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TODO LO QUE USTED SIEMPRE QUISO SABER SOBRE

LA MINERÍA, PERO NUNCA SE ATREVIÓ A


PREGUNTAR

Dossier preparado por la Fundación PROHUNA

¿De que hablamos cuando hablamos de Minería?


La minería es la obtención selectiva de los minerales y otros
materiales a partir de la corteza terrestre. También llamamos minería
a la actividad económica primaria relacionada con la extracción de
elementos de los cuales se puede obtener un beneficio económico.

Si bien esta primer definición nos habla de una actividad económica


que desarrolla el hombre en busca de beneficios, de ninguna manera

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podemos concebirla en abstracto, ignorando el contexto donde se
lleva a cabo o solo privilegiando su aspecto económico empresarial.
La definición también nos habla de la obtención de minerales a partir
de la corteza terrestre, razón por la cual entramos de lleno en un
contexto ambiental. De igual manera, toda actividad económica se
encuentra regida por normativas que la regulan y controlan,
encuadrándolas dentro de un contexto jurídico legal. Finalmente, y el
más importante de todos, está el contexto humano y social. En
definitiva, el hombre será el depositario de los beneficios y de los
perjuicios que la minería le produzca.

Por todo esto, debe quedar en claro que cada vez que hablamos de
Minería, hablamos de un todo indivisible conformado por lo
económico, lo ambiental, lo legal y lo social. Privilegiar a cualquiera
de las partes por sobre el resto, inevitablemente generará conflicto
social e impedirá el desarrollo de la actividad.

Cuando hablamos del Contexto Económico, hablamos de canon y


regalías, representatividad minera en la producción local, exenciones,
ganancias, aportes al fisco, mano de obra que genera, valor real de
las inversiones, etc.

Cuando hablamos del Contexto Ambiental, hablamos de suelos,


cursos de aguas superficiales y subterráneas, ecos regiones, áreas
protegidas, pasivos ambientales, contaminación, etc.

Cuando hablamos del Contexto Jurídico Legal, hablamos de toda la


normativa minera y ambiental vigente o de la ausencia de ellas.

Cuando hablamos del Contexto Social, hablamos del desarrollo


humano, de los Pueblos Originarios, de las organizaciones civiles que
defienden al medio ambiente.

Un poco de historia

La minería fue una actividad marginal en el país hasta la década del


’90, cuando el gobierno de Carlos Menem decidió promover las
inversiones en el sector con un combo de beneficios que incluyó
desgravaciones impositivas, tope de 3 por ciento a las regalías
provinciales, estabilidad fiscal por 30 años y libertad para disponer de
las utilidades. A partir de la devaluación, esos incentivos se

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combinaron con una reducción significativa de los costos de
producción, lo que les permitió a las empresas multiplicar sus
ingresos de manera notable. Según un reciente informe de la Cepal,
la utilidad de las 38 mineras más grandes, antes del pago del
impuesto a las Ganancias, promedió 50,4 por ciento en el período
2003-2004 y es probable que desde entonces haya crecido aún más.

En el sector operan dos tipos de empresas: las que realizan la


actividad de prospección para localizar un sitio con potencial
geológico de interés económico y las grandes multinacionales que
compran los preproyectos y, en caso de comprobarse su viabilidad,
desembolsan las inversiones necesarias para llevarlo adelante.

El porqué de la Minería a Cielo Abierto

Aquella imagen del minero sacrificado, que junto a su pico se va


internando en las oscuras profundidades del socavón, hoy solo
sobrevive en nuestro imaginario colectivo. La minería tradicional de
galerías subterráneas ha sido reemplazada por la minería llamada “a
cielo abierto”. Veamos porqué:

En la actualidad los recursos minerales con un cierto grado de


concentración natural han sufrido una gran disminución cuantitativa y
cualitativa en todo el planeta. Los minerales remanentes, hoy se
encuentran en un estado de diseminación y en partículas ínfimas
dispersas en las rocas montañosas, por lo cual es imposible
extraerlos con los métodos tradicionales.

