Desde la aprobacin de la Constitucin espaola en 1978, puede observarse
con satisfaccin como su espritu, principios y articulado han tenido el correspondiente desarrollo normativo en textos de rango legal, impulsando un perodo de fecunda produccin legislativa para incorporar plenamente los principios democrticos al funcionamiento de los poderes e instituciones que conforman el Estado Espaol. En efecto, el conjunto de pode-res y rganos constitucionales han sido objeto de leyes que, con posterioridad a la Constitucin, establecen las pautas de su organizacin, competencia y normas de funcionamiento a la luz de la norma vrtice de nuestro ordenamiento democrtico. Existe, sin embargo, un relevan-te mbito de los poderes constitucionales al que todava no ha llegado el desarrollo legal de la Constitucin. Tal es el caso del ncleo esencial de la configuracin del poder ejecutivo como es el propio Gobierno. La constitucin de 1978 establece los principios y criterios bsicos que deben presidir el rgimen jurdico del Gobierno, siendo su artculo 97 el precepto clave en la determinacin de la posicin constitucional del mismo.