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El artículo que presento a continuación es una transcripción de un

artículo publicado el miércoles 29 de noviembre del 2000 en el


periódico "LA VOZ DE ASTURIAS" enviado por Oscar García Busto,
profesor de Educación Física.

Supongo que el tema que planteo puede parecer trivial, un país, donde
buena parte del interés se centra en "Tamara" y el "Bus", sin embargo no lo es.

Lo cierto es que nuestros escolares de colegio y sobre todo de instituto


acostumbran a calzar unos playeros (zapatillas de deporte, aunque en
Asturias los llamamos playeros, vayas o no vayas a la playa) poco apropiados
para la práctica deportiva (tipo VANS), pero además la moda dicta que se han
de llevar desatados, incluso con una prótesis (calcetín doblado) debajo de la
lengüeta.

No me cabe en la cabeza que un minero, albañil o encofrador o


cualquier otro noble profesión de componente eminentemente físico trabaje
con el calzado suelto, así que no entiendo que se haga ejercicio físico de esta
manera.

Como en Educación Física (se le sigue llamando gimnasia aunque la mayoría


de los contenidos nada tienen que ver con esta modalidad deportiva)
educamos para una ocupación activa del tiempo libre muy ligada a la salud,
los profesores llevamos desde que irrumpió la moda con nuestra particular
cruzada entre esta irresponsable práctica. El sentido común dice que si los
playeros tienen cordones será para atarlos, de la misma forma que si el coche
tiene cinturones de seguridad será para ponérselos.

Es un problema de seguridad, de prevención de riesgos, ahora que está tan de


moda. Me hace mucha gracia el argumento que esgrimen algunos alumnos
para no atarse: la comodidad.

Está más claro que lo que pesa es la estética, la moda, norteamericana por
supuesto, californiana por supuesto, y eso está muy bien, cada uno es libre,
pero en ciertas actividades, por seguridad y eficacia, que es para lo que sirve el
calzado, además de la comodidad (hay que ver también qué modelos de
calzado se estilan, en botas y zapatos, me río yo de la comodidad), hay que
atarse los cordones.

Y entre otras muchas cosas, a eso estamos en los centros educativos, a explicar
cosas de lógica, de sentido común, cosas que la gente de la calle puede pensar
que no son necesarias, que se dan por supuestas. Pues no.

Asi pues, estimados alumnos, desde el periódico os repito: para hacer deporte
¡ATAROS LOS PLAYEROS! No es capricho, es por vuestra seguridad""

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