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UNIVERSIDAD DE LA REPUBLICA agosto/2000

FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE TECNOLOGÍA MEDICA
PSICOMOTRICIDAD

ALTERACIONES PSICOMOTRICES

DOCENTE: PSM. MARIANA PEREZ Mariano Mendizábal


Fabián Molina
INTRODUCCION

El objetivo del siguiente trabajo es lograr un acercamiento al tema alteraciones


psicomotrices, de esta manera pensamos brindar una noción general sobre este tema.
El conocimiento de este tema, es de mucha importancia para el psicomotricista,
ya que en ellas se basa la especificidad de su diagnóstico, y si bien el psicomotricista no
trabaja sobre la patología sino sobre la globalidad del niño son elementos fundamentales
a la hora de plantear una estrategia de abordaje y una estrategia terapéutica.
Partiendo de una definición de psicomotricidad plantearemos un campo de
acción en el cual se inscriben las alteraciones psicomotrices.
La psicomotricidad es una disciplina que se ocupa del movimiento
relacionándolo con los aspectos cognitivos y la afectividad. De esta definición
desprendemos que las alteraciones psicomotrices van a implicar una estrecha unión
entre el movimiento y las funciones psicológicas superiores del sujeto. Según D.
Calmels “los trastornos psicomotores nos alertan de la presencia de fallas en la
construcción del cuerpo, en su funcionamiento y su funcionalidad”.
En el capítulo siguiente hablaremos de motricidad y acto motor, de las
diferencias que existen entre ambos conceptos y de su complementariedad. Cuando
hablamos de motricidad hacemos referencia a aspectos neurológicos y cuando hablamos
de acto motor estamos hablando de la globalidad del sujeto, es la persona comprometida
en un acto. La especificidad de la psicomotricidad estaría entonces en el abordaje de ese
acto motor y no de la motricidad en sí ya que esa sería un área más específica de la
neurología.
Luego haremos un análisis más detallado de las alteraciones psicomotrices, dado
que cada una tiene aspectos particulares y que merecen por parte del psicomotrricista
muchas veces un abordaje distinto.
Al final hablaremos de nuestra práctica, que es donde se da la interacción entre
los aspectos teóricos que hemos ido describiendo en el trabajo. Pensaremos también las
respuestas que puede dar el psicomotricista, con su técnica y su sistema de actitudes a
las distintas alteraciones psicomotrices, y pensar también un punto donde se tenga en
cuenta la alteración psicomotriz del niño, pero también su forma particular única y
privilegiada de estar en el mundo, ya que no existen dos niños que vivan su alteración
de la misma manera.
PSICOMOTRICIDAD Y ALTERACIONES PSICOMOTRICES