Para apropiarse de los minerales y concentrarlos, una vez detectados


por satélite, la compañía minera debe producir la voladura de
montañas enteras, que son convertidas primero en rocas y luego
trituradas, para aplicárseles luego una sopa de sustancias químicas
que separan y capturan los metales del resto de la roca. Para ello se
emplea cianuro, mercurio, ácido sulfúrico y otras sustancias tóxicas,
acumulativas y persistentes, de alto impacto en la salud de las
personas y el medio ambiente.

A raíz de la escasez y su estado de diseminación, cuanto más baja es


la ley del mineral, mayor es la cantidad de explosivos y volúmenes de
agua que se requiere para extraerlos. Resumiendo: a mayor
rentabilidad de la empresa minera, obtenida en el menor
tiempo posible, mayor es la contaminación ambiental y la
devastación del ecosistema en el cual se instala el
megaproyecto minero.

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El Modelo de las minas a Cielo Abierto

El caso del yacimiento Bajo de la Alumbrera, situado en Catamarca,


que empezó a funcionar en 1997, permite ver en perspectiva el
funcionamiento del modelo. Se trata del mayor emprendimiento
minero del país, y se extiende en varias provincias: aunque se
encuentra en Catamarca, el concentrado es transportado en un
mineraloducto de 316 kilómetros que llega hasta Tucumán,
atravesando poblaciones y lechos de río. Luego de su tratamiento y
una vez obtenido los metales, éstos son transportados por un
ferrocarril propio (el tren azul) hasta las instalaciones portuarias
(también propias) de San Lorenzo, en Santa Fe.

Horacio Machado, investigador de la Universidad Nacional de


Catamarca, indica que la compañía minera obtuvo un permiso de
extracción de 1.200 litros de agua por segundo. alrededor de 100
millones de litros por día!!!. Respecto del consumo de energía,
para 2003, éste fue de 764,44 GW. Esto equivale al 170% del total
del consumo de la provincia de Catamarca y al 87% de Tucumán.

Por supuesto, todos estos datos, que no son incluidos en el costo final
del producto, presagian nuevos problemas, que van desde la escasez
de agua hasta la demanda de construcción de nuevas represas
hidroeléctricas, enteramente al servicio de las compañías mineras,
algo previsto para los futuros emprendimientos.

La resistencia al Modelo Cielo Abierto

Más de uno debe preguntarse por qué existe cada vez más gente que
se opone a la explotación de la minería a cielo abierto en nuestro
país. ¿Será que los gobiernos y las grandes transnacionales mineras
no trasmiten correctamente las “ventajas” y “oportunidades” del
nuevo modelo? ¿Será que la gente no está en condiciones de
comprender el impacto que en términos de trabajo, progreso y
desarrollo tendría la industria metalífera a gran escala, sobre todo en
aquellas provincias pobres y relegadas de nuestra geografía? Éstos
parecen ser los principales argumentos que repiten funcionarios,
técnicos nacionales y provinciales y, por supuesto, las grandes
compañías mineras, que hoy buscan legitimar el modelo.

La expansión de la minería a cielo abierto, con la utilización de


sustancias tóxicas que implican altos niveles de afectación del medio
ambiente, y un uso desmesurado de recursos, entre ellos, el agua y
la energía, no es patrimonio exclusivo de la Argentina, sino que

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recorre a gran parte de América Latina.

Las estadísticas son más que elocuentes: mientras que en el período


1990-1997 la explotación minera a nivel mundial creció el 90%, en
América Latina lo hizo en un 400%. No es casual entonces que hayan
surgido diferentes movilizaciones tanto en la Argentina como en Perú,
Ecuador, Guatemala o Chile que se oponen al avance de estos
grandes proyectos, exigen la derogación de las leyes mineras y la
realización de consultas populares, que permitan expresar la opinión
de las comunidades afectadas.

El caso más dramático es el de Perú, donde las protestas de las


comunidades campesinas contra los megaproyectos de minería ya
han dejado un saldo de varios muertos, heridos y centenares de
comuneros judicializados.

Jujuy ha comenzado a despertarse

Hoy, en nuestra Provincia han comenzado a escucharse numerosas


voces que se pronuncian en contra de este modelo de minería. Sería
un grave error por parte de los tres poderes del Estado, como de las
propias compañías mineras, descalificarlas de antemano.

