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Corazones de arena Cuando una mujer y un hombre se aman, los corazones son como dos terrones de arena, son

frgiles y sensibles a los movimientos de ambos, a veces son tan sensibles o los movimientos tan bruscos, que estos, se desploman en el rido suelo bajo los pies de esta personas, son enormes cantidades de arena las que cubren el suelo de este lugar, de tantos corazones rotos que al chocar con el suelo, se fusionan formando parte de los ridos escombros, dejando a las pobres criaturas, seres amantes, sin motor para seguir adelante y tras una suave brisa, tambin se desmoronan formando parte de esa extraa arena roja y gris. Pero en algunas ocasiones, aun cuando los corazones son frgiles y son sometidos a horridos golpes y los corazones impactan contra los diminutos fragmentos de seres, ahora inanimados y corazones que en algn momento, su latir retumbo como los truenos ms fuertes, tras semejante cada, se descomponen en diminutas partculas, imposibles de volver a unir, pero la mujer puede tomar sutilmente un puado de arena y formar un nuevo corazn, ms grande, ms fuerte que cualquier otro, el hombre, del mismo modo, forja un nuevo corazn para su amada, los cuales, al pasar la suave brisa, los corazones comienzan a arder tanto, que se funde formando un material cristalino, duro, imposible de romper, que ni la ms fuerte de las cadas, la ms brusca de las perturbaciones lograr romper, estos nuevos corazones, porque son puros y forjados bajo la llama de la fe y la esperanza.

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