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ASPECTOS SOCIALES DEL DESARROLLO RURAL EN LA PAMPA HUMEDA ARGENTINA * DANIEL SLUTZKY INTRODUCCION Desde que los planes de reforma agraria dejaron de ser re- comendacién de los especialistas y se incorporaron a la plata- forma de la mayoria de los partidos politicos, se han multiplica- do en América Latina los estudios que tienen que ver con los obstaculos al aumento de la preduccién agropecuaria, particu- larmente aquellos relacionados con los Ilamados obstaéculos ins- titucionales 0 sociales al cambio en zonas rurales. Presupuesto basico de estos estudios es que factores tales como la excesiva concentracién de la propiedad de la tierra, la polarizacién del sistema de clases rurales, la escasa movilidad social, eteétera, constituyen obstéculos insalvables al aumento de la preductividad agraria y a todo intento de modernizacién del sector primario, En nuestro pais, estos estudios sobre los aspectos sociales del desarrollo agrario tienen una rica tradicién. Historiadores, econo- mistas y socidlogos se han interesado por Ia forma de apropia- cidn de la tierra, de la organizacién de la produccién agraria, de la colonizacién, de Ja estructura social rural, y otros tépicos si- mileres, Estos trabajos tienen, a nuestro entender, dos caracteris- ticas basicas: a) se han ocupado casi con exclusividad de la es- tructura agraria de la zona pampeana, dojando de lado el resto del pais; b) han analizado, basicamente, el periodo de gran ex- ‘* Trabajo realizado con ayuda de une beca otorgada por la Universidad de Buenos Aires én #1 afo 1968. El autor agradece al profesor Toreusto Di Tella sus de la Investigacion y ot profesor comentarios a una version preliminar @e este pansion agricolaganadero —iniciade con la apropiacién mismi Ja tierra—, descuidando los cambios contemporaneos, sobre | aquellos que acontecen a partir de la gran depresién de 1930. to es valido particularmente en lo que hace a la ausencia de tudios sobre la evolucion de la propiedad de la tierra y d estratificacién social rural en loz dltimos treinta afios, El presente trabajo no escapa de ninguna mancra a esta dicién, en el sentido de que también estd circunscrito a aqy zona geografica que produce el grueso de las exportaciones gentinas, es decir, la zona pampeana, y mas especificament: pampa himeda. Por razones de tiempo y de accesibilidad d informacién hemos tomsda come representativas de esta zor Jas provincias de Buenos Aires y Samta Fe, con la sola excep, de los tres departamentos chaquefios de esta Gltima —Gral. C gado, § de Julio y Vera—; pero en rigor, la zona geografica determinada coincide imperfectamente con les limites de la p pa hameda. Esta regién ha experimentado, en las ultimas tres déca una serie de cambios en la organizacién de Ja produccién agr y en su estructura social; en estas paginas analizaremos algu aspectos de este proceso, prineipalmente las transfermaciones la tenencia de la tierra y sus repercusiones sobre el sistema clases de la sociedad rural y sobre la emigraciém rural. He centrado nuestro andlisis en un periode de veinte amos, tenie como punto de partida el censo de 1937, que registra una si! ciGn éptima para analizar cambios posteriores. TENENCIA DE LA TIERRA Y ESTRUCTURA SOCIAL RURAL Uno de los rasgos que caracterizaron, desde su origenes estructura social de la zona pampeana es la existencia de capa de productores no propietarios, fenémeno ligado al tipo desarrollo agricolaganadero de aquélla. El sistema de arrendamiento surgié como una forma de att hacia las zonas rurales mano de obra para la producciém agr la. Este tipo de actividad requiere mayor insumo de fuerza trabajo que la ganaderia,' diferencia que seguramente habré + mas notable en los momentos iniciales del desarrollo agric teniendo en cuenta la escasa mecanizacién vy, sobre todo, el 1 de ganaderia poco intensiva que se realizaba. Se debe recor * Segin fa CEPA en in regién pempeana ta agriculture reaulore en in a lidad AT jornadas snusles por hectéres. mientras que la ganaderia s6lo 3. ademds, que en el momento en que este desarrollo agricola tor auge, la totalidad de la terra Optima para este tipo de activid en la regién pampeana se encontraba ya apropiada y que el tra sito hacia la agricultura lo realizaban los mismos propietarios + desprenderse de sus tierras, es decir, cediendo parte de ellas arriendo. La politica inmigratoria estuve focalizada en la inci poracién de trabajadores a las tareus rurales, y el sistema arrendamiento funciondé como incentive para atraer poblacién ¢ tranjera, proveniente, en general, de zonas rurales pobres. La agricultura estuvo principalmente en manos de arren¢ tarios y se desarrollé como complemento de la ganadoria, cui pliendo la funcién de preparar la tierra para, posteriormente, falfarla —la tipica rotacién de lino el primer afio, luego trigo por ultimo lino y alfalfa—, sistema que restituia a la tierra u gran receptividad ganadera. Este sistema de rotacién reforza Ja inestabilidad creada por la reducida duracién de los conti tos de arrendamiento, puesto que aim en el caso en que existic la posibilidad de renovarlos, el arrendatatio tenia que mudarse otro campo dentro de la misma explotacién, para permitir la 1 tacidn antedicha. Y una conseeuencia de esto era que tenia q trasladar la casa y el equipo de trabajo, lo cual frenaba todo i centivo para la construccién de mejoras fijas y de una vivien sdecuada* De esta forma se constituyé uma poblacién semir made de campesinos arrendatarios dedicados principalmente a | tareas agricolas," y que controlaba, a fines de la década del trei ta, mds de la mitad de Jas explotaciones de la zona pampeana, Esta situacion esti reflejada en el cuadro 1, cuyas cif nos permiten realizar la comparacién con el momento actual analizar los cambios ecurridos. Como se ve, tomando el total ambas provincias, los arrendatarios exclusivos —sin tener en cue ta las formas mixtas de tenencia— controlaban, en 1947, alre¢c dor del 50 % de las explotaciones y el 40 % aproximadamen de la superficie, mientras que los propietaries, que dirigian el por ciento de las explotaciones, tenian bajo su dominio el 37 de la superficie, lo que indica que sus propiedades eran de tar fio mayor que el promedio, una carscterizactin de in situaclin del arrendatarle & comiensos de Giese dle 1580 7 les comdicions: de sus contratnn, wénse Cam. C Tartan, Funai | f2 Arpenting, Lowisuna State University Presi, 1948, cap. VITL = Aun el censo de 197 refieia oi predominio de jus arrendatasios en la p Gucsida sericola; asi, por ejemplo, en la provincia de Santa Fe se puede comprol Que pera cae oo les Separtamenios de mayor superficie cufllvada tienen wn ma Forsontaje ce expioimctones a cargo de arrendatarins (eneficiente de correineiéa Spearman ze = 021) CUADRO 1 as sepia risen de temenein de ln Geren, 1 Santa Pe Gem comjania). 19-290 * nt u 4 wos Bane BL Mh ison sda meta at ne Lm Wot ht seece ecole WT ‘ann seed 190.10 mm o Q 8 r g o 3 2 ag d e 5 olf | q=2°4 Em ASPECTOS SOCIALES D™L DESAMROLLO RURAL Si comparamos ahora la situacion registrada en 1947 actual podemos observar que, a pesar de los problemas brimiento y categorizacién de los censos,* ha descendido mente el numero de explotaciones y la superficie bajo ¢ miento, y ha aumentade la correspondiente a los prop Esta tendencia hacia Ia disminucién del arrendamiento qu serva en el periodo intercensal se produce en todo el ps exploteciones arrendadas disminuyen en cerca del 55 4 pecto 2 1947, y las de Ios propietarios aumentan en un pero adquiere una relevancia singular en La zona pampear to que en ella la disminucién en términos absolutos es sig vamente mayor que en las zonas restantes. iE] aumento del namero de explotaciones en propie nifica que éstas fueron adquiridas por los antiguos arrem constituyéndose asi una clase media estable de pequenio dianos propictarios rurales? Si bien no se han hecho est: pecificos en este sentido,> algunos afirman que, en e/ prarroga indefinida de los econtrates de arrendamiento - camente desde 1942 hasta nuestros dias— y ls eangelaci jacidn oficial del precio de los mismos hicieron que el 1 Tio, ante la imposibilidad de recuperar sus tierras y ant minucién constante de la renta —debide tanto a la con del precio como a la inflacién—, decidiera venderla al tario en condiciones altamente favorables para éste. Si bien esta interpretacion es en parte correcta, nos tentaremos demostrar que existen argumentos que nos | afirmar que también ha ceurrido el fendmeno inverse, que muchos antigues arrendatarios han abandonado la ein o han sido desalojados para dar lugar a la reconstit unidades de mayor dimensién on manos de Tos propiet: ginales, y que esos cambios en la tenencia no significan guna manera el afisnzamiento de una capa media rura En primer Iugar, si la gran mayoria de los antigue datarios hubiera adquirido sus tierras, «el censo mostrar 1947 y 1960, un aumento del mimero de explotaciones er + Loe pi Algtictoe a que = Seven’ discakaaey ac pieaeiaan God! can eautasiviaad x la’ peeviects ‘Aires. F Uns taesiciie reciente le constitys al trabajo de Bostane Carma J evaluciée te ts Deqhefia Propiedad eampecina en la parnpa seca argentina Ho Zcomvmica, vol. & mt Zi, sbrii-junia ised pag. 57 dad proporcional al descenso del niimere de explotaciones ar dadas; sin embargo, como se ve en el cuadro 1, el aumente términos absolutes, de las explotaciones en propiedad fue m al descenso, también en términos absolutos, correspondien arrendatarios, Mas aim, dijimos que existié una tendencia reconstituciém de grandes unidades, fendmeno que se evide en