Vous êtes sur la page 1sur 130
Indice INTRODUCCION GENERAL Et abisme a pregunia {Lo Gesconoc del comociniento Co multidimensional y lo inseparable 1a ruptraye Ga patois del saber 1a rss de los fundaenos U1, Dal metapunto de ita ‘a apertura bio-autropo-socioligica Ua rtexvidad permanente Geneia > fisofa 3. La reintegracion del sujeto 4 La reorganizacion epistemoldgica 5. El mantenimiento de la interrogacién radical 6. La vocacién emancipadora . TL, La aventura, El tabd y fa resignacion..-. La palabra wmétodan, El inacabamiento Lingo PRIMERO Antropologia de! conocimiento PREFACIO DEL. LIBRO PRIMERO .. I. BIOLOGIA DEL CONOCIMIENTO. Fr retorno a las fuentes I. La Computacion IL La computacién viviente 7 7 7 18 19 20 2 2 25 a 2 a 31 3 M 35 35 36 38 a 45 45 46 50 0. Vv, UL, El computo.. o La auto-computacién.. La auto-exo-referencia El cémpute policelular. IY, Biologia del conocimiento V, En tas fugntes : Concer, primariamente es computar Las dos idgicas de la computacion, En la fuente del conocimiento.. En la fuente de la fuente: lo implicado del conoei- rmiento ae ——- Conclusion. LA ANIMALIDAD DEL CONOCIMIENTO 1. El aparato neurocerebral.. La organizacion de la accién y el conocimiento... HL El conacimiento ce2€bral.sson 1. La computacion de tas computaciones 2, Laautonomizacién del eonocimiento (aprendiza- i, estrategias, curiosidad) Conelusiones: la aimalidad del conocimiento hus ‘mano. : El conocimiento cerebral La hominizacién del conocimiento EL. EspIRITU Y EL CEREBRO. {Qué es un espiritu capaz de concebir un cerebro capaz ‘de producir un espiritu?. bn Fi problem extraordinario. El gran cisma.. La unidualidad cerebro > espiritu... eee La wsinidad. La superacién de las oposiciones absolutas. Conclusiones. oe La MAQUINA HIPERCOMPLEIA 1. Unitax multiplex. J. Eleerebro bihemistérico 2. El cerebro tritinco.. 3. La coneepeion modular 4. Las ehormonias» cerebrales ‘5. El complejo de los complejos 1, La concepean compljn del conept ‘complejo. 2 1. El principio diaidgico, 3 35 56 56 7 38 58 9 Co 61 2 a 62 65 65 68 15 B 5 8 w nv 0 al 84 85 3 9s 7 99 103 los 106 107 109 109 7 2H pine ears 3, El principio holo(gremitco|esedpicel némico) 4. Latina : dialogica-recursion-holo(grammia/esco- pia/nomia). UL, El gran problematizador solucionadar. Un GPS hipercompleio La gran desconexion ComPurar ¥ cocITaR. Operaciones computantes y operaciones cogitantes La instancia Logica Pensamiento y lenguaje La conscienciacién Cogito + ergo computo—> ergo sum ergo Conclusion: la unidualidad compitica— cosistica eal VI. LA EXISTENCIALIDAD DEL CONOCIMIENTO T. La pve ronan Priquiatria del conocimiento. Psicoanalisis del conocimiento 11, Obsesiones cognitivas yalegrias de Ta certidurabre, La doble posesion La religion de a verdad yi verdad de a rein, Goce psiquico y éxtasis El error de la verdad. Conclusién: mas all del principio del placer. ‘VII, Los DOBLES JUEGOS DEL CoNOCIMIENTO. 1, Analégico —+logico et Las analogias. Lo analégico y io logico. HL, Comprension—+explicacién ey Proyeccion— identificacién ed Mimesis Comprender la comprension La explicacién : {La dialogica comprensién —explicacion pee Conclusion. us 123 123 5, 127 7 80 BI 134 13S 136 139 140, 140 14 142 14a 145 147 149 150 ist 152 132 153, 157 1st 139 Il 63 164 166 vil XL EL DOBLE PENSAMIENTO (MITOS —+1.0¢08) ao 1. El pensamiento simbdlico itotbgicoA migico El simbolo El mito La magia. El pensamiiento simbolco) Pasado y presente EL Arkhe-Espirite : Il La unidualidad de fos dos pensamicntas Li complementariedad de facto. El pensamiento y su dob ISTELIGENCIA 7 PENSAMIENTO ONscIENCIA 1. La inetigencia de Ta ineligencia humana {as ealidadesintligentes Suerts y desventuras de ls intligenia, IL, Del pensamiento. = La dilogica pensante Li concepcion Concebit Ta concepciin ‘Acs copitandi. EI pensamiento crcador. In La‘conscencia Ua conscieneia de ia consriencla Fl iceberg de inconsiencia La conscleneia de 5 1 brecha El sundetaroil de conslenca. Conclusion: La lechuza de Minerva. CONCLUSIONES DEL LIBRO PRIMERO: POSIBILIDADES —+ LIMITES DEL. CONOCIMIENTO HUMANO, fee L. Las condiciones del conocimiento, La actividad cognitiva Inherencia-separacion-comunicacién Construecién — traduccion 167 169 170 13 178 Ist igh Ist 187 189) 190 193 193, 195 197 198 199 202 203 204 205 207 207 au 213 214 216 20 220 220 22 26 m, Del bucle sujeto— objeto a la jaune relacion espiritu—» mundo El espiritu esta en cl mundo que e: La realidad de la Realidad... a banda medi EI mundo eognoseibie La zona de la adecuacién cognitiva |. Limites, incertidumbres, cegueras, miserias del vo- El conocimiento de los limites del conocimiento, Las relaciones de incertidumbre: Los agujeros negros del eonocimiento, Carencias y derivas. a Los verificadores Serviduinbres y grandezas cognitivas Transit. Los fundamentos de un conocimiento sin funda- E] fundamento sin fundamento de la complejidad La humanidad del conocimiento. BIBLIOGRAFIA.. 27 29 232 235 236 238 240 240 240 243 24s 246 247 249 249 250 251 257 Qué bello tema de disputasofistica sos aportas, ‘Menon; es la teoria seg a eval ao se puede bus- i lo que se conoce ni lo que no se eonoce: lo {ue se conoce porgue. al conocer, no se necesie ta buscarlo, lo que no se conoce porque ni squie- Fa se sabe que se debe buscar. PLATON, No sabemss si sabemes[..] ni siquera sabemes qu sez saber. METRODORO DE Cio, {Que 8? MonTAtone Quien explicara ia explicacion? BYRON. Lo 8 todo, pero no he comprendigo nada. RENE Daun, Fs imposible reflexionar acerca del tiempo y et misterio de la creaciom del mundo sin una splas- tants toma de concienca de los limites dela inte. Tigencia humana. A. N. WHITEHEAD. Aquellos que eran los polos de la Ciencia y en fa fscamblea de los sabios brilahan como faros. Ni Supieron encontrar su camino en la noche oscura Osan KiAyyant Lo que es bien conocido, y precisamente porque bien conecide, no es conocido, Hert Noes menos vano querer encontrar en un supues- to real el origen del conocimiento el lenguaje {que en un orden supuesta de as ideas e principio de ia genesis del mundo real, CLAvDE LEFORT Si queremos conocer a stuacion presente de la hhumanidad en general y la esis de nuestra cub {ra en particular, debetnos darnos cuenta de he- tho de que hemos tenido éxito hemos fllado fxactamente por la. misma razon, a saber por ‘nuestto modo de racionalidad. JERZY A. WON CHOWSKL {Dénde se hala la sabiduria que hemos perdido fon el conocimiento, dénde se halla el conocie miento que hemos perdido con Ta informacion? TLS. ELIOT Jamis hubo semejanteposibildad de conocimien- toy semejante prohabiliad de oscurantism, BO- Ris RYBACK. Las intoxicaciones causadas por la instrucci6n son mucho mis graves que las intoxicaciones de Jo subprotnctos dela industria. Las acumlacio- nes de jformacion mucho ms graves que la acu- ‘julaciones de maquina y utensils, Las indiges- tiones de signos, mis graves que las intoxicacio- nes alimentarias, R: RUYER La ciencia es al refleo del hombre ene espeo de Ta naturaleza, PAUL univers s6lo puede ser conocido por el hom- bre através de Ua logica y las matematics, pro- ‘ductos de su espirity, pero Slo puede comipren- ‘der mo ha constr las matemiticas ¥ Ta o> lca estugiindose a xi mismo psicoligiea ¥biol6- sicamente, es decirenSuncion del universo por en- Seno. PIAGET, La actividad mental humana eonstituye una par- —una parte pequefia y periferica~ dela m teria de Ia cieneia, No obsante, es igualment cierto que el todo de la cienci igualmente cons- uve Una parte Gnicamente [de 18 actividad ‘mental humana, GEOFFREY VICKERS, Fate es el verdadero problema: ieémo puede ajus- tarse esta parte de la realidad que comienza por Ta conseiencia a aguela otra parte que es descrita por la fisicay la quimica? Nists BOHR. Hay que ir por ol lado [.] en que fa razén gusta de estar en puigto. G, BACHELARD. Donde hay peligro, erce también lo que salva, HOLDERLI. Fs preciso que ineesantemente me sumerjaen las ‘aguas dela dud, WITTCENSTEIN Fl absoluto es el verdadero enemigo del género humane. FRIEDRICH SCHLEGEL Siempre he puesto en mis escritos toda mi vida y toda mi persona. NIETZSCHE. Deberia esperar & que las flisofosy los fscos ‘emprendieran una cruzads contra mi, qe no soy mis gue un vagebundo sin prejuicies,lleno de ideas laconformes en diretentes dominios del co- nocimiento. E. Macu. INo se trata de dare al ector un barniz de aque- Nia que se enseda mas profundamente en a Uni- vversidad, sino de efectuar andlisis que norma Inente no se hacen all. B. DESPAGNAT Introduccién general 1. EL AatsMo Im Abgrund wobnt die Wahrheit. (En el abismo habia la verdad.) ScwItrR La pregunta ‘Se puede comer sin conocer las leyes de la digestion, respirar sin conocer las leyes de la respiracion, se puede pensar sin conocer las leyes nila naturaleza del pensamiento, se puede conocer sin conocer el conocimiento, Pero, mientras que ia asfixia y la intoxicacion se dejan sentir inmediatamente como tales en la respiracion y en la di- gestidn, lo propio del error y de la ilusin es no manifestarse como error 0 ilusiOn, jE error s6lo consiste en no parecerlo»! (Descar- tes). Como dijeron Marx y Engels al comienzo de La ideologia ale ‘mana, los hombres siempre han elaborado falsas concepeiones de si rmismos, de lo que hacen, de lo que deben hacer y del mundo en el gue viven, Y Marx y Engels hicieron lo mismo, ‘Cuando el pensamiento descubre el gigantesco problema de los errores e ilusiones que no han dejado (ni dejan) de imponerse como verdades en el curso de la historia humana, cuando descubre corre Iativamente que leva en si mismo el riesgo permanente del error y la ilusion, entonces debe procurar conocerse Y¥ debe hacerlo tanto mas cuanto que en ia actualidad ya no po- demos atribuir las ilusiones y los errores Gnicamente a los mitos, creencias, religiones y tradiciones heredadas del pasado, como tam: ppoco Ginicamente al subdesarrollo de las ciencias, de la raza y de [a educacién, En la eslera supereducada de la intelligentsia, en este mismo siglo, es donde el Mito ha adauirido ta forma de la Razén, Ta ideologia se ha disfrazado de Ciencia, la Salvacién ha tomado fo ma politica pretendiendo estar verficada por las Leyes de la Histo- Tia, Yes en nuestro silo cuando el mesianismo ye! nhilismo com- baten entre si, se enfrentan, se producen el uno al otro, siend la. cti= sis de uno lo que provoca la resurreccién del otro. Nuestra ciencia ha realizado gigantescos progreses de conoci- rmiento, pero los progresos mismos de la ciencia mas avanzada, la fisica, nos acercar a un algo desconocido que desaffa nuestros con- ceptos, nuestra légica, nuestra inteligencia, planteandonos el proble- rma de lo incognoscibie, Nuestra razon, que nos parecia el medio de ‘conocimiento mis seguro, descubre en si una mancha ciega. ;Qué es nuestra razén? {Es universal? ;Racional? ;No puede transmutarse en su contrario sia darse cuenta-de ello? ,No empevamos a comprender ‘que la creencia er la universalidad de nuestra r9z6n ocultaba una mu tilante racionalizaciGn occidentalo-cntrica? ;No empezamos a des- cubrir que hemos ignorado, despeeciado, desiruido tesoros de cono- cimiento en nombre de la lucha contra ja ignorancia? ;No debemos comprender que nuestro Siglo de las Luces se halla en la Noche 9 la Niebla? ;No debemos volver a cuestionar todo lo que nos parecia ‘evidencia Y reconsiderar todo Jo que fundamentaba nuestras verda- des? Tenemos una necesidad vital de situa, reflexionar, reinterrogar nuestro conocimiento, es decir, conocer las condiciones, posibilida- des y limites de sus aptitudes para alcanzar la verdad a Ta que tien- de. Como siempre, la cuestion previa surge histéricamente al final, y la respuesta —Ia verdad— se transforma, en fin, en pregunta en Ta hora tltima del pensamiento occidental. La busqueda de la verdad va unida a partic de ese momento a tuna investigacién sobre la posibilidad de la verdad. Lleva, por tan- to, en si la necesidad. de intertagar la maturaleza del conocimiento para examinar su valider, No sabemos si tendremos que abandons la idea de verdad, es decir, reconocer como verdad la ausencia de verdad. No intentaremos salvar la verdad a cualquier precio, es de~ cir, al precio de la verdad, Vamos a intentar situar el combate por la Verdad en el nudo estratégico del conocimiento del conocimient®. Lo desconocido del conocimiento La nocién de conocimiento nos parece Una y evidente, Pero, en 1 momento en que se la interroga, estala, se diversitica, se multi- plica en nociones innumerables, planteando cada una de ellas una ‘nueva interrogacién, {Los conocimientos? (EL saber? ¢Los saberes? La informa: cidn? {Las informaciones? —“;La percepeién? ,La representacion? (E] reconocimiento? La conceptualizacion? cE juicio? {EI razonamiento? 1s {La observacién? :La experiencia? {La explicacién? {La com- prehension? ;La causalidad? ~ {El anilisi? {La sintesis? La indueciOn? {La deduccién? = Lo innato? {Lo adquirido? {Lo aprendido? {Lo adivinado? iLo verificado? — {a investigacion? {EI descubrimiento? ;La engramacion? {E1 archivar? {El eéleulo? La computacion? {La cogitacion? — {Fl cerebro? {Fl espirtu? La escuela? La cultura? — iLas representaciones colectivas? Las opiniones? {Las ereen- — gLa consciencia? {La lucides? ;La clarividencia? ;La intel sgencia? — (La idea? {La teoria? {El pensamiento? — {La evidencia?:La eertidumbre? La conviccion? La prueba? La verdad? gE error? {La creencia? ;La fe? {La duda? iLa razon? gL sinraron? jLa intuicion? — {La cienciat (La flosofia? {Los mitos? :La poesia? De este modo, a partir de una primera mirada superficial, la no- cién de conocimiento s¢ hace astilas. Silo que se quiere mas bien es intentar considerarla en profundidad, se vuelve cada vez mas enig- mitica, {Es un relljo de las cosas? ,Una construccion del espiritu? {Un desvelamiento? ;Una traduccién? ,Qué traduccién? ;Cital es la haturaleza de aquello que traducimos como representaciones, nocio= nes, ideas, teorias? {Captamos lo real o Gnieamente su sombra? ‘Comprendemos, pero zcomprendemos lo que quiere decit com- prender? ,Captamos o damos significado, y cual es el significado de {hs palabra wsigeificado»? :Pensamos, pero ;sabemos pensar lo que quiere decir pensar? ;Hay algo impensable en el pensamiento, algo incomprensible en la comprension, algo incognoscible en el conoci- miento! Ignorancia, desconovido, sombra, esto ¢s 30 gue encantramos en la idea de condcimiento. Nuestro conocieiento, tan intimo y Famti- liar para nosotros mismos, nos resulta extraflo ¥ extranjero cuando s¢ le quiere conocer. Y aqui estamos, desde el comienzo, ante Ia pa- radoja de un conocimiento que no sélo se desmigaja a la primera in- terrogacién, sino que descubre también Io desconocido en él mismo, ignorando incluso qué sea conocer. Lo multidimensional y lo inseparable Sila nocién de conocimiento se diversifica y multiplica al ser con- siderada, pedemos suponer legitimamente que contiene en si diver- sidad y multiplicidad. En adelante, e) conocimienta ya no podria ser 19 reducido a una sola nocién, como informacion, o percepcién, o des- Cripeion, 0 idea, 0 teorla; mis bien hay que concebir en él diversos ‘modos 6 niveles, a los cuales corresponderia cada uno de estos tér- Por ott parte, todo conocimiento contiene necesariamente: 4) una competencia (aptitud para produsir conocimientos); 6) una actividad cognitiva (cognicién) que se efectéa en funcion de esta com= petencia; c) un saber (resultante de estas actividades). Las compe tencias y actividades cognitivas humanas necesitan un aparato cog ritivo, el cerebro, que es una formidable maquina bio-fisico-quim. fa, cerebro que necesita la existencia biol6gica de un individuo; las aptitudes cognitivas humanas solo pueden desarrollarse en el seno de una cultivra que ha producido, conservado, trarsmitido un len- ajc, una logica, un capital de saberes, de criterios de verdad. Es en este marco donde el espiritu humano elabora y organiza su co- rocimiento utilizando los medios culturales de que dispone. Por il- timo, en toda la historia humana, Ia actividad cognitiva se ha visto en interacciones a la ver complementarias y antagonistas con la &ti= a, el mito, la religion, la politica, y el poder con frecuencia na con- ‘wolado al Saber para controlar el poder del saber: De este modo, todo evento cognitive necesita la conjuncién de procesos energéticos, eléctricos, quimicos, fisioldgicos, cerebrats, existenciales, psicoldgieos, culturales, lingtisticos, légicos, ideales, individuales, colectivos, personales, transpersonales e impersonales, 4ue se engranan unos en otros. El conocimiento es sin duda un fe- némeno multidimensional en el sentido de que, de manera insepa- rable, ala vez es fisico, biologico, cerebral, mental, psicolégico, cul- tural, social La ruptura Ahora bien este fenémeno mulifimensional es roto por la mi ma otganizacign de nstro conocimiento, enc eno de auestracul- tira; los saberes que, unidos, permitiran el conocimiento del cono- Cimento, se balan separados¥ parelados De hecho, la grandisyuneion entre cencia y flosfia ha prove ado una esesion entre el esprit yel cerebro, dependiendo el pri mero dela metaisiay l segundo de ls ciencias naturales, y, ade- Ib, 1s tabicamientos dsepinaes han separadoy dispetstgo "en las elencieas isin a informacion, la computacion, la in- teigensia artifical we las cencias biologicas: el sistema nervioso central, a fld- sénesis yl ontopensis dl corebro: nis ciencias humanas: a linglste, la psicologia copii va las diferentes psiclogias (que no $e comunican entre sau in Ey cluso se excluyen unas a otras), los diferentes psicoanslisis (la mis ima objecién), la psicosociologla, a aatropologia cultural, las socio— logias de la cultura, del conocimiento, dela ctencia, las historias de las culturas, de las ereencias, de las ideas, de la ciencia; en la filosofia: la teoria del conocimiento; ~ entre ciencia y filosofia: Ia Logica, Ia epistemologia A lo cual hay que atfadir el continente n0 reconocido, inexplo- rado, la noosfera, donde el conocimiento se organiza en sistemas de ideas (teorias, doctrinas), y que necesita una ciencia nueva: la noo: logia. ‘Cada uno de estos fragmentos separados ignora el rostro global del gue forma parte. Sélo en los iltimos afias ha comenzado a pro- ducirse un reagrupamiento, en nuestra opinion todavia parcial (¥ volveremos a ello) entre las cognitive sciences o ciencias de la cog- nicion, La patologia del saber Dificilmente nos damos cuenta de que la disyuncién y el parce- lamiento de los conocimientos no sélo afectan a la posibilidad de un conocimiento del conocimiento, sino también a nuestras posibil ides de conocimiento acerca de nosotros mismos y el mundo, provo- cando lo que Gusdorf denomina justamente una «patologia del saber En efecto, la reflexién filoséfica apenas se alimenta ya de los co- nocimientos adquiridos por la investigacién cienific, a cual no pue- dde ni reunir sus conocimientos ni reflexionarlos. La rarefaccién de las comunicaciones entre ciencias naturales y ciencias humana, la dis- ciplinariedad cerrada (apenas corregida por Ia insuficiente inter- disciplinariedad), el crecimiento exponencial de los saberes separa- ddos hacen que cada cual, especialista o no, ignore cada ver més el saber existente. Lo més grave es que semejante estado parece evi- dente y natural. Como vivimos la época mas exaltante sin duda para el progreso del conocimiento, la fecundidad de los descubrimientos, la elucidacién de los problemas, dificilmente nos damos cuenta de aque nuestras ganancias inauditas de conocimiento se pagan con inau: sditas ganancias de ignorancia. Como la Universidad y la Investiga cid son los refugios naturales de la libertad de pensamiento, tole ran desviaciones cinconformismos, y permiten las tomas de concien- cia de fas mismas carencias universitarias y cientificas, se olvida que produces la mutilacin del saber, es decir, un nuevo oscurantismo. El nuevo oscurantismo, diferente de aquel que se estanca en los ignaros recovecos de la sociedad, desciende de las cimas de Ia cultu- 1. partir de ese momento. Se actecienta en el corazén mismo del saber, al mismo tiempo que permanece invisible para la mayor parte de los productores de este saber, que siguen ereyendo obrar como ilusteados Peor ain: no sélo son las ventajas, sino que también los males especificamente modernos (superpoblacién, polucidn, degradacin ecologica, aumento de las desigualdades en el mundo, amenaza ter- monuclear),resultan, como dice Wojciechowski (1978), inseparables de los progresos del conocimiento cienifico. Ineonscientes de lo que la ciencia es y hace en la sociedad, los cientificos se sienten incapa ces de ontrola los poderes sojuzgadores odestrutorssurgidos de Asi pues, es un mismo proceso el que efectta as mayores haza- fias nunca realizadas en el orden del conocimiento, produciendo al mismo tiempo nuevas ignorancias, un nuevo oscurantismo, una nue va patologia del saber, un poder incontrolado, Este fendmeno de doble rostro nos plantea un problema de civilizacion crucial y vital Empezamos a comprender que, al mismo tiempo que es totalmente ddependiente de la interaccién entre los espiritus humanos, el conoci= ‘miento escapa a ésios constituyendo una potencia que resulta extra fia y amenazadora. Hoy en dia, el edilicio del saber contemporaneo s leva como una Torre de Babel que nos domina en luger de do- La crisis de fos fundamentos {Al mismo tiempo que edifica una vertiginosa Torre de Babel de los conocimientos, esto siglo efeeta una inmersion ms verti sosa todavia en la cis de los fundaments del conocimieno. Lacrisisemper6 con la filosofa. Al mismo tiempo que seguia siendo plural en ss concepciones la filsola de la Epoce moserna se wo imate por na cals gu emi now a bis Fetorno del espestro dela certdumbre. En esta dialectic, el evento slave del siglo XIX fue Ta puesta en eis de la idea de fundamento. Despues de que la crtica kantanalertirara al entengimiento la po: sibildad de aleancr las wcosasen sin, Neasche anunci, de forma mucho mis radia, la ineluctabilidad del nismo: en el siglo XX, Heidegger piso en uda el fundamento de los fungamentos, la na turaeaa del ser, su indagacion se consagr a la problemstica de un sfundameato sin fondo. La ilosoliacontemporanea se dedita& partir de ahi menos ala consirucion de sistemas sobre fundamen. fos segurs que ala deconstruceidn generalizada y 1a radielidad de un cuestionanniento que relativiza todo eonocimiento, Por el contrari, en el curso del siglo ix y comlenzos del XX, la cienci no deja de verifier que habla encontrado el indubtabe fun Gamento empirico-logico de cualuier verdad. Sus teoras partian 2 ‘emanar de la realidad misma, via la induccién, Ia cual legitimaba las verificaciones/confirmaciones empiricas como prueba logica y las amplificaba como leyes generales. AI mismo tiempo, el armazdn l= ggico-matemético que aseguraba la coherencia interna de las teorias Verificadas parecta reflejar las estructuras mismas de lo real. En es- tas condiciones, un grupo de fildsofos y cientificos, deseosos de aca- bar para siempre con la palabreria pretenciosa y arbtraria de la me~ tafsica, se propuso transformar Ia filosofla en ciencia, fundando to- das sus proposiciones sobre enunciados verificables y coherentes. De este modo, el Circulo de Viena (1925-1936) pretendio fundar la cer tidumbre del pensamiento en el «positivismo légico». Una empresa correlativa fue levada a cabo por Wittgenstein en el plano del len- us, por Hilbert en el plano de a axiomatzacion de las tories cientificas, Ahora bien, de hecho, la purficacion del pensamiento por la el minacin de todas las escorias, impurezas e impertinencias result ser como una purga que hiciera echar hasta las tripas: el suefio de encontrar los fundamentas absolutes se hundié con el descubrimien- (o, en el transcurso de la aventura, dela ausencia de tales fundamentos. Encfecto, Popper demostr6 que la werificacion» no bastaba para asegurar la verdad de una teorla cienifica, De hecho, las teorias ve~ rifleadas se sueedfan sin que ninguna pudiera adquitir la infalibili- ddad para siempre. E, invirtiendo la aparente evideneia segin la cual la teoria cientifica aportaba la certeza, Popper revel6 que, por el con- trario, lo propio de la cientificidad de una teoria residia en el afa- libilistno» La insuficiencia de la verificacién implicaba ipso facto la insufi- cieneia de la induccién como prueba logica. Restaba no obstante, in cluso dentro de la éptica popperiana, la idea de que Ia logica deduc~ tiva conservaba valor decisivo de prueba y constituia un fundamen- to ierecusable de verdad. Ahora bien, este pedestal logic también se revelaria insuficiente Por una parte, los avances de la microfisica alcanzaban un tipo de realidad ante la cual desfallecia el principio de no contradiccidn. Por otra, el teorema de Gadel establecia la indecidibilidad logica en cl seno de los sistemas formalizados complejo. ‘A pant de ahi, nila verificacion empitica ni la verificacion 16- sgica son suficientes para establever un fundamento cierto del cono- Cimiento. Este se encuentra, de golpe, condenado a llevar en su co- razén una hiancia imposible de cerrar En ese mismo momento, lo real mismo entraba en crisis. Su sus- tancia propia queda desagregada por las ecuaciones de la fsica quin- tica, La particula dej6 de ser el ladrilio elemental del universo para convertirse en una nocién fronteriza entre lo concebible (la onda, et corpisculo, el quark) y Jo inconcebible, estando lo concebible a st ver sometido a una inevitable contradiccién entre los términos en 2 adelante complementarios de onda y de corpiisculo, de unidad ele mental y de inseparabilidad. Simultaneamente, el Orden impecable del Universo eedié el lugar a una combinacién incierta y enigmética de orden, desorden y organizacion. El cosmos se nos mosttd, en fin, en los aos 60, como el fruto de una inconcebible deflagracién es- tando su devenir sometido