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Ernest Mandel Las ondas largas del desarrollo capitalista Lainterpretaci6n marxista INDICE, gloveitineealtores, sa siglo veintiuno de espana editores, sa siglo veintiuno de colombia, lida Pigs — PREFACIO va 1, LAS ONDAS LARGAS: LAS PRUEBAS EMPIRICAS ¥ SU EX- PLICACION FOR MEDIO DE LAS FLUCTUACIONES DE LA. TASA MEDIA DE GANANCIA... l 2. LAS ONDAS LARGAS, LAS REVOLUCIONES TECNOL OGL (CAS ¥ LOS CICLOS DE LA LUCHA DE CLASES, 3 3. LAS ONDAS LARGAS, LA INFLACION Y EL FIN DEL 200M DE LA FOSGUERRA 56 4. LAS ONDAS LARGAS COMO PERIODOS HISTORICOS ES PECIEICOS, 85 Primera econ en castlano, ober de 1985 INDICE ALFARETICO. 109 © sterowx om pasa eironEs (Cate Paz, 525013 Madd Prime efi en ings, 980 © Conbridge Univeraty Press, Canbridse Talo ana: Long moves of op developent The marist inerpresion Iimpret yhesho eo Esp Pred and made tx Sain Diao des cubist: EI Cb Ison: e¢2.0sse3 Dept ngs M.480:1986 Ieee on Cert Orsoyen, SL Plgon Fan Parcoelioe dl las (i) | PREFACIO Este libro es una ampliacién de la conferencia anual Alfred Mars- hall que me invitaron a dar en 1978 en la Facultad de Ciencias Po- liticas y Beondmicas de la Universidad de Cambridge. El tema en s{me ha fascinado de forma creciente desde mediados de los aitos sesenta, cuando aparecieron los primeros signos que ponian de ‘manifiesto que el boom de la posguerra tocaba a su fin. Ya lo abor- dé en un capitulo de mi libro El capitalismo tardio (México, Era, 1979). En tanto que durante varias décadus el concepto de ondas largas en el desarrollo de la economia capitalsta habia caido para Ja mayorfa de los maristas definitivamente en desgracia, en los circulos académicos tampoco se le habia prestado mayor atencisa, Fue necesario un cambio bruseo en lasituaciéa econémica real pa a que los economistas volvieran a centrar su atencién en las On- das largas, las cuales, resulta innecesario decilo, ducante el pe- todo de entreguerris habian sido objeto de un estudio més detenido. ‘Al tratar de proporcionar un andliss marxista de las ondas lar- gas, basado esencialmente en los movimientos a largo plaza de la tasa de ganancia, que, en ltima instancia, determinan a largo pla- 2 ritmos més rdpidos y més lentos de la acumulacion de capital (del crecimiento econdmico y de la expansién del mercado mun- dial), ereo que también he contribuido a los debates que de forma cteciente se estin desarrollando entre los economistas académicos en torno a las razones basicas que explican por qué aparecen estas oondas largas. Sera intoresante comprobar si subsiguientes tentati- vas de smarginar» los papeles de la ganancia y de la acumulacir de capital en favor de factores monetaris, psicoldgicas o de pura inventiva continuarsn siendo la norma entre aquellos economistas que se orientan cada vez mas hacia el estudio de los movimientos del crecimiento econémico a largo plazo bajo el capitalisma, Lo me- nos que se puede decir es que los capitalstas «précticos» llegarin ‘estar probablemente de acuerdo con los «leéricos» marxisas so- vr mest Mandel bre este aspecto esencial antes de que fo puedan Hegar a estar mu- hos eoonomistas académicos ‘Deseo expeesar mi agradecimiento a Andre Gunder Frank, Da- vid M. Gordon, Dick Roberts y Anwar Shaikh por las muchas ob- servaciones provechosas y eiticas que han realizado sobre el ma- nuscrito original, algunas de las cuales han influido en la redaccién final. Pero sigo discrepando profundamente con las opiniones de los dos primeros colegas, que sostienen que las ondas largas puc- ‘den explicarse mediante mecanismos puramente endogenos de la ‘economia capitalist, EM. 1, LAS ONDAS LARGAS: LAS PRUEBAS EMPIRICAS. Y SU EXPLICACION POR MEDIO. DE LAS FLUCTUACIONES DE LA TASA MEDIA DE GANANCIA, ‘Aunque Ia teoria de las ondas largas en la historia de la economia capitalista es de origen claramente marsista (sus iniciadores fueron Parvus, Kautsky, Van Gelderen y Tyotski'), los marxstas, para- dsjicamente, han vuelto de forma resuelta fa espalda al concepto desde que éte fue adoptado por economistas académicos como Kondratiev, Schumpeter, Simiand y Dupriez. Esto ha demostrado ser doblemente contraproducente. En primer lugar, ha cegado ca- da ver mas a los marxisas ante lo que ahora aparece nitidamente ‘come un aspecto clave del ciclo industrial; su articulacisn con las oondas largas y, por ende, su amplitud variable. En segundo lugar, tha impedido a la mayorta de los marxistas prever importantes pun tos de inflexién en la reciente historia econdmica: el de las postr ‘merias de Tos afos cuarenta, que supuso un fuerte ascenso del cre cimiento econémico en los paises capitalista, y el punto de inflexién ‘no menos acusado de finales de los ais sesenta y prineipios de los setenta, que provocs un fuerte descenso de la tasa media de cre siento de la economia captalista mundial, La existencia de estas ondas largas en el desarrollo capitalista difcilmente puede negarse ala luz de unas prucbas abrumaddoras ‘Todos los datos estaisticos disponibles indican claramente que si © Vese B. Mande, Late optim, Londres, 1975 (El eaplioa tro ME co, a, 179), capt 4, pra una expoiin deals dees contin, a ‘omg tot a eontroversia sobre Is onde Iept deo mor oxen aoe * Ua excelente opetoo boro de la ieratusa I oetaven sabre ‘a onda Inge In proporsons Kenneth Darr, Long water! a velestve antes ‘soppy Review, Dinghampton, 2,179.62. Las eis omiions deta (ess dos obras slemanas Hons Rosenberg, Groste Depressi und Bum nt Bein, 167, que poe uma extenea Blogs, y Geibrd Mensch, Dar tc tologich Pu, Feat, 195 2 Eynest Mandel tomamos como indicadores clave el crecimiento de a produccién in- ‘dustrial y el crecimiento de las exportaciones mundiales (del mer ccado mundial), los periodos 1826-1847, 1848-1873, 1874-1893, 1894-1913, 1914-1939, 1940148-1967 y 1968-7 estin matcados por ‘acusadas fluctuaciones de las tasas medias de crecimiento, con al- libajos entre las sucesivas ondas largas que oscilan entre el $0 y el 100%. Estas ondas largas son mds evidentes en las economias de Jos paises capitalistas mis avanzados (Gran Bretana durante el perio- do anterior a la primera guerra mundial, EEUU en el period pos- terior la primera guerra mundial) y mis en Ia produecién mundial em su conjunto que en las economias de los paises captalistas con- siderados zisadamente. También aqui opera la ley del desarrollo, esigual. Los paises capitalstas, entregados a un esfuerzo méximo por ponerse al dia en el proceso de industializacién, como fue el caso de EEUU después de la guerra de Secesién y de Tapén en el siglo XX, arrojan tas de crecimiento superiores a la media incluso durante la fase de estancamiento de una onda larga, Pero este he: cho s6lo subraya con mayor énfasis Ia importancia general de las on- das largas. Recordemos brevement las principales pruebas estaisticas que aportamos para la teorfa de las ondas largas en El capitaismo tar dio (cuadro 1.1). Aiadamos algo de! material estadisticoelaborado par otros au- tores. Gaston Imbert confeccioné los indices (basados en los clew- los de Jirgen Kuczynski) de Ia produccén mundial per edpita(Cen- \dencias exponenciales) que aparecen en el cuadro 1.2. Aunque a= guns de sus eriterios eronolégicos parecen arbitraios (al reducir Ta amplitud de las luctuaciones), estos datos confirman la conclu: sion general sobre la existencia de ondas largas. No resulta dificil ampliar estas tendencias con la inclusin del fuerte ascenso de la pproduccién mundial per cépita durante 1948-1968 y la tendencia subsiguiente, de signo descendente, de la tasa de crecimiento. a largo plazo en la produccion mundial de energia (cuadro 1.3). De nuevo tiserepariamos profundamente de algunos de los eiterios cronolé- sicos, pero tas ondas aparecen de manera no menos sesada eon arregio a estas cifras. [No hace mucho W. W. Rostow ha publicado un largo libro de. Las ondas largas del desarrollo capitaista 3 CCUADRO LA, Las pruebas estaditicas en fovor de la tori de fas ondas larga ‘wana (2 pesos cman) poise i018 Iss “aaa de cesimiento amas scumultv de a produc: ‘oni de Gran Greta worse ascars Iine.1985 ie ies “uss de crecimiento anual acumulativo dela produe- ii india de Almansa (spuds Je 1985 He- sbi Fader de Aleman) sso. ings. isa ‘Tom ée creiniento aa scumuativ de Is produ ‘én Wn de EEUU reuse ied mi938 iiotaer hs wns ‘Tu de ecient anual aamustide ts roducion Indl espe Inept muni . arse i ci iis 8 as Sian Bk fone tan) © ELDE J.J. Van Dulin, De ange Golf de Econom, Asse, 197, p23, pone en dud cata tay pee estate fo et. it Detcanse (le Connie Penge, peste, ket poe {riaraguents tsar de cecntena anal scumslatvo pars coasoma gn seid. ac isteaws, 3 us ibIs 4 reprise 7 uri prin 17 9 ai anda, Tae Econom (34 de mayo oe DH) i Asa ce rece al Sl ‘ae Japa en 11% pata psodn 1975109 y cla que Gewoncers a S30 atime! prose aS , 4 Emest Mandel CUADRO 1.2. Indices de la produc mundial er cipita (lendencias exponen ales) ‘Ae Poet TSO 1878-1895 was 17 heats eerie | G.49) rose: Gaston Imbert, Det mouvement de fon gue dart Ronde Aton Provence, Ofc Univer de Pajcopie, 1985p. 27 ‘CUADRO 1.3. Produeciom mundial de ener ftendencias exponencales) 19501873, 636 ee 1861013, 430 sszi-i933, oss 1934-1950, 280 gue durée Rondratieff, vo. 3, Aix-en-Provence, Office {riverine de Plyopic, 196, p32. dicado principalmente al prablema de las ondas largas, que contic- ne una gran riqueza de datos estadisticos * ‘Angus Maddison ha presentado recientemente * datos estas: ticos que confirman la existencia de ondas largas en el desarrollo TW. W.Ronow, The wl economy, tory and prone, Ai, 978 [La ‘economia mundial, Barcelona, Reverte, 1983] a " “Angs Madan, “Peso Spal development, Banc Nao de! evr ary Rn eS 9a wtp ‘pone patti i cole de 1977 del Congres nal de Estos til cba oo Ta Las ondas largas del desarrollo capitalsia 5 capitalista, siete afios después de que lo hiciéramos en El capitalis- ‘mo tardio. Es cierto que Sus ealeulos differen algo de los nuestros. Maddison trata de verifier la existencin de ondas largas para el con- junto de los dieciséis paises miembros de la OCDE. Fsta eleccién nos parece dudosa por cuanto la mayorfa de estos pases tienen ec0- hhomias gue, al menos durante et periodo anterior a la primera {uetra mundial, no se encontraban realmente industiatizadas, por Jo que quedaban totalmente fuera del Ambito del ciclo comercial normal (aunque por supuesto estuvieran fuertementeinfluidas por el mismo). ‘Sa periodizacisn difiere también de la nuestra porque elimina los aos de fa segunda guerra mundial, cosa injustiticada, al menos fen ef caso de EEUU, ¥ porque engloba el perfodo 1870-1913 en tuna sola onda, con lo cal elimina la prolongada depresion de 1873-1893, operacion que los historiadores econdmicos no secunda- +n con toda seguridad. El cuadro 1.4 nos presenta sus resultados, cestadisticos. Sin embargo, si eliminamos de este céleulo Tos paises no industializados, obtendremos una diferenciacion entre el petfo- ‘Cusine 14, Tato media de crecimiento anual aeumalativo oe Pose TEI sons 23 IIB980 vecescnncenns 1S 1980-1970 49 ss-1976 30 * La eles del pods 