La minería es un asunto demasiado importante para la vida y el


bienestar del pueblo jujeño, como para dejarlo liberado a la
interpretación o a los intereses de unos pocos. El tema minero ya no
es un secreto guardado bajo siete llaves en Jujuy. Ha ocupado un
lugar central en la agenda pública y la gente lo sabe. Es muy fácil
para cualquier ciudadano darse cuenta que la ecuación costo
beneficio que este modelo de minería propone, no es viable: el
dinero invertido en minería es mucho, pero la mayor parte de
esa inversión se hace en el exterior y se invierte muy poco
dentro de nuestro país. Sin embargo, los puestos de trabajo
creados, no son tantos y el riesgo del medio ambiente es alto.
Para las provincias, las regalías son bajas mientras que las
ganancias son enormes, sólo para las empresas mineras.
Cabe preguntarse entonces ¿Aparte de las compañías mineras, quién
se beneficia con este modelo de minería?

El pueblo de Jujuy le hará esta pregunta con mayor insistencia a sus


representantes y, si no escucha una respuesta que contemple el
interés general por sobre los intereses particulares, pedirá que se
castigue a aquellos que privilegiaron un supuesto beneficio económico
por sobre la salud, el medio ambiente y una posibilidad real de
desarrollo para las futuras generaciones jujeñas.

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La Minería en la Provincia de Jujuy

La mayor parte de la actividad minera en nuestra provincia está


caracterizada por la explotación de canteras, áridos, sal, borato, cal y
buscadores de oro artesanales. En sí, estos emprendimientos no son
de gran envergadura y el impacto que producen sobre el medio
ambiente es relativamente menor. Esto no equivale a decir que no
deban adoptar todas las medidas necesarias para mejorar o adaptar
la tecnología con la cual trabajan, para que funcionen en consonancia
con la normativa vigente de preservación del medio ambiente.

A la fecha, los dos únicos grandes emprendimientos mineros en la


provincia, que encajan dentro del modelo de la mega minería
contaminante, son Minera El Aguilar y Minas Pirquitas. Veamos
porqué:

El caso Mina Pirquitas:

“Silver Standard Resources ya tiene la venia del gobierno para


explotar una mina a cielo abierto”.

Este titular fue publicado en el sitio www.informeglobal.com.ar


Transcribimos parte del artículo, ya que nos ilustrará detalladamente
sobre lo acordado entre el Estado Provincial y la minera
transnacional.
.
”Ayer, en el Salón Blanco de Casa de Gobierno de Jujuy, con la
presencia del Gobernador de la Provincia, Eduardo Fellner, el
Presidente de Silver Stándard Resources Inc. propietario de
Mina Pirquitas, Robert Quatermain y el Secretario de Minería
de la Nación Jorge Mayoral, la empresa presentó el programa
de desarrollo y explotación de la veta a cielo abierto.

Asistieron al encuentro el Ministro de la Producción y Medio


Ambiente contador Hugo Tobchi, el Vicepresidente de Silver
Standard Resoucers Joe Obsnek, el Gerente de Mina Pirquitas,
William Pincus, el administrador del proyecto Fortunato
Cortés, representantes de la Cámara Minera de Jujuy,
instituciones gremiales y autoridades de la Universidad
Nacional de Jujuy, entre otros.

El Presidente de Sunshine Robert Quatremain indicó que la


producción calculada en este predio minero, colocan a Minas
Pirquitas entre las primero diez mayores productoras de plata
del mundo, con una producción aproximadamente entre 9 y
diez millones de onzas anualmente, con un margen de

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explotación efectiva de por lo menos nueve años más.

Esto es gracias a una legislación permisiva, desde comienzos


de los ’90, la minería tuvo un crecimiento sin precedentes en
la Argentina. Las empresas ven el sector y su estable marco
legal con muy buenos ojos para la inversión, ya que la
rentabilidad es alta y no hay retenciones a las exportaciones o
controles de precios que molesten, como en otras ramas de la
economía. Por el contrario, las leyes y resoluciones para la
industria fomentan las ganancias empresariales de manera
exponencial. No sorprende, entonces, que la cantidad de
proyectos mineros aumentara de 50 a 200 en los últimos dos
años.

La exploración del suelo en la Argentina ya superó los 300.000


metros de perforaciones. En tanto, la exportación de
minerales y productos derivados aumentó en un 31% el año
pasado, superando los $ 4.700 millones. Pero ninguno de esos
pesos volvió al país, ya que la minería es la única industria
que no liquida sus divisas en el Banco Central.