Psicomotricidad

Según María Esther Sánchez Moiso, “la psicomotricidad no es movimiento


mecánico solamente, sino movimiento al servicio de hacerse hombre entre hombres,
movimiento para sentir el amor y el rechazo, para entender el yo y el otro, para situarse
como vivo y cambiante en el tiempo para desplazarse en el espacio y para manipular
objetos donde se van a discriminar primero relaciones concretas y después abstractas, y
finalmente para relegar el movimiento comunicativo a un segundo plano cuando el
lenguaje y el pensamiento toman preponderancia, pero sin olvidar que el lenguaje y el
pensamiento fueron construidos sobre el movimiento”.
Entre tantas definiciones de psicomotricidad elegimos la anterior porque nos
pareció que toca diferentes aspectos con los cuales el movimiento está relacionado y
que son los aspectos que hacen específica la tarea del psicomotricista.
Primero comienza nombrando la función socializadora del movimiento, ya
Wallon decía que el tono tenía una función de regulación interna y de generar cambios
en el exterior, y el tono como sabemos es la base del movimiento, y está relacionado
con las emociones, las cuales van creando entre éste y el entorno una matriz de
comunicación.
Luego comienza a relacionar el movimiento con la afectividad, ya desde la díada
madre-hijo se establece entre éstos un intercambio a nivel tónico-emocional, base sobre
la cual se va a fundar todo el posterior desarrollo psicológico y motor del niño. Durante
el transcurso del desarrollo, el movimiento junto con las posturas van a expresar
distintos estados afectivos. Es decir que cada estado emocional va a tener su tono
específico en cada individuo, su tono gestalt. Esta relación es de ida y vuelta ya que el
niño percibe en los demás el movimiento y las posturas cargando de significados esos
movimientos. Este es un concepto fundamental para nuestra práctica psicomotriz, ya
que con nuestras posturas o movimientos el niño va a percibir, nuestra disponibilidad,
nuestra habilitación, nuestra censura, así como también una imagen sobre la que va
construyendo su cuerpo.
A medida que se va dando la separación física con ese vínculo primario que es la
madre, se va transitando por un proceso de individuación, que comienza con la
apropiación del cuerpo y percibir a los demás como diferentes. Mirta Tchokler haciendo
referencia a el apego y luego a la exploración, los nombra como organizadores del
desarrollo psicomotor. Es fundamental que estos dos aspectos se muestren
complementados, dado que si por ejemplo no hay un buen apego esto va a afectar los
procesos de exploración, el niño encuentra en la madre una fuente de seguridad que lo
lleva a lograr la autonomía. En estas conductas el movimiento está muy implicado, ya
hablamos de la relación del movimiento con los estados afectivos, y sabemos también
de la importancia de éste en la exploración, como dice Piaget la acción no es uno de los
medios para llegar al conocimiento, sino el único posible.
Las conductas exploratorias, realizadas en un tiempo y en un espacio
determinados, van a permitir la internalización de estos conceptos hasta llegar a la
función simbólica, haciendo de trampolín para la creatividad, la comunicación y la
individuación, y sobre todo haciendo de piedra fundamental para una de las funciones
psicológicas superiores como lo es el lenguaje.

Alteraciones Psicomotrices

Como venimos diciendo el movimiento es el pilar fundamental para que se den


el lenguaje y el pensamiento, y estas conductas, se dan en el marco de una relación con
otro, es a partir de lo que generan en el otro que adquieren significado. Nos
preguntamos entonces ¿que pasa cuando lo que genera en el otro no es lo esperado, no
es lo que el otro esperaba recibir?
Es aquí entonces que se presenta una característica fundamental de las
alteraciones psicomotrices, y es que éstas se manifiestan en la relación con el otro. Es
decir que se dan en lo vincular, dice Bergés “esta descripción no puede sino apelar al
cuerpo del otro; a los impulsos, a lo que ha sentido, a la historia del que mira, del que
observa, al clínico”
Es decir que desde el déficit neurológico o motor, se puede llegar a la alteración
psicomotriz, lo que quiere decir que además de ese organismo, va a estar dañado el
cuerpo, según Calmels “la psicomotricidad se ocupa del cuerpo, no tiene incumbencia
sobre el organismo, pero no puede ignorar los sucesos orgánicos que conmueven al
cuerpo, ni tampoco las acciones del cuerpo que modifican lo orgánico”. El
psicomotricista entonces va a trabajar con ese cuerpo, aunque sus intervenciones tengan
repercusión en lo orgánico.
El técnico es condición necesaria para la aparición del trastorno porque es el que
aprecia el comportamiento que de alguna manera se desvía de la norma. El trastorno
psicomotor sería aquello que ofende la mirada, o que no cumple con las expectativas del
otro, esto nos lleva a pensar siguiendo a Bergés, que la alteración psicomotriz sería el
resultado de la huella que se va imprimiendo en ese cuerpo receptáculo. Sería entonces
ese niño que está cargado de expectativas por los demás, las cuales no puede satisfacer,
entorpeciendo ese vínculo y la comunicación, vínculos que ir desde lo primario, como el
vínculo con la madre, hasta vínculos más sociales como pueden ser las alteraciones en
la grafía.