a una dispersién quizds irreversible, De tal mode que todos los avances del conocimiento nos acerean aun algo desconocido que desafia nuestros conceptos, nuestra logica, nuestra intligencia Brecha en lo Real, abriendo una hiancia inaccesible a Ia inteligi bilidad; brecha en la logica, que deja de ser apta para cerrarse de- ‘mostrativamente sobre si misma, por estas dos brechas, se efectiia ‘una hemorragia de aquello que sigue llamandose lo Real, y la pér- dida irreparable de los fundamentes de aguello que hay que conti- ‘auar llamando el Conocimiento, La erisis de los furdamentos del conocmiento cientfico se une por tanto a la crisis de los fundamentos del conocimiento filos6fico, convergiendo una y otra en la crisis ontoldgica de ia Real, para con: frontarnos wal problema de los problemas [.. el de la crisis de los fundamentos del pensamiento» (Pierre Cornaire), El Ser ha deveni- do silencio o hiancia. La légica se presenta agrietada. La Razén se interroga, se inquieta. Lo incierto fundamental se agazapa tras to- ddas las eertidumbres locales. Ya no hay pedestal de certidumbre. Ya no hay Verdad fundadora. La idea de fundamento debe zozobrar con la idea de analisis ditimo, de causa titima, de explicacion primera En lugar del fundamento perdido no esti el vaci, sino un «vaso» (Popper) sobre el que se elevan los pilotes del saber cientifico, un amar de lodo semantico» (Mugur-Schachter) a partir del cual emer- ‘ge Io concebible. Nila duda, ni la relatividad son eliminables ya. Este es pues nuestro punto de partida, que al mismo tiempo es ‘un punto de llegada historico (Io que nos plantea la cuestin de nues- tra servidumbre al lugar y al momento de nuestra investigacin)!. Partimas del reconocimiento de la multidimensionalidad del fen6= ‘meno del conocimiento, Partimos del reconocimiento de la oscuri- dad oculta en el corazon de una nocién esclarecedora de las cosas. Partimas de una amenaza que procede del conocimiento, y que nos Neva a buscar una relacibn civilizada entre nosotros y muestro co: rnocimiento. Partimos de una crisis propia del conocimiento contem- ordneo y que sin duda es inseparable de la erisis de nuestro siglo, En el corazon de esta atsis, ahondandola incluso, partimos del lo- ro final de la modernidad, que concierne al problema primero det Pensamiento: el descubrimienta de que Wo existe ningiin fundamen- {Que viaminareros de frente ene libro Siuente consagrade las condiciones ‘ura, soces © hstérca del conosmirat. % to cierto para et conocimiento y de que te ontiene sombras, onas AE omocimiento as radicalmenterelativo e inciento, el conoc- aniento del conocimiento no pucde escapar aestatelatividad ya esta iSMidumbre: Pero la duday la relatbidad no son solo corrosion, itisbien pueden llegar a ser estimulacion. La necesidad de relacio= tae etatvizar'e historizar el conoemiento no solo aporta cons Wlsiones y limitaciones, tambien impone exigeneias cogntvas fe- cundas De todos mods, el que el conocimiento no pueda estar seguro de ningin fundamento, sno signifies haber adguirido un primer co- ftocimiento fundamental! No nos initaria ello a abandenar I me- {ifora arguitectonica en fa que a palabra wfundamentow agquiere Un sentido indispensable, por una metafora musical de construccn {En movimiento que trasformara ens movimiento rust los cons- ttuyentes que laforman? no podriamos considera el eonocimiew- to del conosimiento tambien como consrucion en movimiento” IL. DEL. METAPUNTO DE VISTA Si no hay un fundamento cierto para el eonocimieto,evidente- mente tampocoTo ay par el conoetmiznto del conoeeat0, Ain mis, el comocimiento del conocimiento encuentta desde principio Une paradoje inelutable, Debemos parr, en efecto, del ogra ne- ative que nes han aportado conjuntamente Ia Ygica de Tarski y el ECorema de Godel En conformidad con ia logica de Tarski, un sit- tema semintico no puede explicarse totalmente asi mismo. Ex con Tormiad cone teorema de GO un seme frmalzad comple ono puede encontrar en si mismo la prueba de sv valdez. En re- men ning stern cogitivo podria conoeseexhastvamente nivaldarse por completo a partir de sus propiosinstrumentos de co- osimieno.e dec que ia senuncia sn eompltud ala exhaus- tividad es una condicion del conocimieno del conocimiento, No obs- tant la logic de Tarski as como el teorema de Godel nos dicen fue eventualmente es posible remediae la insficienciaautocogitiva de sitema eonsttuyendo un metaxsleme que pueda abarearloy Sonsideralo como sstera-objeo, ‘As las fla, fos prinpos, os pardmleos,e epetoro, a1 eica, los paraigmas que rigen nuestro conocimiento pueden con- fertese et ebjeto de examen para Un conocimiento de segundo gra. Uo (conocimionta refed a fos istrumentos de conccimiento).e ual dispone entonees de conceptos ques refieren a los conceptos ae categorias que se teieen als categories, te. Dado que tad reflexive, propia de nueteo expt, que permite que toda re presentacion, todo concerto, toda idea pueda convertrse en objeto posible de represestacin, concep, ides dada en fin la aptitude onorneatoGentlco para rata cbjevaments lo rganesy Pro Sesoh neuroerebrais qu conctoch tl conccincnb, pouemos consttir un conocimiento segundo de todos os Tenomencs ¥ do- tenis cogativen ¢ ncluo us spando ponsamieato ren (et achdenken rerio sl pesanicto, (Obtrvemon no absante ee el sonocimiento del conocimiento no puede sino permancer ene neo el engaj, del pensamie to, de a consclncia, No podria pretender elaborar aun verdadero Incialenguae (os lriguajsformalzadon come veremos, no pueden Constr an metalengsaje con relacion'muetro lengua) nun mtapensamieno,n una inetaconcensa, Por a apiud del coo- imuento para taarse como objeto a aptud del esi para con- siderase sf mismo permfeninstarat ia astena de metapuntos de ts sabre el concent, Se tata, po lo dems, sn duda de un stems de metapuntos de vt que ve halen vase constiuion desde hace alguns, aos. Después dela epintemolopa genética de Paget, que consti Youn noubleeturzo ds reardeulsion de los conecitientos ene tntmo sentido de un conocimiento del conocimiento,asistimos £m iby aloe 80-2 diversosreaprupamientos, rogavia incompletos de ‘Sencnscognivane (gus eescnnparueiarmente a picologa Cog nitia, la lingustia, a intelgenia arial, loge, St pasame dela nocion de cencias cogntvas(socacion de di ciplinas que conservan su soberana) slate, propuesta por San- Louis Le Moigne de sclenca del copnicion» (Genciasoberana qu fobernara aims dsplinas asocadas) cntoncese hard algo mas gut Flcita los ntercambios, se Megarha hacer el conocimiento tn ob- eto del conoemieno, Lacienes occidental efecuardentonces su) tia conguisa al invroducir el conocinientoen su objevoy en 80 ojetvida, Pero esta conga sera al mismo tempo ui drt pata el Conocniento ste siguiera tendo un objeto como ls demas Bn efecto el conocimiento no puede ser un objeto como los == iis yu ques lo que sve para conocer Ys demas obs 910 the ie te para conecers a ome, A paride ai comenzamos a vr lo gue va a unr To que va a cigotar alas cencascopntivas, la cienia de la cogniiGn Yel co: norimiento del conocimento, Lo jue les une es la neeesidad de con: Centra todos ly conoimientosy objeivsreatives ls fendme- nor cognitive. Pero Toque les deena esque la lence Cogn thas paren desu propio esituo discpiinan, desu propio ead de adclano,insriblndose en los maros del enea norma. La Gienin de a cognicon, por su parte, todavia nose ha constitu, instiuido, no Sabemos's se inclinar del tdo de las enlas noe males os spear la problematcacompleja ropa Gel conodmien- to del conccimieno. Ente, como aeabamos deve, mplica en mis: 26 ma formulacién la problematica de la reflexividad y no puede ex: Cluir al que conoce de Un conocimiento que al mismo tiempo es sw Conocimiento, No solo parte de los logros de las ciencias cognitivas, sino también de las exigencias fundamentales que no entran en el ‘marco de estas ciencias, Enunciémosias. 1. La apertura bio-aniropo-soctolégica ‘Como s¢ indicd al comienzo de este prefacio, el conocimiento no es insular, es peninsular y, para conocerlo, es necesario volverlo a tonir al continente del que forma parte. Por ser el acto de conoci- imiento a la vez Biolégico, cerebral, espiritua, logico, linguistico, cul- tural, social, historieo, el conocimiento no puede ser disociado de la vida humana ni de la relaci6n social. Los fendmenos cognitivos de- penden de procesos infracognitivos y ejereen efectos ¢influencias me- {acognitivas. Por ello debe tomar consciencia el esprit de las con- diciones no espirituales de su existencia asi como de las consecuen- ‘as no espirituales de sus actividades. Es dificil ver cémo aislar el ‘campo del conocimiento si precisamos concebir las condiciones bio- lantropo-socio-culturales de formacién y emergencia del conocimien- to asi como los dominios de intervenciOn e influencia del conoci- ‘miento. Finalmente lo que se halla implicado y reproblematizado en ¥ por el conocimiento del conocimiento es cualquier relacién entre el hombre, la sociedad, la vida, e! mundo. ‘A partir de ahi, el conocimiento del conocimiento no puede en- cerrarse dentro de fronteras estrictas. Peto tampoco puede dilatarse Y dispersarse en los innumerables conocimientos que pueden escla- Tecer la relacién antropo-bio-cosmologica. Para el conocimiento del conocimiento existe, pues, un doble imperativo contrario de apertura Y cierre, que no podria encontrar una solucién a priort, y que nos “bligard a navegar, de manera permanente, entre el riesgo de una Clausura asfixiante y el de una disolucién en los problemas mas ge- nerales y los conocimientos mas diversos. 2. La reflexividad permanente clencia + filpsofia El origen filoséfico del conocimiento del conocimiento El esfuerzo por encontrar un fundamento del conocimiento no hha dejade de preocupar a la investigacién flos6fica. Pero el cono- cimiento del conocimiento solo emergié como problema fundamen- tal con la «revolucién copernicana» de Emmanuelle Kant que hizo del conocimierto el objeto central del conocimiento. La reflexividad kantiana efectia una objetivacion fundamental de Ia actividad cognitiva, que se convierte entonces en el objeto de un conocimiento de wsegundo orden», eonocimiento que se reficre al conocimiento, al establecer principios que se refieren a los princi Pios y categorias que se refieren a las categorias, A partie de ahi, un metapunto de vista permite examinar las condiciones, posiilidades y limites del conocimiento, ‘Como cualquier gran filosofia, el kantismo deja un mensaje de ‘miltiples rostros, del que conservaremos tres caras. La primera en= cierra al conocimiento dentro de los limites infranqueables (va que ‘no podria aprehender las «cosas en sis, sino Unicamente los afend- ‘menos»)*; la segunda nos revela la unidad indesgarrable de las po sibilidades y Yimites del conocimiento, ya que son nuestras estructu- ras mentalés las que, al limitasla a ésias, permiten nuestro conoci ‘miento de los fendmenos; la tercera le abre al sonocimiento un cam- o nuevo y privilegiado, el de las estructuras del conacimiento; si no demos conocer mis.que tna realidad exterior de segunda calidad, demos al menos conocer una realidad interior de primera calidad, la de la organizacién de nuestro eonoeimiento De ta filosofia a la ciencia El problema de las posibitidades y limites del conocimiento.ha dejado’ de limitarse desde hace un siglo al terreno dnieamente filo. Sélico, como lo indican los desarrollos de las neurocieneas, las psc Cologiascognitvas y, en sus contexts propios, las historias y Sogio= Togias del conocimieoro De hecho, al mismo tiempo que desplazindolas, y renovéndolas, las investzacionescentifieasrelativas al conocimiento vuelven a en. contrat el problema planteado por Kant y, mis alli, el problema fi loséfico clasico de la relacion entre cuerpo/cerebroy expinta, Nos éncontrattos por tanto en tersitorio cientico sin abanconat el cue. tionamiento filosbfieo, No se trata aqui, como vamos aver, de re- pamtirelterstorioo reservar una esfera inviolable para la fiosota El conocimiento del conocimiento debe llegar a ser. con toda legit. dad, clentiico acento por cent, a objetviar al maxim to os os fenémenos cognitives. Pero ai mismo tiempo debe y puede seguir siendo filosofico al ciento por ciento. ’ te * Como se sabe, Kant sustrao el emo yel espacio det mundo eateror pata he- as sformas a prion dela sensibiidads Qu fe permite a esprit orate a "xperenciaIguainent sista de la cnusldady la find pare haces de las stoi dleeninzte& pars dea ncaa nena ya no pe co ‘over agullo que obedese a su poder orguntzador (et mundo de Tos enon Te Reatdad ens noumeno) i reutanaceecbe 2% Ciencia y filosofia (vy, mi ni) Se puede y se debe defiirfilosofiay ciencia en funcién de dos polos opuestos del pensamiento: Ia relleién y la especulacion para Telosotia, la observacion ¥ la experiencia para la eencia. Pero se- Tia vano creer que en la actividad cites no hay reflexién ni es- Deculacién, 0 que a filosotia desdeRa por principio la observacion $a experimentacién, Los caracteres dominant en una quedan do Ininados en Ia otra yvicevers. Y sta es la razdn de que no haya frontera enaturaly entre una y otra. Por To demas, el siglo de oro de ia expansion de una y del nacimiento de otra fue el siglo de los f- los6tossabios (Galileo, Descartes, Pascal, Leibniz) De hecho, como mus bien ha observado Popper, por separadas que esgn ho, cin= cia'yfilsofa dependen de la misma tradieion critica, c0¥8 PerPe {wesibn es indispensable tanto para la vida de una como de otra ‘Aun despace dela disyuncion entre cena y tosota, la comu- nicacion munca fue cortada dal todo, inicamente fue estrechada. Siempre hubo una rllesin filosfica sobre a cienca, renovada en cada generacion de manera original send la ilosofa evalitica an flosojona ia sitina en el tempo), sempre hubo algin lugar entre Jos fildsofos para el deseo de que Io osolia se convirira en el «sa- ber del saber clentifco, su conslenci de si, Mejor aun, ls cien- cias mas duras han suscitado desde su interior una veréaderaeflo- rescenciaflosfien, Paul Scheurer habla de una vuelta del pensa- Iniento especulativo en lis cencias exacas,Fstehabria comenzado 2 prinipios del siglo con Poincaré, Mach, Einstein, Born, Pal, He Senberg, De Broglie, Schrddinger, Schlick y eontina hoy eon Hol- ton, Bunge, Scheurer, Bohm, Wheeler, D'Espagnat, Costa de Beat- regard, Prigotine, Viger, Lévy-Leblond, Charon, Hoyle, Reeves, Carter, Chew, Capra, Nicolet, en biologia, Monod, Jacob, Li fia, Crick. De hecho las grandes cuestones cientifeas se han vel. to ilosoficas porque las grandes custionesHlosicas se han vuelto cients, ero si bien los cientifcos se convierten en flsofos salves, Jos fildsofos se iician salvajementeen as ciencia, el divorcio fu damental persist. Cuando a filosolfa intenta consttwinse como ce sia (con el modeio de la ciencia eaxica), como ocurrd con la co- friente del Cireulo de Viena, enace el corte fundamen entre est flosofiacientfcista y objtivista que ha perdido la problematics fie losatca, y la otra flosofia,que'se concentra tanto! mas (Se cierra) sobre la intuicidn, la experiencia interior, la eflexién, la especula- 4 Hyppoie, Figures dla pense phlosophigue 1, Pars, PUR, 197, ci6n, Asi, la filosofa sigue siendo impoteme para conebit la filo- tof Es cierto que ente las dos no hay fronteras, pete steno ‘man’s tan de los problemas cave gue justamente son les problemas omuncsy los problemas de comunication dejados en barbecho En el estado actual, la filesfia po sl soa la cenca por sola son inufcients paraconocer el eouocimiente. Boutgignan ice mus justamente que 1s filxotos ya no peeden pretender tar por sac tos los problemas del espn: y Wojcechowsk, que el conoelmien. to ha dejado descr un problema sblo ara ilssofos Pet hay te alidir que tampoco podemos dejar qué el conocimiento se dasoguc atte las concepeions Teductora gue segega cade doplin (i Giendo del conocimientoe celogo in producto social, 4 puedo. 0 un producto pscogico, el neutocentice un puro y Simple prc dicto el cerebro). Vista la malidimensionaliad de os caracieres el conocimientoy la complejidad de los problemas gue ete plan. te, ex necesaro electua el if didogo entre atten sje ‘a yl conocimiento obtivo, No es nuestra ntenion en abvouto elaborar ninguna metaciencia ni metalsotia (Ja hace mucho que se ha.intemado wuperars la flosofiacon una pseudocincia yc, cia con una pobre fosfia), Mis ben intenatemos acloay ene tte/con/por/conira a filosofiaexangUe y la cienca lca contra fa anemia de una y la plétora de otra, contra su clausura muta, cor. tra las eareneias o mutlasiones que de ella resultan, con Ins ieudes intemplazables dela actividad clenlen (insatiable prospeccin en eluniverso desconotdo, dislogo apetado con los enters Neve tflacions/ refutation’); con la virud iremplazable dels ate dad filovic (a union dela tefleniony dela especulacton, con volunta persistent denosacifica la dbjetvidad ala eopeoaacon, de no sacifiar la reflexion ala operaionalidad Si bien la mirada fiesiea procure istantiamiento necesario para considera la ciencia, la mirada cenfica procure dstancie. Imiento necesario para considera a flosoli: For ello st daioeca binocular podria procurar el nuevo distanciamiento que nos tease eesanio pata considear el conocimiento. Este distanctamiento rena 6! de un pensamiento ala stura dela compleidad dela mui mensionlidad del problema 3,4 partir de ah eniayfilosota pos rian mostrarsenos como dos caras diferentes y complementara de Jo mismo: el pensaminto, Por lo que yo avanzaré, no s6lo en la intriz de una y ota, sino mantenindo una comonicacién rtativa de una 9 ota No secon. cede ningin visado para tales cites, y cuanto mis se proprea ‘mas se transgrede, . 3. La reintegracién del sujeto Mientras que las ciencis «normale», inciuidas las cognitiva, se fundan en el principio dsyuntive que excuye al sueto(agul, el que onoce) del objeto (ag, el conoelmionto), es decir exslye al que Canoce desu propio eonccimiento, el conocimiento del eonocimien- to debe aftonta la paradoja de un conociniento que no st Peo- io objeto porque emana de un sujet P Como dice von Foerster, precsamos no slo una epistemoloaia de los sistemas observados, sino también una epstemologia de fos Sistemas observadores» (von Foerster, 1980, pig, 17). Ahora bien, ioe slstemas observadoress son sistemas humancs gue también de- ten sr concebidosy comprendidos como sujeton. ¥, en cl caso de nuesro estudio, neststamo recurc al ao-examen y ala auto-t- flexi6n para intentat considerar de manera critica mucstro lgat, nuestro Extatus, mejor peor, nuestra penne Es ecesario por tanto que eintegremer yconcibamos a gran oF vidado de las ciencias de la mayoria de las epistemologias y gue afrontemos, sabre todo agul el problema en muestra opinion ina barcabe dela relacionsujeto/objeto. En absolto se ata de caer en el subjtivismo: anes al contrari, se trata de alrontar ese pro- blema complejo ene que e sijelo del conocimiento se converte en ajeto de s conocimiento al mismo tiempo que sige siendo suelo Fs certo quc el sjeto de la metafsea es inasmilable por una cienciaobjetiva. Per ereomos haber mostrado que era posble de- finr y fundar una nocion objetiva del sujeto (El Método Tl, pig tas 11-299), A parte de ah, podemos introduc el sujeto del eo- ‘ocimiento coma objeto de conocimicntoy consierar objetivamen- tee eareter abjetiv del conociniento, Elsujeto aut reintegrado no esl Ego metaisico, fandamento y juez supremo de todas las cosas, Es el sujeto viviente (lt. pls nie .48), aero, aie, came, mot, emacs Si propiafinitd. Nocs portador de la consleneasoberana que as- Giende los tiempos y los expacios introduce, pore! contario, la his- tortalidad dela consciencia (tr. pig, 235). 4, La reorganizacién epistemolégica u de vista antagonista es decir, considerar ala vez las ciencias cogni- tivas como objeto de la epistemologiay la epistemalogia como ob- jeto de la ciencia cognitiva, Itentaremos estableer por tanto una relacién recutsva entre los dos puntos de vista, a fn de acceder al ‘etapunto de vista del weonocimiento del conocimiento», cosa que debierallevarnos no solo a integrarel punto de vista dels cencias cognitivas «superindolo», sino igualmente a abrir ¥ complejizar el Punto de vista epistemoldgicot La epistemologia compleja tended una competencia més vasta que lacpistemologia clasca, aunque sin disponer no obstante de fun- damento, de puesto privlegiado, ni de un poder unilateral de con- trol. Estard abierta ante un cierto miimero de problemas cognitivos clave ya Suscitados por las epsteologias bachelardiana (la comple jidad) y piagetiana (la bialogta del conosimiento, la articulaciOn en- {ee logica y pscologia, el sujetoepistémico). Se propondré examinar 2o solo los instrumentos de conocimiento en si misimos, sno tam bin las condiciones de produccion (newrocerebraes, socidculturaes) de os instruments de conocimiento. En este sentido, el conocimien- to del conocimiento no podra prescindir de los logras y problemas de los conocimientos cientificas relativos al cerebro, la psicologia cognitiva, la inteligencia artifical, la socologia del conocimiento, et cbtera, sino que étos, para adguirir sentido, no podran prescindie de a dimension epistemological conocimiento de los eonstituyen- {es bioldgicos, antropolégieos, psicologices, cuturales del conoci- tniento no podria verse privado de un conocimiento de segundo gra- do reterido a este mismo conocimiento Desde el momento en que la epistemologiaabierta se interese por Jos resultados y problemas de las ciencias relatives al conocimiento, experimentaré la influeneia de estos resultados y problemas, exper ‘mentar& por tanto la retroaccion de las instancias que ella conteola Yaue, por este echo, a controlaran. Una vez mas, el conocimiento del conocimiento depende de conocimientos cientticos multiples ¥ dispersos, pero la validez de estos eonocimientos miltiples y disper son depend del conocimiento del eonocimien ee Sila epistemologia compleja tomara forma, no consttuiria una revolucién copernicana, sino una fevolucion hubbleena en epistemo 7 Revordemos quel pstmologia lisa se dedi a examen vio de las com sicions metodes del conocimieno ientica: examina a valle de ins formas de fxplicacbn a petienca de las elas Wea de ielerenca, ny condiciones det frac de ios Eanceptosysimbolos. Aungue se ign a examina los sesuitadon. ex ‘ec los conacnentos antics ens amos ests epstemolona se propane come {ebunal exterior superar de In cenein,apto para emplaari en casas por sila: tion de as regis. Semejante epbtemolagadipane ‘de unfundamentoindubiabi (a sonnenta gia de on puesto peg — Ge on fonts eo controlado sobre el saber. logia. Hubble mostré que el universo se hallaba desprovisto de cen- tro. La epistemologia compleja se halla desprovista de fundamento, Ia idea de epistemologia sin fundamento ya fue avanzada por Res- cher. En lugar de partir de los «enunciados de base» 0 «protocola- rios» que, en la vision del positivismo logic, le proporcionaban al onocimiento un fundamento indubitable, Rescher considera un sis- tema reticular cuya estructura no es jerirquica, en el cual no hay nin- sin nivel que sea mas fundamental que los demas®, Nosotros acep- amos plenamente esta concepeién afadiéndole Ia idea dinémica de recursividad rotativa, De este modo, se comprende la revolucién me- tacopernicana que se impone: la epistemologia no constituye el cen- tro de la verdad, debe gitar alrededor del problema de la verdad pasando de perspectiva en perspectiva y, esperémoslo, de verdades parciales en verdades parciales... En y por esta rotacién, y vamos a Yerlo, es por donde se puede intentar efectuar una rearticulacién/ reorganizacién del saber, asimismo inseparable de un es{uerzo de re- flexion fundamental, ‘De golpe, el conocimiento del conocimiento no puede sino vol- verse meta-pan-epistemologico, Metaepistemologico: supera los marcos de la epistemologia cli- sica al mismo tiempo que la incluye. Ademis, aunque crucialmen se interesa por el conocimiento cientifico (el iltimo libro de El co- nnocimiento del conocimiento se reecira precisamente al conocimien- {o del conocimiento cientifico), interroga eanocimientos distintos de los cientificos; aunque se inscribe en Ia aventura vocidental del co- nocimiento, no podria, en su principio, cerrarse a los conocimaientos distintos de Jos occidentales; aunque se sitia en el punto de vista de la racionalidad, no puede rechazar como no conocimientos los co- nocimientos no racionales, En suma, por mantener abierta perma- nentemente la problematica de la verdad debe considerar cualquier conocimiento que se crea verdadero, cualquier pretension de cono- cimiento, cualquier pseudoconocimiento, es decir, también el error, Ia ilusion, el desconocimiemt... Panepistemologico: la epistemologia compleja no podria estar suspendida por encima de los conocimientos. Por el contrario debe integrarse en cualquier andadura cognitiva que, hoy como nunca, tenga la necesidad legitima, como vamos a ver, de reflexionarse, re- ‘conocerse, situarse, problematizarse 5. El mantenimiento de la interrogacién radical El conocimiento del conocimiento, por su parte, no puede sino volverse a encontrar y enfrentarse con la cuestion inicial de un co- Reacher, Comite Stematsaton, Oxford, ache, 1979 B nocimiento desprovisto de fundamentos. Ademés, vuelve a encon- trarse, a su nivel, con el problema de la impotencia de cualquier sis tema cognitive para inclurse, concebirse, explicarse y probarse a si ‘mismo de manera exhaustiva, Elconocimiento del conocimiento esté marcado, pues, desde el co- rmienzo, por una doble imperfeccién, una primera y otra iltima. Es imposible fundar y acabat no s6lo el conocimiento, sino tambien el conocimiento del conocimiento, el conosimiento del conocimiento el conocimiento, y esto a infinite Pero sigue siendo legitimo intentar escapar ala alternativa entre el escepticisino generalizado