Ana R. Escribano Olmo. 4º C.

Con la ventana abierta, te espero.

Con el cuaderno cerrado, te espero. Escribí a versos grises al prí ncipe azul,

De par en par las piernas te espero. Mientras el cabrón a otra vestí a de tul.

A cal y canto los ojos, te anhelo… Secaba sus lágrimas en paños blancos,

Y triste bebí a su copita de amoniaco.

Acurrucadita en donde nacen los sueños,

Ella viste de luto por no vestir de negro. No querí a admitir…su poca cordura,

Y en la templanza del sol de la mañana, Soñaba con poder mojar su triste pluma,

Ella quiere hacerlo todo y a la vez nada. En algún sucio charco de luna.
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Pero princesa, no son para ti las coronas,

Pero alteza, usted ya está pa´ pocas Pero princesa, no son para ti las coronas,
bromas,
Pero alteza, usted ya está pa´ pocas
Y es que querida, eres la reina de las bromas,
locas…
Y es que querida, eres la reina de las
locas…

Chapoteaba en su bañera de mármol,

Por ser sucia se frotaba con estropajo.

La apodaban la de la tristeza eterna,

Sus traidoras sábanas de oro y seda.

Y ella sola, en su destierro en compañí a,

De su desdicha, a carcajadas, se reí a.

Que no es más feliz quien tiene dinero,

Si no quien puede comprar el consuelo.

No querí a admitir…su poca cordura,

Soñaba con poder mojar su triste pluma,

En algún sucio charco de luna.

Fotografí a de Chema Madoz.

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