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° CLENCIA in Utia ocll PDF Poutric A.Gittdone A. GIDDENS. «HERMENEUTICA Y TEORIA SOCIAL» en PROFILES AND CRITICS IN SOCIAL. THEORY - UCP, LOS ANGELES, 1982. [lrad. de fa RIMENEUTICA Y TEORIA SOCIAL (") La chermenéutica» -teoria de la interpreta- cidn- sélo recientemente ha llegado a ser un término familiar para aquellos que trabajan en las ciencias sociales, al menos en el mundo de habia inglesa. Esto es curioso, dado que la Iradicién hemenéulica se remonta at menos, lan lejos como fines det siglo dieciacho, y el \érmino deriva de los griegos. Pero este des- cuido es menos raro de lo que parece, puesto que la tradicién hermengulica ha estado mas lirmemente establecida en Alemania y mu- chos de los textos claves permanecen sin lraduciralinglés. Elconcepto de «verstehens unificador de la tadicién hermenéutica, Hegé asermas ampliamente conocido en el mundo de habia inglesa a wavés de su adope Max Weber. Camo !!, fue obj alaques por aquellos asociados a io que maré «at consenso orlodoxo», La contraver- siaacerca dela «verstatien» en taliteraiura ce habla ingles Ag nas de las cuestiones mds significativas a que da origen la tadieién hermenéutica. Weber esluvo influenciado solamente en paite por esa {radicién, derivando principalmente sus ideasmeiodolégizas aeies irabajos de Rickert y la escuela de Marburgo Pero el factor fundamental que explica ta rela- liva falta de influencia de la tradicién hermenéutica en dl mundo anglosajdn ha sido el dominio cle puntos de vista sobre las cien- cias sociales que detivan su inspiracién de los filésolos positivistas 0 naluralistas tespecto a las ciencias naturales. Semejantes puntos de vista fueron uno ce los principates fundamen- los para el consenso arlodoxo que domind fa sociologia, la politica y grandes sectores de las ciencias sociales en general, a parlit de ka poslguerra. Hay tres caracteristicas del con- Centro de E: 1s edral) sensu oriodexo que pienso es importante enfatizar. Primero, fa influencia de la filosofia positivista como un marcolégico. Estainfluen- cia fue, a su vez, doble. La concepeidn de la ciencia esbozada por filésolos como Camap, Hempel y Nagel fue aceptada {a menudo b: una forma simplilicada 0 inexacta) como una versién adecuada de lo que eran las ciencias naturales. Pero también se afirmé que las ciencias sociales debian constituirse sobre el delo de las ciencias naturales: cue el fin de aquellas debfa ser paralelo, en el estudio dela conducta humana, alos logros de las ciencias, naturales. El objetivo fue producir lo que Radeliffe-Brown una vez Hlamé «una ciencia fatural de la sociedad». Segundo, al nivel de! método, la infiuencia del funcionalismo. En los escrilos de Comle, ny tres en el siglo diecigueve y comien el veinte, el funcionalismo estuvo en eslrecha conexién con la lesis de que la sociologia deberfa ser una «ciencia nalural de la sociedad». El amplio uso de analogias orgdnicas en ef andiisis social alent, y ¢ alguna manera derivé dela concepcitinde que la biologia eslaba en una Girecia Kinea de asociacion coi las ciencias sociaies. Lina con- cepcién funcional de tipo similar parecfa apro- da aambas. En el periodo mas reciente, la afitiacién del funcionalismo y fa creencia de que fa sociclogia deberia adoptar el mismo marco fégico que las ciencias naturales, se ha mostiado mas ambigua. Los filésofos PYLERAAS modernos han sido suspicaces sobre las prelensiones del funcionalismo y han examinado susiatus légico con ojo escép- tico™. Pero sie matiimonio enlie el positivismo contemporéneo y el funcionatismo no fue el caso de un amor a primera vista, la relation finalmente se consums. Los fildsofos dieron in Feconocimiento de mala gana alos concep- Fitsnfic y Me de Ciencias SOciaLEes: ris SCHUS A. Giddens : los funcionalistas, como parte legitima del apa- ralo de la ciencia. Muchos de aquellos que (rabajan en las ciencias sociales vieron lal reconocimiento como una contirmacién de la ligazén tradicional éntre el funcionalismo y la apologia dela «ciencia natural de la sociedad Tercero, en ct nivel del contenido, fa influcn delaconcepcién sobrela «sociedadindustrial yla «leoria dela modemizacién», mas general- mente. No lengo mucho que decir acerca de esto en la presenté discusién. Sin embargo, considero