ambas provincias simulténeamente, en el aumento del tan medio de las explotaciones de los propietarios exclusives, mas acentuadamente en la provincia de Buenos Aires, pue ella la superficie de las umidades con ese régimen de tene PpasG de 258 a 281 heetareas en el periodo intercensal mencior ‘Una hipétesis del cambio considerado puede expresarse de 1 guiente forma: ol dejar los arrendataries el campo que oc ban, estas superficies han vuelto nuevamente a manos de propietarios, reconstituyéndose asi la explotacién anterio) arrendamiento; no se formaron nuevas unidades de explote y. en consecuencia, auments el tamaho promedio de la pri dad. En segundo lugar, si la mayoria de los arrendatarios bieran adquirido la propiedad, hubiese sido posible esperar lo que llamamos clase media rural, definida en forma am] permaneciera constante o aumentara, pero de ninguna ma disminuyese. Como se observa en el cuadro 2, la poblacién tiva del sector primario descendié en todo el pais en un 4! en el periodo 1937/60; esta tendencia no se da con igual int dad en todas las regiones, pero si es muy marcada en la pampeana, donde las provincias de Buenos Aires y Santis absorben el 51 % de la disminucién de la poblacién activa maria del pais. Esta disminucién absoluta de Ja poblacién activa prin tiene que ver, en parte, con los factores institucionales que tan la capacidad de ocupacién en ese sector, pero también los cambios ocurridos a nivel de la organizaciGn de la pre cién. En efecto, tomando el caso de la zona pampeana, ex. por lo menos dos fenémenos que deben tenerse en cuenta explicar la disminucién de la poblacion activa: a) el pasaj actividades mds intensivas —en cuanto al insumo de trabs a otras menos intensivas, con la consiguiente disminucién ¢ empleo de mano de obra, Esta transforimacién en el uso de le * La clase media rural que detinimes aqui esta constituida por le aus tos ¢ Awropecunrics de 1517 y 1800 clasifiean camo “praducteres y femsleres” y qu eeepande 9 log Jafes de explotecion, tante propietarios come arrendatarion, rra en la regién pampeana es dréstica si observamos que & y 1960 la superficie con cultives para cosecha —que impl mayor absorcién de mano de obra— se reduce del 27 % del total, noténdose un aumento de la superficie ganader dad menos intensiva; y b) se ha producido una mecani: Jas tareas agricolas que ha Nevado también a una liber mano de obra. Asi, por ejemplo, tomando el caso de las vineias estudiadas, el niimero de tractores aumenté de 55.000 entre 1947 y 1960. También se mecanizaron las | cosecha de ciertos cereales (por ejemplo, maiz), lo que ¢ una gran disminucién de los asalariados transitorios y a cién de las migraciones estacionales, Esta tecnificacién ¢ reas agropecuarias fue consecuencia, entre otros factore salarios mas altos que pagaban las industrias urbanas, vocaban asi una huida de la poblacién rural hacia las ‘el campo apelé entonces a Ia tecnificacién para com pérdida de esa mano de obra. CUADRO 2 Poblacién activa en tareas agropecuarian 1937-1860" ‘Totat det pate uene vse 987 1900 ost 954.481 601.061 319.802 «117.928 212.582 212-304 Productores y familiares Personal ajeno fijo Personal ajeno transitotic Total de Ia poblacién activa agropecuaria 2.439.240 1.486.845 831.201 = Pars embos senses, in estegorizacién del perronal emplenda en ta cusrins es comparable salve en el caso de los trinsiterios, detide ai nt ff cence de ise) registré aolamemte a Iag personas que trabajaron en la en la semana anterior a la techa de relevamiento (30-000) 3. dada tae Se ine actividedes sericnlss, lar cifras de este Gitmo eens estén suber #0 algunas Jurieticctoner ne celncidié con Ia epoca de pena ccupaciéin. Gel congo de 1897 se presume que se consider a Ing personas que trabald af Ao agricola y no 86lo on Is semana del cons. El CONADE estiné qu Ge trensitorios No registrados ssciende para todo el pals a MB0G (vier! ée obra del sector agrosecuario™. I9H1. En Santa Fe, por ejemplo. 1 mae grande en eusnio al mimer de transitorics consignados entre 1937/00 nie los departanentos iia agricola: —mayor actividad extactanel— Fo afects a los que en of censo oon clasificados camo “productores ¥ 3 = los “ajenos sos", Gedo que Gstos tenen estabilidad en 18 expiotst Quieres sea el monvente censal no habria mnucha diferencia en cuanto a Se puede csnsiderar que. por definielén, ex personal que se encuentrs ecupado on Ia empletacién, Fuente: Ceno Naclorat Agropecusrio 19%, Moonemia Mural, 1 parte, Ct Agropecuario 1960, t. 1 Teniendo en cuenta lo dicho hasta aqui con respecto causas de la disminucién de la poblacién activa agropecua Ja zona pampeana, analizaremos con mas detenimiento ¢ dro 2 Alli observamos que el descenso de dicha poblaci Buenos Aires y Santa Fe, no es hamogéneo, es decir, no = duce con igual intensidad en todas