Ayer, bajo la luz de una vela, desvele un recuerdo insomne.
Un taza de caf que me imagin, una obra de teatro que so
Y otras mil historias que supuse, escrib.
Haba porque el haber albergo el momento- un aire liviano, azul, misterioso;
Que levanto en el ambiente algunas presencias olvidadas. stas, tan hermossimas, volaron con la euforia de fuegos pirotcnicos E iluminaron la mesa negra y el asiento inclinado en que reposaba mi cuerpo.
Ahora es el momento, dijo Johan, y sin vacilar ms, pateo el asiento
y dejo caer sobre su cuerpo la soga que colgaba de su cuello.