1913950 cnne me sovafata, tamed navsir latent depe- {va el porodo 1913-099 a ini el aerte ceo {il ctecionn esontno en ow EEUU s parte S90. Pea Kerpinen,ensucora Tore of ent ond Ig jt de prota pubes pre Testo de estiacén Feonémis dl movimiento obrero fe Tanda media ves prs expen deo O2- Dey enables em or ao 19881989 yt dav puto de Infant de cecmieto de 118 oem 948 y de Si Seen Ube) sto se juts snes elt Ea ‘tee de lor EEUU. el punto de lnleston anions ‘ued armen jedan 190, 6 Emest Mandel do 1870-1890 y el periodo 1890-1913 (cuadro 1.5). Y si corregimos 1a cronologia para que se ajuste al movimiento histérico real (por ejemplo, para que incluya la gran depresién de 1873-1893), Ia dife- rencia oscila entre el 2,2 y el 3,2 % (es decir, se hace claramente significativa al aleanzar la magnitud del 50 %). Ast pues, los datos «de Maddison no difieren sustancialmente de los nuestros, con la sal- veda de que no se remontn al perodo 1826-1873, que nosotrs incluimos en nuestros cdleulos. CCUADRO 1.5. Tosa media de crecimiento anual ‘cumulatvo para ocho paee in hurls ae — 1570-1890 : 2a 1890-1915, 3.00 Tos pales sono Rego ato, FEOU, Aeon ras, Bele, lap, lily Holand, Entretanto, otros economistas de renombre se han subido st cat dels ondas larga. Entre ellos cae destcar al pofeor Jay Si consideramos ta historia del desarrollo capitalista en su con- junto, s6lo quedan por aclarar des cuestiones importantes relacic nnadas con la teoria de las ondas larg. ;Puede aplicarse esta teoria al perfodo anterior a 1826, el aio de la primera crisis moderna de sobreproduccion de bienesindustriales? (Se puede detectar una on: 4a larga de signo expansivo desde, por ejemplo, la Revolucign fran- ‘est 0 Iss guerras napolesnicas hasta 1826? ;Se puede deducir de la teoria de las ondas largas que una nueva onda larga, de signo ex- ppansivo, sucederé a la larga depresion actual hacia finales de la dé- ‘cada de'1980 o principias de 1a de 1990? La altima parte del capi- tulo 4 se consaprara a la consideracion de esta altima cuestin, * Ty Forrener en a vests Fortine Sorcespndiont al 16 de eno de 197 sta enttvisa vu resumen de un atin ms ese et mmo or oh lems deft ondas Inn Busnes sacar, cron ler an total po eyes Fares 8 pp Sa Las ondas largas del desarrollo capitalista 1 La primera interrogante interesa bésicamente a lo historiado- res econémicos y sociales, El propio Marx dudaba de que se pudie +a hablar con rigor de ciclo industrial antes de 1826, dados los limi tes de la industrializacion fuera de Gran Bretaia, asi como los li mites de las exportaciones de bienes industriales. No obstante, hu- bo una clara aceleracién del ritmo de desarrollo industrial entre 1790 los primeros afos de la década de 1820, y una evidente des- aceleracion de este ritmo en el cuarto de siglo posterior. Es sign ficativo que este mismo ritmo pueda percibirse en los paises cont nentales mas industializados de ese perfodo: Belgica y Francia Desde el punto de vista metodol6gico, la eleccién de indicado- res clave viene a ser el rasgo distintivo que diferencia la teosia mar- sta de las ondas largas en el desarrollo econémico dela teota ac ddémica en curso, Los marxistas se negarian a seguir a aquellos his toriadores econémieos que cifran sus andlisis de las ondas largas en Jos movimientos monetarios o en los de fos precios . No desearta- ‘an que estos movimientos sean relevantes para el diagndstico de las ondas largas; admitrian incluso una relativa autonomfa de los fenémenos monetarios. Pero partirian del supuesto —esencish para cl andisis econdmico marxista— de que las leyes bésicas de movi ‘miento del sistema capitalista son las de Ia acumulacién de capital, ¥y que la acumulacién de capital tiene su origen en la produccion de ‘mercancias, valor y plusvalor, y en su realizacion subsiguiente. Por tanto, ls indicadates clave de las ond largas son movimientas que se refieren a la producein y venta de mercancias. Y dado que Marx ‘consideraba que el mercado mundial era el verdadero marco de las fluctuaciones econémicas, la produccién industrial y las estadisticas de las exportaciones mundiales aparecen nftidamente como los dos indicadores clave. Esto indica claramente que no esta justificada la muy suave critica de Alwvater 2 nuestra teoria de las ondas largas, seg la cual infravaloramos el papel desempefado por las tasas re” Tativas de expansidn (y de contracciGn) del mercado mundial. Asi- mismo, su observacion de que no puede demostrarse Ia existencia ‘de masas de capital monetario de reserva a gran escala en os ini- ‘ios de una onda larga de signo expansivo es evidentemente falsa © Sobre eat cue, vse aig een oo eno 2: Bare, Reve, 2, 1979, p65. Andre Ginse Fag ef com fuera nese que sa onde lang sttadeate somone hacia 179 ""xundan epelameate ent ls segldors Cose-Ktchio- Woytiasly cata chun foncnabaada on los ajo de Frags Son. 8 Emest Mandel para 1893 (tras Ia larga depresin hubo una plétora de capital en Occidente que empezs a ser exportado de forma masiva @ ultta- mar) 0 después de 1040/48 (et Plan Marshall) ® Mi propia contribucidn a la formulacién de una teorfa marxista de Ins ondas largas en el desarrollo capitalista ha sido malinterpre- ada. Algunos ertios la entendieron conto una wexplcacién tecno- ligica» de estas ondas largas ®. La idea de que las revoluciones tec- noldgicas —de las que distingo tres desde la revolucion industeial— son la causa de ascensos a largo plazo de la tasa media de creci- miento industrial no se corresponde en absoluto con mi andliss, En realidad, cualquier teoria marxista de las ondas largas en el desarrollo capitalsta s6lo puede ser una teorfa de la acumulacién, de capital 0, si se desea expresar esa misma idea con ottas pale bras, una teoria de fa asa de ganancia, Desde un punto de vista mar- xista, resulta una tautologta decie que un marcado ascenso a largo plszo de fa tasa media de crecimiento de la produccion industrial Solo puede ser expresidn de subidas marcadas en la tasa de acum- lacién de capital y de la tasa media de ganancia, al menos dentro del marco del modo eapitaista de produccién. Una repentina du- plicacion de Ia tasa de crecimiento a largo plazo de la produccién jndustrial, coincidiendo con un estancammiento a largo plazo de la ‘acumulacion de capital (0, peor todavia, con un descenso @ largo plazo de la tasa media de ganancia), es una hipstesis absurda den- {to del contexto del andlsis marxista, No es difcll demostrar que serfa igualmente absurda desde el punto de vista del andlissclésico © neoelisico, o que no seria verificable basandose en la evidencia empirica El propésito de esta discusi6n no es entrar en Ia extensa polé- mica (sostenida durante tres cuartos de siglo o més) sobre la m= portancia de la eley de la tendencia a la caida de la tasa media de * Elmar Altar 1sgen Hoffman y Wil Semmes, Vom Wotchamuader ur Wnachapirse, Bel, 197%. 99.25% ° Yeas RobortRowthor, New Le Rovew, 176 9. $9 {el capitalism tar io" de Ernest Manisin, Teor 3, oom disemce de 79-9 Erk Olle ‘Wright las, rand he ine, Lone, 178.164 [Cae ry Ea, Ma id, Siglo XXL 197]. Adem, gprs pane in modern pecensn de mo pe fenscersaquelos que solo purses tides poseor. Pree et ani ene ‘onda arga expansions» um ond aren preva antes de gue proujer Phe ‘ogomis of neoapiaise The Soca Regier, 196.58), He soa Pasta "epee el pani deni hcl files dfs as scat Las ondas largas det desarrollo caplalsta 9 ‘ganancia» de Marx para el desarrollo de la economia capitalistain- ternacional en los siglos xix y XX, dejando aparte el problema mu- ‘cho mis ststracto (aunque en absoluto carente de interés 0 impor- tancia) de si est sley tendencial» puede ser verficada emplrica 0 his toricamente, o si Marx simplemente pretendfa indicar que estimula contratendeacias (verifcables) aun cuando no pueda estimularlas indefinidamente (Iacontroversia sobre Ia llamada teosia del derrum- be) 8 Baste sefalar que la mayorfa de los economistas marxistas, {si como muchos economistas aeadémicos especializados en el ané- lisis de los ciclo industriles o comerciales, estin generalmente de acuerdo en reconocer que las fluctuaciones de la tasa media de ga- nancia y de la tasa media de acumlacién de capital se dan en un ciclo industrial que oscila entre los siete y los diez aos. Dentro de cada ciclo las fases de auge y prosperidad estin caracterizadas por tun ascenso de las expectativas de ganzncia y de la reaizacién de La ganancia (ganancias ex ante y ex post), acompafiado o seguido de mm ascenso de Ia tasa de acumulacin de capital producto", Las fases de crisis y depresién aguda estan caracterizadas por un des- ccenso de la tasa de ganancia realizada y de las expectatives de gx rancia, acompaiado 0 seguido de un descenso de la tasa de acu mulacin de capital productiva (es decir, de la inversion). ™ Uva sestncnel dnoinndn ren de hn tua qu, dads gue nnginempresrio et spun» iodecr von mrs eno Jogi gus no mane nromente lt de enana o qe certo para cada ‘Sopresa en pariena tania dee rel pr ln coon cou conjunts, Ob fen exe teoreta no comprende Onl atten mise el xiao (6 ‘ec prodcsiony provid pve), cidando era manera ue lon age tes econdco, nies on empresa, pueden prove crrcaneat leak taco gba abt deus ne, qu poe secant al desea, Hate ae trac dea tauren mia da compete captalita Lo qe ex buen pas ‘Seva emp woto cr nerertamente par oar Parn nabs relic a eo fem de Ohno, véoe Anwar Shaikh, Cambie Journal of eoroi, 17 ‘Erma bingaro Eros del oro en la eco rnomia mundial. Fallaran todos los proyectos para «lesmoneti loro. ‘ids onl mins de oxo ausrcanas permanecerom précicamenteesables du ‘te ns de crete so, rptandone at tutes de ees end. ES {oon on 299 chloe por fonlad on 112 yen 257 celine por ona en 1946 (Ge prodjeron cei sje Guat perio anterior la primes guera ma Cis ate entre 1916 y 192, una nurs aj etre 921 919359 una ava 50 bids despues de 1936, ge en 104 alenras de uev el el de 1D}: Katzen 0, ‘he ot 0) pp. 1819. Lor cots elvis representan so ments amid de ios sme ot: Los sls de os tabjadereenepror son eametaente un 10% A on de emieada anc. Ens 1914 192 so aumentaron an 10 Se tra oe el sete de In vide sument up 9°, nie 1409 190 aomentoron un 167 Selena que ls pro Sal aumentaron om 65%. Subletoapotti tment a 36% etre 1809196), pe ea sobida apenas lg ep no de Increment os pevios ol deal orate el xm pod Katte, ob. ct (ook Sy pp 22:25, slain false ls taajaconsnepros eran probable interes a medadoe dee dead do 100 que a pnp esi Segin Francs ‘ison, Labour nthe Sou Alen mines, 111190, Canbrie, 1972, oe ale Toe reser exaban enum ice 109 en 105, mientras que en 111 ef ie era de 1, Katen concn -Es evident gu alge eesti def stale 18 Salvo de los une blanco aeanon spond una enone ieenis patos {ster de In miners. i omamor come ejemplo e 80 130 siponemos ue ne Init afcans realtone miss sien ue lo miners aos, fos costes {Dhorles de esc ao. ea lugar d ser ce 3 malloc de irs, han mento + ‘proximadamente 10 millones de irs, et cece mes de dble dal var del 10 prose exe ato Katen, nts 3p. 22 SG. Gs Matyi, Probleme of cedsmoney under espa, Mos 197 2. LAS ONDAS LARGAS, LAS REVOLUCIONES TECNOLOGICAS Y LOS CICLOS DE LA LUCHA DE CLASES Las revoluciones tecnol6gieas son imposibles sin el avance de la ciencia, ¢En qué medida estén determinadas por el progeeso cien- tifco? {Ein qué medida puede relacionarse el progreso cientifico con el desarrollo de las fuerzas productivas dominadas y domesti- cadas por el capitalismo? Esto es, en qué medida se le puede re- lacionar con la logica interna del modo de produccion capitalista? Es un tema fascinante, pero en este ensayo no podemos ni siquiera abordarlo superticialmente ‘Se puede establecer una primera correlacién al nivel de la ten- encia general histérica del capital a transformar cl trabajo cient fico (es decir, el «trabajo general», en la acepcién mais abstracta de |a palabra *) en una forms especifica de trabajo proletarizado (es decir, trabajo subordinado 2 las necesidades del capitalismo y con- ‘el amp tepertono iiogetic qu existe soe el tena, armas as tplenes obras: J.D. Bera, Sience history, Londres, 96 [Hira vol dea ont, Brelons, Penne, 173}: Sil Soc spt ofthe sory olen en Archer Intratonates Hite der Scenes, 2, 949, p. 316, Thowas 8. ‘tha, he sracareof ec revlon, Lone, 196 Lexa de le Solum cect Manco. cr 7 197] Die Wien vom der Wiens ‘haf cco por an clecv dels Unierded Katt Mura. de Leip, Leip, 908 Benjamin Cort, Sc, rehnige e aps, Pars, 19 (Cleve, tne, eat Barelon, Blame, 1976; Plere Papo, Le pouvoir els sere en rane, Pr 1979; Raber B. Lindsay, Theva a sence elation, Londres. 