las categorins ocupacic si excluimos de la comparacién al personal transitorio, 5 razones dadas al comentar el cuadro, el hecho mas signif a sefialar es la gran disminucién observeda en la categorie ductores y familiares” que, como hemos indicado, incluy clase media rural. Si bien el cambio de actividades intensiv otras de tipo extensive (ganaderas) Mevaria, en cuanto a lizacién de mano de obra, a una reduccién de Ja poblacién primaria —reduccién reforzada, también, por el proceso de nizacion de la produccién—, no se entiende por qué el descenso de la poblacién ecupada se verifica en aquellos # que de algim modo controlan la tierra —como productore pictarics o arrendatarios— y no en los asalariados, que de ser los primeros afectados por tales procesos. En otras pa si en el periodo snalizado los arrendatarios hubieran teni ceso a la propiedad, la clase media rural constituida por fes de explotacién y sus familiares no hubiera disminuido to que el censo estaria registrando siempre a las mismas nas (o a sus descendientes), en un momento categorizada de el punto de vista de la tenencia, como arrendatarios y « como propietarios. Segiin la hipétesis que hemos plante: disminucién de la clase media rural tendria que ver. sobr con las nuevas formas de produccién desarrolladas que Il a una recuperacién de tierras por los propietarios y, por to, a la expulsién de los arrendatarios, Del aniilisis de lL dencias del arrendamiento y de Ja clase media rural, en iodo 1937/60 —cuadro 3—, se puede concluir que aquel nas o departamentos de las provincias de Buenos Aires y Fe que muestran una mayor disminucién de explotaciones dadas, son también las que han experimentado una mayor eién de los sectores medics rurales. Si la mayoria de lo guos arrendatarios se hubieran convertido en propietarios, ces no se registraria una asociacién positive tan alta, m teniendo en cuenta que Ia adquisicién de la tierra operarii freno a la emigracién™ fmm un trabajo reciente Torcuaro Di Trisa, Le teorla del primer tony eracimiants gconémicn, Tratitiuia @ Sociologia de Ia Facultad de Fiosofia Gate Helwecckind del Titra. IR). Hews a la ecncluson noneste eben I CUADRO 3 Coeficientes de correlacién entre Ia disminucién del nimers de explotaciones arrendadas y de Ia clase media rural en las provinci: Buenos Aires y Santa Fe* Baenos Aire Santa Fe Valor dei cueficiente Valor dei coeticie entre las robs entee les dopartame 0,89 08: Valor del coeficiente Zonas de le provincia de Busnes Aires Agricola del Agricola del Tambera ria Invernada Gran Bu sur norte Aire: 0,88 0,93 0,95 0,85 0,98 0,78 + El coeficiente de correlncién de Spearman se toma entre In diferencia & plotacsones arrendadas entre ios censce de 107) y la diferencia entre in megin rural —“productores y famnlliores"— pars lag mlsmaa fechas. A dite: dm in forma ea que se precentan Jos datos para la pravineis de Santa We, se realiza €) andllsis pot departamento, en Buenos Aires se procedié a extal wonss 9 regiones de clerts hemogeneided, qua engioban varies partides, ¥ 32 ina compara entre i En el caso de Banta Be fue posible trabajar directar ‘con Ios departamenios dade el reducido miamero de les mismos: por otra par pacts también regionalizar esta provincia y amalizar las distintas conan. pe este caso quedarian delimitades, como mdximo, dos zonas (sur y centro), nt Teducido para la validee de los pracedimientes extadisticus que utlizamos. | esa de Buenos Aires, en cambio, #l gran oGmerc de partidos que la intesran indie conreniente agniparios per regiones x, ademas, tenemos un omerg eufh de éétas colle para que los resultados tengan swnificado. Los criterios empl para regtonalisar, ast como log pertidos que integran ia distintas ronas, s¢ en fran en el apen Esto quiere decir que en la zona estudiada no existié proceso masivo de movilidad desde arrendatarios a propieta ¥ que, por el contrario, buena parte de los primeros han de abandonar Ia explotacién agraria y raflicarse en zonas urbs Si bien no existe informacién acerca de la posicién ocupaci aleanzada por los arrendatarios luego de su emigracién, es Gates de personal emplesdo en tareas agropecuarins entre iit y 100, por © entre amnbas fechas, #] total de jefea de explotaciin de tede el pais disminust em 18%. Aqui deben toners en cuenta varies elementos: a) el autor crtage para su argumentacién solo a los jeles de explotacién. mientras nosotros cor ames a log Jefe: y sos familiares: b} entendemos que §= un proceso a mis Plaso y que ya oo 182 estaba bustonte avanzada, por lo Cua) lus diferencias sot ‘Awnificatives Hi se toma como pullio de Dartida el cénso de MIT: c) en el t Rigeclanai® ce angitzan Ips cites para toda @l pais, en donde existon zon, ultives Intensives —vid, algodon, frutales—, que se han desarroliade sobre © partr de 1a década det tents, y en