por una parte y la mirada de conoci- aientos dispersos por el otto, entre el ignorantismo y el oscuran- tismo, 6. La vocacién emancipadora El comocimiento, que depende de condiciones fisico-bio-antropo- socio-culturo-historicas de produccién y de condiciones sistémico- lingUistico-paradigmaticas de organizacion, es aquello miso que permite tomar coneiencia de las condiciones fisicas, bioldgicas, an- tropoldgicas, sistémieas, linguisticas,logicas, paradigmaticas de pr duccién y organizacion del conocimiento, De lo que se sigue que ‘cuanto més las Conoce y las comprende, mis capaz es, reconociendo precisamente las servidurabres que pesan sobre la investigacion de lo verdadero, de dedicarse mejor a la isqueda de lo verdadero, cemancipdndose relativamente con ello de sus condiciones de forma La biisqueda de la verdad sobre el conocimiento no puede sino contribuir a a biisqueda de la verdad por el conocimiento, y, en cier= to sentido, forma parte de esta biisquea. Todo aquello que podri mos diagnosticar como fuente de errores, de insuficiencias, de mu- tilaciones de pensamiento, tendera a tepercutir en la conducta de nuestro propio pensamiento y en ef ejercicio de nuestro propio co- rhocimiento. Me sacprendié ver como la redaceién de este trabajo ha- cig surgir sin cesar el problema del bien pensar. En ese sentido el ‘conocimiento del conocimiento podria ser una incitacién a bien pe sar (es decir, a no ser Bien-pensant). De todos modos, en la crisis de los fundamentos y ante el desa- ‘fio de la complejidad de to real, rodo conocimiento necesita hoy re- ‘flexionarse, reconocerse, situarse, problemauizarse. La necesidad le- isitima de todo aquel que conoce, en adelante, dondequiera que esté Y quienquiera que sea, debiera ser: no hay conocimiento sin conoci- imiento del conocimiento Por ello, el conocimiento del conocimiento no podria constituir ‘un dominio privilegiado para pensadores privilegiados, una compe- M tencia de expertos, un lujo especulativo para filsofos: es una tarea histérica para cada uno y para todos, La epistemologia compleja de~ beria descender, si no a las calles, al menos a las cabezas, aunque esto necesita sin duda una revolucién en las cabezas, UI, La AVENTURA El cabii y la resignaciin No basta con indicar ls necesidad. Es preciso que sea posible res- ponder # su ifamada. Mi empresa, tal como yo la he considerado, exige, en el estado actual de dispersion, de desmesura e inconmen- surabilidad de los saberes, no s6lo una capacidad exploratoria que rebase las posibilidades de un individuo, sino también aptitudes para la sintesis y la invencién de pensamiento que rebasan mis posi éades personales. Pero, hay que distinguir entre verdadera y falsa imposibilidad. La verdadera se desprende de nuestros propios limites. La falsa se esprende del Tabi ¥ la Resignacion, El Tabi es impuesto por las perversiones de la organizacion dis- ciplinaria del conocimiento, De este modo, a la mayoria de los es- pecialistas les resulta evidente que nadie ademés de ellos mismos es ccapaz de reflexionar sobre sus trabajos. Ahora bien, hay que distin- Buir entre el dominio de la competencia operacional del investigador y el dominio de los problemas y reflexiones que pueden suscitar sus investigaciones. De este modo, por herméticas gue hayan sido sus elaboraciones tedricas, sus cileules o sus dispositivos experimenta- les, los Einstein, Planck, Blohr, Heisenberg suscitaron ideas sobre Ia naluraicza de la materia, de la realidad, del tiempo, del espacio, que cconciernen a cualquier interrogacibn cotterporinea sobre el univer- 'S0'y que son asimilables fuera de su disciplina, siendo la prueba de ello el que estas ideas hayan sido expuestas a los no especialistas y ofrecidas, por estos titanes de la ciencia, a la meditacion de cual- uier espiritu curioso, ‘Ademas, nos esta petmitido constatar que los desacuerdos inau- ditos entre especialistas de una misma diseiplina desbordan las par- ticularidades de la diseiplina porque ellos mismos han surgido de [os debates Clasicos entee ideas Hlosoficas o postulados metafisicos. Asi ‘ocurre con las opasiciones entre fisicos y biblogos sobte el azar y la necesidad, que desde una luz nueva y necesaria, vuelven a encon- trarse con un fondo tradicional de problemas. Lo mismo ocurre con la oposicion espiricu/ cerebro, que constituye el problema crucial de este libro primero. Un Eceles y un Changeux, expertos ambos en neu- rociencias, tiene dos puntos de vista opuestes sobre el espiritu, el p mero seguro de que ho es reductile al cerebro, el segundo conven- 8 cido de su inexistencia, Ahora bien, el problema de la realidad o invealidad del espirtu, si es que puede y debe ser aclarado por las neuraciencias, no se deduce del examen del cerebro, sine que depen- de del examen de estos eximenes por una reflexion fundamental Las practicas dependen dnicamente de los especialistas. Pero sus ideas pueden y deben ser las ideas de todos. Es una perversion en- cerrarias en el laboratorio en lugar de iluminar su discusién en el foro. Debemos reivindicar el derecho a tratar los problemas clave ‘que se desprenden de los desarrolioscientificos, evidentemente a con- dicin de evitar la extrapolacién ireflexiva, a taicién seméntica, descontextualzacin impiidica, 1a palabra emétodo» El Conocimienterdel conocimiento constituye el tercer y tltimo tomo de EI Método y comportari tres vollmenes. {Es preciso recor- dar aqui que la palabra «método» en absoluto significa metodolo- ssi? Las metodologias son guias a priori que programan las inves- tigaciones, mientras que el método que se desprende de nuestra an- dadura sera una ayuda a la estrategia (Ia cual comprenderé itilmen- te, ¢s cierto, segmentos programados, aunque nevesariamente com= portaré el descubrimiento y la innovacin. El fin del método, aguf, es ayudar a pensar por uno mismo para responder al desaflo de la complejidad de los problemas. Los dos pri- meros vollimenes de £1 Mérodo ya comprendian en s{ el problema del conocieniento del conocimienio. Al trata el eonocimiento fisico ¥y el conocimiento biolbgico, ya abordaban la fisica del conocimien- {0 (EI Método 1)y la biologia del conocimiento (EI Método 2). Aun més, ambos constituian un esfuerzo hacia un conocimiento de se- gundo grado. De este modo, los titulos la Naturaleza de la natura- lesa y la Vida de la vida, constituyen juegos de palabras que expre- san la voluntad de unir el primer nivel de los conocimientos, el de las ciencias referidas a los #objetos» fisicos y biolégicos, aun segun: do nivel reflexivo sobre los conceptos e ideas de estas ciencias. EI Conocimiento del conoeimiento es un titulo que nos conduce al nu- cleus mismo de nuestra empresa reflexiva enfrentandonos a esta pa- radoja clave: el operador del conocimiento debe convertise al mis ‘mo tiempo en objeto del conocimiento El conocimiento del conocimiento se nutre principalmente de los conocimientos cientificos, consagrndoles una atencion privilegiada, Porque son los Gnicos que saben resistir a la prueba de la refutacién, 36 suministrando de este modo datos relativamente seguros acerca del feonocimiento del conocimiento, Pero se esfuerza en pensar y relle ionar los conocimientos cientificos auto-elaborindose como episte mologia compleja Se podria decir que el método que nos guia para claborar laepis- temologia compleja es ese mismo que resulta de a epistemologia compleja. Hay una paradoja que puede comprenderse cronologica- mente. Yo redacté con un movimiento continuado en 1973-1976 el conjunto de fo que deberia llegar a ser los tres voliimenes de EY Mé- todo: de hecho, El conacimiento del conocimiento, dtima part, iba fa retroactuar sobre la nueva redaccién del primer y segundo volu- men, que a su vez etroactuarian sobre el terero, convirtiéndose cada lino en fuente, motor y fin del otro, De este modo, efectivamente, el método se autoprodujo. La ne- cesidad de hacer que se comunicaran los conocimientos dispersos para desembocar en un conocimiento del conocimiento, la necesi- ddad de superar alternativas y concepciones mutilantes (que disjun= tan 0, a la inversa, unifiean abusivamente), todo esto contribuyé a la auto-elaboracién de un método tendente al pensamiento menos ‘mutilante posible y a la mas consciente de las mutilaciones que ine- vitablemente opera para dialogar con lo real. ‘Los conocimientos sobre el conocimiento se hallan en un estado de avance totalmente desigual y, en lo que concierne a Jo mas im- ortante — como la organizacién del cerebro, la naturaleza del espi- itu, la relacién cergbro — espiritu la posibilidad de una sociologia del conocimiento--, no nos halla- ‘mos sino en los primeros balbuceos. En lo esencial, nos hallamos en el linde de continentes desconocidos, linde que nuestro modo de co- rnocer hace que todavia seamos impotentes para coneebirlos Y éstaes la razon de que, incapaz de asegurar la exploracion ex- hhaustiva del terreno, consciente de las incertidumbres y de los des conocimientos, y asumiendo plenamente el desafio del spensamiento complejo», necesariamente haya recurrido yo a una estrategia de Blietzkrieg. El ataque cognitivo se dirigié a lo que es juzzado como rnudos de comunicacién, problemas clave, saberes decisivos, y prac- tic6 el wtorbellino» como se dice en futbol, por permutacion rapida del dispositive de avance con vistas a busear un boquete. Como una ‘gran parte del terreno no ha sido rastrillada, hay un enorme riesgo de equivocarse en los problemas clave, las verdaderas cuestiones, las buenas vias de comunicaci6n, las informaciones fiables, Desde lue- 20, intento precaverme del riesgo sometiendo mi manuscrito, en sus diversos estado, a crticas eompetentes. Pero no por ello quedan eli- ‘minados los riesgos. ” El inacabamiento BLindce este libro da ms cuenta de mi programa de studios ue de su realization, Lance pseudépodos en innumerable dzeecio- es, demasiados y no los sulfites Soy consleme de los caracte- res lacunares inciertos de mi cultura, del estado deigul del dest- troll de mi conocimientoy de mirflexén. Tras un primer periodo Ae leetrasy despues dela primera redaceidn (1976), seule notas, titas,ichas bblogrfieas para una consulta ulterin, ellen eam pos lamensos de saber, cada uno sficente para ocupar una vida ‘Cuando retomé mis leturas a fn de prospeetar mi biblogafa, estas letras susitaron metas lectus me revelaron nuevos t= fos a consulta. La lista del epor vere aumentaba todavia mis ri Gmente que a lista det vision, Continué en 1980, 1981, 1982, 1983 finalmente, me zambullen la biblioteca dela New York University tn septembre ce 1983, hasta que, siniéndome sumerido,y vendo uc me ahogaba, tomé la deci6n,inteleetvalmentearbtraria aun- due BiolGpicamente necesaria, de detener la bibliograiay comenzar Th nueva redaceibn de este leno. Tene curso de este trabajo, tve que vivir ala ve: i fa tragediabibliogrica que agrava en cada dominio, ineluso extremadamente limitado y delimitado, el aumento ekponencial de Tos conocimienosy las referencias: : Seif ragdia de lareflenion que est siglo susctaen el que todo te pone obsticulos ala reflexion sabre el aber a raged de la compljdad La tagedia de la complejidad s sith en dos nivels, el del ob- jeta de eonocimientoy 6s In obra de conocimiento. Exel nivel del ebjeto, nos vemos colocados sin cesar ante la al termativa entre la clatsura dl objeto de conocimient, que mutla scr soldat cn fos to» ots a como con su propo cr tomo ( que exclaye, de golpe, los problemas slobales y fundamen tales) por una parte In Giseloign de os eontornosyfeonteras que hope’ todo objeto que nos condena a la supeficialidad nel nivel dea obs, cl pensamiento complejo reconoce ala ver 1a imposiidady is necesiad de una ttalizacin, de una vniiea- tion, de una sintesis, Por tanto debe tender tagieamente ala tota- Tzati, la uniieain a ints al mismo tempo que lucha con- trala pietension de esta totalidad, de esta unidad, de esta sintss, Con a\conscenca pina e remediable del inacabamieno de todo Coocimiento, de todo pensamieno de toda obra Esta tpl tagedia ho es solamente ln dl eatudiante, la del que relia su tei, a del nvestigador, adel uiversitaio sa tragedia ae todos: ea trageda del saber mederno. 8 Yo no he dejado de sentra en el curso de este trabajo: éste, lo hemos dicho, debe sera la vez objetivo y reflexivo; debe abrir su cam- po al maximo al mismo tiempo que lo cierra y nuclea; en fin, se en= ‘uentra desbordado por todas partes por todo aquello que necesita ria conocer (efectivamente, yo no he dejado de tropezat con la al- ternativa: continuar leyendo y por tanto dejar de escribir/continuar ceseribiendo y por tanto dejar de leer). Una tragedia no tiene happy end. Y es cierto que se puede igno- rar la tragedia y continuar trabajando siguiendo la norma tradicio- nal de la clausura de los dominios y del acabamiento de las obras. ‘Ahora bien, para mi este trabajo ha hecho més central y mis agu- da la consciencia no slo de mis insuficiencas, sino tambien det ina- ccabamiento irremediable al que estamos condenados y en el que de- bbemos actuar. En adelante, el inacabamiento se halla en el corazéa de la cons- ciencia moderna, tras el descubrimiento del inacabamiento csmico (Hubble) y del inacabamiento antrapolégico (Bolk), que vienen como a confirmar nuestro sentimiento del inacabamiento de toda vida Es cierto que la consciencia del inacabamiento del saber estd muy extendida, pero ain no hemos sacado las consecuencias de ello. De este modo, construimos nuestras obras de conocimiento como casas con st techo, como siel conocimienta no lo fuera a cielo raso; con- tinuamos haciendo obras clausuradas, cerradas al futuro que hati surgir lo nuevo y lo desconocido, y nuestras conclusiones aportan la respuesta segura a la interrogacién iniial, eon, dnicamente in extre- ‘mis, en as obras universitarias, algunas interrogaciones nuevas. ‘Las grandes obras lo son a pesar de su acabamiento, y algunas son grandes porque inacabadas: asi, el acabamiento de los Pensa- ‘mientos de Pascal en un discurso apologético hubiera empobrecido la obra misma, y en suma es la muerte prematura de Paseal lo que hha determinado la obra maestra, Por ello nos parece deseable que toda obra sea trabajads por la consciencia del inacabamiento. Que toda obra no oculte su brecha, sino que la marque. No aay que relajar Ja disciplina intelectual, sino invertir su sentido consagrandola a la realizaci6n del inacabamiento™ Este texto se acabara inacabado, Indicaré las lagunas de las que soy consciente, as cuestiones en cuyos preliminares me he quedado. los dominios en los que mi informacion me parece demasiado in- cierta, Indicaré lo que me parece que debe ser verificado, reflexio~ nando mejor, retomado, + Na hay gue conundirralizacGn achievement en ings con seabamicnto, Es presi gue una obra ene rearads x der que e auger Mt Sei Termacion, afin Ges pemsamieno sa lo mejor de su exgrsion i e ge 8 obra pod activa al matimo an potencies au peta Sede © Paso » Y ya estd. Una prisa tardia me empujé, no ha hacer prematura (las ideas estaban maduras), sino a precipitar la Ultima redaccién de este libro, Hubiera debido, podide hacerlo més pronto, si hubiera po dido superar muchos aleas,dificultades, problemas, tormentos, do- Tores, alegrias, delicias y deirios de mi vida. Hubiera debido) podido hacetlo mis tarde si no se me hubiera producido esta tardia impa- ciencia. Hubiera debido légica, razonable, universitariamente espe- rar al infinito. De pronto me senti —fue en Nueva York, en sep: tiembre de 1983— lo suficientemente fuerte para tomar el wuelo. Y me lancé, rodando pesada, terrible, dolorosamente, bien que con el ‘maximo de mis energias, dispuesto a despegar. ” Liao PeimeKo Antropologia del conocimiento Lacondicion fundamental dela po sibilidades de un justo saber es el sa berde fos presupuestosfundamenta Jes de todo saber. HEIDEGGER. PREFACIO DEL. LIBRO PRIMERO Una primera version de este texto fue redactada en 1974-1976, La segunda y definitiva versidn fue establecida entre 1983 y 1986. Elaboré el nuevo manuserito por el estimulo de una invitacin de la universidad de Louvaine-la-Neuve (citedra Franqui). Las dos pri- Imeras versiones de este nuevo manuserito se beneficiaron de las lecturas criticas de Frangoise Bianchi, Daniel Bougnoux, Daniel Favre, Jean-Louis Le Moigne, Gaston Richard, Jean Villain; les agradezco todo lo que cada uno de ellos me ha aportado, Doy las zracias a Monique Cahen por el cuidado que puso en a dlcima revi- sidn de este texto. Doy las gracias a mis colaboradores del Centro de Estudios Transdiscipinares: Nicole Phelouzatvigil6 en todas las tapas de la documentacién bibliografica’ y releyo mi manuscrito. Marie~ France Laval y Marie-Madeleine Paceaud me aportaron cada una su plena ayuda. Recuerdo que el fin de este libro no es ni vulgarizar ni sintetizar los logros actuales de las diversas ectencias cognitivass relativas particularmente al cerebro, al espiritu va la inteligencia. Es considerar, a partir de estos logros ¥ de los problemas que ellos plan- fean, las posibilidades v los limites del conocimiento humano. 7 En que concer a la bras dels autores iad, sfilianos as més dels secs gc detediiono ela eaduciones spoiler en Francia econo ‘Sando co nestor. en eine bibhogrfica fos de eden Otel, 8 CAPITULO PRIMERO Biologia del conocimiento Fl retorno a las fuentes El problema del conocimmiento se encuentra en el corazdn del pro- blema de la vida Esta idea no depende en absoluto de una concepcién «biologis- ta» que se opondria' una concepeinsfilosolica» del conocimiento. De hecho, el problema del enralzamiento vital del conacimiento se planted en el corazon de la filosofia. Dilthey dea que los procesos Tundamentales del conocimiento estan en la vida, ¥ que et pensar mmiento no puede ir mis all, Huser! pensaba que los conceptos, ideas, enuntiados del sujeto consciente tienen sus raies en el Le ‘enswelt, mundo dela vida, terreno antepredicativo y precategorial. Pero Husseri no pudo concebir este LeBensvelt, ny por tanto, ori- sinar/enraizar en él el conocimient, Piaget, por su parte, intents la aventura interrogando @ la bio- logia. Tuvo el sentimiento profundo de qué las condiciones del co- nocimient, includes los datos a priory las categories, tienen como fuente los principas fundamentales de fa orpanizacion Vsiene, In- tentaba concebir vel isomorfismo estructural entre las organizacio- nes bioldgicas y cognitivase (Piaget, 1967. pég. 231) «Tarde o tem- prano se hara necesario que la biologia nos ayude a comprender como son posibes las estructuras logico-matematicas y como se ‘Tran Duc Thao insta el hecho de que paca Hussen se eataba de cones: biccuna gress metodiay aosiva dela consecnca a paride la ide, ¥ que sas formae ideas del mundo det esp ene movimiento de a vida sosble no slo ‘neues sus condiciones historeas de aparsn,sno tambien e! Tundamento de Sraetid de vedas (Fonomenologia» maveralimo diltrico, e, Nueva Vin Buenos Aes, 197, 45 adaptan de manera eficaz al medio exterior» (Piaget, 1967). Pero, por haber llegado pronto, la reflexion de Piaget eristalizo demasia- Go pronto, antes de que se pudiera concebir que la actividad com. pputante del ser celular consituia la fuente del conocimiento, Antes bien, buscé el origen de los procesos cognitivos en los procesos de asimilacion (integracion de auevos objetos, situaciones 9 eventos a esquemas anteriozes: ef. Piaget, Chomsky, 1979, pig. 242) y de aco- ‘modacién de! organismo. No encontr6 mis que la auto-regulacion (que no la auto-eco-organizacién) como base de partida para la com- prehension de los procesos eognitivos: «Los procesos cognitivos apa~ ‘econ simultineamente como los resultados de la auto-regulacién or- ganismica cuyos mecanismos esenciales reflejan, y come los érganos ‘mas diferenciados de esta regulaciOn en el eno de las interacciones con el exteriom» (Piaget, 1967, pg. 49). Esta frase muestra bien el limite de la andadura piagetiana, tan avanzada, no obstante, por otra parte : Hoy, podemos profundizar mas y preguntarnos: {Hay una di ‘mensi6n cognitiva inherente a la organizacién celular? Se puede plan~ tear la cuestidn en ese sentido ya que la biologia contempordnea ha puesto en el corazon de esta organizacion la idea de programa y de informacién, que tienen una y otra una dimension cognitiva. En efec~ {o, sezin la vulgata biolbgica difundida boy, existe un programa in- formacional que se halla inserito en la estructura molecular del ADN, el «programa genético. Ahora bien, estos términos de informacién y de programa han emigrado de la miquina artificial que es el ordenador para introdu- cirse en la maquina viviente, ,Es pertinente este transplante concep tual? {Qué revela? ;Qué oculla? Para intentar saberio, tenemos que interrogar a la maquina que obedece al programa y irata la infor~ ‘macién: el ordenador, Si sisponeman de a cenca compat: ya “TEAK-LOUIS LE MOIGNE. El ordenador, maquina fisica creada por el hombre en 1943, es un computador, y asi lo Ilamaremos. Aates incluso de su construc- ida, Turing habia definido 1a computacion como tratamiento de simbolos (1938), siendo para él ef edleulo numérico un aspecto no esencial de la computacion, En ese sentido, y siendo que eran con~ siderados como itiles de cdiculo numérico, Simon coneibié los com- Buladores como sistemas de manipulaion de esimbolo fi 46 Fs notable que los computadores puedan dedicarse hoy 8 activi dades entremadamente diversiieaas. De este modo, sis compic faciones pueden gobernar actividades prietcas (man'pulaciones ‘Gboccash actividades organizadoras (contol de a gesuon de una Etnpresa ¥ actividades propiamente cognitvas, como perciir(re- inocimiento de las formas), diagnostear (una enfermedad, por tfemplo) yrazonat (eon el lenguae yas eas). ee computacion puede set simple (referda a las uidades c- smeniales de informacion) o comple (operando sobre wciusalas, eretonessinticas que no pueden set descompuestas ol seducidas sta asereiones que conienen. Puede segue estetamenteinsruc- Jiones finsrutionsfolwers)y puede eaboratesratewas combi- tnd todo gins om econ beats ene cose todo por ensayo 9 error). Puede disponerincuso ya de un minima ATeapltudesautovelerentes que probablewente dcsarellrdn las fo- turas generaciones de computadarash Ta act idad computante puede pratcarimpecablemente cual auieroperacign logien™ Puede, cada ver mas clevarse al nivel de a tora proba enemas esnluso reir dencbemientos ase ropTazna Bacon reinveato por si mismo (por induecion a partir de Bato por detivcion de cola) Ia (erceta ley de Kepler, la ley de ‘Ohm, ley de los eases perfects ‘De este modo, la computacion nos sta bien sea del ado de las operatioes perfscionadas, aungue hiitadas, de una miquina art fei, bien en del lado de las actividades intlgentes del espirita bu Clal es pues la naturalera de esta computacién que se revela tan polivalentey tan ambivalene? aul, nos proponemos conceir la computacion como un com- plej organizador| producto de carder cognitive que comporta una 7 Los wabsjs de Frege Rul, Whitehead va mosiaron que la ca era un siaemaSibolvo que obese © regis desde, noi eyo seni ingustice lbp deal de propovionc) significa muy exauamentecomputacion, De este i ecearmente porque estan deapov as de vide Mimanad de epita saeeeetadoras no van la butonomia'y et annimno don proves Hope SBMIUGac is somputndras tela operaciones copnteae mtegeatee que parclan ser pesto de home sapiens, no pods dete planters un problema Save subgiee almenos en wes coestons ‘Estuna computadrs natal cerebro humans? : ipeemit a computcion decabi stein procesos ue utiza el espe ret puede ser asada I inelencis atl aa itlignca humana? ‘Gamo s sabe In poemica serene estas cvetoney, sobre todo akima, 20 «aj de eaioane, oponrndo unos a operaciones de una aqui ea a a Gesadepeonanics dl ser human sien fos otros en la unidad def: rine bos rele: que goberna a ama nteipecus. En Toque nos concire, a0 le Tloudana due Seb ntcsarnosenprer ga,» no To examumaemos 00 as ‘eBlans (apo 1 a instancia informacional, una instancia simbdlica, una instancia me- morial, una instancia logicial 1. La instancia informacional La computacién digital utiliza el modo informacional de! si/n0 para sus operaciones; trata signos simbolos portadores de informa ciéné y eventualmente puede extraer informaciones de su entorno, cuando esta dotada de dispositivos ad hoe 2, La instancia simbélica ‘Toda informacion, y mas ampliamente todo abjeto de computa- cidn, esta codificada’en signos/simbolos, electuandose el acto de ‘computacion sobre estos signos)simbolos. Estos son formas organi ‘zadas (patterns): constituyen sistemas de diferencias/similitudes que eventualmente pueden corresponder a diferencias) variaciones| dis- continuidades y'a similitudes/ repeticiones/continuidades que se ma- nifiestan en el mundo exterior. Las nociones de informacidn y de signo/simbolo se remiten una la otra, ya que la informacidn esté codificada (en signos/ simbolos) ¥ que un signo/simbolo puede ser portador de informacion. 3. La instancia memorial La computacién necesita una capacidad de memorizacién (engra- ‘macién de signos) y puede recurrir a miltiples memorias (bancos de datos). Trabaja su memoria (extraccién, inseripeion, duplicacién, ‘modificacién, borrado) en funcidn de sus necesidades. 