Divergencia de opiniones

La psicomotricidad es una disciplina “frontera”, ya que comparte conocimientos


con otras áreas tan heterogéneas, como pueden ser la psicología, la neuropediatría, la
psicopedagogía y en general todas las áreas que intervienen cuando hablamos de
aprendizaje y de desarrollo. Esta heterogeneidad que marca a la psicomotricidad desde
sus orígenes, provoca a su vez que no exista un consenso para definir las alteraciones
psicomotrices.
Primero vamos a tomar una definición de alteraciones psicomotrices que surgió
en Uruguay a partir de un grupo de psicomotricistas que trabajaban conjuntamente con
el Dr. Prego, es así que se define la alteración psicomotriz, como “un disturbio del
movimiento resultante de un conjunto de fenómenos que se fueron dando a lo largo de
la vida, donde hay elementos somáticos y psíquicos, por lo tanto habla de
funcionamiento neurológico y de las alteraciones de los procesos mediante los cuales se
fueron dando las primeras relaciones del individuo con el medio”, esta definición hace
hincapié en como las primeras experiencias del individuo son determinantes en el
desarrollo de su personalidad.
Siguiendo a Bergés decimos que “las alteraciones psicomotrices, son la puesta
en cuestión de problemas que competen al equipamiento, es decir al estado de las
funciones que están sostenidas por estructuras anatómicas y a la posibilidad de su
funcionamiento, pero que también tienen que ver con la incapacidad para establecer con
el medio una relación armoniosa por intermedio del cuerpo”, esta definición pone
énfasis en el aspecto funcional, y dice que un correcto funcionamiento se da cuando se
da una interacción adecuada entre el equipamiento, que sería lo orgánico y las
funciones, que estarían dadas por lo psíquico.
La Dra. Rebollo habla de alteraciones psicomotrices, sólo cuando está implicada
la parte psicológica del individuo y lo orgánico se mantiene indemne, o sea que hablaría
de alteraciones psicomotrices, cuando existe un problema afectivo o cualquier estado de
ánimo especial que incide sobre el tono provocando una modificación del movimiento.
Esta autora no incluye por ejemplo la debilidad motriz, ya que la considera una
disfunción cerebral mínima, lo que significa que no hay una lesión pero sí un mal
funcionamiento en alguna área de la corteza. En este tema no coincide con los autores
franceses que sí consideran a la debilidad motriz en el marco de las alteraciones
psicomotrices. Resumiendo, la Dra. Rebollo no considera alteración psicomotriz, a las
patologías que ella designa como disfunciones neurológicas.
Daniel Calmels, le da mucha importancia a la mirada del otro, dice que es ésta
“la que lo descubre y lo fija, la que se alarma y enjuicia”, vemos en este autor la
importancia de lo relacional en la aparición de la alteración psicomotriz.
Julián de Ajuriaguerra dice que “los trastornos psicomotores oscilan entre lo
neurológico y lo psiquiátrico, entre las vivencias más o menos queridas y las vivencias
más o menos aceptadas pasivamente, entre la personalidad total más o menos presente y
la vida más o menos activa”.
Algunas alteraciones que hemos incluido en este trabajo, no forman parte del
marco referencial de algunos de estos autores, pero nos pareció importante incluirlas,
porque son alteraciones que manejamos en nuestra práctica diaria y por lo tanto creemos
importante conocer sus características para así lograr un tratamiento ajustado a las
necesidades del niño.

Características de las alteraciones psicomotrices

Como primera característica podemos decir que los trastornos psicomotrices se


manifiestan como opuestos a los síntomas neurológicos, decimos esto porque los signos
psicomotores no están sistematizados, se observan de manera global y afectan funciones
variadas.
Esto se debe a que dichos signos tienen un componente afectivo que también
está vinculado a lo orgánico, manifestándose a través de una vía final común, que es la
realización gestual, la cual les da su identidad, pero que puede variar según las
situaciones, lo que sí persiste en el tiempo son los componentes de fondo.
Se dan en forma caricaturesca y primitiva, lo que relacionamos con lo dicho
anteriormente respecto a la ofensa a la mirada del otro y a la falla en las expectativas.
En los trastornos psicomotores el individuo no se comporta según los patrones
normales de movimiento, los caricaturiza y exagera, por ejemplo en una inhibición
estaría exagerada la quietud.

