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ae ume La CRITICA DE CINE ‘Lapersona que de una v otra manera, oeasino inalidad,ejeree la critien de eine o analiza un filme, se ha encontrado con problemas teétieos roferentes ala valider dela critica, a euiles son sus fun ciones y qué se requiere para un andlisisidéneo o, al menos, efi- «a2, ll nos indica que la labor critica —y, por upuesto, no nos «eferimos.al simple diletantismo, nia los ganapanes— es comple ja y dificil, pues exige un ciimulo de experiencias artiticas © investigativas, de eondicionamientos sociales y personales y de esfuerz0s generales. Se nos offece, entonees, una amplia gama de asgos a analizar, tanto del filme y de su rica, como del destina- tario de dicha erica y el medio (radial, escrito, etcétera) de reali- 2arla, con sus caracteristicos espaciosy tiempos disponibles, entre otras propiedades. ‘Légicamente, muchas cualidades dela idSnea critica de ci son iguales las de la erica de las dems manifetaciones artisti- «as. Tienen, de igual modo, su base en una esttia, una experien- cia anisticay coneepciones filoséficas euyos principios son vali- dos para uno y otro ate. Pero eada manifestacinatistes y cultu- ral posee sus rasgos propios, patcularidades que se relacionan tanto con el piblico como con las demas condicionantes sosioculturales y estétias. ¥, en correspondencia, sucede lo mise ‘mo con la critica y con todo andinis que se le vineule. Asi, cada ‘vez que aspiremos a realizar na criteade cine penuinaserénece- satio tener en cuenta propicdades y elementos del filme en eues- ti6n, del poblico al que nor dirgimos y de los Fendmenos cinema togrificos en su conjunto. ‘Deseamos bosquejar aqui algunos de esos factores prior les. Ahora bien, no olvidemes que elas reflexiones se offecen como planteamiento de principis, como guia y método general y no ‘porque engloben Ia verdad absoluta. Nuestra idea de partda: “To Jif que es una buena labor eritica”, aslo patentiza No velamos cl caricter polémico de nvesra exposicin sino, pr el contrario, cconvidamos a su asuncién critica, ot ‘Contraempos de primer orden: espacio, premura y programacién ajena ‘Todo critica (conferencista,cinedebatista, comentarstaen prensa periédica.)y todo pablica habituadoa las accioneseitieas o ana- Iiicas de cualquier indole, sabe que toda exposicion (eserita worl) preparada para el andisis del filme seubiea on y est eondicionada por un espacio (cantdad de lineas)y un tiempo determinados, que imponen limitaciones considerables. Este espacio (muy corto sobre tod on el caso de los diarios| ‘adicionales)y ese tiempo, obligan a reduc, seleccionar, inet Zzary prepararCuidadosamente lo qUe Se va atratar exigencia que sueie agravarse por Ia protitud eon que se demanda o necesita el articulo correspondiente a la ediién del dia ola exposicion pro- 1 criti que se encarga de analizar y comen~ tar los estrenos fs filmes signficaivos de actualidad debe ela borar su articulo en uno 0 das dias, porque silo demora no sald ‘mpreso ni transmit antes de que fnalice el priodo de exhib ‘cid de Ia obra o disminuya su interés como novedad periodistica. El ertco deberd ver el filme, documentarse sobre el mismo, analizalo,redacar el artculoy entregarlo, todo con rape, para {que salga en un tiempo prudencial. De modo que la critica perio- distica de cine queda sometida las mismas exigencias de sintsis, ¥¥ rapidez que caracterizan normalmente al ofiio periodistico ¥ ‘debe cumpliras sin taicionar su obligada seriedad, hondura y asequibilidad, A ello se suma que, como el reportero, por lo gene- ral el ertico no puede seleccionar a pleno gusto el "suceso” (la proyesciGn mica) sobreel cual trabajard.Elasunto que le ocupa, ts decir el filme en exhibieion, consttuye un hecho cultural muy

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