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FACULTAD DE HUMANIDADES
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO
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INTRODUCCIÓN
RESUMEN
CAPITULO I: HERENCIA
La herencia no es otra cosa que la sucesión del lugar que ocupaba el difunto
como paterfamilias por el heredero el cual desde esa sucesión sería el nuevo
dueño y representante que administre todo el patrimonio dejado por el anterior
dueño. Además la sucesión asumida por el heredero se denomina universal
porque mantiene la seguridad jurídica, de forma que la muerte de una persona
destruya las menos relaciones jurídicas posibles situando al heredero en la
posición que tenía el causante sin modificación alguna de la relación jurídica
presente.
1
Cuyus: quiere decir “de cuyos bienes se trata”
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Esto quiere decir el ejercicio de algunos derechos que aún siendo personalísimos mantienen efectos
reflejos que no se extinguen con la muerte del titular.
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Ius civiles: Derecho propio de los ciudadanos romanos
sucesión entre vivos se produce cuando el paterfamilias4 adquiere la
potestad de sui iuris5 y como consecuencia se trasmiten sus bienes del
padre: esto sucede en los casos de la arrogación (adrogatio), por la que
una cabeza de familia se somete en adopción a la potestad de otro
paterfamilias, y en los de la conventio in manun6, de una mujer sui iuris
titular de un patrimonio.
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paterfamilias: es el que tiene un poder pleno e ilimitado sobre todos los miembros de la familia que se
manifiesta en formas diversas.
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Sui iuris: el padre de familia libera al hijo de su potestad ante un acto solemne que es la emancipación.
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Conventio in manum: la situación de la mujer impedía la realización de donaciones que excediesen los
límites de las entregas de uso.
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Toda herencia, aunque sea adida con posterioridad, se adquiere desde el momento de la muerte (del
causante); casi todos los derechos de los herederos existen si los herederos lo hubiesen sido en el
momento de morir el causante.
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Sui: es decir, son los hijos que estaban en potestad del difunto o todos aquellos que estaban en lugar
de hijos.
por ley le correspondería la sucesión al más digno de los agnados, se evita la
disgregación de la familia.
Por el testamento el paterfamilias designa entre los sui al más digno para
continuar la jefatura política de la familia. En el ius civile la sucesión regular y
prevalece es la testamentaria , como resulta de la misma calificación negativa
dada a la sucesión intestada. En las XII Tablas dice: si muere intestado el que
carece de heredero familiar, tenga la herencia el próximo agnado, y si no hay
agnado tenga la herencia los gentiles. Los agnaticios no se hacen herederos,
sino que sólo tienen el poder de apropiarse de la familia.
Iglesias Juan, Derecho Romano., editorial Ariel – Barcelona; Pág. 551 (1990) ,
en su libro, nos dice, que la herencia se “defiere” por testamento y por ley. La
delación es testamentaria cuando la designación de la persona llamada a
heredar se hace por voluntad del causante, expresada en testamento; es
intestada cuándo la vocación hereditaria viene determinada por una disposición
del derecho objetivo9,
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En el Derecho Romano se consideraba dos formas de delación o llamamiento, que era por ley y por la
voluntad del difunto o testamentaria.
García Garrido Manuel, Derecho Privado Romano, Editorial Dykynson. Madrid
– Pág. 731 (1998)., dice, la delación supone el ofrecimiento o el llamamiento al
heredero para que acepte la herencia. La llamada actúa en los supuestos de
herederos voluntarios, ya que si eran sui et necesarii10, continuaban en la
titularidad de los bienes desde el momento de la muerte del padre y no se
efectuaba la llamada o delación.
Los herederos legítimos o por ley, son aquellos que no tenían la necesidad de
ser llamados para adquirir la herencia por estar atribuida por la ley.
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Sui et necesarii: es decir los hijos del causante.
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Agnado: son agnados los que están unidos por parentesco legítimo por línea de varón, es decir, los que
estarían sometidos a una misma potestad si el común paterfamilias no hubiese muerto.
1.4. Aceptación De La Herencia
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Es necesario la delación o llamada y el pleno conocimiento del aceptante. La aceptación hecha por
error es nula. Al menor de 25 años, que resulta engañado, se le concede una restitutio in integrum, y
adriano lo extendió a cualquier persona cuando después de la aceptación aparece una deuda importante
que antes estaba oculta.