El Gerente General de Sunshine Argentina William Pincus


indicó que nunca vio un apoyo para la actividad minera, como
el recibido en Jujuy, "tanto en los malos como en los buenos
tiempos, agradeciendo luego fuertemente a todos los que
apoyaron este emprendimiento".

El Secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral afirmó


que "es un placer estar en Jujuy compartiendo un anuncio de
estas características, encontrando los caminos que nos
permitan lograr algunos de los sueños".

Finalmente el Gobernador Eduardo Fellner recordó diversos


encuentros mantenidos con las autoridades de la empresa, en
procura de la reactivación de este predio minero.

Dijo que en aquella oportunidad, se había generado mucha


expectativa en la provincia y en los pueblos cercanos al
yacimiento, sobre los montos de inversión que destinaría la
empresa hacia la provincia, recordando que los mismos eran
momentos muy difíciles, en donde "los jujeños casi estaban
acostumbrados a escuchar promesas y que nunca se
convirtieran en realidad".

Luego, indicó que la provincia ofreció seguridad jurídica,


estabilidad fiscal, políticas adecuadas de acompañamiento y
apoyo técnico, requiriendo desde un primer momento como

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condición para reactivar el predio, que ante la explotación de
los recursos naturales, se debía apuntar a un desarrollo
sustentable de la gente de esa comunidad y que la producción
minera vaya acompañando al cuidado del medio ambiente.

Como broche de 'plata' las autoridades de la Empresa Minera y


dos operarios mineros obsequiaron a Fellner, Mayoral y Tobchi
tres lingotes de plata, extraídos de las canteras de Mina
Pirquitas y fundidos en la planta de la ciudad de Palpalá”.

La lectura del artículo nos permite sacar algunas conclusiones


fundamentales para entender la situación intrínsecamente injusta en
la ecuación costo-beneficio que propone este Modelo de Minería.

Todo para el pescador, nada para el pescado:

Este era el simpático slogan (para el pescador, por supuesto) con el


que una conocida casa de venta de artículos de camping de nuestra
ciudad, promocionaba sus productos de pesca. Nunca más acertada
resulta la extrapolación del slogan para graficar el problema que nos
ocupa.

¿Qué le ofreció el Gobernador de Jujuy a Silver Standar Resources


Inc. para que explote una mina a cielo abierto en nuestra provincia?

Eduardo Fellner les ofreció seguridad jurídica, estabilidad fiscal y


políticas adecuadas de acompañamiento.

¿Qué le permite poder ofrecer todo esto? ¿Qué significa cada uno de
estos incentivos?

Para poder responder con propiedad es necesario que hagamos un


poco de historia. El llamado “boom minero” tiene su origen en las
leyes de entrega de los recursos naturales que iniciara el gobierno de
Carlos Menem en los años noventa y en la ley de Reforma del Estado
Nº 23.698/89. No era otra de sus perversas iniciativas, sino la
ejecución de planes nacidos en los centros del poder, el Banco
Mundial y las grandes corporaciones americanas, canadienses,
británicas o australianas para apropiarse de nuestros recursos
metalíferos frente a la demanda de China, India y el emporio militar
norteamericano. No es casual que en la misma década, la
globalización promoviera leyes semejantes en más de 70 países
donde llegaron las transnacionales para apropiarse de sus metales. La
búsqueda de nuevos Eldorado se multiplicó ante la depreciación del
dólar; el Banco Mundial participaba como socio minoritario a través
de su Corporación Financiera Internacional.

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En la Argentina, la Reforma de la Constitución de 1994 otorgó a las
provincias la propiedad de todos los recursos del subsuelo:
”Corresponde a las provincias el dominio originario de los
recursos naturales existentes en su territorio (Art. 124)”. En
una primera lectura de este artículo podríamos inferir que se trata de
un reconocimiento o de una reivindicación para los Estados
Provinciales, que con el cobro de regalías, se beneficiarían
engrosando sus arcas. Sin embargo, la cosa era muy distinta. Se
trataba de una reforma engañosa que invitaba a la balcanización.

