gangliosidosis, la GM1 o enfermedad de Norman – Landing, por
deficiencia de betagalactosidasa, que lleva al depósito de gangliósido en los lisosomas
de neuronas cerebrales y cerebelosas, y en otros órganos. Tiene un subtipo 1, conocido
como seudoHurler, con marcado compromiso del SNC y desenlace letal temprano
(muerte a los 2 años de edad). El tipo 2 tiene aparición más tardía, menor compromiso,
pero también tiene desenlace fatal, aunque éste ocurre hacia los 10 años de edad. La
GM2 tiene varios subtipos, que incluyen las enfermedades de Tay-Sachs y Sandhoff,
ambas por déficit de hexosaminidasa.
En la enfermedad de Tay-Sachs (déficit de hexosaminidasa A) se ha descrito como
típico el aumento en la densidad de los tálamos, probablemente relacionada con
depósitos de calcio. En RM se ha visto aumento en la señal en secuencias T2 en los
núcleos caudados y putamen.
EIM – Radiología A.J.Morillo 37

Ilustración 35. Gangliosidosis por enfermedad de Tay-Sachs.


Nota Histórica: Waren Tay estudió medicina en Londres. Trabajaba en áreas tan diversas como la
oftalmología, dermatología y pediatría. Además de sus contribuciones a la oftalmología, tradujo
varios textos médicos al inglés. Tay describió un caso de un niño con deficiencia neurológica
progresiva y cambios retinianos simétricos.
Bernard Sachs, nacido en Baltimore, EE.UU, de padres bávaros, inició sus estudios de psicología en
la Universidad de Harvard, y completó sus estudios de medicina en Estrasburgo. Antes de regresar a
los Estados Unidos, recibió entrenamiento de Charcot en París. Además de ser coleccionista de arte,
Sachs describió, casi seis años después de Tay, una forma de retardo mental asociado a ceguera
temprana, con desenlace fatal y presentación familiar.
En la enfermedad de Sandhoff (hexosaminidasas A y B), el compromiso del SNC es
similar, con mayores depósitos de gangliósidos en hígado y bazo. En sus formas
juveniles hay más compromiso medular que cerebral.
EIM – Radiología A.J.Morillo 38

La enfermedad de Fabry es un desorden ligado a X, por deficiencia de


alfagalactosidasa A, con depósitos anormales de ceramida, di y trihexósido. El
compromiso de vasos pequeños en el SNC puede manifestarse como infartos múltiples,
con o sin representación clínica o con manifestaciones como crisis convulsivas o
demencia. Es típica la manifestación cutánea de la enfermedad de Fabry, conocida
como angioqueratomatosis.

Ilustración 36. Angiokeratoma corporis diffusum, manifestación típica de la enfermedad de Fabry.


Nota Histórica: Para algunos, Anderson debió ser honrado con el epónimo de la enfermedad de
Fabry, pues fue quien hizo la más completa descripción de dicha enfermedad; sin embargo, el
dermatólogo alemán Johannes Fabry fue quien se llevó todo el reconocimiento.
Las mucolipidosis son un grupo de alteraciones asociadas a depósitos anormales de
mucopolisacáridos y lípidos como resultado de un déficit enzimático que afecta ambas
vías catabólicas. Hay varios subtipos de mucolipidosis, la más común es la 2, o
enfermedad de células I, conocida como enfermedad de Leroy. Su presentación clínica
es similar al síndrome de Hurler y su diagnóstico se basa en el aumento de
betaglucoronidasa y aril sulfatasa A en los glóbulos blancos y de sialo-oligosacáridos en
la orina. Algunos de sus hallazgos radiográficos son inespecíficos e incluyen
osteopenia, cambios erosivos corticales, con engrosamiento de huesos craneales y
orbitarios. Otras mucolipidosis tienen presentaciones clínicas similares, con compromiso
EIM – Radiología A.J.Morillo 39

en el desarrollo mental y alteraciones esqueléticas y craneofaciales, como la


manosidosis, la fucosidosis y la sialidosis. Estas tres últimas entidades se han
clasificado también como glicoproteinosis, y todas pueden presentar importante atrofia
cerebral y/o cerebelosa.
El heterogéneo grupo de deficiencias en las enzimas involucradas en la síntesis,
depósito y degradación de glicógeno corresponde a las glicogenosis, que se manifiesta
con disfunciones hepática, cardiaca, muscular o del sistema nervioso central.

Ilustración 37. Edgar Von Gierke.


La tipo I corresponde a la enfermedad de von Gierke, con varios subtipos, de acuerdo a
la deficiencia enzimática específica, entre las que se incluyen la de glucosa 6 fosfatasa,
glucosa 6 fosfato translocasa y de fosfotranslocasa. Además de episodios de
hipoglicemia y acidosis, la enfermedad de von Gierke se caracteriza por una
hepatomegalia masiva.
EIM – Radiología A.J.Morillo 40

Nota histórico-semántica: La partícula honorífica von se escribe en minúsculas, excepto cuando inicia
una frase. Edgar von Gierke es reconocido en el mundo del alpinismo por su hazaña de haber
escalado, sin compañía, el pico del monte Matterhorn.