ANÁLISIS DE LAS ALTERACIONES PSICOMOTRICES

Inhibición psicomotríz:

Una de las características principales de la inhibición psicomotríz es la falta de


movimiento o hipokinesia. Son niños que muchas veces pasan desapercibidos ya que se
sobreadaptan a las exigencias del medio. Es una incapacidad de investir el cuerpo a
través del movimiento, estando el organismo en condiciones de hacerlo.
El medio en estos niños ejerce una presión excesiva, llegando a provocar
miedos, a golpearse o lastimarse.
La mirada del otro en algunos casos puede ser intimidatoria y ocasiona
reacciones de prestancia.
Al estar alterado uno de los organizadores del desarrollo psicomotor, como son
las conductas exploratorias, pueden existir fallas en la construcción del esquema
corporal.
La mayoría de las consultas por inhibición se da entre los ocho y doce años, esta
falta de diagnóstico precoz se debe justamente a la característica que tienen estos niños
de pasar desapercibidos y de adaptarse a las exigencias de las instituciones educativas.

Según Bergés se pueden apreciar dos tipos de inhibición, una por hipercontrol y
otra por suspensión de la iniciativa.

En la inhibición por hipercontrol encontramos un niño con un estado tensional


considerable, con paratonía de fondo y de acción. Esta paratonía representa una defensa
contra las fantasías de desarticulación, es una manera de tener su cuerpo armado.
En cuanto a la postura, existe un pre-gesto, o sea una actitud postural armada
para realizar el movimiento, pero que no puede salir por miedo a romper esa seguridad.
Es así como dice Calmels que esa actitud postural nos aporta datos de la vida afectiva en
el cuerpo del niño.
La mirada del otro aumentaría aún más esa actitud defensiva del niño, estaría
jugando el quedar en evidencia, hay una actitud vigilante permanente.
Todo el esfuerzo empeñado en conservar esa seguridad, provoca una censura en
la actitud y el gesto. Es por esto que se da un movimiento frenado y limitado.

La inhibición por suspensión de la iniciativa, presenta características diferentes,


dado que la inhibición aparece en el desencadenamiento del gesto. Según Bergés se trata
de una perturbación inicial del acto y no de la acción.
No hay hipertono ni estado tensional, no hay una actitud postural preparatoria de
un gesto.
No presenta dificultades en la imitación de gestos.
La presencia del observador desbloquea la inhibición.

Según Ajuriaguerra encontramos dos grupos dentro de las inhibiciones, las


inhibiciones de las conductas externas y socializadas, y las inhibiciones de las conductas
mentalizadas.

En las inhibiciones de las conductas externas y socializadas, puede existir una


dualidad de comportamientos, pueden comportarse en el hogar como niños dominantes
o autoritarios y fuera del hogar, como niños sumisos, aislados y que rehúsan las
actividades sociales.
El movimiento es limitado, pudiendo existir dificultades práxicas. La
expresividad y la mímica son pobres.

Por otra parte Ajuriaguerra nombra también, las inhibiciones de las conductas
mentalizadas, las cuales pueden darse tanto a nivel de la fantasía como a nivel
intelectual.
En las primeras encontramos una inhibición de la capacidad de fantasear e
imaginar. Estos niños se caracterizan por sus juegos poco creativos y repetitivos. El
grafismo es inseguro, sus dibujos los copian, no los inventan.
En las segundas, la capacidad de pensar está obstaculizada se observa un
retraimiento debido a un temor extremo a equivocarse.

