En los momentos en que su salud se quebrant no pude estar acompandola, no la visit mientras estaba hospitalizada en sus ltimos das. Dios la ha llamado a su morada celestial, tengo la seguridad que Dios la proteger, guiar y acoger, en el cielo, as serTengo la seguridad que ahora se encuentra en una dimensin en donde no existe el dolor, el sufrimiento, ni la agona, un lugar en el cual reinan la luz, la felicidad, la paz. El coro de los ngeles celestiales deben de cantar de alegra porque un nuevo ngel se ha incorporado al cielo; en la tierra quedan algunos de sus familiares y descendientes tristes y con lgrimas en la mejilla que caen gota a gota desde esos pequeos espejos que tenemos del alma. Mis sentidas condolencias para toda mi familia, en especial para quienes sientan
tristeza en su corazn por su
ausencia de cuerpo fsico, tengo el consuelo y la f que en espritu nos acompaar, junto con nuestros seres queridos y ancestros, que hace tiempo atrs desencarnaron. Hoy en da permanecen como recuerdos, ideas vvidas de ese otro mundo suprasensible llamado eternidad. A quienes por casualidad lean este corto escrito para que no les suceda algo similar, visiten a sus familiares y seres amados en vida, si no pueden visitarlos por lo menos llmenlos o utilicen las redes sociales para tenerlos aparentemente cerca. Cuando la salud de un ser querido se quebrante, vistenlos, acompenlos al mdico o profesional de salud, sean humanistas y solidarios, y sobre todo ""no se olviden de Orar"", utilicen la oracin para comunicarse con su Dios particular, sin importar la religin que profesen o la ausencia de la misma; hay
palabras y acciones de Fe que
retumban y vibran en la eternidad. En vida, en vida, todo es en vida. De muertos, ya para qu? En memoria de mi abuelita.