1963: 5. Ags {Towed ahstorography of ste, Lae, 183; D. Gabor fnosaton len. Somp.. Wiserehafiiche Enwickung al sore Pros, Feel, 197; Delt Bulthaup, dur gevaltchofchon Funan dr Naurseschafon, Pant 73, 1 lansing Sondkihier, comp. Marticke Wisenchaereore Panett 91, "Mart alia expistamne la categora de szaajo generale con reli a teabajo cetice. Capt, Helin, 1969 [eal Made, Siglo 2, 1975 961, liom u Ernest Mandel trolado por el capital). En El capitalismo tardio sefislamos como Marx habia deducida esta tendencia de las leyes generales de mo- vimiento del capital, describiendo asi, de forma anticipada, un fe- hnomeno que no ocurriia en su época, sino mucho después. A des- ppecho de un t6pico que se repite con insistencia, 1o sefialado no hace sino confirmar que El capital de Marx es mucho més una obra del siglo xx que del siglo XIX, precisamente por causa de la ampli- td de su profecta historica Ls apropiacién del tratajo vivo por el capital adguiere en la maquinaria, tambien en este sentido, una realidad inmediata. Por un lado, logue per mite alas maquinasejecutarel mismo trabajo que antes efectuaba el obre- fo ese anise yt aplicaion —que dimanan diectamente dela clencia— {de layes mecsnica y quimiess, El desuroll de la maquinaia por esta vs, sin embargo, slo se Yerifica cuando fe gran industria ha seancado ya un nivel superior y el capital ha eapsrado y puesto 2 su servicio todas las en ‘as; por otra parte, la misma maguinaria existence brinda ya grandes re ‘urea La invencioner se comvlerten enonces en rama de la atividad exo hoimica ya dplcacin dela clenca ala produccion inmedita misma sor Ina en i crterio. que determina e inca a 6% En El eapitalismo tardio sefiamos el proveso concreto por medio ‘del cual se desarrollaron los laboratorias de investigacion bajo con trol empresarial, proceso iniciado a finales del siglo XIX y continua do alo largo de la primera y sogunda guerras mundiales*, Sin em- bbargo, como predijo Marx, esta relacion directa entre el progreso cientfco y el surgimiento de una nueva tecnologia aparece relat vvamente tarde en el desarrollo del modo de produccion capitalist Va precedida por dos fases durante las cuales el capital se apropia de una manera mucho més pragmitica de Ia destreza téenica de los artesanas-técnicos con el fin de sustituir el trabajo vivo por maqui haria dentro del proceso de constante fragmentacién y parcelacién del trabajo, con el propésito de ejercer un control socioeconémico sobre el trabajo (es decir, de maximizar la produecién de plustra- bajo, que constituye la fuerza motriz para un constante crecimiento 7 Kat Mark, Grindrise, Hanmondsworth, Penguin, 1975, pp. 703.708 (kemninfndamentes pare vc del econo pte, 3 vo. Mai, Se $0 XX, 19721976, gp. 20627). TE! Mande, Lat epltim, Londen, 91, ep. 29-89 [Et epitome tard, Mexico Ere IT, Vesa tien Harry Braverman, Labor and Monoply cpt, Naess York 1914, pp. 157-6 Las ondas largas del desarrollo capitalist 35 y perfeccionamiento de la division del trabajo dentro del proveso productive): 1. Una fase on que ta expesimedtacion de los artesanes, que se da en proceso de produssién y es anterior en siglo ala experimentacén sis femitica de ls cients naturales, es a base directa de la mayor parte ‘de os svancesteenolicos. Esta fase sbacea segin Arthur Clegg, lama: yor parte del periodo correspondiente al capitalism manufacturero. Harry Braverman, siguiendo « Bernal senalo que eso tambign es aplicabe alt mayors de ls invencionesbasias de I revolucin industrial, David Lan- des llega una concusin simular en su Prometheus unbound © "2. "Una fae en que fa observacion experimental realizadn por ls in cniros (0 por los ingenieros converts en capitalists) fs conduce,co- tho apunts Mar, a transformer las operaciones dl trabajador en otras ex {da vee mds mectnicas, de forma que, en un dterminado momento, un me- anism puede ocapar et pesto del trabajador. Aqut se pora decir que la coneibucion det artesano ala invencin ha sido en gran medi indie ta, pesar de que la dstnckin entre arlesanos e ingenieros no sempre ba sido fan nitda como aparenta ser a voves con arrego a las cateporas profesionales La reunificacién formal de sciencia abstracta» e cinvenciones tecnoldgieas coneretas» se produce con la aparicién de a «ciencia aplicada>, Aqui no es posible profundizar en el andlisis de la corre- Incién entre esta aparicin y la dialéctica interna del desarrollo de las ciencias naturales, por una parte, y la ldgia interna del modo de produccién capitalista (0, mejor dicho, la sociedad burguesa en general), por otra, Este es un tema que requiere una atenci6n mu- tho mayor de los te6ricos marxistas que la que se le ha prestado hasta ahora. Esperemos que algin dia tengamos tiempo para vol- ver sobre él con més detenimiento Debe subrayarse que Ia tendencia del capital a protetarizar (es decir, a subordinar a sf mismo) el trabajo cientifico esté directa mente relacionada con la sed insaciable por conseguir mas plustra hhajo, més plusvalor y més ganancia, sed continuamente espoleada tanto por la competencia como por la lucha de clases entre capital y trabajo. Por consiguiente, esta interconectada con el movimiento 7 Aut Clegg Craftamen andthe vgn of slenoe, Sees and Sai, 8, 1979.7 * fiey Braverman, ob. elt. (oot 4), pp. 132-4; David Landes, Prometheus sexbounds Cmbrage 197, pp 62-63 [Prorat tcnligica y revo nda, Made Teens, 1915) 36 Emest Mandel ritmico de la acumulaciSn de capita. Parece obvio que Targos pe= todos con tasas de ganancia generalmente decrecientes tienden fomentar una investigacion orienteda a conseguir avances radicales en cl campo de la reduccion de los costes de produccin (es decir, transformaciones tecnologia radicals), al tiempo que, de forma ‘no menos obvia, no fomentan las innovaciones teenolégicas radica- les gran eseala es decir tionden a concentear la inversim normal on inversién para la racionalizacion (es decir, en inversion que queda inmediatamente amortizada en terminos de costes e traba- jo)’. Gerhard Mensch reunis importantes pruebas para demostrar Aue en los aos 1820-1830, 1880-1890 y 1930-1940 tuvo lugar una onstsiacién de innovaciones basicas, coincidiendo precisamente con las onda largas de estancamiento *. La historia econémica, a suvez, confirma que las inversiones en las primeras aplicaciones ma- sivas de estas innovaciones bascas generalmente se produjezon diez atios mas tarde, una vez que ya se habia prodcido la inflexion de una onda larga de carécter depresiva a una de cardcter expansive s.2) ‘A a intersa, cuando el clima general dela sociedad burguess esté dominado por una sensacién de «crecimiento» boyante (pros- Peridad), como teflejo de repentinos y acusados inerementos reales dela tase media de ganancia y de acimulacin de capita, Is con- diciones son entonces mas propcis para los enormes desembolsas como explicacién bisica de las ondas largas, hipotesis de trabajo que no puede justi- fRcarse una vee certada la fase de Ia construccién de ferrocariles, 1 Ages, ages de que ora Gordon, pes ates pape que dese pe micardis de consumo de los abaadores eo suneimien (def gut denon’ stodsmoe (nters To denorinasamos apa ‘dod, Sobre ete mismo tema veaee E, Mande, Late eaplatom, Londres, 1975 [21 ‘ail trl Mevio, Er, 1979), pp. 35099, y Harry Braverman, 0. (00 de la precedente onda larga de desarrollo capitalista, Aungue el ascenso del imperilismo nor teamericano a la hegemonia tiene unas races a todas luces mis ob- jetivas, basta indicar el impacto directo que la migracién masiva de Cientiics alemanes de primera fila a EEUU (resultado de la con- ‘qusta del poder por Hitler, que pudo ser eviiada) ha tenido en el desarrollo en EEUU de la investigacion nuclear y en la aparicion dle tGenicas totalmente automatizadas estrechamente acociadas a la fenerpia auelear para entender por qué aumerosos factores que in- tidieron en la determinacion de la cronologiay las dimensiones de esa hegemonia permanecieron inicialmente indeterminados y de- pendieron del resultado y la interrelacion de numerosas luchas s0- Ciales, politicas e ideot6gicas. De igual manera, la rapidez con que se ha erosionado y soca vado la hegemonia americana (algo que ha sorprendido a muchos ‘autores incapaces de comprender la diferencia entre el mundo de 1945-1950 y el de 1968-1978) en modo alguno puede interpretarse ‘como resultado directo de las contradieciones de la westructura so- cial de acumulacién» que determin la onda larga expansiva del pe riodo de posguerra, Es la consecuencia combinada de una serie de luchas politcasy sociales a escala muncialy del resultado de las mis mas, algo que en modo alguno estaba predeterminado cuando se in trodajo el proceso de produccién de alimentacin continua o cuan- do se impusieron la electrinica y as empresas multinacionales, La historia real de los ultimos treinta y cinco anos se hace incompren- 48 Emest Mandel sible (0 se deforma) si no tenemos en cuenta el hecho de que los acontecimientos politicos y las decsiones a escala internacional son relativamente auténomos con relacién al proceso general de acu ‘mulacion de capital = [La implicacién mas grave del enfoque fataista derivado del de- terminismo econémico mecanicista (implicacion que-no est presen- te en los escritos de Gordon, sedalémoslo elaramente a fin de evi ‘ar polémicas innecesarias) es que oculta la contradivcién polat en: tre las vias altermativas a través de las cuales puede resolverse la cri- sis historia a largo plazo de la acumulaciGn de capital, Atribuye luna especie de poder ilimitado al capital (por regla general incluso divorciado de las fuerzas sociales, politcas y humans coneretas en las que el capital