Para realizar un anlisis adecuado sobre la retrica es necesario considerar, por un lado, la expresin del orador y, por otro, su modo de organizar, argumentar y estructurar los discursos que escribe. En la segunda parte del Fedro (257c-278a) Scrates tratar de dilucidar esta cuestin: Cul es la manera de escribir y hablar bien? El examen que realiza el ateniense lo lleva a considerar nuevamente el problema del conocimiento de los objetos del discurso que fue ya debidamente planteado en el Gorgias: No es necesario que, para que est bien y hermosamente dicho lo que se dice, el pensamiento del que habla deber ser conocedor de la verdad de aquello sobre lo que se va a hablar?. 1 Para el joven Fedro, la retrica no necesita servirse de la verdad para convencer, las apariencias son suficientes para la persuasin. Ahora bien, para que la apariencia sea capaz de convencer a un auditorio y tenga xito en su empresa debe valerse de dos cosas: (1) la imprecisin conceptual de las palabras y (2) la semejanza que existe entre dos cosas. Par Scrates es evidente que el orador es capaz de convencer a un pblico numeroso en el Tribunal o la Asamblea porque la mayora de los concurrentes no comprenden qu es lo justo y lo injusto.