Lo paradojal de esta situación es que, por un lado, la Constitución


dice que las provincias son dueñas de los recursos naturales
existentes en sus territorios, y por el otro, las obligaron a adherirse a
un Ley Nacional, la ley 24.196/93 de Promoción a las
Inversiones Mineras, que en su articulado establece beneficios
fiscales de excepción para las empresas mineras. Jujuy, siguiendo la
tendencia nacional, también adhirió a esta ley nacional, a través de la
Ley Provincial 4.965 y, de esta manera, claudicó a cualquier
pretensión de tener un marco regulatorio propio que le permitiera
recaudar impuestos y regalías acordes a sus necesidades y acordes
con las fabulosas ganancias que obtienen los megaproyectos mineros.

Las empresas mineras gozan de las mayores ventajas del


empresariado argentino: no se les aplican retenciones como al agro y
a los hidrocarburos y, como ya dijimos, tienen beneficios fiscales de
excepción, establecidos en la ley 24.196/93. Veamos que dice al
respecto su Art.8: “Los emprendimientos mineros comprendidos
en el presente régimen gozarán de estabilidad fiscal por el
término de 30 años contados a partir de la fecha de
presentación de su estudio de factibilidad. La estabilidad fiscal
significa que las empresas que desarrollan actividades
mineras en el marco del presente Régimen de Inversiones no
podrán ver afectada en más la carga tributaria total,
determinada al momento de la presentación, como
consecuencia de aumentos en las contribuciones impositivas y
tasas, cualquiera fuera su denominación, en los ámbitos
nacional, provinciales o municipales será también aplicable a
los regímenes cambiario y arancelario, con exclusión de la
paridad cambiaria y de los reembolsos, reintegros y/o
devolución de tributos con motivo de la exportación.”

En cuanto a las ganancias, su Art 12 indica que “..podrán deducir


en el balance impositivo del impuesto a las ganancias, el
100% de los montos invertidos en gastos de prospección,
exploración, estudios especiales, ensayos mineralúrgicos,
metalúrgicos, de planta piloto, de investigación aplicada y
demás trabajos destinados a determinar la factibilidad técnico

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económica de los mismos”; y agrega en el art. 13: “Las
inversiones de capital que se realicen para la ejecución de
nuevos proyectos mineros y para la ampliación de la
capacidad productiva de las operaciones mineras existentes
(...) .tendrán el siguiente régimen de amortización en el
Impuesto a las Ganancias: a) Las inversiones que se realicen
en equipamiento, obras civiles y construcciones..(..)..accesos,
obras viales, obras de captación y transporte de aguas,
tendido de líneas de electricidad, instalaciones para la
generación de energía eléctrica, campamentos, viviendas para
el personal, servicios de salud, educación, comunicaciones y
otros servicios públicos como policía, correos y aduanas, se
amortizarán de la siguiente manera: el 60% del monto total
de la unidad de infraestructura, en el ejercicio fiscal en que se
produzca la habilitación respectiva y el 40% restante en
partes iguales en los dos años siguientes.” En su artículo 14 dice
que : “las utilidades provenientes de los aportes de minas y de
derechos mineros, como capital social (..) estarán exentas del
Impuesto a la Ganancias.” y en su art. 21 fija que “Los
inscriptos en el presente régimen estarán exentos del pago de
los derechos de importación y de todo otro derecho, impuesto
especial..(..) por la introducción de bienes de capital, equipos
especiales o partes o elementos componentes de dichos
bienes..”

Respecto del impuesto a las ganancias de las empresas extranjeras


residentes en la Argentina, según informa la Secretaría de Minería de
la Nación: “..tributan sobre su renta mundial, pudiendo
computar como pago a cuenta de este impuesto, las sumas
efectivamente abonadas por gravámenes análogos sobre sus
actividades en el extranjero…”. En cuanto al impuesto a la renta
mínima presunta, una tasa del 1% grava los activos mundiales de las
empresas argentinas. El pago de este impuesto y el del impuesto a
las ganancias, se compensan mutuamente.

A toda esta batería de favores que pagamos los argentinos, deben


agregarse los beneficios del Régimen de Inversiones Extranjeras en
la
Argentina (ley Nº 21.382/93) que estableció el marco legal para las
mismas: estas compañías extranjeras pueden invertir sin
necesidad de aprobación previa o requisitos de registro;
transferir libremente su capital y sus ganancias sin tener que
pagar cargas o impuestos sobre dichas transferencias; acceder
libremente al mercado cambiario sin restricciones; exención
del Impuesto al Cheque (decreto Nº 613/2001) cuya tasa es
del 6 por mil y deducción del 100% del impuesto a los
combustibles líquidos que todos pagamos al cargar nafta.