tiene que encarnarse) para alcanzar sus objetivos histéricos ®. De esta manera suministra una excusa y una consola- cidn a todos aquellos que tienen Ia responsabilidad politica de 10 {que ocurre con la lucha de clases y el escenario mundial. Cuando ‘© afirma que et capitalismo conduc al socialism o a la barbaric, se suiere que tanto el socialismo como la bazbacie tern portado™ ‘es (al menos en la fase inital) de algunos de los estigmas de la s0- ciedad de la que emergieson. Pero seria un simple sofisma concluit © Gordon, ob. ct. (rimer eferencia deena 20), ade 4 ester de is tags del capitol marta Japonts Kono Uno Como mateo pars mihts i: Ss conatones. Noston slo conseos I obra de Uno tues Gl true de Thoms T- Sekine gue apareis ene our! of Econemic Lica, 5p 13, Peo en ie rerun el earser terms ecco y mec def esta de capi se maifists Se on ors insh ts pronunaa 2 oe los eco ie Gordon. Sein Schio, pts Uno cI sifrete tapas et, por Sonsginte,fndametaneste crus po texto sabyaceate et log inde, qoe configrs a eorresponleteogaacion ntl y comes Gi Esta hima, excala nana, eam ana pcs economic Gn fe Stowo de esl pole ata, In el sent a ses par el despege do tora de capital dominant» A niu e ests objeconety eax pose ct ramenie contain gue sscoemos en tabjor eo por compo Lat capt, {aptlo 3, a0 logamos comprende emo H segue de tba gue vestga os timos eos yin ended secaene pecs lepar a contoon de gue ao Inns la iportancia de os Prosews pions Ba ob ot Cnt 2 de apo 1p 0 "sel exooomi fasts ssques Ata, qe te spon cc principal cone 1» canimico dl een el Pri Soca trance reno Miterrand, fea reiertemeatel tose gutl ris ubsio emontadn, oe Be func encuentran en fuer ase de que a sual neraconal ss et fowsrucurandoren el ict dl Poti a enpess s Europa cece Le Mone fede marzo de 1980 al Las ondas largas del desarrollo capitalisa 4” que por ese motivo no importa realmente mucho que triunfe uno otro. Podriamos también decir que importa poco que la human dad sobreviva o desaparezc, Por todas las razones sefialadas, nos aferramos a nuestro con cepto de un ritmo bisico asimétrice para las ondas largas del des- arrollo capitalista, en el cual la tendencia descendento (el paso de ‘una onda larga expansiva a una depresiva) es endégena, mientras due Ia ascendente no lo es; esta tltima depende més bien de aque- los cambios radieales que se producen en el medi histérieo y geo- atéfico general del modo de produccién capitalsta, cambios eapa- es de inducir un ascenso fuerte y sastenido de Ia taxa media de pi rnancia. ¥ aun los cilos largos de la lucha de clases y su interre- lacion con la busqueda de una transformacién radical del proceso de organizacion del trabajo deben integrarse en este andlsis, hay {que subrayar su relativa autonomia, asi como el papel decisivo que sesempena el factor subjetive a la hora de determinar si una fase inevitable de lucha de clases exacerbada (fase que es naturalmente el resultado directo de una crisis a largo plazo en la valorizacion del capital) acabara en una derrota o una vietoria dela clase obre- 1a, La sintesis provisional de todos estos elementos analiticos apa- reeen en el cuadro 2.1 Resulta interesante sefalar que en las investigaciones prepara ‘orias det Systems Dynamics National Project del MIT que dan pie al articulo de Forrester, en el informe anual de 1976 del proyecto, inédito, ditigido a sus patrocinadores y entzegado el 11 de marzo de 1973, se deci Una respuesta a la situacién de exceso de demands [de bienes de capital] ‘onsite n incementar el precio de! capital, Asi, fen la figura 4} un lta retraso en of suminsto en el sector do capital conduce a un inetemento fn el precio del equipamiento del capital. El inetemento del precio, a8 ‘ex, uments el rendimiento de In inversin en el sector de eaptal Una ecienteretabilidad dela produccidn de bicnes de capital esimula direc ‘mente mis demands de capital, tanto por la expansion de los producto. ret de bienes de capital exstentes come por I atraccign de nevtsempre ssa it industrs Aunque, naturalmente, no estamos de acuerdo con la idea de {que un crecimiento de las ganancias en el «sector de bienes de cx * Sytem Dyoamics Nations! Projet, nfrme anil de 1976, presenta ssamblen de patronnsres del ut, sera el de matao de 7, mimeoqzetia Dans2, pp IE st Las ondas largas del desarrollo capitalista ‘oper ADemwueu s90214 50] 8 UPEL “a1 uoo soand ans eae nb seu aojes nb fee [op e096 Uuppasoduion ey 9p onary) ‘ope jou! [9p uopenutdio £ ep -uoqssd 2p souoy staan (05 “ena wos} sonpuoa anb ofeges Ernest Mandel ty ‘ary saa) eto -221 wornjonar eum ausad eb ‘oWs2Ait 2p ents osusosy reales 9p wore oe ap ese 8 9p & pu 29 ese] 9p oz Le] 2 osuaasy trades op epuepance ‘nb eprauojoud ups seat PHO eis =D moo eeuanooe wa suey sepno sy ap oun oP suUY “TZ Ow Las ondas largas del desarrollo capitalista ‘121 “Wo sopesunan spore ap eee 9p Bee BesHE® on oHON ED oO ENA « ets << jerodas woustaag rede [2p woe srasojensop ef 2p UopENOY xod feos sus epeduojod tan ‘mooud anb pend op upbeat “wpe op usystana op ss81 | 99 ePID epauaeisout ey 2p owstarouy Emest Mandel a wpueue® 2p esr] 9p ozed ‘om auton un 9p ozo -21gos ceuysuow pe ap uosore sranae9 eSB fpuotod sousiue tap Fexpuna ewoutioq ay 2p ornonmessa0s uo euIE} warodioo ef 2p upromysusniy ore 2p ey ef 9p uopeansuaNHT ‘20 98 ob euesouo prpiiaee, Temas vo ‘tans ep60 bys 0 (vppemumeg) “vz oNavna s4 Emest Mandel ‘raves 4 EL odo Kondrey om ef sector de Menes de cpt. Adoptado de Forester ® Pity (Jos marxistas hablarfan de departamento 1) sea el resultado de las subidas de los precios derivadas de un incremento de la de~ manda, aqui, sin embargo, se subraya coreectamente el papel es- tratégico det crecimiento de las ganancias para inducir un aumento de la inversién, Es una pena que esta interesante lines de investc zacién haya sido abandonada, segtin parece, en el curso posterior de los trabajos del proyecto. El concepto de «sobreproduccion de ‘capital isien» que barajael profesor Forrester james pace ser ab soluto en una economia capitalist, Siempre se trata de «sobrepro- ‘duccién» relativa a las ventas potencales a una tasa de ganancia cesperada El economista holandés Dr. Van Duija también ha realizado hace poco una investigacicn detallada del problema de las ondas lr 2s. Intenta combinar la teoria dela innovacin de Schumpeter con el concepto de exceso de demanda de biencs de capital fo de Forrester, y ade el ciclo de vida de los productos como ters mento explicativo. Ahora una creciente demanda en cl sector de bienes de capital viene inducida por la ereciente aparicin de nuc- vos bienes de consumo, para los que surge una demanda adicional de consumo *. La dificltad que entrafa tal explicacion reside en 3 jay Fore, eBusiness stature, sonomic ese and national pays, Fi sures 39%, p. 205, “1 1.an Dun, De Lange Golf x de Economie, Asen, 199, pp. 9-14 Las ondas largas del desarrollo capitalist 55 ue las pruchas empiricas ofrecidas por el propio Van Duijn tien- den «demostrar que ls innovasiones que prodcen los nuevos pra dductos generalmente tienen lugar mucho antes del comienzo de-una nueva onda larga expansiva. {Por qué se produce entonces ese te- Pentino ascenso de la inversion de capital para producilas de for ma masiva? De nuevo, al omitir el factor clave de un incremento ‘masivo de la tasa de ganancia, estos elemento explicativos,valiosox cen si, siguen siendo insuficientes para explicar el punto de inflexion de una onda larga depresiva a una expansiva (Van Duijn advierte la asimetria con el paso de una onda larga expansiva a una depre- siva, que es endégeno). Esto esté estrechamente relacionado con el fendmeno de la sobrecapacidad, El profesor Forrester ha realizado una interesante tentativa de construir un modelo que conduzca a una onda larga enddgena. Esta se basa en la inversion suplementaria en el departamento 1 ne- cesaria para satisfacer una gran reserva de pedides de medios de produccién adicionales ”, inversién que inevitablemente conduce & ‘una sobrecapacidad, Semejante modelo es obviamente aplicable & tina oleada de innovaciones radicales, esto es, a tevoluctones tec. nolipicas como las descritas con anterioridad, El fallo del modelo (como el de tantos otros) esté en la eliminacién del factor ganan- cia, factor estratépieo para el desarrollo capitalist, Una gran reser va Ue pedidos no puede presentarse a las empresas productoras de ‘maquinaria y materias primas a no ser que se dé un fuerte incre. mento de la ganancia y de las expectativas de ganancia. {Qué fae totes superan el exceso de capacidad caracterstico de las ondas lar- gas depresivas? Primero se produce un ascenso dela tsa de gaan cia y s6lo después vienen los grandes pedides de nuevo equipo, Pero el modelo de Forrester no explica cl repentino ascenso de la tasa de ganancia. Slo puede confirmar que los factores endogenos por sf solos no pueden explicar el punto de inflexién ascendente de las ondas larga Veese not 2s 3. LAS ONDAS LARGAS, LA INFLACION YEL FIN DEL BOOM DE LA POSGUERRA Ahora tenemos que afiadir una dimensisn adicional a la teorfa ms sista de las ondas largas del desarrollo capitalist. El hist6rico pun- tode inflexi6n de la primera guerra mundial y el punto de inflexion de Ia revolucién russ no pueden eliminarse de esa teoria ‘La evolucion general det sistema captalista que hemos utiliza- do como fondo 0 marco de los res sucesivos ascensos de la tasa me dia de ganancia, la tasa media de acumulacion de capital y Ia tase media de crecimiento econémico tiene que ser reexaminada, am: pliada y modificada a fin de comprender que los cambios posterio- es a la primera guerra mundial fueron de naturaleza cualitativa mente diferente a los cambios anteriores a la primera guerra rund ‘Trataremos de sinteizar estos cambios de una manera un tanto provocativa: los marxistas revolucionarios sostienen que con el es- tallido de la primera guerra mundial el periodo histrico de auge ¥ cexpansign del modo de produccion capitalista lego a su fin. Desde fentonees hemos entrado en un nuevo periode histSrico que implica {anto el declive como la contraccion geografica de ese modo de pro- duccion. La victoria de la revolucion rusay las pérdidas subsiguien- tes que suffié cl sistema capitalista internacional en la Europa del Este, China, Cuba y Vietnam son manifestaciones signifeativas de ese retroceso, aunque en modo alguno sean Iss tniess. Estos cambios no son por supuesto puramente externos, y sus ‘causus tampoco son bésicamente exogenas. Lo que los marxistas te- volucionarios afirman es que el captalismo entz6 en un perlodo de ctsis estructural prolongado tras el estallido de la primera guerra ‘mundial, crisis que, en wltima instancia, puede explicarse por una agudizacion cualitativa de las contradieciones intesnas del sistema (¢s decir, precsamente por el funcionamiento de las leyes de mo- Vimiento’ de sistema), En ese sentido, Ia guerra, los levantamien- tos revolucionarios que siguieron a la guerra, la wsecesions de Ru- Las ondas largas del desarrolio capitalist Eo sia det capitalism y la excepeional depresi de 1929-4932 solo ex- presaron de forma concentrads