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CONSULTORIO MÉDICO VIRTUAL

Anteproyecto de la asociación cultural BUSHARA para la


cooperación y el desarrollo con los pueblos del Sahel.
El problema de la sanidad en Mauritania
El sistema de salud pública de Mauritania se compone de unidades administrativas y
servicios de salud organizados siguiendo un diseño piramidal. En el año 2006 el total de
gastos de atención a la salud ciudadana se estimó en el 2,2% del PIB según datos de la
OMS (sufriendo un decremento respecto al 2005, donde la inversión fue del 2,7%), lo
que supone un gasto por persona y año de tan solo 45 dólares internacionales. A
mediados de la década de los 90, había aproximadamente 300 unidades básicas de salud
a nivel de aldea, cerca de 130 puestos de salud, y unos 50 centros de salud. El sistema
de salud es mayoritariamente público, pero la liberalización de la práctica privada en los
últimos años ha llevado al aumento en el número de profesionales en el sector privado y
de igual manera la participación privada en el sector farmacéutico se ha incrementado
desde 1987. De esta forma el único hospital público de Mauritania se encuentra en su
capital, Nouakchott. Así hay una gran necesidad de personal cualificado que atienda las
necesidades de los más de 3 millones de habitantes que posee Mauritania, donde sólo
existen, según la Organización Mundial de la Salud en 2004, 64 odontólogos, 6
enfermeras, 81 farmacéuticos, o 331 médicos por cada 10.000 habitantes.

En el periodo comprendido entre los años 1985-95, sólo el 63% de la población tenía
acceso a servicios de atención a la salud. Las instalaciones públicas reciben el material
sanitario del Ministerio de Salud y Asuntos Sociales y los medicamentos se distribuyen
a los pacientes en las instalaciones sanitarias públicas sin costo, pero sólo el 40% de la
demanda puede ser satisfecha. En el año 2000, sólo el 37% de la población tenía acceso
al agua potable y el 33% poseía un sistema de saneamiento adecuado.

Los principales problemas de salud que aquejan a la población mauritana incluyen la


malaria, la tuberculosis, el sarampión, la disentería, la influenza, la drancunculiasis
(Gusano de Guinea) y problemas visuales como las cataratas. Las complicaciones del
embarazo son comunes debido a las condiciones insalubres y la falta de atención
médica. En 1990-94, las tasas de inmunización para niños menores de un año de edad
fueron: la tuberculosis, el 93%, la difteria, la tos ferina y el tétanos, 50%; poliomielitis,
el 50%, y el sarampión, el 53%, y la tasa de bocio en 1996 fue de 31 por cada 100 niños
en edad escolar. La desnutrición infantil es otra lacra social que afecta a Mauritania
donde el cuarenta y cuatro por ciento de los niños menores de cinco años estaban
desnutridos según datos para el año 1999, y actualmente 8 de cada 10 niños menores de
5 años padecen anemia por carencias alimentarias en el sur del país. Este es un
problema que no puede solventarse desde el sistema sanitario mauritano, por falta de
medios y de recursos para alimentar y tratar médicamente a los niños.

La esperanza media de vida en Mauritania es una de las más bajas del mundo, de
manera que para un mauritano no supera los 60 años (en el caso de las mujeres, los
hombres llegan a los 55 de media), pero de esos años, la probabilidad de una vida sana
se reduce a 43 en el caso del varón, y 46 si hablamos de las mujeres. Esto se traduce en
una probabilidad de morir entre los 15 y los 60 años, de 335 hombres y 243 mujeres por
cada 1.000 ciudadanos, pero si nos referimos a muertes producidas antes de los 5 años
de edad, observamos que mueren 125 de cada 1.000 niños (datos de la OMS para el año
2006).