Inestabilidad Psicomotriz:

Los niños con inestabilidad psicomotriz son los más frecuentes en la clínica. Es
una alteración de carácter relacional, se manifiesta en el cuerpo del que la aprecia. El
hecho de que frente a algunas personas se manifieste el síntoma y frente a otras no, pone
de manifiesto este carácter relacional.
En Alemania, así como en los paises anglosajones relacionan la inestabilidad
con formas anormales de comportamiento que pueden llegar hasta la perversión. En los
autores franceses, sobre todo luego de los trabajos de Wallon, se le otorga un carácter
psicomotor a esta alteración.
Una característica de esta alteración, son las posturas inadecuadas y las
reacciones de prestancia, éstas se dan ante la mirada, el tacto y el oído, o sea que se dan
en la relación con otro.
El movimiento es exagerado no habiendo ahorro de energía. La inestabilidad
aparece en un contexto de contención insoportable o también en una búsqueda de
límites corporales, en donde el cuerpo no es vivido como una unidad. En esa búsqueda
frenética de límites, son frecuentes en estos niños los accidentes, así como los choques
agresivos y los contactos corporales violentos.
No puede focalizar la atención, los estímulos exteriores lo abruman, pasa de lo
general al detalle pero sin hacer un análisis.
La memoria inmediata es buena pero no consigue ordenar los hechos y
organizarlos en el tiempo.
Wallon nos habla de una inestabilidad posturo-psíquica y Levin nos dice que es
una movilidad física e intelectual extrema.
Puntean bien en los test en los cuales hay que hacer un gran gasto de energía en
poco tiempo, pero fallan en los que hay que mantener la atención por un tiempo y
también en los de coordinación. Por ejemplo en el test de estilo motor pasan del
descontrol a la escrupulosidad.
A diferencia de la hiperactividad la inestabilidad no es medicada y tiene menor
intensidad que ésta. También evolucionan más rápidamente.
Generalmente llegan a la clínica por retraso escolar asociado con déficit
atencional .
También puede aparecer la inestabilidad como un estado reactivo ante
situaciones críticas, por ejemplo ante la separación de los padres, o simplemente ante la
exigencia a nivel escolar. Puede estar asociada a enuresis y a trastornos del sueño.
Según Rebollo, encontramos tres áreas comprometidas, el área motora, la
atención y el humor, este último pasa rápidamente de la alegría a la depresión.
Veríamos en el inestable dos formas de provocación, una destruyendo el orden
establecido, buscando sus límites corporales, y otra tratando de identificarse con el
poder adulto, es así que se da la caricaturización de acciones adultas, por ejemplo, la
voz, las actitudes, la manera de mover los objetos.

Hiperactividad

Es un síntoma que se expresa por un movimiento que es excesivo o acelerado en


su aspecto cuantitativo e improductivo, sin un fin en su aspecto cualitativo y que
expresa un no hacer.
La etiología de la hiperactividad puede encontrarse: en lo conductual, debido a
problemas psicológicos que causan ansiedad, o como síntoma de disfunción cerebral
mínima, según algunos autores, la hiperactividad no es una alteración psicomotriz, sino
que estaría formando parte de un síndrome, junto con la impulsividad y el déficit
atencional. La incluimos dentro de las alteraciones psicomotrices por lo expuesto
anteriormente.
Entre las causas de la hiperactividad, encontramos siempre una alteración bioquímica,
ya que la actividad está relacionada con los sistemas inhibidores y los sistemas
excitadores.
En Gran Bretaña la hiperactividad se considera un trastorno sólo si, interfiere en
la función social, el aprendizaje o en el desarrollo, en cuyo se denomina trastorno
hipercinético. Este se diagnostica cuando existe falta de atención, actividades excesivas
e impulsividad. Estas tres características deben estar presente desde una edad temprana,
persistir en más de una situación (por ejemplo en la casa y en la escuela), y menoscabar
la función.
En los Estados Unidos se usa una definición más general: se denomina trastorno
de hiperactividad con déficit de la atención y se diagnostica si cualquiera de las tres
características clínicas principales persiste por lo menos en dos situaciones.
Para Bergés la motricidad reemplaza a la palabra que no fue escuchada, dándose
un pasaje al acto, es así que el lenguaje que el niño no pudo utilizar se manifiesta a
través del movimiento.