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Con estos excepcionales beneficios fiscales cabría preguntarse qué
porcentaje de la inversión representan. Para dar sólo un ejemplo,
cuando se habla de una inversión extranjera de US$5.000 millones,
significa que la mitad de la misma será maquinaria y equipamiento
traído del exterior y que no pagará la tasa media del 15% de
derechos de importación.¿Cuánto deberían pagar de impuesto a la
ganancia y todos los demás, con las fabulosas utilidades de más del
100% que en dos ejercicios amortizan su inversión?. ¿Cuál es el
negocio que hace el país con la Gran Minería si se llevan todo y no
pagan nada? ¿Cuál es el negocio que hace la Provincia de Jujuy?

Pero esto no es todo: como si todos estos beneficios y prebendas no


bastaran para reducir riesgos y asegurar ganancias a las empresas,
en lugar de aplicar fuertes retenciones a la exportación, el gobierno
las compensa con reintegros. Sí, usted está leyendo bien: reintegro
a las exportaciones mineras! Una verdadera estafa al pueblo, ya
que la Nación termina subsidiando corporaciones que se llevan los
minerales sin control alguno: para las exportaciones mineras del
noroeste los reintegros son del 2,5% (Resolución de la Secretaría de
Minería de la Nación Nº 130/93); y las de puertos patagónicos, tienen
reembolsos del 5% al 12% aumentando cuanto más austral sea la
ubicación geográfica del puerto. Se encuentran legislados por la ley
Nº 23.018 y su modificatoria Nº 24.49028.

Seguramente, a esta altura de la crónica, la sorpresa del lector será


muy grande: es tan abusivo el sistema que resulta poco creíble. Cada
vez que alguno de los integrantes de la Fundación PROHUNA hemos
expuesto el tema en una charla, buena parte de la audiencia queda
“choqueada”. Algunos desconfían y toman nuestras palabras como
exageraciones para llamar la atención. Otros dudan y preguntan si es
verdad. Les cuesta comprender que semejante régimen de prebendas
se haya votado y que después de una década no haya periodistas,
legisladores o dirigentes que denuncien el tema. Pero la única verdad
es la realidad por indignante que sea: no es exagerado decir que
las empresas no sólo no pagan, sino que nosotros les pagamos
para que se lleven todo.

La política de puertas abiertas a las corporaciones y de excepcionales


ventajas impositivas, parece contentarse con el solo incremento de
puestos de trabajo, sin ninguna exigencia para procesar o
industrializar los minerales en el país. En el fondo ¿no es una idea
neocolonialista la de entregar todo porque nos dan trabajo? ¿Quién y
cómo hizo los cálculos de las pérdidas que le ocasiona al país la
cesión y fuga de miles de millones de dólares en metales, más todos
los impuestos que no pagan?¿Alguno pensó cuántas decenas de miles
de empleos estables podrían crearse si recuperáramos para la Nación

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la riqueza minera? ¿Cuántos más si su decantación y refinado se
hiciera en el país y fabricáramos equipos y maquinarias para
su extracción?

Otro de los argumentos que se presentan como aportes al progreso


provincial son las obras de infraestructura que dejará la Silver
Standar: caminos, líneas de tensión eléctrica, construcciones o
campamentos. Lo que no se dice es que esas obras sólo le sirven a la
propia empresa que debe realizarlas para funcionar en sus
yacimientos. Mina Pirquitas se encuentra a casi 4.400 metros sobre el
nivel del mar. Es un lugar desierto e inhóspito para quién no trabaje
en ella, completamente alejado de las ciudades. Cabe preguntarse
¿qué pasará cuando se agote el mineral dentro de 9 o 14 años y la
empresa se vaya? ¿querrá alguien vivir en la inclemencia y soledad a
4000 m de altura, sin fuentes de trabajo, mantenimiento,
servicios y energía? Los campamentos se convertirán en “fantasmas”
peligrosos por décadas de utilización de sustancias tóxicas.
Los ejemplos sobran en nuestra provincia: Mina Pan de Azúcar, Metal
Huasi en Abra Pampa, los mismísimos Altos Hornos Zapla…