la profundidad de esa criss estuc- {ural, Otto esunto es el resultado de estos catalismos. ‘Volveremos a abordar ls caracteristicas econdmicas de esa et sis, Antes de hacerio, deseamos clarifcer una cuestion que puede parecer oscura carente de importancia para los economistas aca {emicos, pero que, en general, no carece ciertamente de importan- ‘ia para los historiadores econdmicos, los historiadores del andliss teondmico y los historadores del pensemento politico y soca. Esta cuestion tambien ha desempesiado un important papel en las iscusiones sostenidas entre diversos grupos marxstas. La euestioa es la siguiente: si una crisis estractualy un dese historco del ca pitalismo exclayen o no nuewos access de desarrollo acelerado de Tas fucraas productvas (es decir, si exeluyen 0 no nuevas ondas lar as similares a lade 1940/48-1968) © Cariosamente, el argumeato ha sido planteado por dos grupos sedogmaticos» que se encuentran en polos opuests del especto de io que podemos denominar «fldsofos de la historia marxstao En un polo del espectro se sostiene que es inaegable que, do- bido al répido crecimiento de las fweras productivas y de la eco- nomi capitalista Internacional durante el primer ouarto de siglo posterior a segunda guerra mundial, la nocion de «época de de~ Clive captalistan es clentficament insostnibley tiene que ser sechada ?. Ea el polo apuesto del espectro Se argumenta que, dado Gue el decive de eaptalisme es innegable (al fn yal cabo ha per~ dio una tercera parte de la humanidad en aqullaszonas donde ya to impera) el desarzolo de las fuerzas productivas, despues de 1940 en EEUU y después de 1948 en e resto de la economia capitalista internacional, es un fendmeno incxistente (es decir, que el creck Iniento econémico, ¢inclso el crecimiento econdmico répido, es perfectamente compatible con cl concepto de estancamiento ¢it- {lso de retroceso de las Fueraas productivas).(Pasamos por alto a laquclos que se esfuerzan en eludir la verdaderadifcltad del and- Tiss al nepar que ol capitalismo haya perdido nada y sostener que ™ Ora variate dl bate et opesenacs po In eri le Baran Suey 5 te os resets sifeatades de capo ge excodese> aj el exit no Pita, si come por la iferetcr eel gue tena Te toi de que el cp Fimo contempanes en etancamieat pentane 7 Un resent cjemple: Geol Hodeoe, Trauky end fulsc Marc, Lane 38 Emmest Mandel fodavia impera en Rusia, China, la Europa del Este, Cubs y Viet nam. Baste decir que dificente encontrardn un capitalism uso, chino, de Europa del Este 0 vietnamita que comparta su fantstica conviceion,) Creemos que la tesis de que en 1914 se produja un punto de in- flexi6n fundamental en la historia del capitalismo es muy importan- te desde un punto de vista econdmico y politica. Ademés, este pun- to de inflexién puede detectarse a cualquier nivel dela activided so- cial. Pensamos que el declive de la sociedad burguesa, dela expan- sin capitalista mundial, de lo que se podsia lamar cvilizacin bu 2uesa, consttuye un hecho innegable, y que sus manifestaciones en el campo econdmico pueden verificerse con facilidad 2, Basta con considera la naturaleza peculiar de la ersis econémica de 1929-1932 para Pero también opinamos que el hecho de que el capitalismo en- trara en 1914 en un perfodo de crisis estructural y de declive histé- rio no excluye nuevos ascensos peridioos de Ins fuerzas product vas * ni tampoco wna nueva onda larga expansiva como fa que he- ‘mos presenciado entre 1940/48 y 1968. Solo signifiea que la natura leza de esta onda larga sera signiticativamente diferente a la nati raleza de ls ondas largas que se dieron durante el periodo de atige '¥expansién historia del sistema capitaista. Vamos g examinar pre- isamente de qué manera la natursleza espectica de fa onda larga de crecimiento acelerado de la economia capitalist internacional \, de 1940148-1968 esta relacionada con las caractersticas a largo pla~ \ zo del dective eapitatista, * Se pois demos de fon concent ge or Heras ertodoose no ‘ein tan equitocadoe cuando apuyen qu la cresicte interven atl va vane, bpatads de un resents deroch de lo ety scones, Peo To eta one ‘én podtin sr cero: una deeeiente intervenes bajo el eps com lc ives de desempo cada vex mayore de a mag de Stra um del ‘gipemieno, to que ress ipasimens un dermocs 1 san exile de Io eco scovgmicn 5 Troi, junto son Vara y otros ties det primeros at def Interne clonal Comunists (Keron os qu auton el encepo de npoca de dec de ca pias) ir eaplitamste que on mutvo suena dw fvtssprodetay Er pout psa Sete dec, nempee que determina’ comico socope "ies eran tadisimente msiiads nor del eaplaumo. Vense el iotae de Trost al I Congress dei Komintrn en 191 9s een] pogears de 1908 4 la Komintec, publeados, esectnomente en The fo fie Joo ofthe Com ‘munis inernational, Nueva Yas, 1945, Yl. pp. 14, The Comm fc. Monel afer Lenn, Nava Vouk 1985 pp Las ondas largas del desarrollo capitaisia 3 presupone (es mponible ancl) Ia exitencla independiente de un * Sobre ete ema, vésse Macllo De Cx, Ezonomi inane intra ae dt 19018 aT 1 eee tovan porcenae mislead con clon rere tales de on bates ce tae 3 use lca eta Gem meso 18 (on 1 ele mat) 60 Enest Mandet dial, al menos sobre uns base permanente. Sélo es «moneda mun- dial'en titima instancias, Y aunque no exista ningun «Estado sundial» burgués, y no pueda, por tanto, existr ningun «papel. moneda internacional» % el papel-moneds de un Estado burgues hegeménico especttico normalmente puede sustituir al oro ¥ hay cer las veces de moneda mundial (es decir, puede servi de ins. trumento para saldar las cuentas corrientes entre las empresas) naciones del mercado mundial ytambign puede servr de divisa de reserva para otras monedas), coa tal de que Sea precisamente stan bueno como el oro» Las operaciones financeras internacionales aormales, en la ma yori de los cass, se realizan con un solo papel-moneda intern ional, 0 con unos pocos, aunque muchos papeles moneda esta Vinculados al oro el pattén oro rige ea muchos paises (los supe. vis y dics finales de la balanza de pagos se lquidan mediante movimientos de oro entre los bancos eenrales). Esta fue la funcisn que cumplis la libra estetina en el periodo anterior a 1914, Asimismo, dentro del marco dl sistema de Bretton Woods, el dla, al scr convertible en oro aunque no para los culadanos pat tioulares de EEUU), asumié e todos los efectos el papel de sce. dlinco de la moneda mundial, apareciendo ahora (al contraro que en el sistema anterior a 1914) también en gran media como fondo Tacremente anuaesporeaslcs de prosion por hors de trabajo be mano en I industia manaacuer BEUU Fae REA Ramla tata Grn Bt, pas ayo ORB ross ee ee al Us brane a, ay Siin, Conn gh mat Las ondas largas del desarrollo capiealista 6 nuestro andlisis. Todos aquellos paises que registran una producti- vidad media del trabajo industrial sustancialmente inferior a la de EEUU siguen estando interesados en comprar bienes manufactura- ddos norteamericanos. Sienten esencialmente la misma necesidad de ‘obtener ¢ incluso atesorar délares que sintieron Europa occidental cl Japén durante el periodo inmediatamente posterior ala segunda guerra mundial. Esto no sélo es vilido para los paises del llamado ‘Tereer Mundo, sino también para los paises lamados socialist (de- finici6n incorrecta donde las haya, pero el propésito de estas con- ferencias no es enmendarla). Algunos realizan incluso grandes es fuerz0s para adquirir y conservar estos dalates de papel devaluados y destinados a devaluarse constantemente ". Pero, precisamente por las misma rszones econémicas por las que estén tan interes dos en adquirirlos, les resulta muy dificil hacerse con délares: su fren deficits crénicos en su comestio su balanza de pages con los paises imperialistas. En 1976, Jos cuarenta y cinco «paises en vias {de desarrollo» mas pobres (semicolonias) arrojaban un deficit en la balanza comercial que ascendia a 10 500 millones de délares. Otros treinta y cinco «pases en vias de desarrollo» no exportadores de pe- troleo y de renta significetivamente superior a la del primer grupo (Gu renta anual per eépitaoscila entre los 400-2 600 delares, frente los 80-400 délares del primer grupo) sutieron un défcit en su ba- lanza comercial total en ef mismo ano de 23 508 mallones de déla- res ((otal neto, ya que incluye los superdvits en ese mismo aio de tunos pocas paises, como la Costa de Marfil, Malasia, Chile y At gentina) "El deficie comercial total del Tercer Mundo ascendia, por tanto, en 1976 a 34 000 millones de délares. Como resultado de estos persistentes deficits, la deuda acumulativa de ochenta «pat ses en vias de desarrollo» se elevaba a 140 000 millones de délares ‘en 1976 y a 244 000 millones de délares en 1977, y se estimaba que a finales de 1979 alcanzaria fos 391 000 millones de délares y a f- nales de 1980 los 450 000 millones de dolares ®. La deuda acu- Las pits sscstass acaba de itocis os pags en lacs en eco rerco ene ls pales mimbros del Camecone loa de mts por deg ‘wir exons (cn panicadom) en a talanea comer. i amuse Setiqu des Noon Untn, Nueva York, 1977. informe dl Banco Mani de 198 dls ie Se 97; as citas cones pondents 3 1977 procden dele pabliaions regulates de a Ocoee P40 ‘Sirs coreapomenes oils de 579 y ce 1980 an do minras fore Pobiacién rece de la OCbt,resumida en Le Monde, 7 de agosto de 150, a Emest Mandel ‘mulativa que Ios Hlamados paises socialstas adoudan @ Oecidente se estima en 60 000 millones de délares. Asi pues, si existe una analogia entre el declive de la libra es- terlina y el declive de la hegemonia briténica a escala mundial y, posteriormente, entre el declive de la hogemon{a imperialsta not feamericana y el declive del dolar, esta analogia es limitada y discutble, ‘La discrepancia entze el declve del délary la relative suprem ‘ia politica y militar que EEUU todavia consigue mantener en el ‘mundo capitalista es muy sorprendente, Si bien es posible que esa supremacia se vea cada vez mas minads por una escalada en el rear me de Europa occidental y Japén, todavia existen muchos escolles Politicos en ese camino, lo que contribuira a que cuando menos sea lun praceso largo. Pero incluso en todo el periodo intermedio EEUU serd incapaz de frenar la erosin det délar como moneda mundial hhaciendo valer su podesfo politico y militar, aun cuando éste sea to- \davia formidable. La erosién no se puede detener, a no ser que se hhaga al precio de una tremenda dopresién, més aguda que la de 1929-1933, Y ese precio politico ni EEUU ni la burguesta interna- cional estan dispuestos a pagarlo dada la actual correlacign de fucr- ‘as polticas y sociales entre capital y trabajo a escala internacional. Aqui hemos llegado al fondo de la euestion. Cuando fa libra esterlina era la moneda dominante de! mundo, ello venta a ser al- go més que la simple expresion de'Ia supremacis del capitalisme inglés. Era también una manifestacian de un sistema capitalista ‘mundial en auge, expansivo, confiado en sus propias fuerzas y re lativamente estable en el plano social. En estas circunstancias, el funcionamiento relativamente fluido de un sistema monetatio