muy importante tener en mente que los debates Idgico$ y metodolégicos en las ciencias sociales pueden raramente -si alguna vez- ser separados tomplelamente de fos pun- os de vista 0 teorias mas sustantivas con las cuales estén relacibnados. Los conceplos de «sociedad industial» y «modemizacién» per- tenecen a lo que puede llamarse la teoria dela sociedad industrial. Porella quiero significar un particular punto de vista sobre el desarrollo de las «sociedades avalzadas» afiliadoalas ideas politicas liberales() De acuerdo a los propo- nenles de la teoria de la sociedad industrial, la industializacién 'es ta principal fuerza ansformadota en bl mundo conlemporaneo. Enelperiodo de postguerra, junloaunatasade crecimiento estable en la economias del oeste, los ledricos de la sociedad industiial vieron la perspectiva de un indelinido periodo de pros- peridad, tendencia a la igualdad de tiqueza, ingreso y oporlunidades. La industiializacién suministraria el hilo conductor para este pro- gresivo movimiento de la historia, tanto en el Oesle como en el Este. Combinando estos tres elementos, ef consen- so orlodioxe priveyé ce cuerpo ala «cortienie piincipal» de opin’dn en sociologiay, en cierto grado, para las ciehcias sociales en generat. Por supuesto, sera facil subestimar la divers dad de puntos de vista dentro de este consen- 50, que nunca dejé de ser desatiado. En particular, luvo sus érilicos desde ia izquierda A to largo de su periocdo de ascensidn, el consenso oriodoxo fue desatiado por autores influenciados por Marx, aunque muchos de sus crfticos, tales como Miiis, Dahyendort, Lockwood y Rex, no.se vieton a.si nismos como «marxisias»: Relrospectivamente, fa SCHUSTER "Vitor fa BeUanton Ciencia Pouirica inlluencia de Weber en sus rabajos parece mayor que la de Marx. Pero cualquiera sea el desacuerdo de estos crilicos con el consenso orlodoxo, éste suministré un terreno para el debale. Habfa una suerte de unidad de la sociologfa, aunque sélo bajo la forma de am- bilos para los asuntos deballidos, y los resulta- dios de tales controntacionos siempr fueron dificiimente decisivos. Hoy dia el consenso orlodoxo no existe; fo que fue una orlodoxia ya nolo es mas y el consen- soha dado paso ala disidencia y al desorden. La disolucién del consenso ortodoxo ha sido subslancialmente Hlevada a cabo por las cri cas montadas contra el positivismo en liloso- fia, y en ciencias sociales contra el funcionalismo"). Esta desaparicién no es cier- lainenie algo explicable sélo en términos de crilica intelectual. Los cambios que han sobre- venido en las ciencias sociales reflejan trans fotmaciones en el mundo social mismo, como. que el perfodo de desarrollo econdmico esta- ble en el oeste, fue interrumpido por reveses, crisis y conflictos. Lo que parecia un seguro dominio cercado por los ledricos de la socie~ dad industial, probé ser fragil. Aunque no examinaré las implicaciones de esto directa- mente, en mi planteamiento los problemas légicos, metodolégicos y sustantivos estart inlimamente relacionados. Los asuntos discu- lidos aqui pueden ser relacionados ditecta- mente con los andlisis concretos de las trans- formaciones de la sociedad @hermenéutica, positivismo y teorfa social El interés por la hermenéutica es una -entre olfas- respuesia aia superacion del consenso ortodoxo en e! dmbito de la légica y la mbtodvlogia de la ciencia social. La recepcién 0 ‘descubrimiento en el habla inglesa de la lradicién hermenéutica ha sido considerable- mente posibilitada por el movimiento postwitigensteniano deniro de la filosoffa bri- tahicay norleamericana, Autores intivenciados porel imo Wiligenstein, delos cuales el mas notable es P. Winch, han propuesto puntos de visia sobie las clencias sociales que contras- lan agudamente con el consenso orlodoxo. Sugitiendo que hay una radical diferencia en- 10 CentTRO de EsTuDIaAntes de ClENCiAS SOCIALES Ciencia le las ciencias naturales y sociales, que la comprensién de la «accién significativa» es distinla de la explicacién cle eventos en la naluraleza, La filosolia postwillgensteniana ‘onvirgié con lemas que habian sido de per istenle interés para la hermenéulica. El corto fibro de Winch, The idea of social science! fue el punto focal det debate erie fos filésofos por aliededor de veinte aiius, desde su