Para el diagnóstico, se utiliza el cuestionario de Conners, extraído del DSM III.

A- Inatención (por los menos tres de los items siguientes)


1- A menudo no pueden terminar cosas que han empezado.
2- A menudo parecen no oír.
3- Se distraen fácilmente.
4- Tienen dificultad en concentrarse en los trabajos escolares u otras
tareas que requieren atención sostenida.
5- Tienen dificultad en seguir una actividad de juego.

B- Impulsividad (por lo menos tres de los items siguientes)


1- A menudo actúan antes de pensar.
2- Cambian excesivamente de una actividad a otra.
3- Tienen dificultad en organizar una tarea (lo que no es debido a
impedimentos cognitivos).
4- Necesita mucha supervisión.
5- Con frecuencia hablan en voz alta en clase.
6- Tienen dificultad en esperar turno en los juegos o situaciones
grupales.

C- Hiperactividad (por lo menos dos de los items siguientes)


1- Caminan alrededor o trepan sobre las cosas excesivamente.
2- Tienen dificultad en permanecer quietos o se contornean.
3- Tienen dificultad en permanecer sentados.
4- Se mueven excesivamente durante el sueño.
5- Están siempre yendo, o actúan como si fueran conducidos por un
motor.
D- Comienza antes de la edad de siete años.
E- Tiene una duración de por lo menos seis meses.
F- No es debida a esquizofrenia, trastornos afectivos o retardo mental profundo
o severo.

Además del cuestionario, creemos necesaria la observación del niño en la sala de


psicomotricidad.
Dada su importancia se jerarquiza actualmente la deficiencia atencional, y se
explicita si es o no con hiperactividad.
Algunos autores la diagnostican luego de los cinco años y otros a partir de los
siete.
Algunos autores resaltan la existencia de algunos indicadores como por ejemplo:
Movimientos fetales rápidos y bruscos.
Lactante irritable (llorones), con trastornos de sueño.
Medicados con Paratropina.
Adquisición precoz de la marcha.
Preescolar con dificultades de adaptación (al que se asocian muertes,
mudanzas).
No se quedan quietos en la entrevista.

Son niños que por lo general son rechazados por sus compañeros ya que
presentan dificultades para atenerse a las reglas de juego. Crean también una situación
conflictiva dentro del seno familiar y dentro de la clase.
Muchos hiperactivos son verborrágicos y en muchos de estos casos, ésta
verborragia sustituye a la hiperactividad.

Torpeza Motriz:

Puede ser causada por: la debilidad motriz, la impulsividad, alteración en las


gnosias, y por dispraxias.
Dispraxias: La torpeza se puede presentar por dispraxia somatoespacial o por
dispraxia constructiva, no todos los autores consideran a las dispraxias alteraciones
psicomotrices, ya que algunos las consideran disfunciones neurológicas.
Las praxias se definen como movimientos o acciones de complejidad variable,
planificados, que tienen un fin determinado, que son aprendidos y por lo tanto
concientes, pero que con la repetición se automatizan. De aquí se desprende que las
dispraxias son un retardo o alteración en la integración de la actividad gestual
intencional en niños cuyos aparatos de ejecución están intactos (ausencia de parálisis,
ataxia, coreoatetosis) y que poseen pleno conocimiento del acto que van a cumplir
(ausencia de trastornos gnósicos y de deficiencia intelectual global).
Esa alteración puede estar en la planificación, en la ejecución o en la
automatización del gesto. La dispraxia somatoespacial o la dispraxia constructiva, se
dan por alteraciones en la ejecución del gesto.
La dispraxia somatoespacial es una alteración del esquema corporal moviéndose
en el espacio, el C.I. en estos niños es normal. Las manifestaciones son; se lleva las
cosas por delante, es torpe en los gestos y tiene alteraciones de la postura, tiene
dificultades en el manejo de la tijera, puede presentar dificultades para vestirse solo,
para usar cubiertos y el lápiz. Puede ser torpe en los movimientos y luego trasladar eso
al espacio gráfico, pero no siempre sucede así. Los niños con dispraxia somatoespacial
tienen dificultades cuando se les evalúan los aspectos motrices, sobre todo en las
pruebas de coordinación, también puntean bajo el test de imitación de gestos y las
pruebas de Head, esto último es importante si tenemos en cuenta que la actividad
práxica tiene como base el esquema corporal lateralizado.
La dispraxia constructiva o visuoespacial se manifiesta en una alteración en la
integración de los datos visuoespaciales y gráficos. Alteraciones en el manejo de las
relaciones espaciales. Se evalúa por medio del Wisc (tiene que estar 20 puntos
descendida la escala ejecutiva en relación a la verbal, o tener rendimiento bajo en las
pruebas de cubos y rompecabezas) y del Bender (la edad de maduración perceptivo
motriz tiene que estar dos años descendida respecto a la edad cronológica).

