Sentimiento del paisaje

El camino que Mara Delia Ravagnan viene transitando desde hace varios aos denota
una coherencia, que respondiendo a certeras intuiciones, la artista ha sabido conciliar con
el fuerte temperamento que preside sus obras. a desde los comien!os, prescindiendo de
cualquier dibujo previo, Mara Delia se entrega a su imponderable relaci"n con el color,
dejando en claro su permanente inclinaci"n por la materia, que cada ve!, con sus fuertes
# abiertos contrastes, alcan!a ma#or potencia. Si en los inicios, hasta cierto punto sus
paisajes se sometieron a la naturale!a con su r$gimen de ritmos # apariencias cambiantes,
lo que le ha permitido ir comprendiendo la estructura interna que soporta lo visible, #a en
%&ielos', su muestra anterior, a(n reconociendo los aspectos del paisaje, Mara Delia
pone en obra una fuerte subjetividad, donde las formas empie!an a volverse aut"nomas)
#a no se trata de formas que describen el mundo sino de representaciones que organi!an
las relaciones de lo visible, llev*ndonos m*s all*, a un paisaje que por el gesto soberano
de la artista une en un abra!o lo interior # lo e+terior.
Es obvio que Mara Delia ha comprendido ,tal como lo demuestran las obras que ho#
presenta, que si la pintura no crea un mundo propio, es decir si se sigue comportando
como una ventana para mirar otro mundo, seguir* siendo una mera %ilustraci"n' del
referente. -o# el referente es su propia pintura) un mundo de formas # colores que
tienden a la abstracci"n para evocar con la contundencia de sus signos no una mansa
descripci"n sino la potencia de la naturale!a que nos impone su pura contingencia, que
podramos llamar %un sentimiento del paisaje'.
Ra(l Santana
Septiembre, ./0.