4. La instancia logicial La instancia logicial, que se ha autonomizado y desarrollado en la historia reciente de los computadores,estd constituida por los prin- cipios/reglas/instrucciones que gobieraan y controlan los caleulos, ‘operaciones perceptivas, razonamientos. “2 informaci,reondémoso, e auelo gue, para un obserador 0 receor ue se hale en una suacon en la Goel menos hab dor ceurenee posible, pone in in edu ova ua alsaatvac der suite a descanedo co caneid, lo cero por lo veto. Un progam constant porn coment Se aformacones que autre forma de atone inpetalivas paras Sets 4 operaciones, copivs 0 bo tipo ee. 4 La actividad compuiante, que es manipulcionjiratamiento, en formas modos dverson. designs sinBolos, eee en estas or Uictones y dentro de estos cundros. nel corn de lt atid ompuiante hay operaciones de asociacion(conjunton.inclion, Itenacatén)y de separactin(dsyuncion.epostion, exclusion) ‘De este modo, en vitud de los prineipios/reglas Gue la gobler- nanen funcin de ox modos de asaciacionseparacion que ell Com Bina, acomputacion efectia aqulloqueindicaeleiges latino con ptere: puter conjniameste. compart. confronar, com prender. Ta computaeién no puede limitarse. pues a ealeulo numeric, Iqualment,lacomputacton no puede redueise a a informacion, La informacion no se converte en informacion sino es en relacion & una computacién y de otro modo no es mis gue una marca o una trara. La Informacion se nos presenta como us elemento, un mo- ‘mente, om aspesto de un complejo organizador gut la computer Cién, No es, como se ha dicho en demasia, la informacion la gue, via un programa, conto ls energies el complejo computational, al isponer de la informacion programads, lo que contra la ener. fia Isiso [axa sfonoros COMPU TACION “nora sv ie a infec de as saons de informacion € informatica para eubrir el compleo de operaciones cognitivas que efecian fo que se debe llamar camputadoresy no ordenadores Por ell debemos sacar el rmino de computacix dela sombra ala gue ha sido relegado, en Francia, por la Regemonia dela nocon Ge i= formacidn. Se ha llamado inforntca I spline que concierne aa computasion, envaviendo de ese modo al envolvent en 0 eh- Suclto. Ahora bicn, debemos desviarel nicleo conceptual de Ie in- formacion a la computacin, Por diversas que scan las actividades computantes, 1) compor- tan de todos modes yen todos los casos una dimension eognitiva, 9 incluidas las actividades pricticas y las actividades organizadoras; 2) estin dedicadas a problemas. Efectivamente, la organizacin computamte es una organizacion {que, « partir de sus principios o reglas trata mas que informaciones ¥ysimbolos, aunque con informaciones y simbolos, problemas. Eo ta [es condiciones, la organizacién computante se fos presenta como un general problems solver (Simon), es decir como una competencia zeneral lo bastante potente como para poder ser aplicada a proble- ‘mas diversos y particulares LLiegamos a una cuestiOn previa y radical: si en toda operacién computante hay una dimensién cognitiva y i la computacion es apta para las actividades cognitivas mas diversas, 2no supone todo cono- cimiento; cualquiera que sea su naturaleza, la computacién, y no su- ‘pone ésta un problema a-traiar? En adelante, como proponia Gordon Pask, seria preciso conce- bir la compitica (computation science), no como la ciencia de los ‘computadores, sino como la ciencia de las computaciones necesaria para cualquier conocimiento y, afadirla yo, para cualquier compu tacién que comporte una dimensién cognitiva para resolver sus pro- bblemas. {No seri ste el caso de la organizacion viviente? IL, La COMPUTACION VIVIENTE La idea de organizacion viviente ha sustituido a la de materia viva. EI descubrimiento de Watson y Crick permiti6 que se aplicara a esta organizaciOn el esquema cibernético de una maquina gober- nada por un programa informacional. Este se halla inscito en la es- ttuctura de las moléculas del ADN constitutivo de los genes. Este programa genético gobierna todas las actividades del ser celular. ‘Semejante concepcién, que en los afios 1950-1980 se ha conver~ tido en una vulgata biol6giea, oculta, al igual que su inspiradora in- formatica, la computacién en provecho de la informacion y del pro- sgrama. ‘Simon considera a los computadores como solventadores de pro- ‘blemas. Popper, entre otros, habla de los seres vivientes, comenzan- do por los unicelulares, como de solving problems machines. Esto se comprende cuando los concibe como miguinas computantes. Viva aisladamente o en el seno de organisms policelulares, el ser celular puede y debe ser considerado como un ser-maquina computante, En electo, comporta en si las instancias memorial, simbolica, informa- cional, y efectia sus operaciones de asociacién/separacion en vistud de prineipios/reglas especificos, asimilables alos de un «logicial». De todos modos, se puede hablar de operaciones computantes en el sen- tido de que el ser-maquina trata las configuraciones moleculares,ins- critas en el ADN, que constituyen un sistema de diferencias) identi- ‘dades cuasi codificadas que tienen valor simbdlico informacional, transforma este engrama (inactivo) en programa (activo) que gabier- na las interacciones moleculares del citoplasma’ La computacién viviente debe resolver sin cesar los problemas del vivir, que son los de sobrevivir. Los primeros problemas clave del viyie + sobrevivir son, como decia Bichat, rechazar la muerte; la computacién vivien- te regenera y reorganiza sin cesar la maquina viviente, cuyo trabajo ininterrumpido determina, en conformidad con el segundo principio de la termodinamica, su desorganizacion permanente. Por ello, la ‘computacion internadel ser celular esta esencialmente dedicada a g0- bernar las interacciones que aseguran la integridad de este ser, por tansformacién de ingredientes del medio exterior en constituyentes internos, reproduccion de las moléculas que se degradan, incluso re- paracién de las lesiones y rupturas en el ADN. Las miltiples opera- ciones aseguran la regulacion, la produccién, a organizacion del ser- ‘maquina celular. Los segundos problemas clave del vjvir —+ soprevivir son los del alimento y la defensa en el seno de un entorno aleatorio. Por ello, el ser viviente computa su entorno, extrayendo informacion de él a fin de reconocer qué puede alimentarlo 0 destruirlo, El mismo uni celular manifiesta una cierta actividad cognitiva con respecto a su ‘medio exterior: reconoce formas y sustancias asimilables 0 no Imilables, reconoce ciertas repeticiones; regularidades/constancias. y puede detectar eventos o pertufbaciones;en tales condiciones, puede extfaer informacion, en funcidn de la cual podra determinar su com- ortamiento (acereamiento, huida). Ala vez, la computacion viviente produce la vida y obedece a su requterimiento, que es resolver los problemas del: » reproducirse vjpir — sobrevivir ee = 50 ® Hay saalogae ene as operaciones compulunss qu son de stciai/epa ‘acion de fos elementos sombices,informacionls sales de la memoria getics Sys operaciones de separacones asocaciones fu micas gue de ela se dese den (dsocacgn de ls moleulas aimaday psa de los temeten osama bie eonstcion de eadenas moc ee), "ike vid ese conjunto de ax faneiones que resin a In meres (20 Meio do 2, pis. 458 st Las computacionesvivientes ticnen un careterincontestable- mente cognitive e incluso auto-cognitivo, va que le permite a ser Feeonoeesstancas, eventos, modificaiones del medio exterior ast ome del medio interior. Pero este cardter cognitive es indistnto de Ins actividades orgaizadoras vitals del er. Para comprender Ia originalidad de esta computacion viviente te nemos que intenta dfetencarta ahora de a computacion arc Pero, para concebir qué es loge las diferencia, hay que confrontat organization arial y Orgatzacionvivente, mguina arti ¥ T'mdguina artfial, aun ia mis evolucionada, ha sido conce- bday copatuida por los humanos. La miguinavivieme, au la mis areaica ia bacteria, ha surgido de lacsesion de una bacteria que aa ver es su madre, su hermana y ella misma, La miguina atc ha reebido su programa de Tok humanos. £1 programa de a bace- fi se transite de acters en bacteria sin gue se conorca as con- iba su origen. FT programa de las miquinasartifealesevolueiona fn virtud de los desartelossientficos¥ teenicos dels sociedades humanas, Los programas wenéticos de los sresvivientes se han de- sarrollado transom en vitud de un proceso evolutvo com. ejo en el que no intervene ningin deus ex machina, La maquina frill produce objets, piesa, esultados que en su materialidad §0.en a inalidad son exterioes a ella. La miquina vient pro- tee sus consttuyentes propos, produce su propia producion, es decir se auto-proguce, La mguina artifical ho puede reprodvcise nimltiplearse, La miquina vviente se teproduce y mulipica. La maquina artical es orgenieads desde el exterior, La mguina vie Mien se auto-organica. Mientras gue Ta maguina artificial est stwada en un entornoex- terior a ell, la maquina vviene coniene en shen cierto modo, el tntorno en cuye eno se sits. En efecto, al mismo tempo que es STngular yauténoma, la autosonganizacionviviente integra en si el trden la organizacibn desu entorno, la ecoorganizacion», ¥cons- {ituye en realidad tna auto-eovorganisacion (ol. Método 2, a= nds 65.70) Laexistensia dela maguinasiventes parece, pues, ho més pecan y gl que la de as maquina aries ya que ésta depende de su relaion eotogicay la auto-organizacion depen dede la eco-organizaci, Pro es de eta dependencia de donde ex- trae una autonomia desconocida para las miguinas artficales (ET Método 2, ibidem) Asi ples, mientras que Ia computci aril no trata en ab- Soluto fa organinacion Fisica del computador 9 no tiene que tratar una relation vil permanente ente el computador y su entorno las ‘peracionesy areas dela arganiacion vient son de una rghera 4 Una complejdad inauditas ya que sin cesar debe a) refeise ala er @ los estas intemos y 2 las condiciones exteras del ser-mi- 2 4quina, 6) asegurar correlativamente su organizacién interna y su comportamiento externo. Dicho de otro mado, fa computacién vi- viente es a la vez organizadora| productora|comportamentalj co. ‘Computation viviente y auto-arganizacién viviente se halla fun- damentalmente unidas. La originalidad de la computacion viviente ¢s al mismo tiempo ls origivalidad de la auto-organizacién viviente ‘Aan més, las eategorias claras y distintas que aplicamos al universo de las maquinas artifiiales dejan de ser pertinentes para las maqui- nas vivientes. Asi, ls nociones de computador, de maquina y de ser se confunden aqui. La bacteria esa la vez un Ser, una maquina, Un computador. E? computador no es un aparato distinto de la magui- na, y la maguina no es distinta del ser. Ahi, la dimension cognitiva dela computacién se halla indiferenciada del ser viviente, La orga nizacién de la maquina viviente es a la vez el producto y el produc tor de su organizacién: la computacion produce a organizacion que produce la computacién. La méquina produce el ser que produce la ‘maquina. El ser produce su propio proceso y el proceso produce st propio ser. La computacion viviente esté abocada esencialmente a la orga- nizacién del ser y de su reproduccién. La diferencia cognitiva entre ‘computacién artificial y computacién viviente se nos muestra ahora en toda su radicalidad: las miquinas resuelven muestras problemas, no los suyos, decia von Foerster. La bacteria computa para st pro: Pia organizacion, sw propia produecién y su propia reproduccidn: es un solving problems machine que trata sus problemas, Ml, EL compuro La computacién viviente, propia del ser celular, es una compu- tacién de si, « partir de si, en funcién de si, para si y sobre si A partir de ahi, podemos proponer Ia nocién de cémputo para definit el acto computante «de si para sv, La computacién viviente es una computacién vical, La formula computo ergo sum es integramente verdadera para el unicelular que produce y organiza sin discontinuidad su exiscencia por computa cidn. A partir de ahi, la nocion de compute va a permitirnos con- cebir en su naturaleza viviente y vital la aocidn de sujeto, ,Qué es ser sujeto? Es, correlativamente: 1) situarse en el centro del propio mundo para computar a este ‘mundo ¥ computarse a si mismo; 2) realizar una distincién ontolégica entre Si y no-Si 3) realizar la auio-afinmacion y la auto-trascendentalizacién de Si De este modo se constitave € instituve el auto-ego-centrismo, es decir el earicter primario y fundamental de la subjesividad (eft. El ‘Método 2, pigs. 155-173) La ocupacién del puesto egocéntrico comporta un principio de exclusion y un principio de inclusién, El principio de exclusion im- pide que cualquier otzo que no sea uno, incluido el gemelo mismo, Supe st puesto egocéntrico. Asi, la bacteria se divide en dos seres ue, aunque idénticos al ser originario € idénticas el uno al otro, onstituyen cada uno un ser-sujeto. En cambio, el principio de in- Clusion permite integrar el egocentrismo en el genoventrismo (la pro- genitura, los ascendientes) ast como el sociocentrismo, lo que con- {duce a abocarse o dedicarse al hermano, al hijo, a la familia a la comunidad. ‘Vemos esborarse de-este modo un concepto de sujeto radical mente diferente del de las filosofias del Ego trascendental o de la consciencia fundadora. El sujeto viviente emerge del proceso com- plejo de la auto-eco-organizaciOn y, en este proceso, ser, maquina, omputo, sitio consticuyen nociones a la ver inseparables y fund doras unas de otras ‘Toda organizacion viviente (célula, espermatozoide, embrién, or- sganismo) funciona en viruud y en funcion de un computo. El computo es el operador clave de un proceso ininterrumpido de auto-produceién, constitucién/organizacion de un ser-maguina ‘que al mismo tiempo es un individuo-sujeto (cfr. El Meiodo 2, pa finas 177-200), Este proceso constituye un bucle recursivo que pro- duce el compuso que lo produce. El cémputo no es pues ni nocion primera (no precede a la aparicién de la vida, es conjunta a ella), ni hocién final; opera en el seno de un circuito que lo constituye y al {ue constituye. Es constituyente/constituido en un complejo activo Gh el que debemos considerar como interdependientes, inter-produc- tos e inter-productores al conjunto de los fendmenos designados por las nociones aqul utilizadas de auto-organizacién, auto-produccién, ser, maquina, computacion, individuo, sujeto. Por ello no s6lo es preciso enunciar: compute > ergo sum, sino también sym — ergo computo, y unir las dos formulas en bucke: computa — ergo sum —» e780 El compuo produce/mantiene Ia idemidad del ser. Pero esta iaendad noes trascendente a abyolta, Un virus exeao puede inttodvctr su ADN ne de Ia bacteria, Que a partir de ahi va cor: Duta por ero: la eproducion de irs y st propia muse or otra pare, i idemtdad egocentnica no e cerrada. La iden- tide individ ecubre unaided genera com ye roebier- ta por lla. Ademas l ersujeto poedecomunicar cons semen. Es tes 0 congéneres, que en tanto que tales se benefician del principio de inclusion. (Se ha podido constatar que una bacteria se comunica ‘con otra bacteria inoculdndole un fragmento de ADN que podea re- sultarle til en su resistencia a los patégenos, por ejemplo.) La auto-computacion La bacteria st incluye en su computacién: trata objetivamente los ‘constituyentes moleculares que le son propios, al mismo tiempo que fos trata subjetivamente, es decir como pertenencias que dependen dde su propia identidad: de igual modo, se trata globalmente como ‘objeto, sin por ello dejar de tratarse como sujeto. Este fendmeno de auto-computacin supone un principio cuasi- logicial de distincibn/identificaciOn entre la instancia subjetiva com- putante (Yo), el ser abjetivamente computado (Si) y la entidad sub- Jetiva/objetiva comin a uno y otro (Moi). Este principio le permite al ser computar su propia computacion segin un cierto mimero de ‘operaciones légicamente unidas: 1) la distinei6n entre la instancia subjetiva computante y el Si corporal objetivamente computado; 2) la inclusion de este Si, objetivado como pertenencia propia (ei gen), en el Yo-sujeto; 3) la identficacién del Yo con el Si en a constituci6n de un Moi ‘ala vez subjetivo y objetivo. Se constituye de este modo un cireuito computante de distin- cién/inclusién/identificacion entee res instancias,idénticas y distin- tas a la ver, que podemos traducir a los tes términos que a ello com rresponden en nuestra lengua: Yo/SI/ Moi: este circuito recursivo yg + soy —+ moi» (Piccardo) le permite al ser computante tratar objetivamente sus constituyentes, su organizacién, su organismo en funcién de sus ne- cesidades o intereses objetivos/ ubjetivos, empezando por sus nece- sidades de auto-produccién y auto-organizacion, El circulto de estas operaciones de distincion/identificacién es complejo porque identifica lo que distingue y dlstingue lo que es uno; efectivamente, cl computante y lo computado, aun cuando si- ‘guen siendo distintos, son lo mismo y constituyen un Moi a la vez Sujeto y objeto, Mientras que la logica clisica o bien asoeia o bien disocia, pero no puede unit simultaneamente estas dos operaciones contrarias, la logica de la computacién viviente, mas compleja, per mite a la ver asgeiar —+ disociar 8 De este modo, la computacién viviente comporta en si el fend- meno original y capital de la auto-computacién, Esta comporta en stuna logica recursiva e identitaria compleja, la cual instituye el fe- rnomeno no menos original y capital que es la auto-referencia. La auto-exo-referencia La auto-referencia no es la propiedad sustancial, orginica o for- ‘mal, que le permite a un sistema (viviente en este caso) designarse a si mismo; es la aptitud para auto-computarse a la vez como objeto ¥ sujeto. La auto-referencia no se resume en absoluto al acto de re- Tevise a si. Es la capacidad de referirse asi al mismo tiempo que se refiere a lo que no es si Por ello, al igual que la auto-organizacién es auto-eco-organiza- cién, la auto-referencia es auto-exo-referencia, Une la referencia a si con ia referencia a lo que es otro: el entorno y las cosas del entorno. El eardcter auto-exo-teferente del compuio plantea e ilumina en su misma fuente el problema de las posibilidades y limites del cono- cimiento objetivo para un ser viviente En la auto-exo-relerencia, hay a la vez unidad, complementarie- dad y antagonismo entre un «principio del deseow (ego-centrismo) y tun «principio de realidad» (objetividad). La complementariedad do- ‘mina al antagonism: el ego-centrismo requiere, en imterés propio, la validez objetiva de las operaciones computantes: el principio del deseo debe, precisamente para realizar su deseo, respetar el princi- pio de realidad. La incapacidad del principio del deseo de reconocer €l principio de realidad es ipso facto la incapacidad de vivir. De este modo, Ia auto-exo-referencia permite concebir el tratamiento obje- tivo de los datos, objetos, cosas, incluido el tratamiento objetivo de luno mismo, a partir yen funcién del interés subjetivo. La eficacia del compuro para tratarse objetivamente y para tra- tar objetivamente datos y cosas testimonia la eapacidad de la com- Putacion subjetiva para acceder a un conocimiento abjetivo de de- terminados aspectos del mundo exterior. No obstante, el conocimien- to viviente no puede escapar por ello a la subjetividad, es decir al acto fundamental de situarse en el centro del mundo de tino para co- rnocer, De ahi el problema ineliminable, en todos los sentidos, in- luido el humano, de los caracteres ez0-(geno-socio-ctno)-éntricos de todo conocimiento, Fl cbmputo policelular Fs notable que los vegetales hayan podido inventar soluciones asombrosas para resolver sus problemas vitales (como la eaptacion 56 de la energia solar y la extraccién de las sales minerales), 0 para de- Sarrollar su modo de Feproduccién (como la ereacion de la flor)” igualmente, como han mostrado los estudios de ecologia y de fi- tosociologia, han podido inventar, estrategias muy variadas_pa asociarse, combatir entre si, luchar contra los pardsitos (cfr. El Mé- todo 2, pags. 22-25). Incluso parece que las plantas veeinas de una misma especie puedan comunicarse entre si. De este modo, se ha ob- servado que la destruecién de una parte del follae de un ‘alamo, de tun arce o de un roble determina no s6lo en dicho drbol la sintesis incrementada de diversas sustancias para reparar el dafo y eventual- mente inhibirel desarrollo de insectos fitdfagos, sino también las mis- mas reacciones en arboles vecinos de la misma especie, como si el frbol aquejado hubiera advertido a sus congéneres de que su mal po- «dia. amenazarios eventualmente’. Los vegetales no disponen sin embargo ni de un cerebro, ni de redes nerviosas, ni de un sistema de comunicacién diferenciado. Pero, dado que las actividades de un cerebro se constituyen por las intercomputaciones entre células (neuronas), cierto que especializa- ddas, pero que no disponen en absoluto individualmente de las cua lidades globales del cerebro, nos vemos levados a pensar que las in- tercomputaciones entre las innumerables células que constituyen el vegetal aseguran una computacién global ego-geno-céntrica, organi- zacional y cognitiva a la vez, en la que la dimension cognitiva no esta mis diferenciada de jo que lo esta en el unicelular, siendo que est mucho mas desarrollada Si la dimensidn cognitiva, en los vegetales, es, como en los ui celulares, inherente a su organizacién, se encuentra muy desarrolla- dda en y por la multiplicidad y la complejidad de las intercomputa- ciones que constituyen esta organizacién. De este modo, todos los fenomenos del reino vegetal comportan una dimension cognitiva Por asi decirlo, el conocimiento esta disperso, extendido, es miiltiple en el seno de la naturaleza, alli mismo donde no hay receptores sen- soriales, ni sistemas nerviosos, ni aparato cognitivo. El conocimien- to esta incluido, infuso en toda vida TV, BroLoGta DEL coNocIMIENTO El conocimiento de la vida nos introduce en la vida del conoci- ‘miento de una forma extraordinariamente intima: living, as a pro- ‘ess of cognition» (Maturana. 1. M Pele, volute Sexual des plants Pacis, Horizons de France, 197. SLT Badin JC. Sohal apd Changes ss Tice Leal Chatty Induced by Damage: Evience for ComnmiitsatfonBetwosn Blanes, Sctence 22.4807 183, pgs 20208, x Umberto Maturana vio, con mucha perspicacia, que, «bioldgi- ccamente, la cognicion es constitutivamente un proceso que depende del sujeto» (Maturana, 1974, Il, pag. 161), que ven tanto que pro- eso, la cognicion es constitutiva de la organizacién del sujeto eognoseente» (ibidem, pag. 162), que ula cognicién, en tanto que fendmeno individual, esta subordinada a la autopoiesis del sujeto cog- rnoscente, y que wlos estados cognitivos, en tanto que estados del su {eto cognoscente, estan determinados por la manera en que se realice ‘Su autopoiesis», A las propuestas de Maturana, afadiremos nosotros las propuestas reeiprocas: la autopoiesis del sujeto cognoscente va uunida tla computacién (depende también por tanto de una dimension cognitiva). La autopoiesis y el sujeto dependen de la dimensién cog- nitiva de la computacién, que depende a su vez de la autopoiesis y del sujeto. El computo depende de los seres-individuos-sujetos que ‘au ver dependen del computa, operador de la auto-produccion del ser-individuo-sujeto: Dicho de otro modo, la fuente de todo conocimiento se encuen- tra en el computo del ser celular, él mismo indisociable de la cuali- dad de ser viviente y de individuo-sujeto, «Soy, me vanozco, me quie- ro», decia San Agustin, expresando de este modo os tres aspectos de la experiencia subjetiva. En la bacteria, estos tres aspectos estan indiferenciados en el mismo acto. Es decir que la dimension cogni- tiva esta indiferenciada de la organizacién productora del ser y de la organizacién de la accién. Aun cuando el conocimiento se dife- renciara y se autonomizara, seguirfa siendo inseparable de la orea- nizacidn, de la accion, del sr. Ser, hacer, conocer, en el dominio de la vida, estan originalimente indiferenciados, y cuando se diferencien seguir siendo inseparables. De este modo, aungue parezca trivial que el conocimiento sea, via computacién, el producto de una actividad del ser, es fascinante ue al mismo tiempo el ser sea el producto de una actividad com- putante la cual comporta una dimension cognitiva. De este modo, no s6lo esl ser lo que condiciona el conocer, tam- bién el conocer condiciona al ser, generandose una a otra estas dos proposiciones en un bucle recursivo. Digimoslo de otro modo: la Vida no puede autoorganizarse més que con conocimiento; el ser vi= viente no puede sobrevivir en su entorno mas que con conocimien- to, La vida no es viable ¥ vivible mis que con conocimiento, Nacer V. ENLAS FUENTES. Conocer, primariamente es computar Aan nos hallamos en los iicios del conocimiento artificial, y he~ ‘mos interrogado los inicios del conocimiento viviente. A pesar de las enormes diferencias entre uno y otto, existe este rasgo furdamen- tal comin: conocer, primariamente es computar, E] conocimiento, como veremos, no se reduce en absoluto a la computacion, pero po: {demos suponer que siempre comporta computacion. Una computacién es una operacién sobre/ via signos/simbo- los) formas. Conocer es efectuar operaciones cuyo conjunto consti= tuye traduccién/construccién/solucién, Dicho de otro modo, el conocimiento necesariamente es: = traduccién en signos; simbolos, y sistemas de signos; simbo- Jos (después, con los desarrollos cerebrales, en. representaciones, ideas, teorias..); — construccién, es decir traduccién constructora a partir de principios/reglas (+logiciales») que permiten consttuir sistemas cog Aitivos que articulan informacién signos/simbolos;, — solucién de problemas, empezando por el problema cogniti- vo de la adecuacién de la construcciér traductora a la realidad que se trata de conocer. Es decir que el conocimiento no podria reflejar directamente lo real, no puede sino traducitlo y reconstruirlo en otra realidad, Las dos logicas de la computocién Las operaciones de la computacién artificial y de la computa- cidn viviente son de la misma naturaleva: son de asociacién (conjun- cion, inclusion, identificacion, implicacion), y de separacion (diferen- ciacion, oposicion, seleeci6n, exclusion), ldgicas en el primer caso, pre-lgicas en el segundo (por no estar enunciadas, sino Gnicamente Implicitas). La diferencia entre los dos tipos de computacion no