donde #2 asenté una capa de pequel medianos propietarion, contrabalanceanda entonce: 1a tendencia obcervada rons pampeans. sible que, como se yera més adelante, algunos de ellos nezcan alin en tareas agropecuarias, por ejemplo, come cont) Por una cosecha, De esta forma, los cambios ocurridos en ganizacién de la produccién agropecuaria significan una di cién en la importancia de los pequefios campesinos —algtin pietarios, pero sobre todo arrendatarios— que trabajan tier ma con herramientas propias, y su sustitucién por traba; asalariados en explotaciones de mayor dimensiin con ur ciente utilizactén de maquinas, Estas transformaciones consecuencia del grado de desarrollo capitalista que adquie actividades agropecuariss en la zona pampeana, tema sc cual volveremos en el apartado siguiente. En sintesis, lo que se ha querido probar es que la dismi del nGmero de explotaciones arrendadas entre ambos p censales no implica la formacién y establecimiento de uni de medianos propietarios rurales, sino mas bien representa pulsién de los arrendatarios de los predios que ocupaban y ¢ secuencia Ia reconstitucién de grandes unidades de expli operadas con métodos mds capitalistas. CUADRO 4 Nimere de explotaciones segin escala de extensiém. Buenos / y Santa Fe (em conjanto}. 1947-1960 reer cry * xe Hasta 5 has 17.882 10.4 nate Mas de 5-25 has 32.783 19.0 25.502 ‘Mas de 25-100 has 5B444 HO ‘52.350 Mas de 100-200 has 30.187 WS 27.229 Mis de 200-1,000 has 27.109 15,8 27.334 ‘Mas de 1.000-5.000 nas 5.029 29 5.283 ‘Mas de 5.000-10.000 has Siz 03 410 Mas de 10.000 has 14 oa 123, ‘Total 172.142 10,0 149.740 Puente: 1997: IV Censa General de la Nacién, 4 1 MED; Conac Mastonal Agvorscisrie. Bebe tentrse on cuenta que extrictamente ambam cenmos no nem com @ebido. a que ine intervalos d& Ins dacalis de explotuciém tienen limites | est por ejempla la categorizeciin de 1ST dice “de 6 9 10 hag, micntres ago, “mss Ge 6-10 han”. De todas mancras cirwe pare tener una ides genet observarse que el censo de 19d regstm un nimern mance de exploimeions Ge 1987; este, como ya se dijo, purde deberse @ déticiencias en el cubrimien @ al hecho de que en 1900 fueron Gescariacis tocas iat axplowclones de 2 GS has. Ente solo hecho 0 explica las diferencias pues la diuminucion del de exploiacionee me solamente Por otra parte, si se analiza Ja distribucién de las explot: nes rurales, segiin su extehsién, entre 1947-1960 (cuadro 4) - Pesar de los inconvenientes en la comparacién—, se observan Yios hechos que refuerzan nuestra hipétesis: a) una disminu del namero de explotaciones de tamafio menor (hasta 200 1 més pronunciada en términos absolutos que relatives; b) aur to absoluto y porcentual de Ins explotaciones de mayor exter (200-5,000 has); c) pequefia disminucién del namero de exp ciones de mas de 5.000 has. Sein nuestra hipétesis, estos can se pueden interpretar de Ja siguiente manera: si bien exister plotaciones arrendadas de distinta magnitud, éstas tienden a contrarse en las de menor dimensién, o sea que hay una m Propercidn de arrendamientos entre las explotaciones mis pe fias. En efecto, del cruce realizado entre la eseala de explotaci el régimen de tenencia® se desprende que en ambas provit hay entre un 20 % y un 30 % de explotaciones arrendadas ¢ aquellas que tienen menos de 200 has, mientras que ese pore je desciende por debajo del 15 % entre las explotaciones may a esa dimensién. La disminucién de las exploteciones men es decir las de menos de 200 has (entre las cuales pesan las a dadas), puede deberse al hecho de que una vez expulsadoi arrendatarios esas parcelas fueron recuperadas por sus prop rios e incorporadas a una sola explotacién de gran extensién ahi que sea coherente con esta interpretacién el hecho del mento de explotaciones de 200-1.000 y de 1.000-5.000 has. En conclusién, el andlisis de los cambios en la distribt de Iss explotaciones segin tamafio refuerza nuestra hipétes! Ja reconstitucién de grandes unidades de explotacién prodt como consecuencia de la expulsién de los arrendatarios, El mento de inicigeién de este proceso no se puede establecer precisién, pero ya estaba avanzado al comienzo de la décadé cuarenta, y se encuentra claramente caracterizado en un ¢ mento de la época. En efecto, en el afio 1942, y como consec cia del proceso de cencentracién de la tierra, el gobierno ¢ provincia de Buenos Aires trata de combatir el latifundio diante una ley que propon{a establecer un gravamen adicion impuesto inmobiliario de aquellas explotaciones que tuvieran superficie mayor a las 10.000 has y que correspondieran en piedad “a una misma persona de existencia visible o jurid Entre los fundamentos de la ley podemos leer: “En los ilt * Uillizends toe datow de ung muestra gel Conse Agrepecueria @» 1960, In de Soctolngia de la Faculiad de Flosufia y Letras de