Disgrafías:
La función de la escritura es la transmisión del lenguaje, copiar un texto es solo
un acto sensorio motor, escribir es decir algo mediante signos gráficos. O sea que
implica la suma de gnosias, praxias y lenguaje. Son condiciones para la escritura, una
fina coordinación del movimiento y desarrollo espacial. Al tener la escritura un
componente práxico, algunos autores no consideran a la disgrafía una alteración
psicomotriz, por lo expuesto al hablar de praxias.
Ajuriaguerra dice que “un niño es disgráfico, cuando la calidad de su escritura es
deficiente, no habiendo ningún déficit neurológico o intelectual que explique esa
deficiencia”. Estas dificultades, que pueden ser por velocidad o por calidad, repercuten
en su rendimiento escolar.
Las condiciones que se deben dar para adquirir la función gráfica son: un buen
desarrollo de la motricidad, buena orientación témporo-espacial, soltura del lenguaje y
de la ortografía y un adecuado desarrollo psico-afectivo.
Las características de una escritura disgráfica son: una mala organización de la
página, torpeza y errores de formas y proporciones.
Mala organización de la página: denuncia una falla en la organización espacial,
el texto no da una idea de unidad, los espacios entre líneas y palabras son irregulares, la
línea está mal sostenida, el conjunto se presenta como sucio.
Torpeza: La torpeza repercute en el conjunto del trazado, el trazo es de mala
calidad, las letras suelen aparecer retocadas, no existe fluidez en los trazos ni en la
unión entre las letras.
Errores de formas y proporciones: Se refieren a la falta de proporción entre las
letras (demasiado pequeñas y demasiado grandes), la inclinación y el grado de limpieza
de las letras (demasiado cuidada o demasiado sucia).
Ajuriaguerra en sus trabajos nos muestra cinco síndromes gráficos: los rígidos,
los flojos, los impulsivos, los torpes, los lentos y exactos y los niños que presentan
esbozo del calambre.
Los rígidos: la escritura se caracteriza por una búsqueda del control, se
caracteriza por ser angulosa, encogida y poco ágil. Ante una consigna de rapidez se
vuelven impulsivos.
Los flojos: La escritura no parece estar perturbada desde el punto de vista motor.
Encontramos sí, una falta de tonicidad y que estos niños escriben muy lento.
Los impulsivos: En la escritura queda en evidencia que no pueden o no intentan
controlarse. Los movimientos son dinámicos pero las letras son de mala calidad y
además existe una mala distribución de la página.
Los torpes: Presentan problemas en la ejecución de las letras, son el grupo con la
peor calidad motriz. No presentan problemas en cuanto a la velocidad, no son niños
lentos, pero su letra es de muy mala calidad. Presentan retoques, hipermetría, mala
organización y distrofia.
Los lentos y exactos: Van en busca de la precisión y el control. Existe una buena
organización de la página y su escritura es muy regular. Su principal déficit radica en la
lentitud.
Los niños que presentan esbozo de calambre: Son lentos y torpes. En el examen
neurológico presentan paratonía, sincinecias y reflejos vivos. La escritura se puede
presentar tanto escrupulosa como sucia.
Nos parece importante mencionar aquí al taller de grafomotricidad, como una
instancia que puede formar parte del tratamiento psicomotriz del niño, sobre todo en los
niños con disgrafía, aunque no es exclusiva de esta alteración. Consideramos entonces
que el taller de grafomotricidad forma parte de un proceso que recorre el niño desde la
sala con movimientos más amplios, hasta el taller donde los movimientos se ven
limitados a lo manual.
En el taller se posiciona al niño en un nuevo cuadro de referencia, diferente de
los requerimientos escolares, donde se le van ofreciendo distintos elementos, que le van
a permitir retomar los caminos que lo conduzcan a la adquisición de la escritura.
El objetivo es doble, por un lado influir en la personalidad global y por otro lado
atender a la dificultad específica de la escritura, porque según Ajuriaguerra la escritura
es un modo de ser.
REFLEXIONES FINALES

