La aparicin, a principios de los 90 del siglo pasado, de la figura profesional del orientador en el sistema educativo revolucion parte del panorama profesional de la Psicologa. Por una parte, inici un proceso de reordenacin de los dispositivos y servicios en los que venan interviniendo los psiclogos, en algunos casos implicando con ello una reconversin del estatus laboral y profesional. Por otra, la creacin de los Departamentos de Orientacin en los Institutos de Educacin Secundaria multiplic la cantidad de puestos de trabajo a los que podan acceder las y los psiclogos en el sistema educativo. La contrapartida fue la prdida de identidad profesional: ni son psiclogos la mayora de los orientadores, ni las funciones de los orientadores se corresponden con las de un psiclogo educativo. Tras casi dos dcadas de consolidacin de la orientacin, es el momento de preguntarnos de nuevo por el papel de las y los psiclogos en los mbitos educativos, ms all de la orientacin. Dos acontecimientos simultneos nos invitan a esta reflexin en clave de futuro: en el Colegio, los avances que se estn produciendo en la constitucin de la Divisin de Psicologa Educativa; en el mundo acadmico, la propuesta de estudios de postgrado y master de Psicologa Educativa que estn proponiendo las universidades. Con las miras puestas en el futuro de la Psicologa Educativa como mbito profesional emergente, el Colegio celebr el pasado mes de enero en Barcelona un Encuentro Nacional de Profesionales de la Psicologa de la Educacin (las Conclusiones del Encuentro han sido publicadas en Infocop y pueden consultarse on-line en http://www.infocop.es). All pudimos escuchar, entre otros, a los autores que amablemente colaboran en este dossier.
Apuntes de Psicologa, 2009, Vol. 27, nmero 1, pgs. 000-000.