la Universidad de Buenos tiempos se nota un movimiento regresivo dado que lejos de vidirse la tierra y facilitarse al poblador su compra y su a go al suelo, se estén recenstituyendo grandes latifundios y paréndese extensiones por un numera reducido de propietaric El hecho de los desalojos de colonos, 1a eliminacién de Ia agr tura y Is dedieacidn de ios campos a la ganaderia, con pros dencia del poblador al cual se elimina, no sélo alarma sino crea un problema que debemos afrontar con tiempo antes de se plantee en términos extremos”." El hecho observado de la disminucién de la clase media ral lleva aparejada una polarizacién del perfil de la pirar de estratificacién, es decir, una disminucion de los que cor lan la tierra (propietarios o arrendatarios) y un mayor peso trabajo asalariado; si medimos ese perfil de la pirémide po cociente “Productores y familiares”/“Ajenos fijos”° tenemos siguientes valores: CUADRO 5 ‘Valor del indice: Productores y familiares/Ajencs fijos. 1937 y 19¢ Biwenos Aires Santa Fe Toul él p 1837 4a 58 57 1960 aA aa 3 Gonas dé ta provincia de Bucaos Alves Acricols Agricola Gea ‘Qt sur det morte Tambera Cria—Imvernaga Buenos 1937 BIT 6.60 398 a7e 38a 28 1960 221 372 189 333 2.01 BE Si bien es posible que la exclusién de los trabajadores t sitorios pueda modificar algo los resultados (en la medida en éstos puedan haber menguado como producto de cierta mecar cién), no creemos que pueda alterar el sentido del cambio, es cir, la reduccién de las clases medias rurales y la tendencia r cada hacia la polarizacion entre un pequefio grupo y una | cada vez més amplia, Estariamos en el caso de zonas ruraler cierta desarrollo —por lo menos en términos comparativos co: * Ley contra el latlmagio en ls provineln de Busnoe Aine Funcament, proyecto: Fepreducida nel trabajo de M. o© Qtamacs, EI ruraidms argentin Ateneo, Buenos Aires, 1983, pig. 1 20 Se toma solamente & lot atalsciados {lias pats, como we dijo, los tradi estin subsstimmados en cuanto a su niimera en el cones de 1580. eee ee ps Ja disminucién de los estrates medios rurales, aunque tal te: cia se observa en todo el pais sin distingo de zonas rurales r pobres #, Anslizando con mas detenimiento el cuadro anterior not que la Gnica excepcién a Ja tendencia sefialada lo constitu caso de la zona agraria del Gran Buenos Aires; aqui encont: +1 fendémeno inverso, pues si bien por una parte ha descend! total de la poblacion activa primaria, la mayor disminuci( los asalariados permanentes lleva a la elevacién del vale indice. Esta zona ha experimentado entre los dos momento: sales ol impacto del crecimiento de si misma y de la Capite deral, especializindose en Ia produccién de cierto tipo de pr tos (horticolas y avicolas) que deben localizarse cerea 6 centros de consumo. En diche zona se ha producido, en le iltimas décadas, una continua subdivision de la tierra, pro del avance del drea urbana que, como consecuencia, origin: disminucién del nimero de explotaciones y de la superficie vada. El alto valor de la tierra ocasionado por la cercania de tro de consumo mas importante del pafs obliga a realizar una cultura intensiva en términos del producto por hectdrea. mismo fenémeno hace que se produzca una subdivision ¢ explotaciones y que la gran mayoria de ellas sean de exte reducida pero de gran importancia econémica por el valor produccién#? Sin embargo, Ia existencia y aun el incremen este tipo de explotaciones pequefias en el area del Gran B Aires no puede interpretarse como un desarrollo del minift o Sea, de unidades cuya extensién es insuficiente para en durante todo el afio al productor y su familia y ofreceries w dio de vida adecuado; por el contrario, estas explotactor pesar de su reducida extensiéa, son rentables y de caracter talista debido a la intensidad de uso del capital y del tral nos estA diciendo que utilizar exelusivamente la dimensién & Este tera ha sido estudiado por T. Dr ‘Truta (La teoria dei primer tmp ob. cit), quien muestra quo mientras en lax ronms urha ae tne apirejado un crectminete de las clasee median, em Iai fiém bo se manifieets. Aqui apregariamos que no sélo ex tendencia no somparando zones Turales ricas ¥ pobred en un Mino reumenta, sino que en li Turaies riche —pampesna— se produce la dimminuciée de lax claves medias cu toy Vente mics que hemos considerado. <4 En efecto. ai bien en el periods de 1007-106) desctende el niimera | unidades agrarias en esta zona. hay Un aumenta porcentaal de las explo de reducide famafio —baste § has—, que pasan del 353% al 425 G, mient en sf tots] de ig provincia se verifies ef fenémeno inverse; pur otra parte Ectasidad las expletaciones de hasta 300 has represenian en el Gran Buene et 38.1%, hablendo desaparccido Ing explotaciones de mas de S000 has. explotacién para medir la importancia econémica de ésta un indicador correcto, pues explotaciones de magnitud si pero situadas en zonas distintas, tienen desigual significacid némica, Si medimos la magnitud econémica de la explotac: acuerdo con el mimero de sus asalariados (otro indicador « variable y que nos parece mejor que la extensién de Ia un observaremos diferencias importantes entre explotaciones de dimensién pero de distinta ubicacién: ‘CUADRO 6 Fromedio de asalariados permanentes en las explotactones de ha hectireas de extenslén. 