Como hemos podido apreciar, las alteraciones psicomotrices abarcan un abanico


muy grande, con matices de acuerdo a la disciplina que la defina o que la estudie.
Nosotros, hemos querido incluirlas a todas porque en definitiva constituyen nuestro
campo de trabajo.
Si bien hemos realizado un compendio de las alteraciones psicomotrices,
considerándolas a cada una por separado, es muy difícil que aparezcan en forma pura en
los niños, aquí es necesario considerar la globalidad de la personalidad del niño para ir
más allá del síntoma. Y cuando vemos más de una alteración en un niño, es muy difícil
definir cual es la primaria y cual es reactiva a la otra.
Estas alteraciones no son fijas, sino que unas pueden suceder a otras y viceversa,
por ejemplo, la inestabilidad y la inhibición.
Considerando la alteración psicomotriz, siguiendo a Ajuriguerra, ésta “modifica
la organización de sistemas que normalmente evolucionan al mismo tiempo”, entonces,
continúa este autor, “la terapéutica psicomotriz actuará sobre trastornos no deficitarios,
al hacer más coherentes las organizaciones en cuanto a su eficiencia se puede influir en
las insuficiencias, originando giros funcionales”. Es así que los psicomotricistas
abordan la patología reforzando la normalidad, ya que influyendo sobre ésta, debido a la
globalidad del niño, vamos a influir sobre las otras.
Esta coherencia está garantizada por un sistema de actitudes que va a ser el
mismo en todos los casos. Los matices en este sentido van a estar dados por, la historia
personal, la formación y el estilo que adopte.
Es porque trabaja en esta globalidad que el psicomotricista no plantea ejercicios
dirigidos, sino que su trabajo se basa en el juego espontáneo del niño, interviniendo con
su tecnicidad. Citando a Calmels, decimos al respecto “no le compete al psicomotricista
que el cuerpo se repita en respuestas, sino que se expanda en preguntas, en una
búsqueda que el sujeto ensaye como propia”, es decir que encuentre su forma, única y
privilegiada, de ser y estar en el mundo.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

• Aucouturier B. y Otros. La práctica psicomotriz , reeducación y terapia. Ed.


Científico Médica.
• Calmels D.. Trastornos psicomotores, Revista Pertenecer.
• Ajuriaguerra J.. Manual de Psiquiatría infantil. Ed. Toray-Masson. 1973.
• Ajuriaguerra J.. La Escritura del Niño tomo II. Ed. Laia/Barcelona. 1964.
• Bergés J., S. Lebovici. Tratado de Psiquiatría del niño y el adolescente.
• Rebollo M.A.. Dificultades del aprendizaje. Ed. Prensa Médica
Latinoamericana.1996.
• Calmels D.. Cuerpo y Saber. Ed. D & B Editores. 1997.
• Torrado M.. Apuntes de Neuropediatría.
• Castillo C.. Monografía Taller de Grafomotricidad. 1998.
• Drug and therapeutics bulletin. Nº 8. 1995

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