es lgica, sino logicicl es decir que depende de los principios/ eglas que gobiernan la iogiea de las operaciones. La computasién artificial obedece a principios/reglas que son conformes a los que gobiernan nuestra racionalidad cognitiva, La computacién viviente obedece a los prineipios/reglas de la auto eco-organizacion viviente, que constituyen de algtin modo su slogi cialy. El wlogicial» de la computacién viviente es complejo: 4) porque insttuye la computacién sobre el modo de! compato;, ») porque comporta en s{un principio de auto-exo-referencia que le permite efectuar la auto-computacion; ‘) porque comporta en su seno la dualidad de la subjetividad y de la objetividad asi como la pluralidad compleja (complementa- raj concurtente/antagonista) del ego-geno- (eventualmente socio) centeismo, La diferencia logicial entre las dos computaciones constituye al ‘mismo tiempo la diferencia organizacional entre maquina artificial » y miquina viviente, y la diferencia existencial entre artefacto y ser En la fuente del conocimiento El compuro celular es la fuente, todavia indistinta (en la activi- dad organizadora) y todavia limitada (en sus medios de aprehensién ‘del mundo exterior), de todas los desarrollos del conocimiento vi= Viente, inclusdos por tanto los del conocimiento humano. En este ultimo sentido, constituye una Arque-racionalidad (posibilidad de conocimiente objetivo fundada en la organizacién Togica de las operaciones computantes®) y una Arque-teflexividad (constituyendo el citcuito auto-computante una reflexividad eviden~ temente desprovista de éonsciencia, pero que lleva en si, de forma no diferenciada, una dimension auto-cognitival En la fuente de la fuente: lo implicado del conocimiento Para nuestra inteligibilidad, existe una enorme hiancia entre la organizacién fisico-quimica y la organizaci6n viviente, justamente porque éta comporta la complejidad indisociable de 1a auto-eco- frganizacién y del cOmputo auto-exo-referente. Ahora bien, esta hiancia, sin desaparecer, disminuye algo si recurrimos al tipo de organizacion anotogramatican cuya realidad fisica hemos descubier- to recientemente (1946) y que, de una forma espeeifica en cada oca- sién, como veremos, se encuensa en las organizacién policelulares ¥ sociales. Lo propto de la organizacibn hologramética es que. en ‘ierta forma, la organizacién del todo se encuentra en ¢l interior de la parte que esté en el todo. ‘A partic de ahi, podemos suponer que la asociacién, que deviene viviente, de centenares de miles de macromoléculas es io suficiente- mente compleja como para constituitse de forma hologramatica, en- zgramando en determinados puntos privilegiados (primero ARN y despues ADN) la informacion de todo el sistema, en el detale y en. sw conjunto, lo que al mismo tiempo constituye la condicion indis- ‘pensable para la emergencia de la auto-computaci6n. Por otra parte, y correlativamente, podemos suponer que esta misma organizacion asociativa implica en si las estructuras organi- zacionales de su entero (auto-eco-organizacién) y, més ampliamen- te, de su universo fisico De hecho, el complejo computacién/ memoria no puede funcio- nar mas que si el ser viviente wimplica» en certa forma su universe * No lvidemos que el trmino rao ens origen ignites evasion, cui, e decir compassion « Lo que le permite a su computacin del mundo exterior conocer y prever en funcién de los marcos referenciales interiorizados del es- pacio (aqui-alli) y del tiempo (antes-después). En estas condiciones ser alto-eco-organizador estaria habitado de forma ante-copniti- ‘va por el mundo en el que habita. Toda operacién cognitiva com: portaria en side este modo una «reminiscencia» anterior a cualquier Saher. Dispondeia de sfotmas @ priori» que no son propias de a «sen sibilidad» sino de una auto-eco-organizacion en la que el Macro-To- do de! mundo circundante esti implicado en el micto-todo del ser. De este modo, el ser viviente comporta en su seno su propio holo rama virtualizado de forma informacional (genes), y eanstituye all ‘mismo tiempo una entidad holonémica que implica en si la organi- zacién del mundo en el que vive, En estas condiciones, la cuestién de saber si, en el origen del conocimiento, uno de los términos de la organizacién computante (informacion, memoria, logicial, simbolo, computo) precede a la otra, incluso sila eomputacion precede o sigue ala auto-eco-organiza- cién no tiene sentido. Lo complejo de la computaciéa viviente no ha podide emerger sino en tanto que complejo organizador. «What ‘makes a symbol symbolic? ,Quées lo que crea a informacién a partir de lano informacion? Informacién, signo) simbolo, engrama, compu- tacién se erean las unas a las atras. La eomputacion crea el simbolo {que crea # la computacidn, la informacién erea al simbolo que crea la informacién, la cual es ereada por la eomputacion, ete. Co-na- cen juntas, al mismo tiempo que la auto-eco-organizacion, y cono- cen justas, Conclusion Todo lo que precede no puede ser admitido, reconocido, con- cebido, comprendido mas gue si se procede & tina reorganizacién conceptual en cadena. Contrariamente ala vulgata informatica, te- hemos que poner la computecion en el lugar de la informacion, contrariamente a ‘a vulgata genétco-molecular, poner la auto-eco- organizacion y el compuio en el lugar del wprograma genéticon (sn Por ello olvidar o subestimar el enarama genético), tenemos que reit- tegrar solidariamente las ideas de ser, de aividuo, de sujetoen lugar de borrarlas o evacuarlas. Tenemos que utilizar la concepeién eecur- siva ya definida (£1 Método 1 y 2) por la que los productos electos som necesaris para la producciOn/causacion del proceso auto-gene- radar organizador. Tenemos que entrar en el reino del peasamento complejo y abandonar la vision simplifcadora que ciega nuestro conocimiento, y singularmente a nuestro conocimiento de ls fuen- tes de nuesto conocimiento 61 Captruto tL La animalidad del conocimiento 1. EL APARATO NEUROCEREBRAL, La organizaciin de la accién y el conocimiento Las redes nerviosas y la movilidad muscular aparecieron en el rei= ‘no animal, Los invertebrados simples (equinodermos, estrellas de ‘mar, erizos) tienen redes nerviosas de 10.000 a 100.000 eélulas. Los artropodos (insectos, crustaceos) disponen de sistemas nerviosos, que ‘comportan reagrupamientos ganglionares de millones de cflulas. Sus tganglios cefalieos ya son cuasi cerebros, situados en el interior de tuna cabeza provista de 6rganos de analisis del medio (ojos, antenas, pinzas bucales), En la ramificacién de los vertebrados es donde se Spera la mayor cormpljizacion cerebral, particularmente como, en Ios mamiferos, el desarrollo del cbrtex, y despues del neocértex, don- de vastas plays virgenes permiten la multiplicacion de las asocia- clones y la inscripcidn de los conocimientos adquiridos. El cerebro {de un primate superior se hiperdesarrolla en el curso de la homini- ‘acién y, al érmino de este proceso, aparece el cerebro de homo sa ‘piens. Se distingue, en sus dimensiones, su organizacién, sus aptitu- ‘des (particularmente la palabra, el pensamiento, la consciencia) de todos los demas cerebros animales; pero sigue siendo un cerebro ani- ‘mal, maméfero y primatico. Esta ¢s la razon de que convenga inte- ‘rogar la animalidad del conocimiento, a fin de reconocer aquello ue, en el conocimiento humano, se funda, se confunde incluso, con leonocimiento animal y. al mismo riempo, lo que le distingue y se para de aguél Hay que recordar el origen de nuestro sistema nervioso que, como ‘dice muy justamente Piaget, «podria proporcionar el punto de par- e tida para toda una filosofia» (Piaget, 1970, pig. 36) y, atadiremos nosotros, nunca deberia olvidarse en lo que concierne a todo cono- imiento cerebral, incluido el humano. ‘Nuestro tejide nervioso, como nuestra piel, se diferencia a partie de una regién de la membrana externa del emabrién o ectodermo! Es decir que esta formado, flogenéticamente, a partir de las interac- ciones con el mundo exterior. Efectivamente, la formacion de los sis- temas nerviosos, en el curso de las diversas evoluciones animales, es inseparable de las acciones y reacciones en el seno de un entorno, y Tos desarrollos cerebrales son inseparables de la locomocién rdpida, de la bisqueda, del ataque o de la defensa, a su vez unidos a la bis- ‘queda del alimento proteico, que a su vez procede de la incapacidad animal de captar la energia solar® En estas condiciones, un bucle auto-eco-generador, que va del sensorium al mororium, es decir de las neuronas sensoriales alas neu- ronas motoras, ha generado el cerebrum. El cerebrum? esta const "Tas primerat modificacones del huevo desputs de la fecundacin Io transfor sman en una especie de sera (Basta), que muy rapidamente se ransformara enh Tinbrin (pistol)resorrido por un subo digs priitvon 9 vecuberto por una fina de css fertodermo) dur lo daimita en ume issu j logement. A parr da repibnanterodora de este eloderncomisera nel vertebra, la for fac de un canal que se cerraapidamentsformando un tubo (tubo teu ter euro de ou ceteon eeealcosy medulaes. S‘Gsta caren hn svat In primera dependencia ds} aimal respect del ve fetal ut se alla em el orgen del dominaion anal sobre Lo vegetal 1 fe Todo'pigs 343344), La caren deo trot hn sido la osemotor de a fo mocidn animal Lox desaoles detcompertamiento pueden ser consierados como ‘Stas ant vespeste a sarencias cada er me momerosa, gue avmeman las pos dads del eonosimsnco praevia. (a. BY Metodo 2, ps. 88 380) a ae sexsGerum fame Taw sexsfqiom “apart orga PL ncur-cerebral |. El uct de a animaidadcoproduce ct uno pore tro sensible (em Sorin) to motor motorun) ET buck eto sensible y 10 motor produce un edo red nervioso que o coproduee. 1 Eoace defo sensbleinerisol motor peoduce un aparatoneuroere- ial err) que, 2 0 tex fo prose. 6 tuido por e} desarrollo de las redes intermediaries entre neuronas sen~ soriales (percepeién) y neuronas motoras (accién);finalmeme va a ‘reagrupaf, en el hombre, el 99,98 por 100 de todas las neuronas (W, Nauta, M. Feirtag, 1979, pag. 53). De este modo, un giganteseo centro de Computaciones, nuestro cerebro, trata el conocimiento, la accidn y las interacciones conoeimiento/accién, ‘Aungue depende del sensorium y el motorium, el erebro ls tig teansforma en conocimiento individual las indieaciones sensoriales, y le da sus instrucciones al moiorium en funcién de este conocimien to, El auto-eco-desarrollo del bucle sensoriuim cerebrum miotorium, tan notable en los pajaras y los mamiferos, ¢s al mismo tiempo el desarrollo de ia estrategia, de la inteligencia, del conocimiento. Si bien, emsu origen, el conocimiento cerebral es hijo de la accion, cons tituye una actividad distinta de la aecidn al mismo tiempo que per- manece a su servicio. Lz existencia animal no s6lo depende del en- torno, sino también del conocimiento del entorne. Todo progreso ‘del conacimiento saca provecho de la accién, todo progreso dela ac- cidn saca provecho del conocimiento, Mas profundamente, toda es- trategia de accion comporta compuracidnes, es decir una dimension coznitiva, y todo conocimiento comporta una actividad esteatégica De este modo, la accion y el conocimiento a la vez se implican el uno al otro, estan unidas entre siy son distintos el uno del otro. El aparato cerebral esté constituido por el cerebro y el sistema nervioso el cerebro esta encerrado en la caja craneana; es un cen [pevtoctiteina} NF pian et el So 1 Sobee a pocibn de aparato, fr EL Moe 1. pgs. 273. 6, Sobre la de ap rato peuroceenrle oh fl Wénado pgs 961298 noe 6 tro operacional que est unido a las terminaciones sensoriales y di- fide al organismo en zanas con sus redes; recibe los mensajes del ex- terior § del interior, comunica sus decisiones a los misculos, y trans- mite sus 6rdenes quiraieas a través de Jos circuitos sanguincos. [Los desarrollos del cerebrum permiten las de las comunicaciones ccon ios compatieros y congéneres, comunicaciones que ‘ejen la or- ganizacién familiar y social. El desarrollo de la comunicacién con {os demas es inseparable correlativamente: 1) del desarrollo de un eddigo|Ienguaje (quimico, gestual, mimico, sonoro), 2) del desarro- flo de las relaciones interindividuales (incluidas las afectivas), 3) de las estrategias colectivas de ataque o de defensa, 4) de la transmi- sion de la informacién, 5) de Ia adquisicién de los conocimientos junto a los demis, 6) de los procedimientos de confirmacién verifi- cacibn de los datos 0 eventos, De este modo, a partir de un deter- ‘minado estadio, a relacion con los demas conduce s\ desarrollo del Conocimiento, ¥ la dialéctica accién/conocimiento se convierte en tuna dialéctica acei6nconocimiento/ comunicacién. Correlativamen- te, los desarrollos de la accién exterior y de las comunicaciones con fos demés son los de la sensibilidad interior. La multiplicacién y el alinamiento de los receptores sensoriales, la ramificacién de la red terviosa y a eomplejizacion de las secreciones hormonales en el seno del organismo suscitan, expresan, desarrollan la sensibilidad en la su- perficie y en la profundidad de! sec, es decir, al mismo tiempo, su ffectividad, La Sensibilidad transforma los eventos exteriores que ffectan al ser en eventos interiores, y la afectividad proyeeta como tmanifestaciones exteriores (gritos, pataleos, etc.) Ios eventos interio~ res que agitan al ser. A partir de ahi, la dialéctica accion/conoci- ‘mientocomunicacién se convierte en: accign + conociento —» comunicaién —»sensibitda/afectvidad Como en su origen, el aparato neurocerebral esta en el centro de tuna dialéctica exterior] interior, Lo que ha hecho que el aparato new rocerebral a la ver sea tan intimamente subjetivo y esté tan objeti- ‘vamente abierto al mundo es et desarrollo de esta dialéctica. El ce rebro es el mas interior y el mis exterior de todos los Srganos: y es To uno porque es lo otro. IL. EL CONOCIMIENTO CEREBRAL 1, La compuracién de las computaciones «El cerebro —decia Mae Culloch — es una computing machines, Voy a examinar el aparato neurocerebral animal como apararo que computa las computaciones que realizan sus propios constituyentes TWF Maccutoeh, Te Bai a 4 Computing Machine, Nueva York, 1988, 6s (ccaronas), que. asi mismo, son computadores visientes. El conoci- Imiento, dice Von Foerster es una compatacion e descrpuiones pero, ome ls deseripciones que el ercbro computa son elas mismas pro= dducto de as computaciones inteeomputaciones neuronal, se pue- de decir que el conocimiento cerebral es una consputacion de Com: Putaciones. Fl conocimiento cerebral constitu, globaimente, Una iepacomputcin de mcrocomputsiones acon de so computaciones(egionales)y de intereomputacione entre neurons Segne) El gem, ara ben cuca, dea nn" permite énirever emo las neuronas de los campos receptores compan cuba una deforma especiaizada forms, luz, color de un esimulo visual Y transmiten sus informaciones' que son reagrupadas y retratadas én el cortex visual, sendo retransmitida yrecomputadas despues ¢ estadios més elevados para finalmente produce tna vision, es decir Una representacion cogntva, global y'detallada, dotada de rit ples formas ¥ colors El aparaio neurotceheal es por as decirlo un megacomputador en el segundo, trcer, enésimo grado que computa las intetcompur taciones de las regiones cerebrales, as eaalescomputan las compu taciones de las eflulas oculres,olfativas, ete. Las neuronas son omputantes compitados por las computacione surgidas de sus imtereomputaciones. A partir de las compuisciones sensoriales 3 consituye una jerarguia computante, con niveles de emergencia de Dropiedades computantes nuevas, hasta el conociiento global del Cerebro, que emerge como ealidad dotada de cualidades propia. De nivel eompatacional anivel computacional emergen en el nivel eo- tobarte euaidades inexistentes en el nivel englobado, hasta legar lnvel macroenglobante de la actividad perceptivae inteligente Este macronielretrosctia sobre ls micro-mesosinter-computa- ciones que lo elaboran, como nos muesta el emplo dela cones Gia pereeptiva (pig 112. Esta corrge las deformaciones, ampli zhes,empequetieciientos que se inscribenen la imagen fetitanase- aia fas modificaciones de la distaneiay del Angulo de vision, para Festus alos objtos ¥ a los seres una forma y una talla ata darde constants. La seonstancia pereepiva» permite que la estate. fia eognitiva reconozea, cuasi automitcamente, la identidad de los Seresy de las cosas, apes de las variaciones aparentes de sus tallas formas. ‘Comienza a descorese el velo de las aptitudes computantes, &x- traordinariamgnte diversas aunque muy refinadas, de Tos nsectos eee, patos y, desde huezo, mamifers, ale enmascaraban iM fe D. Hubely TN Wiel oes micas crea da vio. Pour 4a Since meeps, Le Conan arene eT For modiicacion des fecteni deo pulse rics (aumento sain clon dela eevee de poten de ation que ehcuan ls ies newton) 6 cidn de sinstinto» y la de «programan. De este modo, Franz Sauer Gescubria en 1960 el seereto de la computation migratoria de los pa jaros, simulando en el planetarium de Breme Jos cambios del mapa celeste en el curso del vuelo de una curruca parlanchina que ereia efectuar Su migracidn, Se establecié entonces que la curruca compu taba su ruta de 6.000 km, en funcién de los astros del cielo y de los ‘accidentes de Ia tierra, Estudios realizados con un pjaro americano ‘mostraron que éste calculaba los efectos aberrantes de Ia precision de los equinoccios, oscilaciones del ejeterrestre cuyo prolongamien- to imaginario no aleanza los mismos puntos del cielo més que cada 26,000 aiios (cir. Pinson, Demailly, Favse, 1985). Estos ejemplos nos miuestran que la impecable realizaciin de tan ‘grandes migraciones no solo depende de la asombrosa riqueza de luna memoria hereditaria (de la que se continia ignorando cémo ha podido ser adquirida y transmitida), sino también, correlativamente, Ge la capacidad computante no menos asombrosa gracias a la cual el pijaro elabora percepciones extremadamente precisas de cielo es trellado y calcula/pilota su ruta, El gran computo La megacomputacin cerebral constituye un computo, es decir tun acto auto-exo-referente que se autocomputa al computar los es- tmulos que emanan del mundo exterior, siendo este acto al mismo tiempo un acto egocéntrico que unifica el conocimiento del indivi- duo como su conocimiento, La computacion cerebral dispone a) de una doble memoria (hereditaria una, adquirida la otra) a la cual puede referise, b) de terminales sensoriales diversos, extremadamente sofsticados y pre- «isos, que le suministran miradas de informacién, cde principios/re- tas especificos que le permiten organizar el conocimiento en un con- tinuum espacio, temporal al mismo tiempo que le aporta esquemas perceptivos priori (como lo indica la constancia perceptiva)'. Mas ampliamente, el conocimiento de los iamiferos dispone de esque- ‘mas precategoriales o prerracionales (que corresponden a la causa lidad, la necesidad, la universalidad). Premack sostiene incluso que Ja percepeidn categorial no es propia del hombre (Premack, en Pia- Bet, Chomsky, 1979, pag. 304). Las policomputaciones cerebrales efectian las operaciones fun- * Hoy sabemos que 2s nunc fa fos 8 tienen col) relzanasociaciones crurades (buses agian ales efaiva, SUAS tates), es del gue han ad Sul pstiigad de ear suttaeamerie en tempo ent cpus (ead SiSatema Spuco de espucdad dominant ye tema acai de temporligad do {nina content elites de os ob08 9 Tenner o damentales de toda computacidn dentro de estos marcos y en estas condiciones: Unie desunie 1 (asociar, relacionar) (isociar, asian) de forma extremadamente ri y compleja, es decir: sintetizar—onalizar De este modo, el aparato neurocerebral percibe analiticamente (por los detectores sensoriales) y después, en virtud de reglas/esque~ mas de codificacién y de reglas organtizadoras de la percepeién, ope- ra la fantistica eisbocaoin sintétiea que es la representacién®, cu yos detalles puede analizar sin cesar. La tepresentacion, que esa la vez la emergenela, el producto glo- bal y el material de trabajo de Ia megacomputacidn cerebral, puede ser considerada como la construcci6n «simbladora» de un analogs ‘mental que «presentan y shace presente» (de abi la justeza del termii= no) la parte del mundo exterior captada por los sentidos. Aborda- remos los problemas relativos a la representacién en nuestro eapitu lo 4, «La maquina hipercompleja», consagrado al cerebro human. 2. La autonomizacion del conocimiento (aprendizale, estratesias, euriosidad) Aprender Se han podido detectar facultades de aprendizaje y memoriza- cién en los Aplysies (grandes moluscos marinos), en pequenes con- juntos de neuronas (E. Kandel, 1979). Estas facultades estan consi- erablemente acrecentadas en jos animales dotados de un cerebro, yy se desarrollan con el desarrollo cerebral Aprender no es dnicamente adquirir saber-hacer. es también sa- ber hacer adguisicin de saber: puede ser la adquisicion de informa cidn; puede ser el descubrimiento de cualidades o propiedades inhe- enles a cosas 0 seres; puede ser el descubrimiento de una relacign entre un evemo y otro, o incluso el descubrimiento de una ausencia de union entre dos evemtes!. * Cane dear de nfo sonitv, I ncn de eprsernacin a da og cnc dc Sf op tinal oat Why ts autres empiran a hablar de animal mind (ifn 1982) } anil king (nt oe , rite y Mackintosh, 1977, acon ol, 1978 n A Dickinson, Conempo ‘are Ariel Learning Tees : 6 ‘Todavia hoy, la elucidacion de la naturaleza del aprendizaje eta sometida « una’alternativa mutilante entre un innatismo segin el ual no se aprende sino lo que ya se conocia (desencadenando la ex- periencia Gnicamente la actualizacion de un saber virtual), v un ad= Quisicionismo segdn el cual s6lo la experiencia nos instruye. En una, J otra concepcidn, existe un mismo primer dogma, cuyas dos con- Seeuencias se oponen: cuanto mis hay de inaato, menos posiblidad hay de edquirir (innatismo); cuanto menos hay de innato, mas po- sibilidad hay de sdquirir(adquisicionismo), Como indicara Jacques ‘Mehler, hay que partir del axioma: cuanto mas hay de innato, mis posibilidad hay de adquisicion, pero a condicién de precisar: slo tina fuerte competencia cerebral (innato) procura fuertes aptitudes para adguirir. Hemos examinado este problema (EI Método 2, pie Bina 163) y no volveremos sobre él. Aqui, solamente queremos, fun- dandonos en la dialégica auto-eco-organizadara, concebir e] apren- dizaje a partir de una dialégica no solamente de lo innato/ adquiri- do, sino tambien de lo innato/ adquirido construido. Construir supone un constructor; aprender supone un a priori; adguirir supone un innato. El aparato neurocerebral es el construc- tor a priori que dispone de la capacidad de aprender. [La aptitud paca aprender propiamente dicha va unida a la plas- ticidad bioguimica del cerebro. Un conoeimiento adquirido puede inscribirse duraderamente en forma de una propiedad asociativa es- table entre neuronas. Desde el nacimiento del animal, las experien- cias adquiridas se inscriben en cireuitos y redes interneuronales y el aumento considerable de las regiones del cortex, en pajaros y ma- miferos, y del neocortex en los primates, aumenta al mismo tiempo Ja posibilidad de aprender y la inscripeion cerebral de lo adquirido, ‘Se puede instaurar asi ia dialbgica entre el aparato que conoce, portadar de lo ya conocido (los esquemas innatos, las adguisiciones memorizadas), y el entorno cognoscible, bormigueante de descono- cimigatos, El conocimicnto cerebral necesita evidentemente los estimulos del centorno para ponerse en fancionamiento y desarrollarse'', Mas pro= fundamente, necesita la presencia erganizacional del entorno en el interior de su propia organizacién. Para ello fue preciso que, mien- ‘ras se construta en el curso del proceso evolutiva, el aparato cere bral integrara ¢ interiorizara en él, no sélo los constrefimientos del entorno (como la alternancia dia/nocke, la de las estaciones, etc.) sino también, en cierta forma hologramitica, las estrueturas funda smentales de la eco-organizacién, Finalmente, no s6lo la memoria ke- La atitad ara aprender queda ets iso 0 pede sin esimulos dl en tomo (de e0 a, Lon gatos manos selenncdos Tos que Se suture unpre yal dares tee cer auodarincegon dee 0 Para Sepre) ® reditaria ha conservado en si un «conocimiento» del entorno, tam- bien la organizacidn del entorno se ha inscrito en la organizacion del aparato cerebral. La eucurra parlanchina, deserita por Franz Sauer (ctr. pig. 67) que, sin haber hecho nunca el viaje, ni haber fre- cuentado nunca al menor de sus congéneres, regula sobre las estre- Ilas su vuelo migratorio desde Breme a las fuentes del Nilo, en cierta forma lleva el cielo en su cabecilla, De este modo, lo innato es a la vez algo adquiride y algo cons truido en el proceso evolutivo cerebral, que ha integrado, haciendo de este modo innatos, los principios organizacionales del mundo eX- terior, que van a coniribuir a la adquisicion de conocimientos en el mundo exterior Por ello, lo que desarrolla la cerebralizacién y, por ello mismo, las competencias innatas aptas para adquirir conocimientos es un proceso evolutivo espiral, egigo por la dialdgica auto-ceo-organiza- dora, y en la que los términos de innata/ adquirido construido se en- ceadenan, permutan y producen entre si!