El acto de aceptación puede referirse a la herencia civil (hereditas), o a la
herencia pretoria (bonorun possessio)
Término hereditas tiene carácter “civil” desde la época más antigua del
derecho Romano. Heredes son precisamente aquellas personas que el ius
civile considera herederos y que, por consiguiente, gozan de la plenitud de
derechos en cuanto a sucesores de un causante. Pero, de la misma manera
que existe una posesión pretoria y una posesión civil, una propiedad pretoria (o
bonitaria) y una propiedad civil, acciones pretorias y acciones civiles, en
materia de sucesiones existe, al lado de la herencia civil, una herencia pretoria,
esta institución recibe el nombre técnico de bonorum possessio, es decir,
literalmente “posesión de los bienes” de la herencia concedida por el pretor,
siguiendo los criterios dados en su edicto o bien, menos frecuente, dando la
bonorum possessio mediante un decreto. La institución consiste en atribuir la
posesión de los bienes de la herencia a uno o varios personas que,
generalmente, coincidían con las hereditas civiles, pero que algunas veces,
eran distintos a estos. En defecto, aunque toda la sucesión hereditaria civil esta
impugnada por el formalismo de la ley de las XII tablas y la y la preferencia de
los parientes agnados sobre los cognados13, sin embargo el pretor realizo un
cambio lento del ius civiles, que acabó por revolucionar la sucesión hereditaria,
con el fin de dar entrada a la herencia legitima a los parientes cognados y de
superar las rígidas prescripciones de la sucesión civil.
El autor Iglesias Juan, Derecho Romano, Editorial Ariel – Barcelona 1990; Pág.
575, 576. , nos menciona que para la eficacia de la aceptación depende de que
se den ciertos requisitos tales como:
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Cognados: Parentesco de consanguinidad por la línea femenina entre los descendientes de un tronco
común.
paterfamilia se encargaba de administrar y aceptar los bienes del hijo en
su nombre.
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Honoratus: favorecido
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Oneratus: gravado
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Estas cuatro clases de legado satisfacían todas las necesidades; pero el testador debía elegir con
cuidado una formula en relación con la libertad que quería hacer, porque de lo contrario, el legado era
nulo. Esto ocurría por ejemplo, si legaba per vindicationem la cosa de otro. Sin embargo, algunas
reformas vinieron a disminuir estos riesgos de nulidad.
2.3.1 El Legado per vindicatione.- En este caso, el testador concedía
directamente al legatario la propiedad quiritaria17 sobre un determinado bien,
con tal que reuniera las condiciones siguientes:
2.4 Contenido
Antiguamente era lícito agotar todo el patrimonio con los legados y las
manumisiones, y dejar al heredero tan sólo el vacío nombre de tal; así parecía
permitirlo la ley de las XII tablas, por la que establecía que tenía valor toda
disposición sobre el propio patrimonio hecha en el testamento. Estas eran las
palabras de la ley: “tenga valor de derecho todo legado del propio patrimonio”.
A consecuencia de esto, muchas veces se moría sin testamento, porque los
herederos que habían sido instituidos se abstenían de aceptar la herencia;
para esto se promulgo la ley furia, en la cual se prohibía que, excepto ciertas
personas, los legatarios a causa de muerte recibieran mas de mil ases. Pero no
se consiguió lo que se quería, porque el que tenía un patrimonio, por ejemplo,
de cinco mil ases, podía consumir todo su patrimonio instituyendo cinco
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si el testador lega en propiedad un fundo y a otro un usufructo del mismo fundo, sin sustraer de la
propiedad el usufructo, los frutos del fundo se hacen comunes de ambos legatarios.
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Ajuar: Conjunto de muebles, enseres y ropas de uso común en la casa
legatarios a causa de muerte recibieran mas que los herederos. Por eso se
promulgo después la ley voconia, la cual se prohibía a los legatarios a causa de
muerte recibieran más que os herederos. Con esta ley parecía que los
herederos tendrían siempre algo, pero, en realidad, existía el mismo defecto de
antes, pues el testador, distribuyendo el patrimonio entre un gran número de
legatarios, podía dejar tan reducida la porción del heredero que tan mínimo
beneficio no le compensara el peso de las cargas de la herencia; entonces se
promulgó la ley falcidia, en virtud de la cual el testador no puede legar mas de
¾ partes de la herencia, de modo que forzosamente el heredero tiene ¼ parte.
Antonio Silvano, equite del ala primera Mauritania de los Tracios, ayudante del
prefecto, en la tropa de Valerio, hizo su testamento:
CAPITULO I: HERENCIA