1960 ‘Auiariades permanentea p let explotaciones de masts ‘Total de la prowincia de Buenos Aires 4 Gran Buenos 55 Fuente: Datos elihorados sobre la base de una mwestrn del Ceneo Agro se 160, Como se ve, el Gran Buenos Aires utiliza, en las expli nes de hasta 200 has, el doble de asalariados permanentes Provincia en su conjunto, lo que implica tierras de distinto econémico por su calidad y por la distancia a los centro d sumo. Mientras que en la provincia las explotaciones de t reducido —segiin de qué zona se trate— deben ser consid minifundios (pues, en general, los campesinos que las cor trabajan como asalariados en explotaciones de mayor dimet en las explotaciones de la zona conurbana el trabajo asal es un indicador del grado de desarrollo empresarial y, por lo de su rentabilidad. Este andlisis nos permite enunciar una siciém més general sobre el doble desarrollo operado en cultura: por un lado, crece la dimensién de las explotacion tienen bajos niveles de productividad; por otro lado, ap nuevas unidedes de pequefia superficie dedicadas a cultiv merciales especializados, que se caracterizan por desarrollar lumen extraordinariamente grande de produccién y por « pleo en gran escala del trabajo asalariado. Al desarrollo de explotaciones de reducida dimensiér de gran intensidad en trabajo y capital se debe también el peso de las clases medias rurales que hemos observado, al ¢ tar el cuadro 5, la zona del Gran Buenos Aires. En tan el predominio de explotaciones de reducida dimensién opera e mayoria de las zonas como factor de expulsién de la familia productar —puesto que la unidad no le ofrece plena ocupa todo el aio y, por Io tanto, es insuficiente para la subsistencis la misma—, las explotaciones de reducida dimensién de la 2 conurbana permiten una total absorcién del trabajo familiar forma rentable. LOS FACTORES ECON6MICOS ¥ SOCIALES EN EL DESARRO, AGRARIO DE LA ZONA PAMPEANA Hasta aqui hemos presentado una serie de evidencias avalan nuestra hipétesis de que la disminucién de Ia clase dia rural, en las dos provincias estudiadas, se debe, en los ulti veinte afios, al proceso de desalojo de arrendatarios y a la constitucién de grandes unidades de explotacién en manos de originales propietarios. En este spartado trataremos de ubicar tendencias senaladas dentro de un marco interpretativa mis neral, teniendo en cuenta las medidas econémicas que mis a faron la produecién agraria. Come se dijo antes, a partir de la década de 1940 rigié legislacién que tendia a proteger la situacién del arrendat mediante la prorroga y la congelacién de la renta de la tit Esta legislacién surge como consecuencia del impacto de la | rra sobre la produccién primaria, que limita las exportacione productos agricolas y produce la baja de sus precios. Como m para sclucionar esta situacién, que perjudicaba bisicamente & arrendatarlos debido a que sus explotaciones eran casi exclu: mente agricolas,* se dictaron disposiciones de carficter transit que prorrogaban los plazos de vencimiento y fijaban rebaj: congelamiento de los precios del contrato, a la par que impo restrieciones al 4rea por sembrar. A partir de ese moment hasta nuestros dias, la legislacién agraria se caracterizé po continua prérroga de los plazos de arrendamiento y per ci estabilidad en el precio del mismo debido, principalmente, intervencién del Estado a través del funcionamiento de las maras Paritarias de Conciliacién y Arbitraje Obligatorio. La cepcién transitoria a esta tendencia en la legislacian lo ¢ tituye el denominads “Plan de Transformacién Agraria” (1S “Les contretes de arrendamieate no pesnilina, Rasta 162 dedicar mi mos de la superficie de lz oxplotactn a ta preduccién ginadera y shlo a Ae Moen con suneotisis sements a! 3) (ler T2208/48). que preveia el desalojo del arrendatario si éste no optaba compra de la tierra o no contrataba libremente con el pre rio. En Ja prdctica, el precio exhorbitante fijado por el 5 tario hizo que se concretasen muy pocas operaciones; de ac podemos, sin embargo, inferir que hubo desalojos masivos, F no tenemos informacion al respecto, y porque esta legislacic derogada al aio siguiente y sélo se hicieron efectivos los des en Jos casos en que ya hubiera sentencia firme. Abora bien: el arguments de que la prorroga y estabilid precio del arrendamiento permitid la capitalizacién