parte de la alfabetización informática, y del ingreso a la cultura de la sociedad de la información. ¿Sabemos con quién chatean?
¿Qué información dan a otros?
¿Qué actitud toman cuando encuentran algo que los
violenta o pone mal?
Si les enseñamos los cuidados que tienen que tener
cuando salen a la calle, ¿por qué no lo hacemos para que naveguen seguros en la red? La mayoría de las veces no contamos con suficiente información de cómo ayudar a los chicos.
Entonces, ¿qué podemos hacer los padres
para ayudar a nuestros hijos a navegar de manera segura? Podemos considerar precauciones de tipo:
Práctico:
Colocar la computadora en espacios “de paso”.
Crear una lista de reglas que deben seguir cuando
navegan, y colocarla cerca del equipo.
Aplicar filtros. Básicas y estructurales:
Hacerlos conscientes de los beneficios y riesgos
de Internet.
Educarlos para que sepan navegar de manera
responsable.
Proporcionarles estrategias para que puedan
protegerse ellos mismos mientras navegan. Algunas sugerencias dentro de esta última categoría incluye:
Familiarizarse con Internet:
Es mejor que conozcamos este nuevo invento.
No necesitamos ser expertos, basta con intentar navegar un poco. Incluso, si nuestros hijos saben más que nosotros podemos pedirles que nos enseñen a manejarlo. Navegar juntos:
Otro buen método de prevención puede ser
acostumbrarnos a navegar juntos con los niños, y hacer de Internet una actividad lúdica y familiar. Al mismo tiempo, podemos facilitarles los recursos para que sepan utilizar Internet responsablemente. Por ejemplo, podemos comentar con ellos la diferencia entre publicidad y contenido educativo o de ocio, y mostrarles ejemplos de cada cosa. Enseñar a los menores a seguir estos consejos prácticos:
No facilitar nunca los datos personales ni su
contraseña a nadie por Internet.
Que nos presenten a sus “ciberamigos”, del mismo
modo que nos presentan a los otros amigos. Y si quieren encontrarse personalmente con alguien, sugerirles que los acompañe una persona adulta y que se encuentren en un lugar público.
Si hay algo que les resulta desagradable, que lo digan
a algún amigo o adulto, y que no dejen que les perjudique.
Si quieren comprar o hacer algo por Internet que
pueda costar dinero a su familia, mejor que lo hagan siempre con el permiso y la ayuda de los padres. Informe presentado por:
Virginia Pagnutti
ENSLV S. B. de Spangenberg Prof. Mónica Gonçalves Tecnología TM 2009