Ilustración 38. El Matterhorn, con sus imponentes 4478 m de altura.

Aunque se manifiesta con crisis convulsivas, no suele haber hallazgos significativos en


las imágenes del SNC. La glicogenosis tipo II es la enfermedad de Pompe, con
deficiencia de alfa D glucosidasa ácida. Tiene compromiso por atrofia de los músculos
paraespinales, pero sus principales manifestaciones son debidas al compromiso
miocárdico. Como se mencionó, la enfermedad de von Gierke también se asocia a
depósitos anormales de glicógeno en el hígado.
EIM – Radiología A.J.Morillo 41

Nota Histórica: El patólogo Johannes Pompe es considerado como un héroe holandés de la Segunda
Guerra Mundial. Durante la ocupación alemana, mantuvo un radio secreto en su laboratorio en
Ámsterdam. En abril de 1945, poco antes de la liberación de Holanda por los aliados, Pompe
participó en la voladura de una estratégica línea de ferrocarril, por lo cual fue arrestado y ejecutado.

Ilustración 39. Glicogenosis hepática por enfermedad de von Gierke.


EIM – Radiología A.J.Morillo 42

Ilustración 40. Glicogenosis

Ilustración 41. Enfermedad de von Gierke.


EIM – Radiología A.J.Morillo 43

Las mucopolisacaridosis son producidas por deficiencias enzimáticas relacionadas con


el metabolismo de glicosaminoglicanos. El depósito anormal de mucopolisacáridos en
varios órganos y sistemas se asocia a las características clínicas de gargolismo,

Ilustración 42. Gargola bruxellensis.(Gárgola de la plaza central de Bruselas) © AJ Morillo.


con enanismo, deformidades craneofaciales y espinales.
EIM – Radiología A.J.Morillo 44

La clasificación de las mucopolisacaridosis es compleja, tiene varios subtipos con


denominaciones eponímicas, algunas de las cuales comparten deficiencias
enzimáticas, lo cual hace que su diagnóstico bioquímico sea difícil.
Mucopolisacaridosis
Epónimo Tipo Depósito Déficit enzimático
Hurler IH DS, HS alfa L Iduronidasa
Hurler-Scheie IH/S DS, HS alfa L Iduronidasa
Scheie I/S DS, HS alfa L Iduronidasa
Hunter II DS, HS iduronato sulfatasa
Sanfilippo IIIA HS heparan sulfato sulfaminidasa
Sanfilippo IIIB HS alfa N acetil D glucosaminidasa
Sanfilippo IIIC HS glucosamina N acetil transferasa
Sanfilippo IIID HS Nacetil glucosamina 6 sulfatasa
Morquio IVA KS Nacetil galactosamina 6 sulfatasa
Morquio IVB KS keratin sulfato galactosidasa
Maroteaux-Lamy VI DS galactosamina 4 sulfatasa
Sly VIII CS, DS, HS beta glucuronidasa
(DS = dermatan sulfato, HS = heparan sulfato, KS = keratan sulfato, CS = condroitin
sulfato)
EIM – Radiología A.J.Morillo 45

Ilustración 43. Enfermedad de Hurler. Escafocefalia.


Entre las manifestaciones de la enfermedad de Hurler se encuentran la deformidad del
cráneo por escafocefalia. Existe un importante retardo en la mielinización, manifestado
como aumento difuso en la señal de la sustancia blanca. Se puede presentar
ventriculomegalia y adelgazamiento del cuerpo calloso, además de otros cambios
atróficos, como el característico aumento en el espacio subaracnoideo interhemisférico.
Puede haber engrosamiento meníngeo – dural, especialmente en la región de la unión
craneocervical, en donde puede tener manifestaciones compresivas sobre el tejido
EIM – Radiología A.J.Morillo 46

nervioso bulbar. La presencia de depósitos anormales se comporta como un


compromiso sistémico, con obvias manifestaciones en varios órganos blanco. La
enfermedad de Hurler no es una excepción a esta norma, y tiene representación
radiográfica en el sistema osteoarticular, con cambios típicos en las manos, así como
en la columna y pelvis.

