Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
PARA LA V I D A C R I S T I A N A
Sección 1
Página 37
LECCIONE S
PARA LA V I D A C R I S T I A N A
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él
seamos glorificados”. Como usted puede ver, entonces, nuestra glorificación es el paso final en
el panorama general de Dios.
Ahora que hemos visto esa progresión, debemos prestar atención a la segunda área
importante, que es la provisión de Dios para glorificarnos. A lo mejor usted no está a gusto con
la idea de ser usted glorificado; después de todo, ¿no deberíamos ser nosotros los que
glorificamos a Dios? (Gál 1:4-5; 1 Tim 1:17; Heb 13:21)
Cuando glorificamos a Dios, tenemos la intención de ensalzar, honrar y alabarlo a Él por sobre
todo lo demás en el universo. Sin embargo, es algo diferente cuando Dios nos glorifica. Nuestra
glorificación tiene consecuencias mayores que simplemente ser honrados o exaltados, ya que
se trata de un proceso continuo por el cual Dios está obrando para perfeccionar nuestras vidas.
Esto lo vemos en Fil 1:6, donde dice: “el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.
Memorice Rom 8:37. ¿Qué tiene que ver este versículo con las “consecuencias mayores” de la
obra actual de Dios para hacer que su carácter se asemeje más al de Él? (Especifique acerca
de las luchas en las que Dios le está permitiendo vencer)
¿Cuál es el proceso de Dios para perfeccionarnos? Se trata de todo lo que hemos estado
estudiando hasta ahora: el proceso de perdón, redención, reconciliación, justificación,
crucifixión, y ahora, glorificación. Rom 8:29-39 nos revela que, incluso antes de haber nacido,
Dios nos conoció, y decidió restituirnos todo lo que se perdió en la caída. Toda la historia
humana ha sido parte de este proceso, el cual continuará hasta su perfeccionamiento en el
regreso glorioso de Cristo. (1 Jn 3:1-3)
Examine su vida desde que conoció a Cristo como Salvador. Pídale a Él que le revele las áreas
de crecimiento y glorificación que Él ha llevado a cabo. (Por ejemplo, ¿hay algún hábito
espiritualmente perjudicial del cual Él lo halla liberado? ¿O hay alguna mentira que alguna vez
usted creyó, pero que ahora la reconoce como un engaño?)
Sección 2
Página 38
LECCIONE S
PARA LA V I D A C R I S T I A N A
La tercera área que hemos de examinar es la manera en que Dios nos preserva al glorificarnos.
Así como en el caso de los verbos de las lecciones anteriores, la glorificación aquí es una
acción que se completó en el pasado y que, sin embargo, tiene consecuencias todavía hoy. No
obstante, a diferencia del resto, nuestra glorificación es algo que se realizó en el pasado, pero
que no se experimentará por completo sino hasta en algún tiempo futuro.
En primer lugar, la glorificación implica una posición perfecta con respecto a Dios
Todopoderoso. Esto es lo que se da a entender en 1 Jn 3:2 al decir que “seremos semejantes a
Cristo”. Una vez que seamos totalmente glorificados, el antiguo principio de pecado que una
vez dominó nuestras vidas ya no nos molestará más.
2: ¿Falso o verdadero? A pesar de haber sido glorificados, el pecado todavía existe como una
contienda, porque la plenitud de nuestra glorificación va a ocurrir en el futuro.
En segundo lugar, la glorificación involucra una familia completamente nueva. Nosotros somos
miembros en la actualidad del cuerpo de Cristo, unidos por un vínculo especial a cada creyente
Página 39
LECCIONE S
PARA LA V I D A C R I S T I A N A
individual en Jesucristo durante todo el tiempo. De modo que nuestra nueva familia no son
simplemente aquellos con quien podemos vivir por un tiempo, sino mas bien todos aquellos con
quienes pasaremos la eternidad junto con Dios.
En tercer lugar, además de nuestra nueva familia, nuestra glorificación nos convertirá en
ciudadanos de un nuevo hogar. Fil 3:20 lo expone así: “Mas nuestra ciudadanía está en los
cielos, de donde también esperamos al salvador, al Señor Jesucristo”. Esto significa que
aunque estemos todavía en el mundo, ya no somos del mundo. (Jn 17:11-18)
En cuarto y último lugar, nuestra glorificación tendrá como resultado un cuerpo renovado. Fil
3:20-21 continúa diciendo: “(Jesús)… el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra,
para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya… “. Esto significa que en la eternidad aun
conservaremos nuestros cuerpos, pero estos serán muy distintos; serán cuerpos eternos,
resucitados. (1 Cro 15:35-50)
3: Escoja los cuatro aspectos de la preservación que Dios lleva a cabo a favor de nosotros
mediante su proceso de glorificación:
a. Se nos a ha dado una perfecta posición con respecto al Señor.
b. Se nos ha dado la misma exaltación y alabanza que se le da a Dios.
c. Se nos ha dado una nueva ciudadanía en el cielo.
d. Se nos ha dado una nueva familia en el cuerpo de la iglesia.
e. Se nos ha dado un cuerpo nuevo, resucitado.
Todas estas cosas pondrán de manifiesto la conclusión del plan original de Dios en el momento
de la creación. Quizá usted diga: “Bueno, ¡necesito eso ahora mismo! Mi amigo, le aseguro que
usted ya tiene todo lo que necesita ahora mismo. Jesucristo está vivo dentro de usted. Nos
hallamos en un proceso continuo en el que vamos asemejándonos más y más a Él. Pero esto
no ocurre debido a algo que nosotros mismos hayamos hecho, sino debido a que Cristo está
obrando en y por medio de nuestras vidas, para llevar a cabo nuestra perfección definitiva.
Gracias a Él, somos (y seremos) Glorificados.
Página 40