publi- cacién. La mayorfa de esos trabajos, sin em- bargo, por un largo periodo o ignoraron 0 rechazaron las pretensiories de Winch como insostenibles. Sdlo recientemente el libro ha sido visto en forma mas favorable. En The idea of sbcial science, Winch argu: menta que el abjélo de las ciencias sociales concieme sobre Iédo con la inteiigibilidad de accién humana. Para captar por qué los seres humanos acttian como lo hacen, debemos: comprender el significado de su actividad. Y comprender el significado de la conducia, de acuerdo a Winchjes captar las reglas que los aclores siguen haciendo aquello que hacen Laaccién significativa es una accién orientada por reglas, donde el conocimiento de éstas a las razones de los actores para la conducla en la cial estan involucrados. Pari Winch, comprender al significado y las 1azo- nes implica relacionar ia conducla observada a reglas. Las reglas no son sleyes» en el sentido en que este término es apticado en las ciencias naturales. Ni la formulacin de leyes ni el andlisis causal tiene ningin lugar en las ciencias sociaies. Estas tienen, entonces, una orientacién interpretativa o hermengulica; un salto ldgico separa ial orientacién de ia ligica y el méiodo de tas ciencias naturales. Winch eslablecié asi una versin contempora- nea de la dicotontia planteada por la tradicién hermenéutica entic «verstehen» y «erkkiren» La «verstehei», la comprensién del significa: doy la funcamentacién de to que a menudo se Namé «las GiendiaS “dé! espiritu» (Geisteswissenschaflen) fue contrastada por Droysen, Dilthey y oltos con la «erkl&ien», la explicacién causal de los fenémenos nalura- les. Muchas cosas separan la exposicién de Winch de las preocupaciones caracterislicas delahemenéulica. Winchno empieata tenni- 4A Centro de Estupi Pourrica A. Giddens nologia de la «verstehen», y mas importante, no est inleresado en la historia. Una de las ptincipales diferencias del posilivismo y la lradicién hermenéutica ha sido precisamente el continuo compromiso de la tillima con la histoiia. Para los aulores hermenéuticos, la historia -no como transeurso del tiempo, sino como la capacidad de los seres humanos de llegar a ser consclentes de su proplo pasado y deincorporaresa consciencia como parte de fo que es la historia- ha estado siempre en el centro de las ciencias sociales. No quiero en este contexto oftecer una eva- uacién ciilica del abajo de Winch y de la lilosofia wittgensteniana en general” ni cansi- Yerar con alguna longitud sus diferencias con ia hermenéulica continental. Mi alggato es que un gito hacia la hermenéulica de la teora social no puede por si mismo resolver los problemas légicos y metodolégicas genera- dos por la desaparicién del consenso orto- doxo. Los puntos de vista de Winch no pueden Ser soslenidos tal como estan y seria un gamino equivocado intentar revivir la diferen- biacién de «veistchen» y «eikldren», Este limo punio, por supuesto, de acuerdo con ulgunos de los méximos exponentes de la hermendutica contemporinea, como Gadamer y Ricoeur. Pero pienso igualmente que es erréneo meramente negar fa relevancia de la hermenéutica para la teoria social, como lo han intentado los aulores inclinados al positivismo. En vez de eso quisiera argumen- lara favor deo que quisierallamar «una teorfa social informada hermenéulicamente». Pien- 80 que es esencial poner atencién a la revitalizacion de la hesmenéutica por obra de los filésofos postwittgenstenianos, Gadamer, Ricoeury olros. Pero almismo tiempo quisiera Aconsejar cuidado: las ideas de esos aulores deben ser recibidas criticamente. En el resto de la discusién prefiero usar el término «teoria social» mas bien que «socio- logia» -0 todavia peor, «teoria sociolégicay: Segtin mi petspectiva, la leorfa social es un cueipo ledrico compartico por todas las disci plinas que conciemen a la conducla de los seres humanos. Conciemé no solamente ata sociofogiasino ala antropologta, laeconomia, Biosoft y Método “SCHUSTER res de CIENCIAS SOCIALES CIENCIA A Giddens la ciencia politica, la geogralia humana y la psicologia-el rango todo delas ciencias socia- les. La teoria social no es realmente separable de cuestiones de interés que cubren un campo més amplio: se conecta ala critica literaria, por una parte, y a la filosotia de las ciencias naturales, por