Ilustración 44. Enfermedad de Hurler. Compromiso de mano y (página siguiente) pelvis y columna.
EIM – Radiología A.J.Morillo 47
EIM – Radiología A.J.Morillo 48

Nota Histórica: La descripción de la enfermedad de Hurler se debe a la pediatra Gertrud Zach,


graduada de la Universidad de Munich. Al casarse con el veterinario Konrad Hurler, ella cambió su
apellido y convenció a su marido de obtener el grado de médico. Hija de un médico general, y madre
de una médica, Gertrud Hurler fue considerada como una pediatra excepcional por sus colegas.
Además de sus actividades clínicas, se dedicó de lleno a un orfanato local. Perdió a su hijo Franz
Gustav en la Segunda Guerra Mundial. La descripción original del síndrome que lleva su nombre, la
basó en dos casos presentados por su jefe ante la Sociedad de Pediatría de Munich, el profesor von
Pfaundler, aunque su nombre nunca fue asociado a este síndrome (¿La alumna supera al maestro?).
Dos años antes de la presentación de Hurler, el escocés Charles Hunter había descrito dos casos
similares en el Hospital de Winnipeg, en Canadá, país donde se radicó luego de haberse graduado de
la Universidad de Aberdeen, y de haber adelantado estudios en Londres y en Berlín. Es posible que,
por la interrupción de las comunicaciones durante la Primera Guerra Mundial, Hurler nunca hubiera
tenido conocimiento de la descripción de Hunter. Hacia la década de 1960, era común usar el
nombre «Hunter- Hurler». Al final, cada uno obtuvo su epónimo: Gertrud Hurler con la
mucopolisacaridosis I, Charles Hunter con la MPS-II.

El compromiso de la sustancia blanca puede clasificarse en mielinoclástico y


dismielinizante. El primero se refiere al daño de la mielina normalmente formada,
mientras que los procesos dismielinizantes son los relacionados con la enfermedad
metabólica. A diferencia de las mielinoclásticas, en las enfermedades dismielinizantes
el patrón de compromiso es simétrico, de ambos hemisferios, con bordes difusos, sin
compromiso de fibras en U, pero que involucra la sustancia blanca cerebelosa. Se
incluyen en este grupo las enfermedades en las que se ha detectado una deficiencia
enzimática, como algunas en las que no se ha identificado aún un déficit enzimático
específico, como en la enfermedades de Alexander y Cockayne y en las leucodistrofias
sudanofílicas.
Otras leucodistrofias son la metacromática y la adrenoleucodistrofia, las enfermedades
de Krabbe, Canavan y Pelizaeus- Merzbacher. Algunas leucodistrofias son de origen
lisosomal, como la metacromática y la de células globoides o de Krabbe.
EIM – Radiología A.J.Morillo 49

Las leucodistrofias que se deben a alteraciones peroxisomales son la


adrenoleucodistrofia y la adrenoleucodistrofia neonatal. La más común de las
leucodistrofias lisosomales es la metacromática, en la que se ha detectado déficit de aril
sulfatasa A. Los sulfátides son importantes constituyentes de la vaina de mielina. Su
acúmulo en células gliales y neuronas se manifiesta con una reacción metacromática
característica en la tinción histológica. Se clasifica por la edad de aparición en infantil,
juvenil y adulta. El compromiso de sustancia blanca es extenso y simétrico.
Predomina la alteración de la sustancia blanca central de los centros semiovales sobre
la alteración de las fibras más periféricas. No se acompaña de reacción inflamatoria, por
lo cual no realza con el medio de contraste. El compromiso es anterior y posterior, y sus
hallazgos en RM se correlacionan bastante bien con los hallazgos macroscópicos en el
cerebro.

Ilustración 45. Leucodistrofia metacromática. Compromiso macroscópico e infiltración sural


(página siguiente).
EIM – Radiología A.J.Morillo 50

La enfermedad de Krabbe se debe a deficiencia de betagalactosidasa de


galactocerebrósido, otro componente de la mielina que se acumula en forma anormal,
formando las células globoides características de este EIM.
EIM – Radiología A.J.Morillo 51

Ilustración 46. Knud Krabbe, quien sufrió de enfermedad de Parkinson.

Ilustración 47. Células globoides típicas de la enfermedad de Krabbe.


EIM – Radiología A.J.Morillo 52

Ilustración 48. Enfermedad de Krabbe. Hallazgos macroscópicos, TC y RM


Nota Histórica: Knud Krabbe nació en el seno de una familia de médicos en Dinamarca. Su
inteligencia fue legendaria: a los tres años de edad, Krabbe hablaba griego; a los diez ¡publicó su
primer trabajo científico sobre un tema biológico! Aunque inicialmente se inclinó por la zoología, a
último momento se decidió por la medicina. Fue fundador y editor de la revista Acta Psychiatrica et
Neurologica Scandinavica, publicó un conocido texto de neurología y un libro, en ocho volúmenes,
sobre la anatomía cerebral comparativa.
EIM – Radiología A.J.Morillo 53

La distribución preferencial hacia los núcleos basales en el compromiso por enfermedad


de Krabbe se manifiesta en los estudios de especímenes y tiene una representación en
los estudios imaginológicos, aunque no es exclusiva de esta enfermedad. De nuevo, por
tratarse de un compromiso metabólico sistémico, pueden encontrarse inclusiones
anormales en otros órganos blanco, como en las células de Schwann en los nervios
periféricos.

