Jorge Eduardo Somohano Huchim historia de la medicina UPAEP
EL PRIMER CAZADOR DE MICROBIOS
Hace doscientos cincuenta aos que un tal Leeuwenhoek fue el primero en asomarse a un mundo nuevo, poblado de millares de especies de seres pequesimos, ya feroces y aun mortferos.
A la edad de 21 aos, se despidi de su jefe y volvi a Delft; se cas y abri por cuenta una tienda de telas. Muy poco se sabe de el durante los veinte aos siguientes. Durante este periodo fue nombrado conserje de la casa consistorial de Delft, y se le despert una extraa aficcin de tallar lentes. En aquel tiempo las personas cultas hablaban el latn pero Leeuwenhoek no sabia ni leerlo.
Visito las tiendas de ptica y aprendi los rudimentos necesarios, para tallar lentes, frecuento el trado de alquimistas y boticarios, curioseo sus mtodos secretos de obtener metales de los minerales, y se inicio en el arte de los orfebres.
Monto sus lentes en cuadrilteros de oro, plata o cobre, que el mismo haba extrado de los minerales por medio del fuego, con esto examino las fibras musculares de una ballena y las escamas de su propia piel, observo ojos de buey quedando maravillado con la estructura del cristalino, miro lana de oveja, los pelos de castor y liebre, la masa enceflica de la cabeza de una mosca. Examino cortes transversales de doce tipos de madera de rbol y el interior de las semillas de plantas, el aparato bucal de de una pulga y las patas de un piojo.
Con el paso del tiempo se dio cuenta que no slo haba microorganismos en el agua sino en muchas otras cosas como por ejemplo entre sus dientes. Observ los glbulos de la sangre y se dio cuenta de cmo se coagulaba, observ tambin los vasos sanguneos de un pescado e incluso su propio excremento.
Uno de sus ms grandes descubrimientos fue ver que los microorganismos eran capaces de comerse a otros seres.
Muri a los 91 aos y hasta el da de su muerte, como lo prometi, ese mismo da en su lecho de muerte pidi a un amigo suyo que tradujera al ingls cartas que haba escrito para la Real Academia, aunque lo que jams hizo fue revelar el secreto de la realizacin de sus perfectos microscopios ya que para l eran demasiado preciados como para contarlos a cualquier persona.