La tasa de fecundidad fue de 5,7 en el año 2000. Sólo el 3% de las mujeres casadas
entre 15 y 49 años estaban usando algún método anticonceptivo (año 1990), hecho que
favorece además un incremento en los casos de contagio del VIH, donde los habitantes
contagiados aumentaron de 6600 a 9500 desde 2001 hasta el pasado año 2008. A partir
de 2002, la tasa bruta de natalidad y la tasa de mortalidad general se estima en, 42,54 y
13,34 por cada 1.000 personas respectivamente. En cuanto a la tasa de mortalidad
infantil se calcularon cifras de 101 muertes por 1.000 nacidos vivos. La tasa de
mortalidad materna era de 550 por 100.000 nacidos vivos en 1998. (Datos obtenidos de
Encyclopedia of the Nations, OMS, y Esperanza para Mauritania).

Alternativas a la medicina tradicional: Telemedicina y portales sanitarios


Según todos los datos arrojados tanto por la Organización mundial de la Salud como por
diversas asociaciones implicadas en la ayuda sanitaria y desarrollo de Mauritania, como
son Enfermeras Para el Mundo, Asociación Cooperación Médica Canarias-Sahel o
SUR Servicio de Urgencias y Rescate, se comprueba la acuciante necesidad de
cobertura médica del pueblo mauritano.

Aunque lo deseable es una atención médica personal, actualmente existen herramientas


que permiten una atención al paciente a distancia, esto es la Telemedicina. Como
definición tenemos que: “La telemedicina es el ejercicio de la medicina a distancia,
cuyas intervenciones, diagnósticos, decisiones de tratamientos y recomendaciones están
basadas en datos, documentos y otra información transmitida a través de sistemas de
telecomunicación”, y según la Asociación Médica Mundial (AMM), “el desarrollo y la
implementación de la tecnología de información y comunicación crean nuevas formas
de prestar atención médica a los pacientes. Estos instrumentos habilitadores ofrecen
distintas maneras de ejercer la medicina. La adopción de la telemedicina se considera
justificable por su velocidad y su capacidad de llegar a algunos pacientes con acceso
limitado a la asistencia médica y por su poder de mejorar la atención médica”. Siendo
la base de la medicina el diagnóstico, sin el cual no es posible establecer el tratamiento
adecuado y es en el diagnóstico precisamente donde es más eficiente aplicar la
telemedicina, permite decidir de inmediato la conducta a seguir, de manera que es
aplicable a todos los campos médicos, incluido el de la cirugía, viéndose la gran
potencialidad de este tipo de “medicina a distancia”.

En nuestros días aparece otro concepto relacionado con la medicina a distancia o virtual,
son los portales sanitarios. Un Portal Sanitario (PS) es una sede web cuyo contenido
está relacionado con la salud y la sanidad. Muchas sedes de sociedades científicas,
incluso de revistas, han ido evolucionando hasta convertirse en verdaderas páginas de
inicio para la comunidad de sus usuarios, aunque de un portal sanitario no sólo se espera
que sea un punto para acceder a Internet, sino que les proporcione servicios y que les
permita localizar la información. (Fuente: Gonzalez Guitián, C. “El portal sanitario.
Características generales. Cómo desarrollar los servicios de un portal sanitario.”)

Los PS pueden estar promovidos por instituciones oficiales, sociedades científicas o


comerciales, o bien tratarse de iniciativas particulares. Ofrecen desde información
institucional hasta resolución de dudas médicas consultadas a través de la web por los
usuarios.

Nuestro proyecto: Consultorio médico virtual (CMV)


En base a las necesidades de cobertura sanitaria del la población mauritana, a la escasez
de profesionales disponibles para ello y a los pocos recursos nacionales destinados a
este efecto, se plantea una iniciativa desde BUSHARA, asociación cultural para la
cooperación y el desarrollo con los pueblos del Sahel.
Uniendo los conceptos de telemedicina y portal sanitario, podemos entender la
propuesta de Consultorio Médico Virtual (CMV) que se plantea como medida
paliativa a la desatención medica sufrida en Mauritania, especialmente en aquellas
aldeas y pequeños pueblos inmersos en el desierto, muy alejados de la capital del país o
de ciudades de mayor población donde exista un centro de atención médica.