Ilustración 49. Enfermedad de Krabbe. Inclusión globoide (flecha) en un nervio sural. Escala de 2
micras.
La producción de galactoesfingosina puede tener efectos tóxicos sobre los
oligodendrocitos, así que la producción de mielina en estos casos puede ser
defectuosa. Su desenlace suele ser fatal, y se manifiesta desde temprana edad. El
compromiso desmielinizante de la sustancia blanca es simétrico y extenso, y no
involucra las fibras arcuatas inicialmente. Se ha descrito en la enfermedad de Krabbe
EIM – Radiología A.J.Morillo 54

un aumento en la densidad (TC) de los tálamos y cabezas de los núcleos caudados. El


compromiso de la sustancia blanca es de predominio parietal.
La leucodistrofia peroxisomal por excelencia es la adrenoleucodistrofia, por déficit de
una enzima única, la acilCoA sintetasa. Esta enzima se utiliza para el metabolismo de
ácidos grasos de cadena larga, los cuales se incorporan a los ésteres de colesterol. Los
síntomas neurológicos pueden estar precedidos de una insuficiencia suprarrenal, Es
una entidad ligada a X, por lo que afecta sólo a hombres, con compromiso regresivo en
su comportamiento, además de trastornos visuales y auditivos. El compromiso
simétrico de la sustancia blanca se inicia en las regiones peritrigonales, y puede tener
tres zonas bien definidas, una central que muestra cavitaciones, una intermedia que se
asocia a una gran reacción inflamatoria activa y que realza con el medio de contraste, y
una periférica de desmielinización sin inflamación. La distribución puede ser similar en
otras entidades, como la enfermedad de Krabbe de inicio juvenil tardío, o incluso la
adrenoleucodistrofia metacromática en su fase inicial. El compromiso puede extenderse
en forma circunferencial a los cuerpos geniculados y tálamos, con extensión hacia los
lemniscos laterales y la sustancia blanca cerebelosa. Una leucodistrofia de distribución
similar, pero en el sexo femenino debe corresponder a otro tipo de enfermedad.
Además de su presentación clásica, la adrenoleucodistrofia puede tener otras
presentaciones, como la neonatal y la adrenomieloneuropatía.
La enfermedad de Canavan o degeneración espongiforme es otra de las leucodistrofias,
en este caso por deficiencia de aspartoacilasa. Tiene predilección por la raza judía, y es
de transmisión autosómica recesiva. Se manifiesta con megaloencefalia y aumento en
el peso cerebral. La sustancia blanca tiene consistencia de esponja, y, en contraste con
otras leucodistrofias, tiene predilección por las fibras en U. Se comprometen más los
lóbulos occipitales que los frontales y parietales, los cuales a su vez tienen mayor
compromiso que los temporales.
EIM – Radiología A.J.Morillo 55

Ilustración 50. Enfermedad de Canavan.

Ilustración 51. Espectroscopía por RM en la enfermedad de Canavan.


Es común que el globo pálido se encuentre marcadamente afectado, con menor
compromiso del mesencéfalo y la médula espinal. Se asocia a un importante deterioro
en las funciones neurológicas. La espectroscopía por RM puede identificar
específicamente el aumento en el aspartato, lo cual es de utilidad diagnóstica, pues los
hallazgos en el parénquima cerebral pueden ser similares a los de otros EIM, como la
enfermedad de Hurler.
La presentación clásica de la enfermedad de Pelizaeus Merzbacher se hace en la
primera década de la vida. Es una enfermedad recesiva, ligada al cromosoma X y de
EIM – Radiología A.J.Morillo 56

aparición progresiva, con manifestaciones neurológicas que incluyen movimientos


anormales, nistagmus y retardo psicomotor.
En esta enfermedad se ha encontrado una deficiencia en los lípidos de la mielina, con
ausencia de lipofilina, una apoproteína proteolipídica. Muestra atrofia cerebral y
cerebelosa, áreas de desmielinización en «parches» y gliosis. La mielina se preserva
mejor en las áreas perivasculares, dando el típico patrón de desmielinización de
aspecto «atigrado» o de «piel de leopardo».

Ilustración 52. RM en la enfermedad de Pelizaeus- Merzbacher.


EIM – Radiología A.J.Morillo 57

Ilustración 53. Enfermedad de Pelizaeus- Merzbacher.

En la enfermedad de Alexander no se ha definido el déficit enzimático específico.


Corresponde a una leucodistrofia que compromete preferentemente los lóbulos
frontales, patrón que puede tener utilidad diagnóstica. Se asocia también a aumento en
el peso cerebral. Microscópicamente se encuentra un depósito masivo de fibras de
Rosenthal, compuestas de filamentos de proteínas acídicas gliales fibrilares densas,
confinadas al citoplasma de los astrocitos. Estas fibras se acumulan alrededor de los
vasos sanguíneos, debajo de la superficie pial y alrededor del recubrimiento
EIM – Radiología A.J.Morillo 58

ependimario ventricular. El compromiso perivascular puede producir disrupción de la


barrera hematoencefálica, lo que se manifiesta como realce con el medio de contraste.

