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Este poema invita a alguien a compartir doce copas de vino y a escuchar las campanas a medianoche, simbolizando el adiós del autor. También los invita a compartir un beso bajo la nieve derretida y a compartir un último beso antes de que el destinatario se vaya hacia el ocaso.
Este poema invita a alguien a compartir doce copas de vino y a escuchar las campanas a medianoche, simbolizando el adiós del autor. También los invita a compartir un beso bajo la nieve derretida y a compartir un último beso antes de que el destinatario se vaya hacia el ocaso.
Este poema invita a alguien a compartir doce copas de vino y a escuchar las campanas a medianoche, simbolizando el adiós del autor. También los invita a compartir un beso bajo la nieve derretida y a compartir un último beso antes de que el destinatario se vaya hacia el ocaso.
DOCE COPASDOCE COPASdoce campanas esta medianoche escuchars el bronce congelado taendo nuestro adis en doce copas. Ven a besar conmigo en doce copos la nieve amarga que fundi el invierno sobre la altura de mis sienes y este desamparado corazn que tengo. Ven a morder conmigo en doce gritos los labios de un dolor ya redoblado ser la ltima boca que tu beses cuando vayas camino del ocaso. No bien bebas conmigo el sorbo amargo, en la voz gris de los metales ciegos vendr esta medianoche repicando la eternidad de nuestros dos destierros.