®, Fl desarrollo de las com= Petencias innatas va a la par con el desarrollo de las aptitudes para adguitir, memorizar y tratar el conocimiento. Lo que nos permite comprender la posibilidad de aprender es pues este movimiento es- piral. Aprender no es tinicamente reconocer aquello que, de una for- ‘ma virtual, ya era conocido. No es unicamente transformar lo des- conocido en conocimiento, Fs la conjuncién del reconocimiento y el deseubrimiento. Aprendercomporta laude lo conocido ylo ide Estrategias cognitivas Fl aparato neurocerebral puede ser considerado como un gene ral problems solver (por retomar la expresion de Simon) que dispo- ne de una doble memoria (genética y personal), de altas competen- cias para tratar los datos de los sentidos y de aptitudes estratégicas para resolver problemas muy variados (de la naturaleza motora ast como de la naturaleza cognitiva), a fin de realizar los fines a su vez ‘miitiples del ser viviente, en un entorno que comporta determinis ‘mos ¥ aleas y que, por elio mismo, contiene, de manera a su ver in- cierta, incertidumbre. La incertidumbre no es tinicamente de origen geoclimatica (sequia, inundaciones, incendios), tambien es de origen bioetolégico, pues el predador vive en la bisqueda incierta de su pre sa y Ia presa en el temmor inguieto hacia su predador. Es necesario recordar aqui las nociones a la vez complementa- 3 Quick sen inereane observa que a nvestpin setifis ba pod ad sie coneviminto sobre To inna gasas 4 nurse capacdsd nats de adguin ” rias y_antinomicas de programa y de estrategia (cfr. EI Método 2, pags. 263-266). El programa es consttuido por una secuencia prees- Tablecida de acciones que se encadenan entre si y se desencadenan ante Un signo o seflal dado. La estrategia se coustruye en el curso de la accibn, modificando, segin el surgimiento de ios eventos 0 la recepei6n de Ia informacidn, la conducta de la accién eonsiderada, Laestrategia supone pues a) Ia aptitud para emprender 0 buscar en Ia incertidumbre teniendo en cuenta esta incertidumbre; b) la apti- turd para modificar el desarrollo de la accion en funcion del alea y de lo nuevo. La estrategia supone la aptitud del sujeto para utilizar, para la accibn, los determinismos y aleas exteriores, y se la puede Gefinir como el método de accién propio de un sujeto en situacibn de juego (en el sentido neumanniano del término) en la que, para con- seguir sus fines, se esfuerza por experimentar al minimo y utilizar al maximo los constrefiimientos, las incertidumbres y los azares de este juego. EI programa estd predeterminado en sus operaciones y en ese sentido es «automiticoy; la estrategia est predeterminada en sus fi- nalidades, pero no en todas sus operaciones; de hecho, a la estrate- gia le resulta dtl disponer de automatismos muy numerosos (secuen fias programadas), De este mode, la mayoria de las computaciones neuronales ¢ interneuronales son automaticas». Hay automatismo en el tratamiento de los estimulos exteriores por parte de las eélulas ‘ensoriales, automatismos en las uniones intersinapticas entre neu- ronas. Ineluso puede haber automatismo en la decision, cuando la acumulacion de las sefiales positivas desencadena la inhibicion o la huida. Fl automatismo —el programa actia en suma cuando no hay elecci6n, ni alea, ni lo nuevo. La estrategia no puede y uo debe emerger mas que en el meta- nivel, donde son posibles la eleccign y el enfrentamiento con el alea, ¥ el didlogo con to nuevo, y la posibilitad de encontrar soluciones a situaciones nuevas; pero, incluso entonees, wna estrategia necesita miriadas de automatismos cerebrales y no puede sino enriquecerse por utilizar secuencias muy diversas de acciones programadas. Una alta estrategia no puede encontra mis que Ventajas con la postbili- ddad de desencadenar, segin las necesidades, automatismos que ella ‘controle. La estrategia que se despliega en los niveles globales y su- Periores usa pues ¢1 automatismo y el programa en los niveles infe- Flores ¥ segmentarios. Lo que es cierto para el eonocimiento animal, Toes tanto mas para el conocimiento humano: que la estrategia (in teligencia y perspicacia) necesita disponer de innumerables progra- mas 0 automatismos cognitivos. Las estrategias cognitivas tienen como mision: 4) extraer informacién del océano del «ruidon, }) efectuar la representacion correcta de una situacién; ) evaluar las eventualidades y elaborar escenarios de accién, 1 4) El animal recoge informacion de sus congéneres, compaferos, incluso de extrafios (si es que hace intrusiones en su terrtorio), ¥ debe extraer las informaciones del entorno (transformando su cO- Putacién egocéntrica los eventos, movimientos, formas e informa ciones para él y los suyos). La informacion no puede librar su men saje mis que en marcos estables (esquemas de codificacién), formas fijas, eventos repetitives). Cuanto més dispone el aparato neuroce- rebral de esquemas organizadores del conocimiento, mas constrefi- ‘mientos, regularidades, constancias reconoce, mis puede eaptar ein- terrogar el evento inesperado, imprevisto, es decir transformarlo en informacién, De este modo, el conocimiento debe disponer de cer- tidumbees (lo if, estable, repetitivo, predecible) para afrontar y re- solver la incertidumbre. La definicion shannoniana de la informa- cin —resolucién de und incertidumbre-- corresponde exactamente al conocimiento en situacién-ecolégica; el marco shannoniano re- ‘Gundancia/ informatién/ruido corresponde a la estrategia cognitiva animal: ésta debe engramar y computar el maximo de determinacio- nes estables (redundancias), rechazar el maximo de eventos no inte- resantes para ella («ruido»), a fin de extraer, del mismo ruido, la informacion que, aunque sea momentineamente, constituye Una vietoria sobre la incertidumbre, Todo aumento de los conocimientos estables (redundancias) aumenta las posibilidades de conocimiento singular) circunstancial (informacién), que a su ver aumentan las posibilidades de conocimiento estable, ¥ todo ello aumenta las po= Sibilidades estratégicas de conocimiento y de accién, b) y c) Las estrategias se fundan en decisiones sucesivas, toma- das en funci6n de la evolucion de la accién, Es decir que el desarro- lio de a aptitud estratégica comporta el desarrollo de la apttud para decidir, la cual depende de la aptitud para concebir alternativas (con- siderar escenarios diferentes). Es decir, al mismo tiempo que el de- sarrollo de las pusibilidades de eleecién decision necesita el desarro- lio de las posibilidades de conocimiento, Pero este conocimiento, de nivel superior, comporta en su misma superioridad el riesgo de ertor. Con la probabilidad siempre viene el riesgo. EI didlogo con la meet tidumbre, que caracteriza la estrategia de conocimiento, comporta la posibilidad de error por falta, ignorancia o mala suerte, Simplifiear—. complejtzar Alli donde hay multiplicidad de eventos y fenomenos, de aleas « incertidumbre, las esteategias cognitivas tienden de forma com- Dlementaria ty antagonist) a simplifear ya compljizar el conoc- n La simplificacién: 4) selecciona lo que presenta interés para el conocimiento y eli- ‘mina todo aguello que es ajeno a sus finalidades: ’b) computa Io estable, lo determinado, lo cierto, y evita lo in- cierto y lo ambiguo; ‘c) produce un conocimiento que puede ser facilmentetratado por y para ta accibn, La complejizacién, igualmente al servicio de la eficacia de la ac- ion 4a) intenta tener en cuenta el maximo dé datos y de informacio- nes coneretas; 1) intenta reconocer y computar lo variado, lo variable, lo am- bigu9, lo aleatorio, lo incierto, La misién vital del conocimiento comporta de este modo la do- ble, complementaria y contradictoria exigencia: simplificar y com- plejizar, ¥ la estrategias cognitivas deben combinar, alternar,elegir [a a de la simplificacion y la de le complejizacién. La imtligencia animal La inteligencia puede ser reconocida en primer lugar como arte cestratégico en el conocimiento y en la acciOn. Fs el arte de asociar las eualidades complementarias/ antagonistas del anilisis y la sinte- sis, de la simplificacion y la complejizacion, asl como el arte de las ‘operaciones condicionales (elaboracion de cuasi hipétesis a partir de la informacion adquirida). ‘La inteligencia es la aptitud para aventurarse estratégicamente en lo incierto, lo ambiguo, lo aleatorio buscando y utilizando el mixi- mo de certidumbres, precisiones, informaciones. La inteligencia es Ia virtud de un sujeto que no se deja embaucar por los habitos, te mores, deseos subjetivos. Es la virtud de no dejarse agarrar por las apariencias, Es la viriud que se desarrolla en la lucha permanente y ‘multiforme contra la ilusion y el error La relacién presa/ predador desarroila en una y otra parte la in- teligeneia, como hems visto. Pero es notable que los mayores de- sarrollos dela intligencia se hayan efectuado en especies que no han experimentado obsesivamente la relacién presa/ predador, en las que se han desarrollado muy ricas comunicaciones. cognitvo/afectivas entre individuos, en las que se ha extendido el juego y la curiosidad, ces decir en los delfines y los chimpancés, comé si su seguridad y au tonomia telativas hubieran permitido —via la curiosidad, los juegos, a las comunicaciones afeetivas entre congéneres— la formacién de una inteligencia polimorta La ccuriosidady La cuisitad ha matado mis ratons que los gto, dee tan Eteetivament, tor mamieros,y mis paticularmente lok ag fers jovenes, est animados por na spulsionexporatoras oceog: nitivan,desprovist de cuslule wiidadinmediata, que puedes llamada eurongad™ sta pulsion cogntva ests animada por un intr de conocer aque no puede reduciae al conccimenta meresade, Todo ecure como sla euriosdad componar,afemis desu inaidades medi: tas (como la utlidad de aprender el propo entornoy acumular co. nochmentos al arar) wn Tnaiad en misma, es dete una sae faccign propizmeme téenica — cultura va a tener un papel motor (del que yo me he limitado a indicar agui dnicamente algunos aspectos)" El conocimiento humano podré desarrollar de forma inaudita la ccurjosidad investigadora de los marnlferos y la curiosidad manipu- ladora de los monos. Y, sobre todo, la wpulsién cognitivay humana podré lanzarse mis alli de los horizontes del conocimiento animal ‘Como vamos a ver (pigs. 125 y ss), es en el hombre donde el mo- torium y el sensorium pueden desconectarse Sil, amglia y profun- damente; de este modo, se puede elevar por una parte con los sue- fos y fantasmas y, por la otra, via el lenguaje, hacia las ideas y las especulaciones, y por ello mismo erear los nuevos universos umbili- calmente unidas al universo de su vida practica, del insaginario y de espero. E, Movin, El paradgma perdido, Kaitd, Barston 1976 "bt Coppey Ue SF ie ome Pats aya 8. Ire ey a rasforoucion closica uns pres omaaon, 5. Mose ek La Sokdad coma ntura. ve sees tsormasin si Gp Sn {ie hoon 16 tas ideas. De este modo surge una consciencia que no solo puede Ii ‘pevarse de la acciOn, sino también poner la acci6n al servicio de su sue, de su mito, de su idea, ‘La hominizacion del conocimiento hace emerger ta humanidad del conoeimiento. El conocimiento humano pasa del Unnvelt —clen- torno— al Welt ~el Mundo. EI movimiento que crea el mundo det pensamiento es el mismo que abre el pensamiento al mundo. 7 captrv.o tt El espiritu y el cerebro {QUE ES UN ESPIRITU CAPAZ DE CONCEBIR UN CEREBRO CAPAZ DE PRODUCIR UN ESPIRITU? éQuién podria dudar de la presencia del expiitw “Renunciarala iusdveque ve en el alma una esus- facia» inmateral. no es negar su exisencl, sino er el comirario comensar a reconocer a comple- Sided, la riqueza, la msondable profundidad de la herencia, genética y cultural, asi como la expe- rent perianal, cnsclente@ no ue conta. usable testimonio de und mismo. Jacques Moxon. Si, em mueseros dias, se le ocurre a alguien dede cr la fenomemotogia inclectual 0 espiiiual dela ‘etividad glandular, puede estor seguro a prior dela estima y el acogimiemto de su auditorio: ‘Dor contra, alsin otro se complace en ver en la escomposicion axomica dela materia estelar una femanacion del espivitucreador del mundo, ef mis: 'mo pbiico ya no sabia sino deplorar la anoma: fig mental del autor. sn embargo, estas dos ex. plicaciones son igualmente logieasiqualmente Simblicas [..J La hipstesis del Espiritu en mada ex mds fantdsica que la deta Matera. CG. June, 8 EI problema extraordinario Hay agui dos nociones, cl eorebro y el expitit, unides en un rnydo gordiano imposible de deshacer a €uy0 alrededor gian fx vi ones del mundo, del hombre, deleonocimento,y que no puede cor {arse mis qve com un golpe de espada barbara En cierto sentido, uno y otf son dos aspectos de lo mismo. Pero al mismo tiempo, qué fosa ontoldgica, late, epistemolégica ent al cerebro el espiit {Que tendran que veresos esos gelatinosos com la ide, Ia reli sn a flosfia, fo bordad, fa piedad, el amor, la poesi, ia liber- {ad jComo puede esta masa blanda, tan asombrosa como el abdo- imen de la reina de ls termites, aovar sin parar discuss, medita- ones, conocimientos! {Como es que esta sustancia indolora nos Produce el dolor! ,Qvé sabe este magma insensible dela infeliidad J iafelcdad que nos daa conocer? Finversamente cau sabe e e+ pints del cerebro? Espontaneamente nada. Elespirit constiteye una Eepuera natural inauditarespesto de exe cerebro sin el cual no ten- dria existencia. La prctca medica fue la gue, despues de Hipdcea- tes, pudo reconocet el papel espritual del cerebro, siendo el cono- Cimento experimental el que comenvara la exploracign de te. Por si mismo, e spirit no sabe nada del cerebro qué Io produ- ce, el eval no sabe nada del esptita que lo concibe, Se da ala ver un abismo ontoldpic y una mtua opacidad entre an éngano eere- bral constitido por deeenas de miles de millones de neurenas ani tds por redes animadas por procesos eletricos¥ quimicos, por na part, y por la otra, la Imagen, Ta Tdea, el Persamiento. sin em= Batgo, eomocen juntos sunaue sin conocese, Su unidad es cognos- cent, sin que tengan conocimiento de fo. Se ls estudinindepen- dientemente el uno del oro, el primero en el seno de as clencias bio- Topica, e! segundo en cl seno de las cencias humanas. Psieoiencias Y nevrociencias no se comuniean, sendo que Ta cuesiion principal pata nas para otras, dbiera sr la desi vineulo, El gran cisma Un mismo paradigma no deja de imponer un antagonismo ins perable a nuestras concepciones del esprit y del cerebro. Estas si- fuen estando condenadas bien sea ala dsyuncion, bien sea ala re- dlecin (del esprty al cerebro) 0 ala subordinacion (dl cerebro al espirite). La Gran Disyuneion que eeina sobre la cultura occidental desde e! siglo V1 ventild al cerebro en el reino de la Ciencia, o- metindolo a las leyes determinisas ¥ mecanicistas de la materi » mientras que el espiritu, refugiado en el reino de la Filosofia y de fas Humanidades, vivi6 en la inmaterialidad, la creatividad y’ [ali Dertad. Cuando los 60s reinos se enouentran, se libra ala Gran Gue- ra metafisica del Espiritu libre contra la Materia determinista, da dose la batalla principal en el terreno de la relacion espiritu-cerebro. El antagonismo del materialismo y el espiritualismo es tanto mis radical cuanto que eada una de estas nociones es hegembnica y re- ductora: de este modo, el materialismo reduce odo 16 que es espir ritual @ una simple emanacidn de la materia, y el espititualismo te uce todo lo que es material a un subproducto del espiritu La polémica entre las dos obsesiones metafisicas del materialis- ‘mo ¥ el espiritualismo a la vez ha estimulado Ia investigacion y ha atrofiado [a reflexion sobre el espiritu y el cerebro, Las dos concep tiones deben ser comprendidas no obstante. Se comprende que el es piritu consciente haya apafecido como entidad superior que gobier- ra el pensamiento, la decision, la accion, y que el universo haya po- dido parecer animad® por un principio espiritual. El Espiritu de Dios, segin las Escrituras y segin la Raza teolégica, habia ereado ‘el mundo, la vida, os hombres. La CreaciOn descendia de lo Supe- riot a lo inferior. Pero, desde el siglo XIX, el Espiritu deberia des- ccender del cielo, experimentando, en el universo de la ciencia, una sercible dereaua; con Lamark, y después con Darwin, se produjo la inversién: todo debia partir de lo Bajo, de los infusorios, para re riontar, evolucionar hacia lo Alto, y el Espiritu se convertia en el fruto ailtimo de la evolueién, dejando de ser el autor primero de la Creacién. Al mismo tiempo, la ciencia del siglo XIX extendi a to- 40s tos dominios ol determiaisme material evidentemente a expen- sas de la libertad del espiritu. En adelante, era natural que se afir- mara triunfalmente el monismo materialista de un Vogt, para quien el cerebro wexcreta los sentimientos como los rijones excretan la ori nay. Dentro de esta concepcidn, el espiritu no puede ser sino un fan- tasma. or este hecho, los descubrimientos de finales del siglo pasado revelaron que todas las actividades mentales o intelectuales se ha- lian, si no Tocalizadas, al menos inscritas en el cerebro. El espititu reculo, se acartond, se fragmento, y bajo el efecto de las vieworias de- {erministas y reduccionisias parecia tener que volatilirasse Pero, dentro de este desconcierto, Bergson librd una batalla de la Marne que estabiliz6 un frente de resistencia, Bergson reconoce los logros de la investigaciOn cerebral para afirmar mejor que el es- Piritu desborda por todas partes a su expresion en términos de ce- ebro, el cual es una simagen» producida por nuesiro expitity. En el transcurso de nuestro siglo, la resistencia del espiritu iba a verse animada por una crisis inesperada del materialismo en el mis ‘mo lugar en que habia obtenido su vietoria mis asombrosa: en la base de la realidad fisica. En efecto, el hundimiento conjunto de la ® sustancialidad de Ia materia y del determinismo elésico, en el nivel subatimico, hizo surgir un enigma y un mister sobte los que seal lanz6 el espiritualismo, recobrando la esperanza de volver a conquis: tar el mundo, y esto no ya a pesar de los progresos de ta ciencia, sino gracias ellos. ‘Pero, si bien Ja materialidad fisica pierde terreno, la material dad bioguimica del cerebro lo gana, Las neurociencis dan nuevos Saltos hacia delante. Se descubre que no hay actividad intelectual, movimiento del alma, delicadeza de sentimiento, que no existe el me nor soplo de espiritu que no corresponds a interacciones molecula res y No dependa de una quimica cerebral, Y, en estas condiciones, Clespiritualismo, isicamente reforzado aungue cerebralmente dismi- ‘naid, intenta llevar una coexistencia paciico-belicasa entre las dos Sustaneias gue, a pesar de su mutua exeeraci6n, aceptan algunos ser~ Vicios provisionales del otro, a la espera de la reconquista defintiva Es cierto que los materilistas contialan considerando al espi tu, sino como ilusibn, al menos como epifenomeno. Pero los espi- Ftuilistas, por 88 parte, van a admitie que el cerebro sea como un Soporte, una especie de antena que capta mensajes stransmateriales» {que se intercambian en un campo psiguico o informacional. El ce rebro no «produce» al espiritu, pero lo sdetectay (Burt, Eccles). La informacion que penetra por los sentidos se «matetializa» en sustan- cas quimicas y modificaciones nearonales gue almacenan isicamen- te la significacion simbolica de las recepciones sensoriales. El espiri= tualismo, obligado a contemporizar con la realidad material del ce~ ebro, desemboca en un dualismo colaborador 0 interaccionista, que ‘acepta gue la realidad espiritual efectie sus operaciones con la coo peracion de la realidad material. La unidualidad corgbro — espjritu ere = oH El debate entre el matriatismo yl espiritualismo, considerados cada uno como prinipio de explcacion, va no tiene interés hoy pues- fo que wel esprtu, despues de haberloexplicado todo, se ha conver- tido en lo que debe ser explicado» (Bateson, 1980, pag. 20), ocurien- Golo miso desde sort eno gle ala masa apc. Tampoco podemos «aceptar Ue el camino de a cienca lee a la eliminacion del espictuy (A. esting), nique el camino dela fr losofa lieve a In climinacion del cerebro ny otro son necesarios, ung tino y oro sean insuiienes By capi de Ion ftoofos necesita sus cereotes, el univers ies pirtuy sn consienca de los cientiics necesita su espiitay su cons- Elencia, 7Aun masy toda negacion del espinity ilistra la asomibrosa Poteneia dela idea, ¥ por tanto del esprit, puesto que ese espiita a el que rechava su propia existencia para no afectar a la idea que se hace de la materia! Debemos partir pues del reconocimiento de las dos realidades. Estas dos realidades son inseparables: ninguna operacién del esplri- twescapa a una actividad local y general del cerebro, y hay que aban- donar cualquier idea de un fenémeno psiquico independiente de un fendmeno biofisico Debemos niegarnos igualmente a cualquier subordinacién unila- {eral del espiritu al cerebro y viceversa, y concebir, mejor, una doble subordinacion, ara empezar, en un primer nivel, se impone una relaci6a iree- usable de dependencia del espiritu con respecto al cerebro. Se pue~ den estimular, modificar, aniguilar todos los earacteres del esplritu actuando de manera quimica, eléctrica o anatémica sobre el cere bro. Se puede destrur la consciencia mediante secciones 0 lesiones enel cerebro, se pueden modifica los estados de consciencia con dro- 24, se puede manipular la consciencia y hacerla ineonsciente de las ‘ianipulaciones que sufre; itervenciones elétricas 0 quimicas en de- terminadas zonas del crtex provocan visiones, alucinaciones, senti- mientos, emociones, lo que nos muestra que ei espiitu se modifica 2 ciegas segiin modificaciones fisico-quimicas, Aun mis, cada vez aprendemos mas que los estados psicologicos dependen estrechamen- te de la carencia o el exceso de tl o cual complejo neuronal (de este modo, Ia depresion corresponde a una reduccién de serotonina en el cerebro) A la inversa, lo que afecta al espiritu afecta al cerebro y, via el cerebro, al organismo por entero. De este modo, se ha establecido gue la pena por una muerte o la depresion grave debilitan el sistema, imunolégica durante muchos meses’, y que los males del espiritu pueden convertise en enfermedades del cuerpo (psico-somiticas). El condicionamiento del espiritu por el esplrita puede modificar, via el cerebro, fas actividades viscerales y humorales (Skinner) la hipnosis puede desencadenar perturbaciones fisioldgicas y somiéticas; la au {o-educacién de la voluntad puede conducir a controlar los latidos del corazén (yoguismo). Ain més, el fendmeno mas intensamente psicocultural, Ia fe, puede provocar la muerte o la curacién; de este ‘modo, Ios tabiies, embrejamientos, malediciones pueden matar, los milagros pueden curar, y las placebos son eficaces sobre un tercio de los enfermos. En adelante, la relaciOn del espiritu con el cerebro no puede ser concebida simpiemente como la del producto con el productor, del efecto con la causa, de lo emanado con lo emanante, puesto que el 1 RBMOR ef al, aDepreed LymphosyeFunin afl Beever. Lancet 16 abril 197, gs. S346 Seer ef, sDepreson und Inpmunitye Arh Gon Psychiatry, £21985, pgs 3D 2 producto puede retroactuar sobre su productor y el efecto sobre su ‘causa. Todo ello nos indica una aecién reciproca, un efecto mutuo, ‘una causalidad circular. ‘Al mismo tiempo, tenemos que concebir, en su misma dependen- cia, una cierta autonomia del espiritu, De este modo, siendo que la decadencia biol6gica del cerebro comienza, segiin parece, después de los veinte afios, el espritu contimia su desarrollo, desarrollo que pue= de proseguir en la senectud. {Como comprender y explicar entonces la doble subordinacion espiritu/cerebro ya relativa autonomia de uno y otro? ;Con un neodualismo que in sista en la somplementariedad indisoluble entre las entidades matc- riales —cerebro, organismo-— y las entidades «transmmateriales» —in- formaciones, simbolos, valores? Pero este neodualismo escamotea la unidad misma del cerebro y del espititu. {Con un neomonismo, ai espiritual ni material, que propone fundarse en el widentismon y la co-referencia, es decit en la co-referencia de los estados mentales una misma identidad? Es tesis es totalmente aceptable, pero a condicién de reconocer a) que is identidad comin a que se refieren espiritu y cerebro alin no ha sido identficada; 6) que la identidad del cerebro y del espiritu comporta una contradicci6n, ;puesto que cevidentemenite se trata de la identidad de lo no idéntico! Ahora bien, ‘no tenemos ni que escamotear, ni que evita esta contradicci6n, sino por el contrario afrontarla. De este modo, como tan licidamente ha vista André Bourguig- non: #La soluciéa al problema cuerpo-espiritu no quede ser pues sino contradictoria: el cuerpo (actividad nerviosa encefélica) y el es= itu (actividad psiquica) son a la ver idénticos, equivatentes ¥ di ferentes, distintos. Semejante solucién impone no privilegiar nunca uuno de los términos de la contradiecién en provecho del otro. $0- bre todo cuando se trata de investigacién cientifica» (Bourgu ‘gnon, 1981). La contradiccion nos conduce a la citcularidad paraddjica entre las nociones de cerebro y espiritu. En efecto, si el cerebro puede con- cebirse como el instrumento del pensamiento, éste puede concebirse como el instrumento del cerebro. La idea de cerebro ha sido efecti- vamente el producto de un largo trabajo del espiritu, pero el espiitu es el producto de una evolucion del cerebro todavia mas larga. La actividad del espiritu es una produccién del cerebro, pero la concep- cidn del cerebro es una produccién del espiritu, El espiritu se nos muestra como wna eflorescencia del cerebro, pero éste se nos mues- tra como una representacién del espiritu, Ast se constituye un clr- culo aparentemente infernal en el qule cada termino, incapaz de ex- plicarse a si mismo asi como de explicar al otro, se disuelve en el 8 otro al infinito. Pero esta circularidad significa también la mutua ne- ccesidad entre estos dos términos, EL cerebro no explica al espiitu, pero necesita al espiritu para explicarse a si mismo; elespirity no explica al cerebro, pero necesita, al cerebro para explicarse a si mismo. De este modo, el cerebro no puede concebirse mas que via el espiritu,v el espiritu no puede con- cebirse més que via el cerebro. El problema se converte entonces en: jeuiles som la realidad del cerebro y la realidad del espiritu que hacen que se necesiten uno y ‘tro al mismo tiempo que tiendan a excluirse el uno al otro? Resul- tu claro ahora gue eualguiee concepcion que no pudiera considerar cl vinculo a la vez gordiano y paradéjico de la relaci6n cerebro} es- piritu seria mutilante, Hay que afeontar su unidhualidad compleja en Sus caracteres propios y originales, es decir a a ved: __— Ia ineliminabilidad y la iteduetibilidad de cada uno de estos términos: ; su unidad inseparable su insuficieneia reefproca, su necesidad mutua y su relacién circular; — Ia insuperabilidad de la contradiccién que su unidad plane. Todo esto se expresa en la paradoja clave: En qué consiste un espiritu que puede concebir al cerebro que lo.produce. y en qué consiste un cerebro que puede producir un es iritu que fo conetbe? La trinidad No se puede aislar al espiritu del cerebro ni al cerebro del es ritu, Ademas, no se puede aislar al espiritu) cerebro de la cultura, Enefecto, sin cultura, es decir sin lenguaje, saber hacer y saberes acu ‘mulados én el patrimonio social, el espiritu humano no hubiera des- pegado y el cerebro de homo sapiens se habria limitado a las com- putaciones de un primate de menor rango, Ej espiritu, que depende del cerebro, depende de otra forma, aus que no necesariamente, dela cultura, Es precisa gue los codigos li auisticos y simbélicos sean engramados y transmitidos en una cul- {ura para que haya emergencia del espiritu, La cultura es indispen- sable para la emergencia del espiritu ¥ para el pleno desarrollo del cerebro, los cuales son ellos mismos indispensables para la cultura ¥ pata la sociedad humana, as cuales no adquieren existencia y con Sistencia més que en y por las interacciones entre los espiritus, cere= bros de los individuos. Por dltimo, la esfera de Ses cosas del espiritu es y sigue siendo inseparable de ia estera dela cultura: ritos,religiones,creencias, e0- rigs, ideas. Esta esfera hace que cl espirity experimente, desde iain a LA COMPLEIIDAD DE LAS CONDICIONES DEL CONOCIMIENTO ‘COMPLEIIZACION RESTRINGIDA tage — soda ein — ere L__ corienbap cexeraizana fancia, via la familia, la eseuela, la universidad, ete., un imprinting ‘cultural, influencia sin retorno que va a creat en la geografia del c2~ ebro uniones ¥ cixeuitos intarsindpticos, es decir rutas, vias, eami= nos y balizas. De este modo, la cultura debe ser introducida en la uunidualidad espiritu/eerebro y transformada en trinidad. No es un tereio ajeno, sino un tercio incluso en la identidad del espiritu/ce- reb102. No abordaremas en este libro primero el tereer término de la tri- nidad, ya que ser4 tratado en el libro segundo consagrado a las con- diciones culturales, sociales ¢ histdricas del conocimiento. Pero era necesario que magedeamos su presencia, antes de entrar en el cor z6n de la paradoja de un espiritu que concibe al cerebro que lo pto- ddyce, y de un cerebro que produce el espiritu que lo concibe. La superacién de las oposiciones absolutas {Como superar la dificultad secularmente insuperable de la rela- si6n entre por una parte materia, cuerpo, cerebro, y por la otra es- piritu y alma, es decir la disyuneién entre la sustancialidad del 2r ¥ [a inmaterialidad del conocer? 