in- {etnacional basado en el oro (y en papeles-moneda convertibles en oro, algunos de fos cusles hactan de hecho las funciones de mo- nedas de reserva) no sélo expresaba la confianza de la clase ca Pitalista internacional en la capacidad del sistema para corregit sus propias desviaciones sin necesidad de recurrir a una fuerte in- tervencién de los gobiernos, sino también capacidad real del sis- tema para hacerlo ast Las crisis de sobreproduccisn y el nivel de desempleo que pro vocaron fueron importantes en el periodo 1893-1913, De hecho, al- ganas de éstas fueron més signficativas que la recesién de 1974-1975, al menos con rolaciin a las tasas de desempleo que Las ondas largas del desarrollo capitalista 6 creaton ®, Pero la estbilidad relative del sistema era ta que los Cepitalitas pensban que podian vivir con tales recesonesy tsa de disempleo, superandoas través de los mecanismos noemales ée mercado y sin guo esos lastes amenazaran con un inmediato co Inpso politic y Socal del sistema. los acontecimientos ls dieron mplamente in rasa, Tras la primera guerra mundial, y en especial tas gran criss de 19291982, In situacion cambio radicalmonte a este respect. La ‘iss de 1929-1932 no slo fue lo mis agua de ls que habia ten do que afronar el sistema capitalist, no so fe tna manitest- tion de que las contradiceionesinternas del sistema hab slean- Sado nas cots exlosva, sino que vino también acompanada de Fetom politicos y sociales que, después del tuto dela revoluion {Ge Oxtubre. eran inconmesurablemente mis pelgrosos para els tema que los enstents antes de 1914 "Todos Ios gobiernoscsptaisas, sn excepién, han edoptado téerieas ifleininias conta a criss precisamente ara evita © tmnoriguor la repeticin de un desempleoestructral nico ¥ mie Sivo dela ampitud de de 1929-1932. Como apn can perspicada €l profesor eral francés André Cota, hoy somos todos keyne- Sianose Incas los defenores més adientes de las politess mo hotarsassortodoxat> . Nun solo gobierno de un pas capitis tar ya sea de derechas 0 de iaqsierdss, ha alcado realmente un politica deflacionists en 1975. Ninguno fa planteado un presupues- TO equiiado.o con superdvt,y ninguno ha emprendido roores {tisteot en los subside de desempleo (politi que, convine fe onfaro fue aplicada durante a eis de 1929-1932 y no solo en es st importancia). tgeleceion no se hace por zones ideoleas, nose hace por aque lord Keynes haya oftscado In ments de les politicos en cuanto fas nloiindes o haya engstado al plc, sino por zones ev- dented de nutopresereacon politica y socal i oy hubiera cinco millones de parados en Alemania Ocidentaly ls subsidise des La ass mesa de desempleo (somo porcentaje dela fea de abo) 6 ‘15% drnte el pviodo 16701915 en lo cesses pales de lo OCDE: Ang ‘Maddison, aes (ots dl earl) pS to ovidemos qa inant a ado cles de conser ‘Ge Anthr F But, a Rerrva Federal perm tas de crcieato anal oe Sra moma qo speravonen i 50-11 afta de erecminto dl e0 6 Emest Mandel empleo fueranrecotadosdristicamente para aquellos que carecen de trabajo, y hubiora una grave excsser de mato de obra en Alc~ mania Oriental, entones seria Alemania Occidental la que tendia {que construir un muro a su alrededor para evitar que millones de personas se evadieran a Alemania Oriental URAS. Clo banca per ein om EEUU. Resulta interesante recondar que el boom de la llc er- iti empezs en realidad en EEUU durante ft primera guerra mundial 8 doce, qe sostwo el efineo Boom de es aos Yeate, intrrumpdo pore cae de 1939, para recobrac sus seas deen tidad ya detintivamente a paris de la segunda gosta manda (Esto encaja perfectamente en nuestra desrpeon general del pe iodo posterior ala primera guera mundial como un perfodo deer Si estructural del eapalismo, de nil del servigo del delve de tse mod ge produc) La tir 3 ia son eared te ‘As ste sbandon dl ptm or, el poo una iti nundial permanente y el frevocable deve de los papeles mone da uiizadon sucexivamente somo moneday de reserva ess ct tunstacias estan vnclados no slo (obascaments) al delve del podero nrteameriano o de la venta noreametians en la pro fg OF Wary ak A, Pao, lend pri, Nin York, 8, Las ondas largas del desarrollo caplualista o uctividad industrial, Estén vinculados a la necesidad del capitals: mo de empleer la inflacion com el fin de encontrar soluciones, sun- igue sean temporales, para las cada vez més explosivas contradic ones internas del sistema. Sin la explosion permanente de la deu- {a de los ultimos treinta afos (explosion de Ia deuda piblica du- rante la guerra, explosin de la deuda privada en mayor grado que In de la piblica en EEUU, Alemania Occidental y Japén desde la guerra) nunca se habria dado una nueva onda larga expansiva Pero esta explosion permanente de la deuda es la principal fuente dela inflacion permanente como ferdmeno mundial, aplicable ala economia capitalist internacional en su conjunto. Segin el prote- Sor Dupriez, las tasas de crecimiento exponencial de los diez prin- Cipales paises capitalists durante el periodo 1945/48-1971 fueron de tut Be para las reservas de oro, 3,7 % para las reserva de divisas {11,6 S para los eréditos al sector privado concedios por ls ban- os de depssito #, Para decilo brevemente: aunque el capitaismo Tog sali. de un largo perfodo de depresién antes de la primera ‘guerra mundial debido a su propia fuerza interna (aun después de haber recibido un fuerte golpe inicial de factores externos), esto ya ro lo pudo hacer después de fa primera guesra mundial y el gran ‘rac de 1920-1952. A partir de entonces ha necesitado los estimulos attifiiales de Ia inflacia permanente, la crecienteintervencién es tata, el rearme permanente, ete,, a fin de embarcarse en una m vva expansion a largo plazo. "En ese sentido, mientras que el decfive de la libra estertina no tuvo sus raies en las condiciones de su ascenso dentro del marco {de un sistema monetario internacional que, a grandes rasgos, fun: tioné bien para el capitalismo en el sistema antetior ala primera guerra muntlial, el deelive del délar tiene sus rafces en las mismas ondiciones de su ascenso iamediatamente antes y después dela c- funda guerra mundial, Tiene sus raices en las condiciones gener {es para la expansion captalista en una época de declve capitalist. Tiene sus races en las mismas condiciones que permitieron superar Ia onda larga de estancamienta relativo de 1914-1939. En ottas pa- labras, reflej una diferencia bésica entre 1a onda larga expansiva cde 1940/48-1968 y las anteriores ondas largos expansivas. Es nece= strio que entendamos esta diferencia no solo para comprender los eon H, Dope, «94S bis 1971 at Auichwungsphe eines Konda Z2yklst Proms doomaqusconomporas, es ous par Pal LOwental, ran, 972, p22 8 Emest Mandel ‘origenes de la actual depresin, sing tambign para poder realizar predicciones sobre las vias y medios a los que recursta el capitalis- ‘mo para superar esa depresién en el futuro. Todas estas considera ciones indican claramente la especificidad de cada onda larga den- {10 de su mateo historico, y nos deben poner en guardia contra ana- logias demasiado elegantes y demasiado mecénicas. {De qué manera se encuentra vinculada la inflacién mundial desde 1940 a las explosivas contradicciones internas del modo de produccién capitalisia y a fos medios que el sistema ha utlizado ppara neutralizar duranie un cuatto de siglo su efectos como freno Aecisivo para el crecimiento econdmica que dichas contradicciones tuvieron claramente en el periodo 1914-1939? En nuestra opinion (que en modo alguno comparten todos los Imarxistas, pero que nosotros podemos demostrar que es la que mas. Se ajusta a los propios criterios de Marx), las contradicciones inter ‘nas del capitalismo (que constituyen la fuente de cualquier des. ‘aceleracion o derrumbe de la reproduccién ampliada, del erecimien: to capitalista) deben buscarse en la esfera de la prodiccidn y de la circulacién. La reproduecién, como Mars expres claramente en el libro Mf de El cupital, es la unidad del proceso de produccidn y el proceso de circulacién. Dichas contradicciones son los fendmenos ‘orrelacionados de la creciente difcultad para mantener en alza la tasa de acumulacién de capital (resultado de Ia tendencia a la caida de ta tasa media de ganancia) y de la crecientedificultad para ven- dor la montafa cada vez mayor de bienes manufacturados (0, 10 que es lo mismo, para utilizar plenamente la capacidad de produc sion de mercancias existente), dada la creciente diserepancia entre el desarrolio de la cepacidad productiva de la sociedad y el poder adquistivo de los «consumidores finales», diserepancia que est in- corporada al sistema como resultado de todas sus leyes bisicas de ‘Aqui no podemos deteneros a demostrar por qué esta teorfa e la crisis (que trasciende la oposicin chisiea entre los defensores de la teoris de las crisis de sobreacumulacién y los de la teoria de las crisis de subconsumo) es la que més se ajusta a los escitos de ‘Marx, la més coherente en términos de pura logic y la mas capaz de explicar las veintiuna crisis reales do sobreproduccion que el ¢2- pitalismo industrial ha conocido desde 1826. Baste sefalar que, pa a nosotros, cada crisis de sobreproduccion es al mismo tiempo una erisis de sobreproduccién de capital y una eisis de sobreproduccicn Las ondas largas del desarrollo eapitalista eo ‘de mercancias. La forma exacta en que ambas estén interrelacions- das tiene naturalmente que ser explicada en detalle para que esta tesis pueda convencer a alguien. Aqui no disponemos de espacio para realizar esta exposicion, Por ello solicitamos del fector que la 4 por hecha para, ala luz de ese supuesto, pasar a analizar Ia fun- con de la inflacion (inflaciGn de la deuda, inflacion del crédito, in- facién del dinero bancario) Michel Aglietta ha mostrado de forma convincente eémo fun- cionan los mecanismos coneretas que conducen de los precios de monopolio sadministrados», a través de una expansidn permanente del eredito y del dinero bancario, a una inflacion permanente de la ‘oferta global de dinera, de la «cantidad de dinero», contando con Ta complicidad de los bancos centrales y de los gobiernos. En El ca plualismo tardio ya ofrecimos un andlisis similar, y ast también lo fofrece Andre Gunder Frank ", Ne hay necesidad de que aqui nos texplayemos sobre los mecanismos. Lo que hay que destacar es la felacion de estos fendmenos con las necesidades globales del siste- ‘ma, es decir, su funciGn para superar temporalmente las marcadas tendencias ai estancamienta de un capitalismo en declive, tenden- clas que se pusiecon tan fuertemente de manifesto en el perfodo de entreguerra La inflacién del crédito ha desempeiado una doble funciéa para estimular el largo boom de la posguerra, Ha creado un mer- feado de amplia extension que, en el caso del pais capitaista dec- siv0 (EEUU), absorbe una proporeion significatva de las ventas to- tales de dos sectores clave de la produceién: automoviles y vivien das. Un asombroso exponente de esta edificutad de realizaciSn» del plusvalor, para usar la expresida marxista, puede verse em el he- cho de que mientras el total de [a deuda privada acumulada en EEUU supuso un 75 % de la renta nacional en 1945, en 1956 canz6 el 100 %, en 1970 el 150 %, y en 1980 se stuard cerca del 175 % © Ang insite ca qu I iacin sve prs cancels is concsone stn cada flow spss] cel teen dels produc por i cect een o- {focal de or taojedorese, Toward a theory of plait en, New Lf Re- von, 197 pp. 3 ‘OTR Agta, 0, ata 5 del apis), yp. 25-6297. 