En una experiencia piloto, el CMV consistiría en un servicio a distancia y a tiempo real


de diagnóstico para enfermedades y afecciones leves o moderadas sufridas por estas
comunidades que se encuentran semi-aisladas, realizado desde España por un médico
perteneciente a una red de voluntariado. Por otro lado serviría para la correcta
administración de los medicamentos aportados por ONGs, y que en muchas ocasiones
los usuarios de las aldeas no son capaces de identificar ni de hacer un correcto uso, con
el peligro que ello conlleva. Otra posible función de este sistema sería la de la consulta
vía correo electrónico de ciertas dudas médicas, como posología de los medicamentos,
recomendaciones sanitarias, consultas sobre buenas prácticas en la prevención de ciertas
enfermedades, etc., del modo en el que se realiza en un portal sanitario tradicional.

El CMV se establecería en un local apropiado del pueblo o aldea, equipándolo de un


sistema informático compuesto por un ordenador con cámara web (sistema de audio y
vídeo), y conexión a Internet, mediante el cual un miembro de un equipo médico
voluntario pudiera diagnosticar al paciente. Además de los recursos materiales sería
necesario un traductor para posibilitar el entendimiento paciente-medico. En función de
los recursos humanos disponibles y de la demanda de la población usuaria de este
servicio, se establecerían ciertos días a la semana durante los cuales, en horario
determinado, se realizaría una conexión vía Internet, de audio y video, mediante la cual
el médico realizaría el diagnóstico de las personas que hubieran solicitado el servicio,
además de indicar el tratamiento a seguir. Así se hace necesario crear un nutrido
botiquín para cada CMV que se establezca, con los recursos medicinales necesarios para
tratar las afecciones y enfermedades más comunes diagnosticables mediante este tipo de
atención médica a distancia.

Los médicos que participen en el CMV deben pertenecer a una bolsa de voluntarios
gestionada por la asociación BUSHARA, donde se establecerían turnos de consulta para
atender el CMV, al que se accedería a través de una plataforma digital creada a tal
efecto, lo que permitiría a los voluntarios pasar la consulta desde cualquier ordenador
introduciendo únicamente una clave personal. No obstante se crearía un espacio de uso
comunitario para el desempeño de esta actividad, equipado con los sistemas
informáticos adecuados para realizar el CMV, de forma y manera que aquellos
voluntarios que no tuvieran acceso a un equipo informático adecuado o que así lo
desearan, pudieran pasar la consulta desde este espacio. Este sistema tiene la ventaja
que los voluntarios no han de desplazarse forzosamente hasta un lugar concreto para
desarrollar su voluntariado, pudiendo hacerse desde cualquier parte del mundo,
simplemente conectándose a la plataforma digital.

Aunque en un principio no fuera indispensable para iniciar el servicio de CMV, la


tendencia sería a realizar caravanas de formación de atención médica básica y de
aprovisionamiento de medicamentos, de manera que las personas encargadas de la labor
de traducción pudieran también ser capaces de hacer exploraciones básicas dirigidas por
el médico y transmitirle los resultados, para conseguir una mayor fiabilidad en el
diagnóstico. El aprovisionamiento de medicamentos es esencial para el funcionamiento
de este servicio, pudiendo nutrirse el botiquín de las aportaciones de ONGs, de
cooperación exterior y sobre todo del organismo oficial correspondiente del propio país.

Para esta experiencia piloto se han seleccionado dos poblaciones en las que la
asociación BUSHARA posee contactos, y en las que se conoce que existe personal
disponible para ejercer la labor de traducción necesaria para el entendimiento entre los
pacientes y el médico durante la conexión vía Internet. Estas poblaciones son el pueblo
de Matamaulana (Mauritania) y Maradi (Níger), con las que la asociación BUSHARA
ya está colaborando en proyectos de ayuda al desarrollo.

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