2 Por ota pate epiita no explora, no conden lucida el cerebro sino por vyeneldesrrlio da cultura centliea ia eval eisrite 20 un proces Pstorco Soca Epi actual etapa de ete desarrollo ax neurocienein perme ltpriterss Imanipulclnes del cerebro, due yasonefestundar Po ut stad ftataro evan ‘rulion cone inde sometr Ton espns, De st od, Ta nstancia spe: {ade la socidae puede ravuacin sobre a stuiea del cerebro, sn It Goes {hbargo o baba i ePa cltra sociedad, m Estado, 8s De hecho, en adelante la disyuncién puede ser eliminada en miil- tiples niveles: 1, La superacisn fisica 4) La superacién informacional: la nocién de informacion, in- troducida por Shannon, es una nocién plenamente fisica en su de- pendencia respecto de la energia, al mismo tiempo que es inmate- rial, en el sentido de que no es reductible a la masa 0 a la energia (cfr. Bl Método 1, pigs. 340 y ss). by La superacion microfisia: la energia no es sustancial y la ma terialidad (masa) no es mas que uno de sus aspectos: el foten no te ne sustancia; la particula no se define en términos materiales mas {que en un solo aspect. ) La superactan sistémica u organizacionista:|a organizacion de 4s sistemas materiales es ella misma inmaterial, en el sentido de que no es ai dimensionable ni, como acabamos de decir con respecto la informacién, reductible a la masa o a la energia. Y sin embargo es ella la que éa realidad material a los micleos y &tomos, y la que Te da a los sistemas sus realidades propias. De este modo, no stig la materia ha dejado de constituir la wbase» de toda realidad fisca, sino que la realidad fisica misma comporta realidades inmateriales como la informacin y la organizacién. las cuales no son ya meta-fisicas, sino fundamentalmente lisicas?. Ano- ra bien, hemos visto que no habia que coneebir la realidad viviente como sustancia, sino como organizacion (ET Méiodo 2). Podemos Concebir por tanto que el cerebro y el espiritu tienen en comin, uno y otro, algo que es inmaterial y transmateria: 1a organizavion. Aqui podemos superar por tanto la incompatibilidad de lo material y lo Inmaterial, Pero evidentemente esto resulta muy insuficiente para concebir ei vinculo entre dos tipos de oreanizacion tan extraordina- riamente diferentes como, por una parte, una organizacion bio-aul- rmico-clectrOnica que se electiia con redes/cableados neuronales y, por le otra, una organizacion linguistico-logica que articula palabras ¢ ideas en discursos y teorias, 2. La superacién bioligica Aqui, nos proponemos realizar una superacidn biolbgica de la disyuncién, dado que la computacion viviente lleva y comporta en si misma Is unidad del ser y del conocer. 3 Como ya hemos visto (EI Método 1, pgs. 413-418), ta nosibm de physi des- ‘ord smlamente Ta nosin de materia In gueengloba provincia 6 Recapitulemos los logros de los dos primeros capitulo 1. Todo acto biolégicamente organizador comporta una dimen- sidncognitiva, adquiriendo desde este angulo un sentido fuerte la f6r- ‘mula de Piaget: «A una cierta profundidad, Ia organizacién vital y Ja organizacién mental no constituyen sino una sola y misma cosa‘. De este modo, el cuerpo es una repiblica de decenas de miles de mi Hones de células, es decir de seres-mAquina computantes y cuyas in- ter-poli-computaciones organizacionales producen sin discontin dad esta realidad a la que Ilamamos cuerpo. Fl cuerpo no es més ue la conereesin de intercomputaciones de las que es & la vez el pro- ducto y el productos. Es decir que la organizacién misma del cuerpo humano comporta una dimension cognitiva, 2 El aparato neurocerebral esté constituido por eélulas, las neuronas, que tienen el mismo origen y los mismos caracteres fundamentales que las demas eflulas del cuerpo: son seres-maquina ‘computantes que disponen de la misma informacién genética’, Pero tienen funciones especializadas que les permiten computaciones y€o- municaciones abocadas propiamente a las actividades intelectuales y al pensamiento, no se diferencian en absoluto de las demits neuro- ‘nas: ninguna categoria celular, ningin tipo de circuito particular es propio del cOstex cerebral» (Changeux, 1983, pag. 114), Como hemos visto igualmente, la actividad cognitiva del cerebro animal puede ser considerada como una megacomputacién que abar- ca, analiza y sintetiza computaciones de computaciones. La origina lidod del aparato neurocerebral del hombre, con relacion al de sus predecesores, es disponer de una complejidad organizacional que le Permite desarrollar y metamorfosear las computaciones en «cogita ciones» 0 pensamientos, por medio del lenguaje, del concept y de Ja logica, cosa que en adelante necesita un marco sociocultural. Y, al mismo tiempo, el computo deviene cogito desde el momento en {que accede ala reflexividad del sujeto capae de pensar su propio pen- Samiento al pensarse a si mismo, es decir desde el momento en que ‘accede correlativamente la consciencia de Io que sabe y @ la cons- cientia de si mismo. E! lenguaje y la idea transforman la computa cidn en cogitacién. La conscieneia transforma el computo en cogito. La cogitacion emerge de la computacién, pero sin que la computa- cién cese, Los dos fenomenos son inseparable. 44, Paget, La aisance de fmelignce cher Venfont, Nevebatel, Delachaun: Niet 1968. pig 46 + Tas neurons son cuss dfereniadas ddicadas xa tercomputacdn ya in- sercomunieacion por el hecho de sus aptitudes para ena a elacin con res de nearonatdisintas con ss protongacions (2x006 ¥dendita), 87 .RATO CEREBRAL—w——ESPIRITO ee eae De este modo, el espritu surge con la cogitacion (pensamiento) y la conscicacia, El espititu es, pues, una emergencia en el sentido ue hemos definido (EI Método /. pigs. 129-136), es decir un com plejo de propiedades y cualidades que, surgido de un fenomeno or- anizador, participa de esta organizacion y reteoactita sobre las toe diciones que lo producen. El espiritu es una emergencia propia del desarrollo cerebral de homo sapiens, pero solamente en las condi- cones culturales de aprendizaje y de comunicacién unidas al lengua- Je humano, condiciones que solo han podido apareosr gracias al de- Sartollo cerebral-intelectual de homo sapiens en el curso de esta dia- Iectica multidimensional que fue la hominizacin, De este modo, el expiritu retroactia sobre el conjunto de sus condiciones (cerebrales, sociales, culturales) de emergencia desarrollando lo que permite st desarrollo. De igual modo la conscieneia retroactia sobre sus con- diciones de formacids y eventualmente puede controlar o dominar ‘lo que la produce, extender incluso su control mis alla (como los ya evocados yoguis que controlan conscientemente los latidos de su corazén). Ahora bien, esto no puede comprenderse si no se puede concebir: a) un tedo organizador no redustble a las partes que Io consttuyen; b) Ia produccién de cualidades emergentes aptas para retroactuar sobre lo que las produce; c) ula organizacion recursiva ‘en la que el producto se convierte también en productor de las ac- tividades que 19 producen: sino, el espirtu es incapaz de compren= der su realidad, su relatva antonamia y su propia actividad, Algunos han visto que el espiritu es una emergencia del todo interneuronal (Bunge) y que el espicitu emerge en cada instan- {e de la actividad cerebral (Sperry), Pero no s6lo hay que con- siderar al espirity como emergencia, hay que ver también los ca- acteresproductores/organizadores en el seno del nuevo bucle 8 cergbro. + espiritu y computo —+ cogito, El esplritu es un producto — produstar de cogitaciones y desde ahora la unidualidad cerebro — espirta es el conjunto que controta as partes yretroac- tia sobre ellas, Este conjunto, nunca olvidemos recordar, es en si mismo una parte altamente cualifieada y diferenciada en el seno de una actividad inter-poli-computante que es la de todo el ser, fabu- Tosa repiblica de decenas de miles de millones de células que se re- parten, al parecer, Gabi tanto en el cerebro como en el cuerpo, De teste modo podemos comenzar » concebir el vinculo entre los fend= imienes de autoorganizacién biatisicos del ser corporal y Jas mas al- tas especulaciones del espiritu, Esta en la computacidn que anima cada célula, sea ésta hepatica, cardiaca o nerviosa; esta en la inter poli-computacion que asegura las actividades organisadoras in- terpoli-celulares; esti en las emergencias de emergencias de emer gencias que hacen surgir en cada nivel, en su cima, cualidades ruevas que se convierten en el suelo del desarrollo de los niveles su periores. Y, a partir de ahi, a partir de la inter-poli-computaciones especificas 'y diferenciadas del aparato neurocerebral, se desarro- lian computaciones de computaciones, intercomputaciones en bucle, en las que los procesos quimicoeléctricos,codificaciones, comu- hicaciones, camputaciones ¥ por Ultimo eogitaciones se generan utuamente unas a otras y producen, en ese mismo proceso, la totalidad organizadora/productora recursiva,ceyebro — espiritu. ‘A partir de ahi, se puede comenzar a concebir las mediaciones, trans- formaciones, metamorfosis que producen en la misma cadena las in- teracciones moleculates y las asociaciones de ideas. Los eventos fi- sicoquimicos y las experiencias conscientes forman parte del mismo toda complejo. Se puede comprender de este modo que el cerebro, ue produce el espivitu, pueda ser al mismo tiempo una descripeion- sepresentacion producida por el espiritu que de él emerge. La inmaterialided de la consciencia y del espiritu deja de ser un eseindalo biolégico 0 fisico, por una parte porque la consciencia y el espiritu no pueden ser concebidos independiemtemente de proce- sos y transformaeiones fisicas y, por la otra, porque Ia organizacion yas inmaterial ella misma al mismo tiempo que esta unida a la ma- ‘erialidad fisica. A partic de ahi, podemos abandonar el dualismo ccartesiano en que el espiritu y el cerebro, eada uno procedente de lun universo diferente, se encontraban en la glandula pineal, y el cit ‘culo vieioso en que espiritu y cerebro se remiten uno a otro de for- tma a la vez inevitable y absurda. En cambio, podemos eoncebit un bucle recursive-productivo en el que el espictu, altima emergencia de la evolucign cerebral, es yeserado-regenerado continuamente por Ja actividad cerebral, elia misma generada-regenerada por la activi- ® dad de todo el ser, y en el que el espiritu tiene su papel activo y or ‘Eanizador esencial para el conocimiento y la acciéh. Es cierto que hay heterogeneidad entre los estimulos fisicos pro- cedentes del mundo exterior, las transmisiones clectricoquimicas en- ‘ye neuronas, la naturaleza imaginante de la representacion percep tivay la espiritual inmaterialidad de las palabras e ideas. Pero lo que unifica esta heterogeneidad es la unidad de 1a com- putacién, la cual operaen el nivel de los receptores sensoriales, y des- ppués en el de los intercambios intercomputantes y en el de las ins- tancias policomputantes, construye la representacion que es una sin- tesis recomputante global, y elabora por dltimo la estructura logi- corlinguistica de los discursos y los pensamientos. Y Io que une estos niveles heterogéneos es la traduccién de ins- tancia computante a instancia computante. De este modo, lo que convierte los estimulos exteriores en mensajes quimico-eléciricos, ¥ después a estos en reprebentaciones, gue a su vez son vueltas a trae ducir como descripciones verbales y después escritas son traduccio- nes de tradueciones de traducciones. Podemos comprender de este modo que pueda haber un conoci miento y un pensamiento a través de una heterogeneidad de niveles computantes, Efectivamente, podemos concebir a la vez [a multipli- cidad de las instancias, la dualidad espiritu/ cerebro y su unidad Pero si bien hay, y porque hay, traduccion del cerebro al espii- tu, su dualidad persiste. No podriamos considerar una integracion perfecta entre estas dos nociones, ¢ incluso diria que s6lo es posible tuna perfecta integracion conceptual al precio de una pérdida de com- plejidad, de realidad y de verdad. Hay, debe quedar, un residuo es- piritual en la deseripeion mas completa y compleja del cerebro, como ‘debe quedar un residuo cerebral en la descripeién mas completa y ‘mas compleja del espiritu. Y es que la unidad espiritu —» cerebro no podria anular la irreductibilidad del uno al otro. Los dos grandes enfogues, el enfoque neurocerebral y el enfoque «psin, podran, de- beran encontrarse y comuniearse, pero nunca podran integrarse oar~ ‘monizatse totalmente el uno en el otro, No se puede desembocar di rectamente de la esfera neurocerebral (anatomia, fisiologia, activi- dad eléctrica, transferencias quimicas, sinapsis, neuronas, redes) ala tsfera psico-espiritual (pensamiento, ideas, lenguaje), Si se acerean ‘demasiado entre si, las dos visiones se confunden; y, pot lo demds, sta es la raz6n de que la andadura «bio» y la andadura «psi» no ha yan podido sino rechazarse entre si. Es no obstante posible hacer {ue se comuniquen, poniendo en {uncionamiento conjuntamente ef principio de emergencia, el principio de computacién, el principio Ge traduccion. De este modo, se puede iatentar concebir al mismo tiempo la unidad fundamental del espiritu —+ cerebro y la extrema extrafieza entre un y otto. ~ Podemos comprender igualmente, en virtud de los principios or- ganizacionistas ya enunciados (EI Mérodo I. pigs. 235-236; El Mé ‘pag. 86), la autonomia relativa del espiritu y de la conscien- extrema dependencia de esta autonomia (que es lo propio de las autonomias complejas) respecto de todos los procesos fsico- {quimico-bio-socio-culturales necesarias para su emergencia, comen- zando por la dependencia para con el metabolismo oxidante (mien- tras que los mésculos pueden funcionar durante breves periodos sin oxigeno, la ausencia de sangre oxigenada entrafia una pérdida de consciencia, apareciendo, pasados diez segundos, lesiones irreversi- bles que abolirin el espiritu para siempre). De este modo, aportamos un esclarecimiento, que no una ssolu- ida» al problema de la relacién cerebro —+ espiritu. Hemos visto foe gue esta relacién de hecho es triple, ya que necesita la copresencia dde una cultura. Debemos considerar pues un macroconcepto de tri- ple entrada, que corresponde a las tres instancias interdependientes Yy que se eoproducen entre si (cenento—srspigiru Leura cen el que cada instancia contiene en si misma, en cierto modo, a las tras dos, En el seno de este macroconcepto hay que introducir el compote, coat Pero en esta concepcién racional sigue habiendo, como debe vcu- trie, algo irracionalizado, un eresiduo» que lleva en siel gran miste- rio de la existencia, de la organizacién, de la vida, del conocimiento. Posibildades de defiicién E] aparato neurocerebral es el dispositive computacional/ infor- macional, comunicacional que orgeaiza las operaciones cognitivas y ‘comportamentales del ser El cerebro puede ser reconocido como el computador central de este aparato, Desde el punto de vista del organismo, es el Organo de- dicado al mandato motor, al andlisis sensorial, a la capacidad cog- rita, ‘Aqui, el espiritu no es ni la emanacién de un cuerpo, ni un soplo procedente de lo alto. Es la esfera de las actividades cérebrales, en Ta que los procesos computantes adquieren forma cogitante, es decir ot Je nsamiento,enguafe, semi, valor y en aque som atuaizados © ‘imtualzadogaagyfendrienos de conseicnca. Elesprtu no es una sus- TanciapenfgmDeino que es una actividad pensante gue produce una Slee espurtuly mimo objetiva, Exite de hecho una realidad ‘bjetiva del lenguae, sus rela, el pensamieat ls idea. slic. De ah! la necestdad, para el conocimienta del conocimient, de Com Sierar tambien las cont del epi en el senigo objetivo dea pas Iabratosa» (lo que se tata nl libro wNoeseray aoc) Es tas wcovas reals no tiene sin embargo realidad wmaterily, por mis ue munca puedan ser separadas de ox sutton proceso Tisch, Bloldleos, cerebrales Es cierto que el eprtu implica sempre un indviduo-sujet'y un computo —+ cogito; pero las reglas del espiitu (Lingistica,logica) y las cosas del espiritu (mitos, ideas) trasciendén a los individuos-sujetos. En la esfera espi- ritual hay algo de transcerebral y transespiritual. Si, por el conte tio, queremos focalizar el aspecto individual-subjetivo de la activi- ad del espiritu, encontramos la nocién de psiquismo, El psiquisto emerge, como el espiritu —del que consttuye el aspecto subjetivo. de la actividad cerebral e, jgualmente, retroactiia sobre aquello ve donde emerge. En ese sentido, la existencia relativamente autanoma de una psyché autoriza una psicologia y un psicoanilisis celativa- ‘mente auténomos, El psiquismo esté enraizado en el ego-centrismo subjetivo y la identidad personal; engloba los aspectos afectivos, oniricos, fantas- ‘maticos de la actividad espiritual, Freud hablaba del aparato psiqui= co —psschischer Apparat. Este térming, sin eonfundirse con ella, re- ccubre la idea de aparato neurocerebral, pero la viste de modo dife- rente, La nocidn de aparate neurocerebral remite a la organizacion bioguimica de la computacion cerebral. El aparato psiquico remite, Por su parte, a los fenémenos psico-espirituales que emergen de la actividad de! mismo aparato, El interes del termino aparato psiqui= ‘co consiste en indiear el enraizamiento organizacional y orginico de la psyehé. Podemos considerar pues el siguiente esquemat neurocerebral —— psiquico cerebro -——_— esprit compuro cogito 2 De este modo, podemos cosierar abo a ere guno-e- ebro, el aparato neurocerebral, el espiritu el psiquismo como otras tantas instancias y momentos de una misma realidad organizadora recursiva compleja, que no conereta sus instancias sino en su acti- vidad. Conclusiones 1. En adelante podemos y debemos reinteprar el espiritu en la physis (para este termino, eft. ET Método I, pigs. 413-415) yla piysis fn el espirits, [gualmente podemos, en-el mismo movimiento, rein- tegrar el espicitu en el bigs y el bios en el espiritu (cfr. El Méto- do 2, pigs. 316 y ss. Pero, para hacerlo, debemos dejar de pensar en virtud del para- «digma de simplificacién (disyuncién y reduecidn) que no puede sino disoriar los dos términos 0 aniquilar el ano en el otto, 2. Descubtimos, con estupefaccidn, que interacciones por miles y miles de millones a través de 10 sinapsis forman wn espiritu, wn pensamiento, wn juicio, una voluntad. Yes que estin integradas/son Integradoras en/de un dinamismo recursvo, el del cefebto =» expi- itu que al mismo esl del computo —+ eget, federador de wn set- . Volvemos a encontrar la idea, que ya se impuso en las nociones de computo y de ogi. de gue touo To gue cocierne a esprit § al psguism es incomprensible sin Ia nocion de sjeo,vSi nuestro ferebro ex un aparato de television, igen lo mira» preguntabs Crick Dee queda clare que lo que conoce no ex un cerebro, mie unesprit, es un ser-sujto mediante el epiitu cerebro. «Un set hie mano es un sr humano, ni un observadorencerrado ens propio Senor, nia cerebro con braros(S.Towimin). Todo qu on élerne a exprta cerebro concierne al ser. «El esprit que ania la clon es animado por la accion de todo el ser» (ET Metodo 2, phe gina 290) Los process espiituales necestan de los process cere- bras, que neetan de os proeos fies: a quia el uerpo aegura la presion dela sangre stm eardaco, as ecreciones gs. ems, ta ans cold or el ema rete tativosel uals regulado por slapaato neurocerebral, lush. «Un ser hummano se crea una y ola ter en tun proceso autofundador de Shimacioncorporalizacion El expiriu noes arrendataio ni pro- 7 El esp viene no ssa 2 aida esarola a vida enon aosotros. espa numane pete aad fra Said sino ie devil una gutta Sled dl epi ea un mundo nuevo el mundo dl espns Tt Ae Todo 2 pap 6 9 jetario del cuerpo. E cuerpo noes nielhardvare aie ervidor del Spin, Uno y otro son constitutivos de unser individual dtado {ila calidad de sujet» (EI Método 2, pag. 340). De este modo, el esprit cerebro es reintegrado en todo el er, aunque tambien es necesario,ceptdmoslo,reintegrar al er human nla sociedad que permite que la computacion de su cerebro se de- Strlle como cogitecin, vf el lenguae Tos Saberes queen ella se entgian ‘Sebemos, pues, que el problema del conocimiento no encuentra un nido unico, y que tenemos un complejo inseparable en el que cada instanci, a st manera, contene a as demas cceneano: rspjannv Npwvipv0- {CULTURA SOCIEDAD: De este modo, podemos volver a integrar el espjsitu —» cerebro en Ja humanidad, y volver a integra la humanidad en i anima Gd ala que supeta pete que cotene y conserva. La homanidad sl conocimienta es, us a superacion de Ta arimaldad dl eono~ Ciniento en la humana del conoeimento soma cogitacién pensamizoto) macrocomputacion (computacién de computaciones) (cerebral) ae ORGANISHO intercomputaciones celulares COMPLTACION CELULAR cantruto 1V La maquina hipercompleja Para el hombre no hay estalio stil que su propio cerebro. Nuestra Vision del universo. depends por completo de la. F- CRICK. El hombre es inteligente, pero su cerebro desafla a su inteligen- cia. Este cerebro ya era, hace casi cien mil afios, portador de posi- bilidades intelectuales, culturales y sociales que solo se realizaron mucho mas tarde, y quiz aiin nos resulta inimaginable lo mas im- Portante de sus posibilidades. ‘A pesar de las elucidaciones anatémicas y fisioldgicas, a media- dos de este siglo el cerebro todavia era deseonocido en su organiza cién y en su funcionamiento, Pero, posteriormente, las neurocien- , Sabemos que existe antagonism virtual en- tic nticion'yelcleulo, ene stare 9 Ta labor del exper, the ono puede enmucree loo sacha sneotramosonfrmaga la oposiin cise entree seo- tardnny nstazonm, i damos por ceo gue un hemistrio funciona ‘Gnemocion ye otro Gncamente con la emocion en esta condieio= Se dsbemos temer la excsiva dominacisn de uno otf, Y desear SU antagonism complementanio, ee pam el mantculmento dé up antagonism en el seno de an aa rhtaredad es ua condision de fecundidad en materia ue‘complejdad. El eonocimieno complejo necesita del dilogo en Brats tanterrumpido de hs apstudes complementaras/oneurten- TI. Coben 1, neater, «the Hemisphere Base of Spatio-Temporal J ise iain, 1,8 dime B76. pas 118 ‘este po a uncon creer fo nar atm af eal hemo aed para cna osteo Stand ral vtante fT Deg, Non Geon event, Courier de [Unesco ent site, 02 tes/antagonistas que on andlisnsntsis,coneretoabstrasto, intl ibn cleulo,comprension’expicacin Se puede oponer el pensasor al artista, Pero se puede suponer gue coexisen potencialmente en cada tno de nosotros, y que seria Steno de hates entrar en logo en iar de qu in cam devea al oro, deando bien claro gue pars expresarse plenamnte, tno de ellos adguiird dominancia sobre