2022, Andre Cues Hanky cus mundi, Baelo, Brags 97158, 2 vas 5 et leo i ne eer nc io 0 arial, que oda larga expania de 1940481968 de ninguna manera puede comparase a et tics ons agus expansive el CSptatomo acendent? Por sapecsto que no Cuando os Keynesanoy, ta fuerte cepresenados en Ccamorige,y Tos pics hberal-prpustsy labors reform tasrque singin on ellos, senlan orgullosament fo lopro= del ‘Sima dunt a onda expamsva, tienen favor un pnt teqable, Nae puede cuestlonar seramente que Se pod un te- tmcndo sao alas ea fa produccion materia (jn 31 a ro- ocalg de ama bisnesanececaros y ocvos), que ment nifeavamente a productviad de abso, quel nivel de empleo {uc aiguieavemente mas elevado en los pases peri que tm eiperiodo de entregeras, qe el el devia dela masa de ta pobfacon de Occitentesumert considerablement, que much scar sce portant tessa were opto soil (por ejemplo, el servic nacional ge asenia me- Sct cn Gran Bete, ts gneraeacin dele vacctones pages ‘os estemas de sguidad soil en a ayoria dees pies pe Jus) pteron por elo ser conguistadse pot fos eabsacores Y's Tawa de le pobacon de lo ates olmialsy semicolon Is no se beneicavon de eas reforms, se pucde scalar que 3u ‘Sstenia no fos certameate ms felon los Bos vine 9 ina, Sando habia un desempleo masvo en Oesidente “Ast cs, onda aga expan de a powgerr es una onda realy no fica ss aptcan eteros mast (es des, matrar fst) pra vlorra prosuccon marl, roductiad el abs jo. enprtacones mutes Hubo un fete eecineno dela ro- Shuccidn mms, Hubo ona fee expansion del meteado mind Some resultado de un acens dela ata media Je ganancia¥ del Sobsiguent scons de la acumulacon de capital. fancion a inflaton penmanente no consis en roduc ete acoso (ko nomenos monearos por slos ne fo trian ora): 5 fun {i fe remota o reir dant odo un period as contac Sones iherentes Ta expansion es dei, reongaia en el emp Y posponct el momen en que ests ontadcsiones etalaan, Der Spiegel, 2 de forero de 197, n Emest Mandel dando lugar a una aguda crisis de rentabilidad y a una grave criss de sobreproduccién). En este sentido, la intlacién (es decir, la in. | flacion erediticia) desempesis exactamente el mismo papel en ef |, marco del tiempo de duracin de la onda larga que el que Marx atsi- | uia al erédito dentro del cielo industrial o comercial {Sil sistema creditco aparece come palancs principal de fa sobrepredae- ‘ion y de Ia siperespeculaci en ef comercio, elo solo ccurre porgue en | ste caso se fuerza hasta su limite extrem el proceso de la reproduelon, clistico por su naturalez, y porque se lo fuerza cause de que una gran pare del capital socal resulta empleado por los no propictatis del mis: ‘mo, quienes en consecuencia ponen manos a la obra de una manera toa. mente diferente 1 como lo have el propetario que evalia temerosarnente tos limites de su capital privado, en la medida en que acta perso ralmente ‘Cuando Von Hayek y la Escuela de Viena exclaman «Ya os lo de- ciamos!», reiriéndose a las inevitables secuelas acumulativas a lars go plazo de una «moderada» inflacion permanente *, son incapas ‘es de responder a una objecién obvia: su propia medicina para Si Petar el crac de 1929-1932 fall6, y no surtié efecto en ninguna par te, Las téenicas moderaclamente inflacionistas al menos lograron su perar el crac temporalmente para dat ugar a un cuarto de siglo de crecimiento acelerado, Entonces, {emo se produjo el siguiente punto de inflexién? Por qué fue la inflacidn incapaz de remontar indefinidamente las ‘ontradicciones internas de la expansién eaptalista? ;Cules fueron exactamente las contradicciones econsmicas que determinaron el fi- nal de la onda larga expansiva de 1940/48-1968? En primer lugar, a lo largo de toda la onda larga expansiva con linus afirmindose una de las leyes hisicas de movimiento del mo: Jo de produccion capitalsta. Hubo un continuo ineremento de la ‘composicién orgénica del capital Somos perfectamente conscientes de que éste es un punto muy controvertido entre los economistas, especialmente (pero no exclu sivamente) entre los economistas no marxistas, No tenemos ningtin 2 Nuestra propia auc de K. Mara, Da: Kepl, Ben, 1969, com, 45 (MarsEngee Werk, wo 2) [2 capa ab ces ot wl fp 98) Ua tucutantologis de estas advertise la sums Von Heyck “ger by the al, Lanes, 972 Vise tab lasqars Ruel, The money 6 of ie Nae Nera Yok 192 El pedo monte se Os alone, Deg ‘Las ondas largas del desarrolio capitalist B Feparo en reconocer que este incremento de la composicion orgé- nica del capital fue menos pronunciado, particularmente durante la primera parte de la onda larga expansiva, de lo que se sepuiria de a misma definicion de la tercera fevolucién tecnolégica (es decir, de la semiautomatizacin). No hay que olvidar que, dentro del mar 9 de los conceptos analiticos de! marxismo, la susitucin paramen- (e fisica de la mano de obra por maquinas (una de las caracterist- cas generales de la industrializacién captalsta, especialmente en su lta fase, la semiautomatizacion) no es un indicador correcto del ‘crecimiento de la composicisn orgénica del capital. Este concepto ‘se refiere a relaciones de valor (vinculadas a relaciones técnicemen- te predeterminadas), no a cantidades fisias. demas, no se refiere al valor del equipo en comparacién con la partida de los slariosin- ‘dustriales (capital variable), sino al precio del equipo uiizado, mas los costes de lus materias'primas y la enersia, dividido por los salarios. tra diftcultad estriba en el hecho de que, desde el punto de vis ta de la teoria econémica marxista,sélo deben considerarse 1s st Tatios de Ios trabajadores productives, no la partida nacional de los salarios. Una verificacion estadistica del incremento de [a compo- siciGn orgénica dl capital es, por consiguiente, imposible sobre na base global, partiendo del rwB. Es mds facil verificaslo utlzando las estadisticas de la industria considerada como un todo, y mas fé- «il todavia utlizando estadisticas separadas para cada una de las principales ramas de la industria En El capitalismo tardio lanzamos a nuestros colegas un reto al due todavia no se han dignado responder. Que quienes nicgan la validez de la tendencia al incremento de la composicion ongénica del capital nombren una sola rama de la industria en la que los cos- {es del trabajo constituyan hoy una proporcién mas elevada de fos costes totales que hace setentay cinco, cineuenta o cuarenta alos. Serd diffil encontrar un ejemplo de exa indole, y mas ain desea. bir una tendencia general en ese sentido. Porgue, zqué es la so- miautomatizacién sino un progreso técnico orientado al ahorro de fuerza de trabajo? * * Algunos mansistus, como Robert Rowthorn, hacen bein et x macién de iererento dea componiinoginea dl cpa Maree cpt, Hv expectmente ena capital wn oinainente no mca, subrayo el eco de oe el capital variate ao so eure ls slarion dels trasjdones ruses, sin tambo sali del staat sls, near ara el po ” Ernest Mandel Recientemente se han publicado dos informes relacionados con el futuro de la produccion de biones de equipo para la industria te lefGnica y de telecomunicaciones en Francia. En ambos se indica que, para producir la siguiente generacin de centrales telefnicas, se necesitaré un 50 % de horas de trabajo menos si las nuevas een- tales son semielectrSnicas y un 80 % de horas de trabajo menos si las nuevas contrales son totalmente electrénicas “. En EEUU se barajaban recientemente cifras similares para la misma industria. “Tales cambios se han producido y siguen produciéndose en cada ra ‘ma particular de la industria una vez que la tereera revolucién tec roldgica se ha abiesto paso. ¥ en estas ramas, para que la compo- sicidn orgénica del capital no se alterase, 0 bien el salario real por hhora tendria que dablarse o quintuplicarse en el espacio de pocos anos, 0 bien una subida menos fuerte de los sularios (quiza de un 50/0 un 100 %), durante el mismo periodo de tiempo, tendria que jr acompatada de una caida absoluta de ls costes reales de las ma- terias primas y del nuevo equipamiento, caida que oscilaria entre €1 25 y el 40 % em el caso de que se parta, desde el inicio, de una sdcterminada proporcin de los costes del trabajo con relacin alos ‘eastes totales. Obviamente tales supuestos son totalmente irreales {yn se corresponden con nada de lo que ha Venido sueediendo e {ualquier rama real de la industria durante los sltimos diez a quin- ‘ce ailos, por no hablar de To que va a suceder en los proximos diez ‘ais, Para ilustrarlo con wn ejemplo, consideremos Ia industria de semiconductores. A finales de la década de 1960 los circuitos im- presos en miniatura (chips), todavia bastante costosos, podian fa- bricarse en una planta cuyo coste ascendia a? millones de délares, pero hoy se requieren 50 millones de dslares para constuir una f&- brica capaz de vender los cieuitos impresos en miniatura, actual- ‘mente baratos, a un nivel minimo de rentabilidad * ‘ean productva ens conjonto, ahyendo enzo, te, Esto exerts) com nues tue concegte oe noses del tale come parte oe los costes de produ lotr n> alinos a ot cs. Pero Mars jomis apc a ncn de taboo elect ‘ou fuce eer de a produc, par ino nts ous, es Scares del comer, des fneorarin pubs, etc, on el conepte de =e Dia aisle. Mantovo Ia stinson etre tabjo produc y tala sprog {v0 aT ago de os Wes bor de capi aungue co gras odiccines en leetoes de demaracgn ene ambos. Por congue, munca daa extender Que ‘sre una Went ene el cpa varale spare maine de Tos sso (lots aan, +e Te Mond, 1 de ctu de 1978 sheraleeonie: 3 sures, Dh Econom, 24, 18D ‘Las ondas largas del desarrollo capitalista 15 En segundo luger, como sefalamos antes, las condiciones espe- cifias propias del comienzo de una revoluctén teenolégica, de la puesta en marcha de nuevas ramasindustrales que garantizan enor- mes rentas (superganancias) teenoldgicas alas empresas més im portantes, deseparecen paulatinamente a medida que la eevelucion tecnoldgica comienza a generalzarse. Generalmente cl paso de una ‘onda larga expansiva a una onda larga de estancamiento Va asoc do, en la historia del capitalismo, a tales cambios desde La intro- (es decir, en altima instencia, de a:b trario), como lo hay evidentemente en las famosas tendencias a lar- {0 plazo de Kuznets, Representan realidades histicas, cegmentos de Ia historia global del modo de produccién capitalsta que poscen ‘unos raspos claramente dstintivos. Por esa misma razén son ve di racion jregular ' La explicacién marxista de estas ondaslargas con- Sere la realidad histriea de la onda larga un earécterintegrado total» ? a través de su peculiar mezcia de os factores econdmicos endégenos, los cambios wambientales» exdgenos y la forma en que son mediatizados