Del juicio a la justicia

Por: Fabio Carballo

Texto: Salmo 94: 15.

Introducción: No sabemos exactamente quien escribió este salmo, en él, se muestra la

descripción de un gobierno inicuo y opresivo, sobre el pueblo de Dios. Eso da algunas
pistas para llegar a pensar que fue un salmo hecho en Israel, en un tiempo de opresión,
talvez en medio de Babilonia. Este salmo parece ser, uno hecho en los primeros tiempos
de la cautividad.
Sabemos que fue Dios, quien llevó a su pueblo a Babilonia, con el fin de enseñarles
algunas cosas. Aunque el pueblo no quería ir, esa era la voluntad de Dios. Jeremías 27:
8-11; 22.
Con toda claridad podemos decir, que Dios algunas veces permite el mal en nosotros,
para corregirnos y encaminarnos por la senda correcta (en su voluntad).
Lo que queremos mirar hoy es el proceso de cambio, del juicio de Dios sobre sus hijos,
a la justicia que ellos están pidiendo. Aunque nuestro texto principal es el verso 15,
todo el salmo nos aclara la pregunta.
Este proceso, lo podemos aclarar, contestando algunas preguntas:

1. ¿Por qué podemos hablar de un juicio, de Dios sobre su pueblo?

Podemos ver que el pueblo, estaba consiente de un castigo. V 10.
A través de ese castigo, Dios mostró ciencia (entendimiento, conocimiento). V 10b. El
mismo principio, está en el verso 12. A través del castigo, Dios enseña como debemos
empezar a comportarnos, ya corregidos. Prv 3: 11-12; 1 Cor 11: 32.

2. ¿Cuáles son las angustias del Hijo de Dios en medio de este juicio?
 Ver como otros obran incorrectamente con respecto a los creyentes. V 1-
5.
 Ver como obran incorrectamente con respecto a los no creyentes. V 6.
 Ver como hablan, contra lo que es de Dios. V 7.
 Ver que no se entiende el obrar de Dios en su mismo pueblo. V 8. Ojo: 1
Cor 2: 14-3: 1.

3. ¿En que momento termina el castigo, y empieza la justicia?

La clave está en el verso 13. En los días que a pesar de la aflicción, está reposado,
quieto. Es en ese reposo, cuando ya Dios ve que aquel Hijo ha entendido el castigo, que
Dios empieza a cavar el hoyo del impío. (la caída).

4. ¿Cómo debemos actuar en medio de ese juicio?

No buscar a nadie para guerrear o hablar. V 16-17.
Orar a Dios en los momentos difíciles. V 18.
Prestar más atención a los consuelos de Dios. V 19.
Entender que Dios hará lo correcto. V 20-23.

Conclusión: Dios quiere restaurarnos, para hacer su obra según su voluntad y con el fin
de bendecirnos abundantemente. Cuando el creyente falla, Dios corrige (juicio), como
lo hizo con el pueblo de Israel, para mostrar su justicia con nosotros. Estando en esa
corrección, si somos sensatos a dicho castigo, Dios después de la quietud esperando en
él, mostrará su justicia.