Ilustración 54. Enfermedad de Alexander.


El compromiso periependimario puede producir obstrucción en el acueducto de Silvio.
En el síndrome de Cockayne tampoco se ha identificado una deficiencia enzimática
específica. Además del retardo mental, hay compromiso por sordera y compromiso
ocular, tanto por atrofia óptica como por pigmentación retiniana y cataratas. Puede
haber engrosamiento meníngeo. El tejido cerebral se encuentra disminuido de tamaño,
hay calcificación de los ganglios basales y un patrón de desmielinización del tipo
«atrigrado».
Las leucodistrofias sudanofílicas corresponden a un grupo sin defecto enzimático
identificado, que se caracterizan por un mismo patrón de tinción histológica, el cual es
inespecífico. No tienen otras características imaginológicas, patológicas o bioquímicas
que permitan diferenciarlas. El proceso dismielinizante no tiene un patrón que permita
clasificarlas en alguno de los arriba descritos, pero es posible que algunas de estas
cambien de nomenclatura, una vez se identifiquen características diferentes que
permitan un diagnóstico más específico.
Los peroxisomas pueden estar disminuidos en número, función o ambos. Puede haber
ausencia de peroxisomas, o existir un número normal de ellos pero con disminución en
su actividad enzimática, tanto en una como en varias de sus enzimas. Muchos de estos
EIM tienen compromiso neurológico, manifestado como alteraciones en la migración
neuronal, procesos dismielinizantes y neuropatías craneales y periféricas. Los
EIM – Radiología A.J.Morillo 59

desórdenes peroxisomales incluyen algunas de las leucodistrofias ya mencionadas,


como las adrenoleucodistrofias.
Un ejemplo de disminución en la función de los peroxisomas, con compromiso de
múltiples enzimas es el síndrome cerebro-hepato-renal de Zellweger, en el que hay
ictericia y un marcado retardo mental con hipotonía. Las anormalidades cerebrales
incluyen alteraciones en la migración neuronal, con corteza engrosada y disminución en
el volumen de sustancia blanca. También hay paquigiria y polimicrogiria, con focos de
heterotopia periventricular y cortical. Se presentan quistes renales corticales y
calcificaciones anormales en el trocánter mayor, cartílagos trirradiados y rótulas,
además de facies dismórficas y alteraciones oculares comunes a otras alteraciones
peroxisomales.
Otro de los desórdenes peroxisomales dados por deficiencia de enzima única es la
enfermedad de Refsum, en la que se encuentra deficiencia de la 2 hidroxilasa del ácido
fitánico. Al no poderse procesar el ácido fitánico exógeno, éste se incorpora a la
mielina. Esta incorporación es mayor en los nervios periféricos, en donde el recambio
de mielina es más rápido. La mielina anormal es menos viable, lo cual produce
desmielinización, también mayor en el SN periférico que en el SNC. La sustancia blanca
anormal puede demostrarse como de baja densidad en TC o de alta señal en RM
(secuencias T2). El compromiso puede ser extenso y es simétrico, involucra también la
cápsula interna en su rodilla y brazo posterior, así como las fibras piramidales en
pedúnculos y protuberancia. En la enfermedad de Refsum hay además compromiso
esquelético, con displasia epifisiaria y alteración en la longitud del segundo
metacarpiano.
Nota Histórica: Sigvald Refsum es el «decano» de la neurología noruega. El síndrome fue descrito
inicialmente como Heredopathia atactica polyneuritiformis en su tesis doctoral. Veinte años después de
describirlo, se dilucidaron los trastornos bioquímicos que lo explican, y el mismo Refsum lo llamaba,
en una muestra de modestia, «enfermedad de depósito de ácido fitánico» .
Además de los desórdenes peroxisomales, las alteraciones mitocondriales pueden
afectar tanto la sustancia blanca como la gris. Este patrón de compromiso cerebral
EIM – Radiología A.J.Morillo 60

también se observa en entidades como la galactosemia y en los desórdenes en el


metabolismo del cobre, como las enfermedades de Menkes y Wilson.
La demostración de acidosis láctica orienta hacia los desórdenes mitocondriales. La RM
con espectroscopía puede identificar específicamente este metabolito en forma no
invasiva. Estos desórdenes pueden afectar órganos diferentes al cerebro, como las
glándulas endocrinas, con déficit de hormona del crecimiento y enanismo,
hipoparatiroidismo e hipotiroidismo. El compromiso mitocondrial del sistema
hematopoyético produce anemias normocrómicas; en el miocardio se producen
miocardiopatías y bloqueos; en los ojos se presenta la retinopatía pigmentaria por un
desorden mitocondrial; hay también varias disfunciones hepáticas por esta causa.
Varias de estas entidades tienen presentaciones clínicas que se superponen, pero se
pueden identificar varios síndromes mitocondriales que involucran el SNC: MELAS,
MERRF, y los síndromes de Kearns- Sayre y Leigh.
MELAS es la sigla que describe la encefalomielopatía mitocondrial con acidosis láctica y
episodios seudovasculares (Mitochondrial Encephalopathy, Lactic Acidosis, and Stroke-
like events). Se presenta con compromiso neurológico focal en varios episodios, que
simula infartos, involucrando especialmente los aspectos posteriores de ambos
hemisferios.