por los procesos socioeconémioos (es deci, los ‘cambios perisdicos en el equilibrio general entre las fuer2as de ela- se y la correlacién intercapitaista de fuerzas, los resultados de las uerrasy las Iuchas de clases mais importantes). Podemos encontrar una confirmacion extraordinatia de esta «to- talidads histérica de las onda largas en la correlacin entre una se- rie de tendencias ideoldgicas predominantes (predominantes al me- nos dentro del marco de la ideologia burguest) y las tendencias ge- nerales del desarrollo econémico reflejadas através de un determi nado prisma, “Dunc is ds nas déeadas hemos estado deseo un campo de sumiaado dina d seas, vedo ordenadores ps sult compet: nent de stemascompljs. Deseo qu Interact entre store econ Smidovesysectres de biencs de xuipo paste producr ana prolongs fu ‘dae In Actividad econSea aus aa ene lor crea clas toe sata Io Jy Forestr,entrevien en In rvs Fone U6 de enero de 1978 nk ota Wright cb. ct (ooa9 de pat 1) pp. 1 a Emest Mandel {No es sorprendente el predominio del credo del «optimismo del crecimiento», del «pleno empleo garantizado» y de la eraciona- lidad tecnolégica» durante todo el periodo de crecimiento econé: rico acelerado de 1948-1968, tanto en el 4mbito de la economia y sociologia académicas como entre los consejeros econdmicos y los artfices de las pollticas economicas? Y cuando se pasé de una on- ‘da larga expansiva a una onda larga depresiva a0 es una coinci- ‘dencia asombrosa que de repente surgieran tantos profetas del jui- cio final y del «crecimiento cero»? ‘Aunque estamos dispuestos a conceder una gran importancia a las opiniones de nuestros doctos colegas encargados de aconsejar @ los diversos gobiernos de los paises imperialistas, lo que desde lue- 20 no podemos hacer es exagerar su papel en la aparicién de unos pntos de inflexién decisivos para el desarrollo econémico y para fas tendenciat de la producsion industrial y de las exportaciones ‘munis, Pr ese motivo legumes a La condusn de gue fae el 0 de una onda larga expansiva a una onda larga depresiva lo fue, en alima instanca,deternins el paso dela proridad keyno- stana del pleno empleo @ la priotidad monctarsta de combatir Ia in- flacién, No fue la doctrina econémica predominante lo que cambio la realidad econdmica, Fue ef cambio de la realidad economica to {_ que eambié fa doctrina econémica predominant. Pero, de nuevo, para comprender el caricter total integrado de las ondas largas es necesario inelur los imperativos de la Iucha de clases como los mediadores mds importantes entre las tendencias bsicas del desarrollo econdmico y las tendencias basicas dela ideo- logia econdmica y sociopolitia. ‘La general aceptacign de las ideas Keynesianas y neokeynesia- ras durante el perfodo posterior aa segunda guerra mundial ex~ ‘preso tanto una cirta valoracién por parte de la clase capitalista de la correlacién de fuerzas sociopoliticas entre capital y trabajo como tuna cierta prediccion por parte de esa misma clase de las posibili- ‘dades de expansion del sistema, Dentro del marco de un erecimicn- to econdmico a largo plazo superior a la media, una politica de ple- no emplco, aunque fuera moderadamente inflacionista, no altera- fia la stuaci6n (¢8 decir, no amenazaria bésicamente las ganancias capitalistas)* ¥ Const, por upset, no negamosel pope ceva que las paspmancas mo- opatian, debts dee capa de os monopalios prs poner pesos sa Las ondas largas del desarrollo capltalista a El cambio de la actitud de la economia acedémica hacia la con- trarrevolucion antikeynesiana no fue tanto un reconomiento tardio de las amenazas a largo plazo de {a inflacién permanente. Estas famenazas ya eran bien conocidas mucho aates de que el keynesia. rismo perdiera su hegemonia entre los consejeros econdmicos de los gobiernos burgueses y reformistas. Ni siquiera fue esencialmen. te un resultado de la inevitable aceleracién dela inflaion, aunque indudablemente esta aceleracidn coment a provocar reacciones de ppanico a principios de la década de 1970 entre tebiods y précticas e la economia capitalsta. Fue exencialmente un producto de sn cambio basico en las prioridades de la lucha de clases de la clase capitate, Durante una onda larga expansiva, en unas condiciones de 14 pido crecimiento econdmico y deteriora bisico de la correlacion de Suereas internacional en detrimenta del capitalismo mundial, la prioridad para la clase capitalista fue comprar ala clase obrera me- diante reformas, entre las cuales las poitcas de pleno empleo y se. ‘guridad social desempefaron un papel clave. La propia expansién ‘econdmica creé las condiciones materiales en las cuales el sistema ppodia en general suministrar estas prestaciones. ero cuando pasamos de una onda larga expensiva a una onda larga depresiva, ya no es posible asegurar el pleno empleo, erradic car la pobreza, ampliar la seguridad socil, asegurar un incremento sostenido (auque modesto) de los ingresos reales para los asalaria dos. Llegados a este punto, la lucha por restablecer la tasa de pa. nancia mediante un fuerte ascenso dela tasa de plusvalor (es dest, de la tsa de explotacidn de la clase obrera) se transforma en la prio. ridad suprema, La econtrarrevoluci6n antikeinesianay de los monetaristas en el AAmbito de la economia académica no es sino la expresion ideolbg- «a de este cambio de prioridades. Sin el establecimientoa largo pla. 20 del desempleo estructural erénico, sin el restablecimiento. del «sentido de la responsabilidad individual» (es decir, sin serion fe- cortes en las prestaciones de la seguridad social y de los servicios mina 2 os setts que domine, ho detempedado desde 140 en I inl Sin pmecc. eo sino tes menptnrncpl nets (cei ana etroinac ples credticnd stem Donato) 9 apaya seh {ice Estado ylov Canon enrles pret en pic lo que pests ion iene a psn «rg se tos pc imu 88 Emest Mandel sociale), sin una politica de austeridad generalizada (es decir, con festancamiento caida de fos salarios reales) no puede darse un acu ‘ado y rpido restablecimiento dela casa de ganancia: 6a es la nue va teoria econémica *. No hay nada de sciemtifico> en ella, pero hay mucho que responde a as necesidades inmediatas y a largo pla- ‘zo de la dase capitalista, a pesar de todas las referencias a la cien cia objetiva El profesor Heilbroner observ6 que entre los capitalists se da- tba una alternancia ritmica a largo plazo entre euforia y desespers cidn *, Desde nuestro punto de vista, ésta es obviamente una con- ‘secuencia, y no una ealsa, del paso de una onda lorga expansiva a tuna onda larga depresiva, Pero podemos observar una correspon- dencia similar entre el paso de una onda larga a otra, por una par te, y el dima ideolégico general, en absoluto limitado a Ia econo- mia, por otra parte. ‘Durante el periodo de entreguerras, con su tipico clima de es- tancamiento, y bajo el impacto de la primera guerra mundial y la revoluci6n risa, hubo Una orientacion general hacia lo irracional y {To mistico entre los intelectuales de muchos patses imperialists, e- peciaimente en Europa continental y Japon (esta tendencia fue me- fos pronunciada, aunque en modo alguno estuvo ausente, en fos palses anglosajones). Esto contrastaba profundamente con el clima {Ge fe optimista en el racionalismo, en las ciencias naturales y en el progreso humano que prevalocié on el periodo anterior a la prime= ‘ guerra mundial. De hecho, on la mayoria de los paises eutopeos yy en Japén, las doctrinas fascstas fascistoides conquistaron una ‘posicign hegeménica entre los estudiantes universiarios, e incluso entre los profesores universitarios, mucho antes de que el fascismo conquistata el poder politico. 7 Valvemos iia un it lant profesor Huey Zohan ge ya eo cs ca The second sump oa respuesta fn ncn] depend (~.) tg pa oe la vounad dei sored de aunonar el Estado del inestie: De ‘oun goto Ge 199, El profesor Jacquet Chevalier aie (Proj, marao de 9) cau aso tlan Elin el Estado de ence gue ene plano 0 at.) clestaean de sodanad sd avr de or eatos spores debe ‘er sadon ‘ober, Hstroner, Beyond bam ond era, Nueva York, 17. sta plcain pola de I one Ieee cr snlog tI peopuesta po l profesor Sein Duley sa explactnspenerasonal lborade pot Gerd Mensch, ob Si taota el capita’), p. 4 lr ston we comporan como sts scl pe m0 ‘Smo padre, cn Io gue, de pada, se tata de exis l lapan de notes ‘ow de oon lrg tcetvas por Ia edad de dos peneraions sucess Las ondas largas del desarrollo capialista » Durante ef periodo de 1948-1968 se produjo una fuerte inver- sin de esta tendencia, A pesar de las tremendas eatéstrofes que ha- bia presenciado Ja humanidad en los afos anteriores (Hitler y Sta- Jin, Auschwitz ¢ Hiroshima), de nuevo prevaleci6 un clima de op- timismo, de fe en las ciencias naturales, de creencia en un creci- Imiento econémico més o menos ilimitado que conducria también 8 un progreso humano mais o menos ilimitado. En este clima, las fuerzts dela derecha y de la extrema derecha sufrieron en todas par- tes um retroceso a nivel universtario. Y una combinacién de facto- res historicns dio a la generacién estudiantil de finales de los afios sesenta Un impulso izquierdista y promarxista excepcional y mas Yo, sin paralelo en la historia de la universidad burguesa ‘Al producirse el paso do una onda larga expansiva a una onda larga de estancamiento, todo volvi6 a cambiar. Los «nuevos filéso- fose franceses no son sino un ejemplo de una vuelta mas generall- zaula al escepticismo, la irracionalidad y el misticismo que de nuevo prevalecen en muchos cirulos intelectual. Esto en modo alguno ‘queda circunscritoa la xfranja lundtica». Al contrario,esté en mar- cha una poderosa ofensiva para que el darwinismo social, la socio- biologia y le justificacion «cientifica» del racismo y de la desiguat- dad social vuelvan a recobrar respetabilidad en los crculos acadé ‘micos, Esa ofensiva echa al mismo tiempo hondas races en los cir ‘culos internos de los partidos dominantes de Ja burguesia, en los ‘conservadores e incluso en los eliberal-conservadores»°. Esta ten dencia va acompariada de un ascenso no menos marcado de las ten- ddencias irracionales, que desprecian y degradan al hombre en la ‘esubcultura popular», de las Cuales la astrologiay la demonologia fno son sino. dos ejemplos ilustratives 7, muy similares a lo que 7 iro tunes Le Monde, a pes de su poscion seminal, eta wemigo slarmado pr la penttasin en coos ofes det partido gubernmentl get ‘Sano del pope vases (Groupemeat de Recherches to Etade pour a Cision Enropéeant), ue defindeabicrtaente uns sete de temas traitors ae trem doce festa (o sees anbineatarsmo, osaldad bets et Estado tea secaae no slo del mars, sino tamblen de I rain deo fu oneniale, ete Para un boenerudin de Ones ytd sus npiccones, vest The New Yor Review of Books, 2 de eneo se 198, ¥ Thos Shean, Par Montes ard pthc, 135 "in manfesacon ms en traders dl crecimiento de et tendenda 30 inant despecin hacia sis enzo oa esbeuaras pal fe ‘nto tito (nilons de cots y milons de expetaderes en todo cl indo es faa) de oye pelcls Damier, eyo ten emt, rednio as emer

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