tendr nuestro nombre soberbio blasn; el valor, nuestro hermoso oriflama, y el nico escudo ser el corazn.
Nuestras armas, por siempre triunfales,
humillaron al fiero espaol, del clarn a las voces marciales que oy en sus montaas la tierra del sol. Nuestro pueblo vibr de coraje cuando esclava la patria gimi, como ruge, del yugo al ultraje, con ira potente soberbio el len.
II
En el campo sangriento de Marte
libertad a la patria ofrend la proeza inmortal de Ricaurte, que en tierra araguea su Olimpo encontr. Coron nuestras cumbres la gloria
cuando Ribas su espada blandi,
y a su homrico afn La Victoria con sangre opresora sus campos reg.n