Ilustración 55. RM en MELAS.


Puede asociarse a convulsiones. Los vasos sanguíneos son normales en los estudios
angiográficos. Las lesiones agudas son áreas de encefalomalacia con gliosis y
proliferación vascular, y pueden ser reversibles, con desaparición en un período de un
EIM – Radiología A.J.Morillo 61

mes, aunque pueden dejar un foco atrófico. También puede haber compromiso de
ganglios basales, con necrosis o calcificación.

Ilustración 56. MERRF.


MERRF es otra sigla, que significa epilepsia mioclónica con fibras rojas irregulares
(Myoclonic Epilepsy with Ragged Red Fibers). Además de la epilepsia y la debilidad
muscular, puede haber, como en la MELAS, signos generales de citopatía mitocondrial,
como baja talla, alteraciones en la conducción cardíaca y deficiencias endocrinas. La
sustancia blanca puede estar comprometida por degeneración espongiforme. Cerca de
la mitad de los casos tienen estudios de neuroimágenes normales.

Ilustración 57. Degeneración pigmentaria retiniana en el síndrome de Kearns- Sayre.


EIM – Radiología A.J.Morillo 62

El síndrome de Kearns- Sayre es una oftalmoplejía externa progresiva, con


degeneración pigmentaria de la retina, bloqueo cardiaco y debilidad de extremidades.
Sus manifestaciones clínicas puede ser similares a la MELAS y la MERRF.

Ilustración 58. Síndrome de Kearns - Sayre. Oftalmoplegía externa progresiva.


Se pueden presentar calcificaciones y depósitos férricos en los ganglios basales, con
atrofia mesencefálica y cerebelosa, con compromiso de la sustancia blanca supra e
infratentorial.

Ilustración 59. Síndrome de Kearns- Sayre.


La encefalomielopatía necrotizante subaguda, conocida como síndrome de Leigh, es
una disfunción mitocondrial en estado terminal. Los hallazgos patológicos en el SNC
EIM – Radiología A.J.Morillo 63

son similares a los de otras alteraciones mitocondriales. Hay proliferación vascular en


la región gangliobasal, tallo y médula, con compromiso cortical temprano. En RM es
característico el compromiso del globo pálido y de núcleos talámicos y subtalámicos, así
como en la base de los pedúnculos cerebrales.

Ilustración 60. RM en el síndrome de Leigh.


EIM – Radiología A.J.Morillo 64

Ilustración 61. RM en el síndrome de Leigh


Aunque el edema en la fase aguda es muy marcado, también es notoria la
recuperación, dejando pequeñas lesiones residuales que simulan infartos lacunares.
La enfermedad de Alpers o poliodistrofia se asocia a deficiencia de citocromo c oxidasa
o de cocarboxilasa pirúvica hepática. Produce convulsiones, retardo mental y
espasticidad, que progresan a descerebración. Hay degeneración espongiforme cortical
con reacción astrocítica. Puede haber depósitos cálcicos y férricos en los ganglios
basales. Las imágenes diagnósticas muestran cambios inespecíficos, lesiones focales
de sustancia gris y blanca asociadas a edema y atrofia marcada.
La enfermedad de Menkes es una entidad rara, ligada al cromosoma X, en la que hay
alteraciones en el transporte de cobre. Además de deficiencia de mielina en los centros
semiovales y tractos largos a través de la protuberancia, hay importante atrofia cerebral
y cerebelosa, con dilatación ventricular.
EIM – Radiología A.J.Morillo 65

Ilustración 62. Enfermedad de Menkes.