Sunshine Argentina Inc., la subsidiaria local de Silver Stándar


Resources Inc., adquirió Mina Pirquitas por un precio total de US$
1.720.000. Su título de propiedad se encuentra en el Registro
Inmobiliario de Jujuy y en la Escribanía de Minas de Jujuy. El
proyecto incluye los derechos al agua, concedidos por la Dirección
Provincial de Recursos Hídricos y registrados en el Ministerio de Obras
y Servicios Públicos el 23 de Julio de 1998, a través del Permiso Nº
201/002 para extraer y utilizar un total de 32 litros por
segundo, de los ríos Piquitas, Collahuaima y Porvenir.

¿Qué le deja a la provincia Silver Estándar Resources Inc. a cambio


de semejante ganga?

La ley de Inversiones Mineras (Nº24.196/93) que estableció


en su art. 22: “Las provincias que adhieran al régimen de la
presente ley y que perciban regalías..(..)..no podrán cobrar un
porcentaje superior al 3% sobre el valor “boca de mina” del
mineral extraído”. Pero no era todo: la ley 25161/99 establece la
reducción de los costos operativos sobre la regalía, incorporando a la
ley Nº 24.196 -artículo 22 bis- algunas definiciones: “Artículo 1: Se
considera “mineral boca de mina” el mineral extraído,
transportado y/o acumulado previo a cualquier proceso de
transformación” -la roca o piedra en bruto antes de su molienda-
“Se define el “valor boca de mina”..(..)como el valor obtenido
en la primera etapa de su comercialización, menos los costos
directos y/u operativos necesarios para llevar el mineral de
boca de mina a dicha etapa”…Sobre la piedra en bruto, extraída a

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la montaña, sin ser molida ni procesada, se calcula el 3% de regalía y
se le hacen deducciones según la ley 25.161 /99, art.1: “Los costos
a deducir, según corresponda, serán: A) Costos de transporte,
flete y seguros hasta la entrega del producto logrado, menos
los correspondientes al proceso de extracción del mineral
hasta boca de mina. B) Costos de trituración, molienda,
beneficio y todo proceso de tratamiento que posibilite la venta
del producto final..(..) C) Costos de comercialización hasta la
venta del producto logrado. D) Costos de administración hasta
la entrega del producto logrado, menos los correspondientes a
extracción. E) Costos de fundición y refinación.”

¿Pero quién determina donde comienza o termina cada proceso?: la


propia empresa. No hay ninguna autoridad pública que controle lo
que extraen ni lo que exportan, ni sus costos de comercialización. El
sistema funciona a simple declaración jurada de las mineras sobre los
principales metales que explotan (oro, cobre, plata) sin declarar
todos los demás que los acompañan. Téngase en cuenta que ningún
metal se encuentra sólo en la roca sino que está mezclado con
muchos otros: donde hay oro hay cobre, plata, molibdeno, y otros.
Se calcula que en los “barros metalíferos” transportados por las
mineras, van cerca de 60 minerales muy requeridos para las nuevas
aleaciones, superconductores e industrias de punta. Sobre ellos, no
pagan nada. Recién 180 días después que la carga llega al puerto de
destino, la empresa declara lo que llevó y paga la regalía
deduciéndole los gastos de procesamiento, transporte, seguro, flete,
administración y comercialización.

Las regalías, que son el canon mundialmente establecido como


compensación por la pérdida de materiales no renovables, queda
reducida a lo insignificante: las provincias terminan cobrando del
1 al 1,5%, según las declaraciones juradas de las propias
empresas. ¿Cómo aceptar que nuestra riqueza salga del país, y de
nuestra provincia, sin que la Aduana ni ninguna otra repartición
realice controles, muestreos o análisis de todo lo que se están
llevando?
Lo dicho: “Todo para el pescador (Silver Stándar Resources
Inc.), nada para el pescado (la Provincia de Jujuy)”.