tones "Aligual que ls dos sexoscoexsten en cada sexo, igualmente cos risten en can uno de nosotees tn espirtu masetting yun esprit femenino —Animus et Anima; lo importante es su ddlogo let to desu didlog, Seria preciso poder vivir yverifear en uno mismo In formula de Michelet «Tenge Tos dos sexos del esprit» Sis certo que las personas de hemisferi iguierdo dominante se venllevadas de manera natural al ands, (a abstracion, el or Genamiento lineal, y que las personas de hemistrio derecho doml- hante seven llevadas de manera natural a fos modos globaes, sin- ttticos y concretos de conocimiento,entonces esta claro que Ia er= Gad encefaloepistemologica reside en la ambidextia cerebral Solo Gta puede produsir el pensamentocompijo que permite conecbirla 2. Bl cerebro trtinico Mac Lean, y después Laborit, quisieron considerar sistematica- mente los grandes conjuntos cerebrales desde e] punto-de vista de la herencia filogenética. En ese sentido, Mac Lean discierni tres were- bros» en uno%: 1) el paleocéfalo (herencia del cerebro reptileano), con el hipotalamo —fuente de la agresividad, el celo, las pulsioncs primarias—: 2) el mesocéfalo (herencia del cerebro de los antiguos ‘mamiferos) en el que el hipocampo parece unir el desarrollo de la afectividad con el de la memoria a largo plazo; 3) el cbrtex que, muy ‘modesto en peces ¥ reptiles, se hipertrofia en los mamiferos hasta ‘abarcar todas las estructuras del encéfalo y formar los dos hemisfe~ tos cerebrales; después, en el hombre, el neocdrtex, que alcanza una expansion extraordinaria. Fl neocértex, «madre de ia invenei6n ¥ pa dre de la abstraccién» (Mac Lean, 1976, pg, 206), es el lugar de las aptitudes analiticas, logieas, estratégicas que le permiten al hombre ‘aabrirse al mundo fisico y social que le rodea, analizario en la mul- tiplicidad de sus devales y la diversidad de sus esquemas de organi ‘aciom» (Changeux, 1983, pig. 168). La concepcin de Mac Lean, desarrollada por Laborit, meditada por Koestler, es desdefiada en la actualidad: falsa en su version sim- De ail interés de woter a pensar el problema dels edvcsion com a finial se Ls adgunln por prt del individu de fos sds senor delenit Spo, Mac Lean «The Trune Brain, 1970 en FO, Sth, ody The Neuro cienos, Stcond Studs Program Roekeller Unsriy Pres Nacsa York, 10s ifcadora (wes cerebos superpuestes), en su version comple (et rapa aigncos) resulta inuzbleparaelinvestizador de as n= Tourn. ora Ben, eta version con (ue pr lo dems Tedslimemo Mac Leon) es interesante porque a su manera cevela 12 Sitegracton en cl Units muliplex cerebral human ée una e- reacts naval superada aungue no abolia. Le importante en Ia de ech tien, no ress en ua atin, io oa dad que, complcja como en cl dogma eaalico, es una al mismo empo que ‘es triple. Nos permite considerar el cerebro humano como un compli reptil > mamifero —+ primético —+ humano En contra de lo que nos parcera igo, no existe jrargul a> on atetvidad pulsion,o mas bien existe una jerarguta inestable, sermtante,rotative ene las res itaneas, con coraplementaie ade, concurrencias,antagonismos 3 seg Tos indvides Tos = mentee dominacion de ana instaneio © snibiin de ls otras Dette modo, pun combinars © combats es tpos J mo- ‘Camo hemos indigado,e hipocampo parece un disco giratorio ety Ios mencies de lo sbajon los mensajes de Loalton. los de la fulsion y Tos dela iligencia. Ademss, de a inscrpeion inveriga io baanos senses y sense a waton 31 chan sds ende un antagonism potencial. nel neacdrten, el cuerpo ee Preseniado tal como india el homincul de nvestos manales opo- PEEndose la boca lanariz ala tegingenital-anal; pero, ex el vio [eth el obulo limbicoserepliega ye llato parteipa de lis (an Sones orales y genitales-anales. Lo qe quizissclare una oposicion Sombrosa entre nuestro comportamienta normaly nuesirecompor~ iSnente evtco: ene nivel mas humano de nuesizo ser por clio {shuest cerebro hay distancia horror entre Ta boca y la nariz Gor um lado sl ano yl sexo por lotr pro cuande la sexuligad Fvade ebestalmentn esr humano, subitamente hay una atracibn Hochivante dela boca la att hacia el sexo y el ano. Observaciones epistemo-trtinicas Vemos pues que hay que unir a la complejidad bihemistérica ta complejidad tridnica, lo qué nos introduce en algunos problemas: 1. Introduccién a las condiciones cerebrales de los caracteres existenciales del conocimmiento @) Introduccion a la fragilidad de fa racionalidad: la conexion compleja entre las tres instancias establece al mismo tiempo una co- os nexidn compleja entre racionalidad/afectividad pulsion en el seno del conocimiento, Esta conexidn quiere decir en primes lugar que el conocimiento racional no domina por si mismo la afectividad y las pulsiones: puc- de ser dominado por ellas, sumergido por ellas, 0 incluso sojuzgade por ellas. Inversamente, el conocimiento, aun el mis racional, en su principio (matematico, cientifico, filosofico), moviliza afectividad ¥ pulsiones, que pone a su servicio, pero que pueden desbordarlo (agre= sividad y pasion de los matematicos, ciemtificos y filésofos). Se pue= dde entrever con ello el carhcter afeetivo de la identificacion de uno ‘mismo con las propias ideas, de las propias ideas con un mist: «i idean, emis ideas '5) Introduccion a la agresividad ideologica: la agresividad «rep- tileana» se apodera evidentemente de las ideas. Tenemos a mennéo comportamientos reptilo-mamiferos (intensidad afectiva, sentimien- to de propiedad exclusiva) con respecto a nuestras ideas. La imita cidn gregaria se produce en el plane de las ideas y las teorias (tamm- brién en las universidades); la intolerancia para con las ideas de los demas sin duda forma parte de un sindrome reptilo-mamifero-ideo- logic... ) Introduccion a las condiciones cerebrales de la creencie y la certeza’ la importancia de la componente afectiva «mamiferas apa~ rece paradéjicamente en el dominio mas alejade del mamifero, el de la ercencia en una idea, Lo que da cuerpo a nuestra creencia es la adhesion subjetiva de toda el ser que confiere evidencia, conviceion ¥y certeza, certeza totalmente distinta de la del ordenador que ha ve~ tificado su céleulo, 2. Inroducién a los caracteres progresivos|regresivosinheren- tes a ta relacion tritinica : — Son progresivos: los impulsos afectivos de todo el ser hacia el conocimiento, — Son regresivos: los sojuzgamientos del conocimiento a las pul siones ¥ sus deformaciones por la emocién. Todo ello constituye una introduccién epistemo-cerebral ala pra- blematica de homo saniens —» demens: de todos modos ¥ en cual ‘quier caso, la afectividad es inseparable, aunque sélo sea en calidad de acompafiante, del conocitaiento y el pensamiento humanes, De todos mados y en cualquier caso, la racionalidad es frig, € ince saantemente debe sr reflexionada, reexaminada, redefinida; aun mis: el dominio de la razén sobs: la afectividad no siempre podria reco- ocerse con certeza, como tampoco podria ser considerado siempre Como condicién optima del conocimiente. 105 3. La concepeién modular Una concepci6n «modular» del cerebro, propuesta por Mount- castle en 1957, confirmada por numerosos trabajos y desarrollada sis- tematieamente por Fodor (Fodor, 1983), aporta una vision muy en- riguevedora del Unita multiplex cerebral complejo. El cerebro es- taria organizado en un mosaico de médulos polineuronales. Cada ‘mdulo esti constituide por un conjunto de neuronas: a la vez es policompetente y especializado; es relativamente autonomo al mis- mmo tiempo que esta estrecha y"miltiplemente conectado con otros médulos, y serian las inter-retca-computaciones y eomvnicaciones modulares las que organizarfan los fendmenos pereeptivos y los fe= ‘nomenos inteligentes. ‘Semejante concepeién, actualmente explorada de manera siste- imatica, tiene la vencaja de situar el problema de la complejidad ce- teal eau nivel mltoorgnizacional a vez anal y inte, Al mismo tiempo que realiza la apertura a las interreiroacciones Organizadoras de donde emergen los fendmenos globales de la per- cepeién o del lenguaje. Sin duda ¢s por esta via, y sin decir su nombre, por donde comienza a introducirse la compiejidad en los e- piritus neurocientificos. 4. Las shormonias» cerebrates El cerebro fue considerado durante mucho tiempo como una mi- quina cléctria, Hemos aprendido a ver en ¢} también una maquina {quimica y, desde hace una decens de atios, una gigantesca glindula ‘que produce mensajes mateculares u hormonas, extremadamente va~ rados, destinados al organismo. La produccidn regula o controla ro sdio al organismo, sino también el comportamiento del ser y el cerebro mismo. En ese sentido, se ha podido reconocer un acoplamiento dialog co (complementario/ antagonista) entre dos haces hormonales, uno incitador, otto inbibidor de la acciOn, el MFB (Medial Forebrain Bundle) jel PVS (Periventricular Sssiem). constituyende cada uno lun complejo que une diversas regiones del cerebro (hipotalimicas. limbicas, cortiales), poniendo en juego, al parecer, el primero el hi pocampo el segundo Ia amigdala. EL MEB, haz de la recompensa y del reforeamieao, empuja a st- tisfacer una necesidad 0 crea una necesidad a parti de satisfaccio- nes experimentadas; es el sistema «catecolaminérgicon (dopaminér~ sico-noradrenalinésgico) de incitacion a la accion (excitacibu: acett colina, glutamato: agresividad: flujo de adrenalina en el sistema ner viss0 superior) 106 EI PYS corresponde al sistema colingrgico, que incita a la huida 0 a la defensa (que favorece el ACTH), y que, cuando no recibe ute ‘compensan, se convierte en un sistema inhibidor de la accidn (inbi- bidor: écido gamma amiobutirico) La inhibicidn de la accién se manifesta clinicamente, segdn La- borit, con «pensamientos negrosy, el mutismo, 1¢ respiracion blo- queada la postura encorvada, el tono muscular tenso, la pasividad ®, Lo que lleva a algunas seffexiones shormono-epistemolégicasy sobre Ios dos estadas existenciales opvestos, entre los que podemes dscilar de modos diversos. Por una parte, el querer vivir, la walegria. de vivir» son mantenidos por la autoestimulacign del bucle placer —+ recompensa —+ refuerzo — bisqueda ae. por la otra, la tristeza, la melancolia, la depresién son mantenidas y ‘agravadas por el Bloqueo de accién, Nuestras ideas, nuestras pet cepciones, nuestras concepeiones no pueden ser aisiadas sino muy di- ficilmente de estos estados psicoafertivas, asimismo quimicamente dependientes; pera esta quistica depende a su ver de las condiciones extetiores que offeven ocasiones de placer o, por el contrario, apor- tan dolor y frustracién. As{ pues, la concepcion complkja de jos ha- ces hormonales'! no desemboca en un bobalicén determinismo q) ‘ico de las hormonas, sino en la interzelacion y Ia interaccién de la ‘accion, el pensamiento y el ser en el seno de un entorno (natural, familiar, cultural, social). 5. El complejo de los complejas El cerebro es mis que un sistema complejo; es un complejo de sistemas complejos, Acabamos de sondear :x0 slo el Unitax multi- plex cerebral, sino una multiplicidad de Unitax mulviplex en Una (Unidad bihemistérica, Voidad tritinica, Poliunidad intermodular, Unidualidad de fos haces hormonales), que se encabalgan y combi: nan entre si, El Unizax multiplex no solo designa la unidad del ce ebro y una multiplicidad de niveles jerarquizados, sino también la Labor supone inclso que ia inhibin motors puede estar ene orien a0 sala dent Ptoogianeniov sino también de Bogus del seme noun de {n't patologl inlectona, ia, umoal, al como perturbacines metab 3 Fano mas cuanto gue nt adrenaina i la acetikokia ene | msn tipo de fst fens indo soe ods ss Sane, wr rultiplicidad de los sistemas complejos que forman en adelante un Sstenta hipercomplejo. Hipercomplejidad: .por qué esa palabra? En primer lugar por~ {que hasta el presente no conocemos nada (pero, {qué conocemos?) Inds complejo en el universo que el cerebro humano, a excepcion del Universo que ha producido este cerebro y que lo contiene. Porque nos maravilla descubrir: ue una formidable combinatora de circutos lctrcosy qu Ceo, simulinesy eorrltvamenteToeales, regionals, globules tspecializadcy, polismpstenes, no espeilizados,anallcos,sn- 1s menor paca de conccmient, GUE cha maquina, qe ex el centro de mando dele, no die pone, por su parterde ingen centro de mando, ue ese centro por tanto ev ala vez acéntcoy poietic, ue hay democtaca comuntara entre todos los consnuyen- tes do brebro, ooperacion nternoduar si jerarduay al geo tempo que jerarguieinestales rotation ente lon os hems How te instal, os doe haces, “ue esta miguina produce det generses mediante miiadas de computacionsespecializads,producindo ls conpetencias ms expeiazadas apart de su prosesos global, ue on él as arvidades insects icesaterent son casita yestimulads ila vex por desbrdens 9 rldon, fantasia steto,iaginacones,deow =f ei cmoeion a past l placer, el deseo, dolor forman parte de proceo de conatimiento sso: GUE as mis asombrosa creactones delat, a ica pen- samiento han potido cmanar de esta magna ave comport anton Anagonismos,posblades de bloqueos ye ero “eue una neretble puraligad consttaye a unidad dl Mot y tas otras permitenexrdordinariasdvatones en cotpartients ¥ cambios de lugar de consiecia¢inconsclenca, de donde reste node ios fnbrence ts contants 9 asombrosos del picts hmarot ia gnorania des mismo. el dkimuloy la ments & uno Un espiritu cartesiano que examinara el cerebro humano no po- dria percibir en él mas que la obra lamentable de un débil aprendiz de bruja, y el ordenador no podria diagnosticar mas que la no vite bilidad de una maquina tan liosa Efectivamente, toda lo que en el pensamiento simpliticante esta «digunto, compartimentado,es incompatible, aqui est’ unio, impli= tos, cado, encabalgindose, de manera no silo inseparable sino también cconcurrente y antagonista lo uno, lo doble, jo miltiple: lo cénttico, lo policéntric, lo acéntrico: — 10 jerarquico, 10 poliirquico, lo andrquico: lo especializado, lo policompetente, lo indeterminado, — la causa, el efecto: el aniliss, Ia sintesis; = lo digital, 10 analogico: Jo real, 1 imaginario Ja razén, la locura: Io objetivo, lo subjetivo: Ys Para empezar y acabar, el cerebro y el espivtu H. LA CONCEPCION comPLEA DEL CONCEPTL ADOR HIPERCOMPLEIO Conviene preguntarse aut jeusles son los principios de inteligi- bilidad que pueden ayudaraos a concebir la hipercomplejidad cere= brai? Creemos haber reconocido ttes que, como veremos, estin ine terrelacionados: 1. El principio dialdgico, 2 HL principio recursivo, 3. El principio hologramatico, 1. El principio dialégico El principio dialdgico puede ser definido como la asociacién com- pleja (complementaria/concurrente) antagonista) de instancias, nece- ‘arias conjuntamente necesarias para la existencia, el funcionarmi 10 y el desarrollo de un fendmeno otganizado (cfr. ET Método 1 Digs, 426-427, EI Método 2, pag. 431), pit digi actin en todos Tos nvekes dela organizacion ce rebral: 4) Hay uno dialogica andlisis/sintesis, inseparable de una dialé- ica digital, analigica'?, que rige las operaciones perceptivas, desde fos analizadores sensoriales hasta la constitucién de una representa: cidn simtétiew Mienvas que hay compuadorsdigtles (que cbedecen al clculo bina y Semputaresanagion gue utliranmagrtude que coresponden aus magne, seas el bjt ta) ln magun ctrl Combine de manera user 108 ) La relacion entre las instancias que constituyen la edemocra- ciay cerebral es dialdgica; hemos puesto de relieve: “Ta dialégica entre los dos hemisferios ~ fa dalogica entee las instanciaswrinicas; = a dialdpica entre los dos haces hormonales; ~ aio que se puede afiadir la dialopica entre el simpatico (que funciona para la action con gasto de energia) yelparasimpstico (que funciona para los estados de repos0). ) Si consideriramos ahora aquello que, en términos cerebral, cortesponderia » lo que, en términos de computadores, es el logi- cial", nos dariamos cuenta de que, a diferencia del computador ar- cil, e esprit cerebro obedece de forma dialdgica oa os prieipiosreglas bioantropologicoshereditarios que go biernan el conoeimiento humano; ‘alos principios reglas que la cultura de una sociedsdimpri- me en los espiritus cesebros de sus miembros; & Crentoalaente los prinipios/eglas que el esprit indie dval ha podido Tormarse por si mismo, de forma relaivamente au- ténoma,‘s partir de su propia experiencia. La dialogica de este pollogicial io-arhsapo-culturalpersonal se inseribe evidentemente én la dialogica fundamentah e Ia auto-(ge- norfeno-ego}-eco-socio-orgasizacién, la cual se inscribe su Ver en ‘) La didlogica general orden desorden organizacion (EI Méto~ do 1 pigs. 16-88), que, en la esfera antroposocial, se desarrlla por tina parte desarrollando las apitudes del espiritu/ cerebro bumano para tolerar, captar, integrar, transformar el desorden Y por la otra {esarrollando las vrtalidades complementaria)concurrentes| ant fonistas propias dela individualidad de homo sapiensjdemens, Ob Servemos en primer lugar que las computaciones, comunicaciones, Cradueciones intercerebrales se efectian con un gran wruido», Ade snis, a partir de Tos vente aos, muere al azar (random death) una heucond por minuto y que, si bien es posible que nazcan nuevas Mfonasy se operara entonces una, suerte de eeral neuronal hhamover'® Ahora bien, precisamente a pesar ya causa de estos rules, degradaciones, turnover de neuronas pueden aumentar las competenciasyrealizacones intelectuales, e incluso puede rejuvene corel esplrty hasta en la extrema senectud del cuerpo. as tetividades cerebrles no estin sometidas estos desérde- nes dinicamente, Experimentan conjuntamente lus inestabildades, variaciones, perturbaciones en la dialdgica de las anargulas,poliar ° Conjunto de principio. res insrusioes capaces de pobernar comzolar las opeactoescognts "PScpuumos wer sogetencia de Notsbohm gue wo aparece seuronas nuevas en \determinaas egies de Ts cetebvos de los canaros ft 1. Reseed, en The Nese Brains Nex York Rev of oo (8 de mz, 94S. ps 38) 110 ais, jerargaias permutantes ¥ roativas que nutren a estas active dades. “ = “ ‘A tos desordenes, inestabilidades, pertrbaciones propios deta smaquinaria cerebral corresponden o afaden, en el nivel dal copie las icoherencas, fantasnas,sueRos, jronesdispersos de ideas que no s6lo inundan nuestra vida noctaraa, sno que aconipanan tam. bien a esto pensamiento dureo. "no slo hay yuxtaposiin 9 tleranca sino tambien dialogica entre orden y desorden cerevval discurso logic vaporesfentase imiticos, pudiendo, dentro de esa dialogs, ransformarse lo imagi- patio en imaginacion, la idea sloca» esumular o exciguecer al pen- Saito racional Los desarreglos que pueden experimentar las diversas dialgicas pore electo de exceso de desorden,otden,antagoninmos, conéucen {ss perturbaciones, double-binds (dobles conmingciones contr tas), blogueos, segresiones,earencis mentaes,extrvios, dei. Pero, estos sefectos pervertOs», debidos alas complejidades cerebra- tes mismas, sin dejar de ser'perversos y conducentes a errores, Dloqueos, regresiones, ete, on otros tanios desaffos que el espa puede alvontar eventualmente para tansformar la situacion ¢ ie Tentar una solucion. De este modo, las fuentes del blogueo de Ia Derturbacion son las mismas dela superacion y Ts inencién, Los inconvenientes de Ia compljidad, sin dejar de ser inconvenientes, se “anvierten en ventas, la matte de fa eegresion también es la made dela progresion.. Todo ello no explea, pero permite entrever que es ¢] esprit cerebro mismo el que dispone de posbilidades nadia de elucidacon, de inteligenciay de invencion al mismo tiempo que de delirio y cenuera 2. El principio recursivo Todo examen de las actividades cerebrales debe wtlizar hoy no s6lo Ia idea de interaccién, sino también la de retroaccidn, es decir de procesas en circuito en los que los wefectos» retroactitan sobre sus weausas» (eft. EY Método 1, pags. 215, 295). De este modo. hay Fetroaccidn entre accién y conocimiento, como por ejemplo cuando el enoéfalo y la médula espinal envian seftales de mandato a los mis- ‘culos, los cuales les remiten informacion que les permiten ajustar es- las sefiaies de mandato, De miltiples formas, hay interretroaccion reciprocas entre ireas y regiones cerebrales, que regulan wnas a otras, ‘La idea de bucle recursivo es mas complejay rica que la de bucle retroastivo; ¢s una idea primera para concebir autoproduccién y au toorganizacion. Ya la hemos encontrado en muchas ocasiones (£7 Método 1, pigs. 215-217, 295. 305; £1 Método 2, passim). Volvamos ‘a definira: es un proceso en el que Ws efectos o productos al mismo Mm tiempo son causantes y productores del proceso mismo, y en el que Tos estados finales son necesarios para la generacion de los estados iniciales. De este modo, el proceso recursivo es un proceso que se produce’ reproduce a si mismo, evidentemente a condicion de ser ali- mentado por una fuente, una reserva 0 un flujo exterior. La idea de bucle recursive no es una nocién anodina que se limitara a deseribit tun cireuito, es mucho mas que una nocion cibernética que desiz~ ha una retroacei6n reguladora, nos desvela un proceso organizador fundamental y miltiple en el universo fisico, que se desvela en el uuniverso biologic, y que nos permite concebir Ia organizacion de la pereepeién (cfr. pag. 105) y la organizacién del pensamiento, Que no puede ser Concebida sino con un bucle recursivo en el que Computacion —+ eogitacin se generenentresi (fr. capitulosiguient), 3. El principio holo(gramético} escdpicondmico) EI holograma es una imagen fisica, concebida por Gabor que, a difereacia de las imégenes fotograficas yfilmicas ordinarias, es pro- Yyeetado al espacio en tres dimensiones, produciendo un asombroso Sentimiento de relieve y color. El objeto hologramado se encuentra restituido, en su tnagen, con una fidelidad notable. Este holograma es constituido a parti de una lur coherente (Lie ser) y de un dispositive que hace que cada punto que constituye esta imagen contenga una muestra del sistema de franjas de interferencia tmitide Por los puntos del objeto hologramado' ‘Come dice Pinson (Pinson et al., 1985), cada punto del abjeto hologramado es «memorizado» por todo el holograma, y cada pur to del holograma contiene Ia presencia del objeto en su totalidad, 0 casi, De este modo, la ruptura de la imagen hologramitica no de- termina imgenes mutiladas, sino imagenes completas, que se vuel: ven cada ves menos precisas a medida que se multiplican. F1 holo- zprama demuestra pues la realidad fisica de un tipo asombroso de or- ganizacion, en la que el todo esta en la parte que esté en el todo, ¥ en la que la parte podria ser mas menos apta para regenerarel todo. Fl principio hologramatico generalizado que vamos a formular ‘aqui supera el marco de la imagen fisica construida por laser'®. Qui © Para comprcndr el principio de rexitcién del objet a patie de ay ire rencas, toma et empl de as peas lanzadas ep un exange xtan ces ons Concinseas qe al aprandarse ineieren ete sk. Supangamos la inversion eso de ormation de enn interference voici la forma precisa de as pos Shel momenta en que penetra ene agua 's‘Gtrard Pinson ha inrodoeido Ia problematicahologramsics en mipes do iinios,tebricory pedagogies 9 ha sporado una comtnbucin poner alt elabo ain principio hologamaic peeralzado 12 14 sea un principio cosmolagico clave'”, De todos modos, concierne ala complejidad de la organizacién viviente, a la complejidad de la organizacién cerebral y a la complejidad socioantropoldgica. Se le puede presentar de este modo: el rodo esta en cierto modo incluido (engramado) en la parte que esté incluida en el todo. La organiza- cién compleja el todo (holos) necesita la inseripcién (engrama) del todo (holograma) en eada una de sus partes que sin embargo son sin- gulares; de este modo, tz complejidad organizacional del todo nece- sita la complejidad organizational de las partes, la cual necesita r= ccursivamente la complejidad organizacional del todo. Las partes tie- nen su singularidad cada una, pero no por ello son puros elementos © fragmentos del todo: al mismo tiempo son micro-tode virluales. De ahi la riqueza de las organizaciones hologramiticas: 4@) las partes pueden ser singulares u originales st mismo tiempo «que disponen de los caracteres generales y genéricos de ta organiza- cién del todo; ') las partes pueden estar dotadas de relativa autonot <) pueden establecer comunicaciones entre siy efectuar intercam- bios organizadores: ‘d) pueden ser eventualmente capaces de rexenerar el todo. En el univetso viviente, el principio hologramatico es el princi pio clave de las organizaciones policlulaes, vegetales y animales; ada célula contiene en si el engrama genético de todo el ser: cada célula sigue siendo singular justamemte porque, contolada por Ia or- tganizacion del todo (Producida a su vez por las interacciones entre celulas) una pequcha parte de a informacion genética que contiene Se expresa en él; pero.al mismo tiempo sigue siendo portadora de las vrtualidades del todo, que eventualmente podria actualizarse a partic de esas virtualidades, de este modo sera posible eproducir Clonicamente todo e era partir de una célula del organismo inclu- so extemmadamente especiaizada 0 perfrica, En funcion de esta aptitud producen los seres policelulares c&lu- Jas singulares especifcamente dedicadas areproducit el todo: los get rmenes, granos y, maravilla hologramitica,e! huevo, a partir del cual se forma todo else. La gallina contiene al huevo que contiene a la zalling. En lo que al cerebro concierne, ya se puede sefalar que el prin- cipio hologramaico se encuentra presente en la relacion dela neu- Tona con el organism, ya que una neurona, como cada cella, de- "Cea tora, nokgramaica de neo. del ondenimplicado (unfolded orden) e David Baten (Wholenes and the Implave Onder. Lopate. Routledge and Ke an, 180)

Vous aimerez peut-être aussi