Se encuentran higromas y hematomas subdurales, además de cambios óseos, como la
reacción perióstica diafisiaria de huesos largos.
En los casos de MELAS, pueden ser evidentes los cambios de tipo isquémico. Sin
embargo, varias de los EIM de origen mitocondrial se asocian a eventos isquémicos:
MELAS, MERRF, Leigh, homocistinuria, etc., por lo que éste no es un hallazgo muy útil
en el diagnóstico diferencial.
Los desórdenes del metabolismo de aminoácidos incluyen la fenilcetonuria, debida a
deficiencia en la hidroxilasa de fenilalanina, presente normalmente en páncreas, hígado
y riñones. Este déficit impide la conversión de la fenilalanina, un aminoácido dietario
esencial, en tirosina. La tirosina es indispensable para la producción de proteínas. Los
ácidos fenilpirúvico y fenilacético que se acumulan son tóxicos cerebrales, por lo que
producen defectos en la migración neuronal y retardo y producción defectuosa de
mielina. Hay pobre pigmentación, que puede afectar el pelo y el contenido melanótico
de algunas neuronas, como las de la sustancia negra. Hay retardo mental y motor con
movimientos anormales (temblor) y convulsiones. Los cambios en RM pueden estar
confinados a la sustancia blanca profunda peritrigonal, pero pueden extenderse a toda
la sustancia blanca periventricular, con atrofia cortical asociada. Estos cambios no se
correlacionan con el compromiso intelectual ni con la eficacia de los regímenes
EIM – Radiología A.J.Morillo 66

alimentarios. Otra forma de hiperfenilalaninemia es la llamada «maligna», en la que se


presentan convulsiones y retardo mental desde una edad temprana, y se debe a otras
deficiencias: de dihidropteridina reductasa o de tetrametilina hidrofolato reductasa, que
produce un defecto en la biosíntesis de dihidrobiopterina. En esta forma de depósito
anormal de fenilalanina, hay una apariencia característica: pequeñas calcificaciones
gangliobasales y de la sustancia blanca subcortical, con atrofia.
La homocistinuria se debe a deficiencia de cistatión beta sintetasa. Un tercio de los
pacientes tiene apariencia marfanoide. Hay rubor cutáneo malar y luxación del
cristalino. Se pueden presentar eventos isquémicos por compromiso arterioesclerótico
de los vasos sanguíneos cerebrales. Este compromiso puede ser la manifestación
imaginológica más importante, además de lesiones inespecíficas de sustancia blanca.
La enfermedad de orina en miel de arce (descrita por John Menkes), debida a la deficiencia
de una enzima necesaria para la descarboxilación oxidativa de los cetoácidos
producidos durante la degradación de los aminoácidos de cadena, leucina, isoleucina y
valina. Esta entidad se manifiesta en el período neonatal, con vómito y pobre desarrollo,
seguido de convulsiones y de alteración en el estado de conciencia que puede llegar al
coma. Pueden encontrase alteraciones en la migración neuronal, que implica su inicio in
útero. Hay marcado edema cerebral y se presentan en forma característica cambios
espongiformes de la sustancia blanca cerebelosa, tallo posterior, pedúnculos
cerebrales y brazos posteriores de las cápsulas internas. Hay marcado retardo en la
mielinización, especialmente en los tractos corticoespinales. En los primeros días de
vida puede no haber representación imaginológica.
Las acidemias son debidas a deficiencias de carboxilasas CoA, que evitan la conversión
a ácido succínico y producen cetoacidosis, con excreción de aminoácidos en orina. La
metilmalónica y la propiónica pueden presentarse con cuadriparesia temprana y retardo
mental. Hay atrofia difusa. En la acidemia metilmalónica, típicamente se ha descrito el
compromiso aislado de los globos pálidos, visible tanto en TC como en RM. Estos
cambios pueden ser reversibles o persistentes.
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Ilustración 63. Acidemia metilmalónica. Espectroscopía por RM.

La aciduria glutárica se presenta con un cuadro encefalopático agudo progresivo y


parálisis espástica. Hay también atrofia, de predominio frontotemporal, con un
ensanchamiento silviano que se ha denominado en «alas de murciélago». Hay
alteración en la señal de la sustancia blanca y compromiso de los núcleos lenticulares
y de los caudados.
El compromiso gangliobasal puede ayudar en el diagnóstico diferencial, pero sigue
siendo un hallazgo inespecífico. Varias entidades metabólicas presentan esta
distribución, como la hipoxia, la ferrocalcinosis, las enfermedades de Wilson y Leigh, la
MELAS, la MERRF, etc.
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La degeneración hepatolenticular o enfermedad de Wilson es una alteración en el


metabolismo del cobre, con incapacidad hepática para manejarlo, por lo cual se
producen depósitos de Cu en diferentes órganos.

Ilustración 64. Samuel A.K.Wilson.


Nota histórica: Samuel Wilson fue hijo de un clérigo irlandés. Nació en el estado de New Jersey,
EE.UU, y estudió en Edimburgo. Se formó como neurólogo en Francia y Alemania y trabajó
siempre en el Hospital for Nervous Diseases en Londres. Es posible confundir su nombre, pues a la
usanza de la época, unió su segundo nombre a su apellido, para ser conocido como Kinnier Wilson.
Sus conferencias eran famosas por su estilo lúcido y por sus presentaciones dramáticas. Wilson
disfrutaba de actividades extremas, como el golf, la jardinería y la linguística. Para algunos, fue una
persona arrogante e insensible. Se dice que, a uno de sus pacientes con un raro desorden
neurológico, le dijo: «¡Asegúrese de hacerme llegar su cerebro cuando usted muera!»
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Ilustración 65. Enfermedad de Wilson (TC).