Pan para hoy, hambre para mañana

Resulta penoso escribir sobre este tema a medida que uno se va


adentrando en su conocimiento y comprensión. Resulta penoso
también ver el desconocimiento o la omisión, que ya roza la
negligencia, de gran parte de nuestros legisladores y de los
funcionarios ligados directamente al tema minero. Desde la

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Fundación PROHUNA, sentimos que es nuestro deber y obligación,
alertar al pueblo jujeño y a sus representantes sobre las divisiones
estériles y las heridas que se abrirán como consecuencia del Modelo
de Mega Minería que pretende instaurarse y justificarse en nuestra
provincia.

¿Por qué decimos que este Modelo es pan para hoy y hambre para
mañana?

Ya nos ocupamos de indagar en el contexto internacional y nacional


donde nació esta historia absurda y la madre de todas las leyes, la
Ley 24.196/93 de Inversiones Mineras, que amparó y dio origen a la
cadena de legislación que permite el despojo de nuestros minerales.
Dejemos ahora el pasado y hagamos un poco de futurología.

El Megaproyecto minero, Pirquitas en este caso, extraerá hasta el


último gramo de mineral de plata, zinc y plomo de los cerros jujeños
donde está asentado. Entiéndase bien, hasta el último gramo, no
quedará nada, Pirquitas desaparecerá como distrito minero para
siempre. Lo que veremos en el futuro, será un gigantesco tajo en la
montaña, muy semejante a un monumental anfiteatro griego.
También veremos los diques de cola, donde quedarán grandes
cantidades de agua de los ríos de la zona, mezclada con sustancias
tóxicas. Veremos mineros enfermos y sin empleo, que después del
cierre de la mina, intentarán retomar su vida de pastores y
agricultores, pero ya no podrán hacerlo porque la tierra y los ríos
estarán contaminados. Todos emigrarán hacia las ciudades y nadie
quedará en el lugar. Por cierto, será el Estado Provincial, o sea, todos
nosotros, los que tendremos que hacernos cargo del pasivo ambiental
y humano que dejará esta explotación irracional.

Ya sabemos que las regalías mineras que reciba la provincia serán


migajas, comparadas con los gastos de remediación ambiental, cura
de los enfermos, subsidios y pensiones a las viudas, juicios que se
pudieran producir y tantos otros imponderables que deberá afrontar
el Gobierno Provincial. Y lo peor de todo, aunque hoy no lo podamos
dimensionar, y quizás nos parezca algo intrascendente: haber hecho
uso y malgastado un patrimonio que también les pertenece a los
jujeños del futuro, a los que todavía no nacieron u hoy son muy
pequeños. Ellos también necesitarán de todos esos minerales para
forjar su propio desarrollo económico y llevar el sustento a sus
familias. Nuestra generación los habrá privado de eso y mucho más.
¿Vale la pena todo este descalabro ambiental y social por unos pocos
puestos de trabajo? La gente quiere pan para hoy y pan para
mañana, no quiere hambre ni hoy ni mañana. Este es el verdadero
rol de la política y de los políticos; pensar en el mañana, pensar en
todos, no quedar atrapados en la coyuntura y lo inmediato. El

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Gobierno Provincial tuvo un atisbo, esbozó una intención de escuchar
las opiniones de todos los estamentos de la sociedad sobre este tema
tan trascendental y fijó una tregua de 180 días para hacerlo.
Lamentablemente, solo parece haber sido un reflejo ante la presión
del reclamo popular porque hoy todo quedó en la nada.

Este dossier es como una carta dentro de una botella que se arroja al
mar. Contiene un mensaje y una advertencia. En el mensaje puede
leerse y entenderse la abominable historia a la cual pretende
someternos el Modelo de mega minería. El pueblo jujeño, claramente,
está pidiendo ayuda a sus representantes. Pero, dentro del mismo
mensaje y con las mismas palabras, también les hace una
advertencia. Les están diciendo que no están dispuestos a poner en
juego su salud y su bienestar. Les están diciendo que quieren
participar en las decisiones que comprometan el futuro de todos, les
están diciendo que ha llegado la hora de priorizar el interés común
por sobre los intereses sectoriales, que hay algo que se llama amor al
terruño, amor a Jujuy, que va mucho más allá de las 30 monedas de
plata que aceptara Judas.

La botella ya ha sido lanzada. Por el bien de todos los jujeños,


hacemos votos para que llegue a buenas manos.

FUNDACIÓN PROHUNA

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