otra. La real importancia de la hemenéutien en ta tenria social sefinln ct estado de la cuestion: fa hermenéulica con- tempordnea esta al frente del desarrollo de la teoria del texto y, al mismo tiempo, tiene relevancia para los asuntos actuales en filoso- fia de las ciencias". Hay algo nuevo en todo esto, en lo que Geertz llama el «eslilo borroso» del pensamiento moderot"”), Hace algunos afios era un lugar comin hacer lamados a estudios interdisciplinarios que buscaran so- brepasar los limites convencionales de las dis- ciplinas acacémicas. Tales estudios legraron raramente algo. Hby dia, sin embargo, reales y profundas convergencias de intereses y de problemas se estfin presentando en amplios espacios de la vida intelectual. La teorfa social esla en el centio de esas convergencias, con- tribuyendo como dprendienco de ellas. Hablar de «borroso» en‘ relacién a los marcos de tolerencia o contexlos en olro tiempo separa- dos, es un {érmino afortunaco en mas de un sentido. Porque la convergenciano siempre ha suministrado clarilicacién de los asuntos en discusién: tambiér los ha oscurecido. Inmedia- tamente después del colapso del consenso orladoxo, en lo que se refiere a las ciencias sociales, sobrevino algo como una dispersion de leorias rivales. He argumentado en otro lugar que este aparente desarreglo intelec- tual no tendria que conducir a nadie interesado en las ciencias-sociales”=corno~pienso que todos tendriamos que estarlo- @ levantar las manos con desesperaci6n. La actual fase de desarrollo de la lear‘a social es tal que deman- da la reconstruccidn en varios frenles. Seme: jante proceso de teconstruccién, a mi juicio esia en camino, atinque sea improbable regre- sar al consenso de la antigua orlodoxia, Mas bien, esta fuera del espirilu del pensamiento social contemporaheo intentarlo. Bajo el quiz desprolio titulo de una teorfa social informada hermenéulicamente incluiria cierto nimero de ideas basicas. Sin embargo, SCHUSTER *titusofte y Métodtas Pouitica duisiera concentrarme aqui en dos clases I cuestiones. Cada una de ellas representa una reaccién a los dos elementos del consenso ortodoxo que he mencionado previamente: positivismo y funcionalismo. Quisiera desarro- lar una aproximacién a la teoria social en la @& cual el concepto de funcién no tiene lugar. Desde mi perspectiva, las noclonos da «nnd lisis tunclonal» o «explicacién funcional» de- berian ser rechazadas totalmente por estar basadas en premisas falsas'"”. No abstante, las contribuciones del funcionalismo (en sus varias versiones) a la teoria social no pueden meramente ser dejadas de lado. No serfa correcto abancionar Merion en favor de Winch. Una de las mas significativas limitaciones de la «hermenéutica dela teoria social» de Winch @s que no hace mencin de fo que ha sido siempre un interés primario del funcionalismo: las condiciones no anticipadas y las conse- cuencias no intencionadas de la accién. En este aspecto la concepcidn wincheana del mélodo de las ciencias sociales es inferior ala de Weber, a quien en general se refiere de thanera favorable. Una teoria social infor- thada hermenéulicamente, como quiero pro- poner aqui y que he intentado desarrollar con algtin detalle en publicaciones recientes, re- conoce fa necesidad de concertar una ade- duada consideracién dela accién(signilicativa) -lo cual pienso, Weber no logré hacer- con el andlisis de sus condiciones no anticipadas y consecuencias no intencionadas. En lugar del (uncionalismo quiero ofrecer lo que llamaré la teoria de la estructuracién. Respecto a la ldgica de las ciencias sociales quisiera enfatizar un aspeclo diferente en re- laciéna la relevanicia de ia hermenéulica para la leoria social. La hermenéutica moderna ha doincidido con la fenomenologia en acentuar th importancia de las creencias y priclicas ¢otidianas, lo «mundano» y «dado por garantido» en la constitucién de la atlividad Social. Sin embargo, quiero argumentar que las ciencias sociales implican un tipo especial de fenémeno hermenéutico en la conceplualizacién de su objeto. Uno de los principales objetivos del punto de vista positivista implicado en el consenso ortoddxo. fue reemplazar el lenguaje ordinario por un Aa Centro de Estupiantes de Crencias SOCIALES

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