El compromiso neurológico es variado en cuanto a su gravedad. Es típico el hallazgo
del anillo de Kayser Fleischer en el limbo corneano.
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Ilustración 66. Enfermedad de Wilson. Anillo corneano típico.


Hay disfunción hepática con ictericia y disfunción renal.

Ilustración 67. Compromiso hepático macroscópico por enfermedad de Wilson.


Además de las alteraciones en la maduración y densidad óseas, se han descrito
anormalidades gangliobasales, con aumento en la densidad en TC o señal anormal en
RM. En RM, las alteraciones en la señal pueden ser atípicas (alta señal en T1 a pesar
de parecer calcificaciones en TC), lo que se ha atribuido a depósitos cálcicos cuyo
EIM – Radiología A.J.Morillo 71

tamaño molecular tiene efectos paramagnéticos, o a depósitos de cobre. Puede


presentarse atrofia selectiva de la cabeza del núcleo caudado y núcleo lenticular, dando
dilatación de cuernos frontales.
La ferrocalcinosis perivascular familiar o calcinosis estriatopalidodentada, llamada
enfermedad de Fahr, se puede manifestar con extensas calcificaciones de los núcleos
basales y núcleos dentados. Se asocia a rigidez y a deterioro mental.
Nota Histórica: Taybi anota que el nombre de Fahr no es apropiado, pues fue Bamberger en 1855 y
no Fahr, quien publicó su descripción en 1930, no fue Fahr el primero en describirla, ni tampoco
hizo Fahr aportes importantes en la comprensión de esta entidad.

Ilustración 68. Enfermedad de Fahr (TC).


El diagnóstico de los EIM se puede esquematizar como uno de los complejos ciclos
metabólicos que se ven afectados en estas entidades, en donde hay muchos factores
que se deben tener en cuenta, tanto clínicos como paraclínicos. Definitivamente, las
imágenes diagnósticas hacen importantes aportes en el diagnóstico de estas entidades,
EIM – Radiología A.J.Morillo 72

y parecen tener mucho más aplicaciones en el futuro, con el desarrollo de técnicas más
confiables de evaluación bioquímica mediante RM.

Pediatría Tamizaje
Epidemiología
Neurología
Clínica Bioquímica

Nutrición

Patología Genética

Endocrinología Consejería
Imágenes diagnósticas

Ilustración 69. Ciclo diagnóstico de los EIM.


Sin embargo, los hallazgos imaginológicos no pueden tomarse en forma aislada, pues
muchas entidades tienen presentaciones similares y la gran variedad de desórdenes
dificulta su diagnóstico preciso. La nomenclatura de muchas de estas entidades es
confusa, y la información clínica no siempre está disponible al momento de hacer el
análisis de los hallazgos imaginológicos. No parece posible enfatizar lo suficiente en la
relevancia de la información clínica y en la necesidad de llegar a estudios bioquímicos o
genéticos complejos o de obtener muestras de tejidos para llegar a un diagnóstico
definitivo, como se ha ilustra con las imágenes histológica de las células globoides
características de la enfermedad de Krabbe. Muchos de los hallazgos son inespecíficos,
por lo que el papel de las imágenes diagnósticas es el de detectar las anormalidades
presentes y analizar todos los hallazgos, para que, junto con la información clínica y
bioquímica se pueda llegar a un diagnóstico diferencial inicial.
EIM – Radiología A.J.Morillo 73

Muchos de estos pacientes y sus familias requieren del apoyo de equipos


multidisciplinarios, lo cual ha hecho surgir grupos de personas con familiares afectados
que formulan preguntas y buscan soluciones, información o apoyo.

A menos que se conformen grupos multidisciplinarios, en los que definitivamente debe


participar el radiólogo, no se logrará adquirir suficiente experiencia con el abordaje de
estos casos, lo que lleva a demoras en su diagnóstico y tratamiento, y a un posible
compromiso de su pronóstico.
EIM – Radiología A.J.Morillo 74
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Algunas Referencias
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Tayby H, Lachman RS: Radiology of Syndromes, Metabolic Disorders, and Skeletal
Dysplasias. 4th edition. Mosby – Year Book, St Louis, 1996.
La interred ha demostrado ser una fuente inagotable de referencias, esquemas y fotografías. El uso de motores de búsqueda
convencionales permite una velocidad de navegación tan alta, que en ocasiones se pierde la pista de los sitios visitados, con la
consiguiente omisión involuntaria de las respectivas referencias. Sin embargo, un viajero virtual avezado puede rehacer el camino
navegado o encontrar nuevos senderos por las diferentes disciplinas del conocimiento.
Una versión previa de esta conferencia hizo parte del Curso sobre Errores Innatos del Metabolismo.
Pontificia Universidad Javeriana, mayo 17 y 18 de 2001.

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