del ari tario y por lo tanto la posible compra de sus tierras —a) tendencia de los propietarios » desprenderse de tierras que redituaban beneficios— presenta varias objeciones. En prim gar, la estabilidad de Ia renta del suelo beneficiabs —sobr teniendo en cuenta la continua inflacin— a aquellos arrend: que pagaban la renta en dinero, mas no a aquellos otros ( hacfan en especie, es decir, con parte de 1s cosecha; ‘4 en: do lugar, los bajos precios del arrendamiento no han podi fluir mucho en la mayor rentabilidad de la explotacién con ra hacer posible la compra de Ja tierra, puesto que en el to costos de produccién la renta pesa cada vez menos, y enc Jos gastos propios de la produccién —semillas, bolsas, impl tos meeAnicos, salarios del personal contratado, etcétera— una mayor incidencia sobre el costo total! Por otra parte, se deben tener en cuenta los rendimient crecientes producidos por el agotamiento del suelo, debid« ausencia de un adecuado sistema de rotacién. Por eso, para zar la rentabilidad de la explotacién agricola del arrendat para evaluar la posibilidad y aun el incentivo de éste pa: quirir la tierra que trabaja, debemas establecer la relacidr tente entre les precios de venta de los productos agricolas costos de produccién, teniendo en cuenta la estabilidad del del arrendamiento. En este sentido, distintos estudios "* col “Si bien a partir de Ls década de 1940 ln mayoria de ton arrentamien’ pogades en dinero. aguclios que pagaben in renin en especie conailtilan un Importante; en Ia zona cereslganadera, del totsl dw expiotaciones en arrend: Ios que pagaban en especie se distribulan de la siguiente maneta (IMT) Alves, 142%: Sania Fe. 36,7 Cérdoba, 48,1 %); Entre Bios. 31.5%: La Panp “EN nuestro pals. In renta fundiaria © 1 precte del arrendamiesto a # rineipios de la ddeeda de 1690, o1 22% sel corse total cel tr ue alrededor de 1980 ese rubro bsorbia slo 61 5% de ‘Ei desarreite aprario argentino, Hudebs, 1964. pag. 1. ™ Véase entre otros, Rt. Fmcemo, Introduccién uf estedta det problema ergentno, ed. Clase Obrera, Wuures Aires, 1283, page T6-le; 1, Gmaee! "Ls LOMA", en Curios y Conjerencias, val, SOCVI, en sefalar que en el periodo 1942/50 los precios agricolas su! ron continuas bajas, tanto por la politica de fijacién de pre por parte del Estado (que se constituyé en el exclusive com dor de la mayoria de los productos agricolas) como por los tos de produccién, que ascendian constantemente: los salarios, bido a la fuerte competencia de las actividades fabriles cuya sarrollo ejercia gran atraccién sobre los trabajadores rurale: de las méquinas e implementos, debide al sistema camblario puesto. Un estudio de la rentabilidad de la chacra en el periodo 1 50 Ilega ala conelusién de que ésta produce ‘un beneficio neti tal de 800 pesos de 1950 para maiz y 600 pesos de 1950 para g0 © lino, como toda retribucién para el agricultor y su fam Un simple cdleulo demuestra que ese mismo grupo familiar biera obtenide en un centre urbana muchisimo més cen el bajo de tres de sus miembros, y gozaria ademas de comodid no disponibles en la vida rural, vacaciones pagas, indemniza por despido, aguinaldo, jubilacién, eteétera. Todo esto sin « prometer capital ni afrontar mayores responsabilidades. Ante esta situacién, muchos chacareros arrendatarios d zona cerealera remataron sus enseres de trabajo y se refugl en las ciudades, puesto que la prérroga de los arrendamient Ja congelacién del precio de los mismos no era imcentivo ciente como para permanecer en el campo, o también porqu tenian la suficiente capseidad financiern para adquirirlo. Por parte, los propietarios trataron por todes los medios —manic juridicas o indemnizaclones— de recuperar sus campos pare dicarlos integramente a la cria de ganado —cuyo precio er tamente retributive en relacion al de los granos—, 0 para lizar un tipo de agriculture mecanizada, por su propia cuer mediante contratos por uma cosecha. En este sentido, dist fuentes atribuyen gran significacién a los “contratistas” ru que en general poseen un equipo mecdnico importante (semb: ras, trilladoras, tractores, etcétera) y que residen en puebl ciudades pequefias: “Tales contratistes pueden firmar cont simulténeos con varios propietarios para sembrar y cosechar ductos determinados per sl propietarie, con una participacié por ejemplo, el 80 % de la cozecha al terrateniente; 1a inform censal no permite cuantificar la importancia de este estrato unas observaciones recientes destacan su magnitud a tal punt: en algunas areas casi ha reemplazado en magnitud a la suy 1H, Games: "La preduceiém agricola en el decenio 1910-40". ob eit. Da sie liberada por los arrendatarios y aparceros en las ultimas dé Pree En conclusion, el analisis de la situacién econémica dent de 1a que se desarrollé la produccién agricolaganadera nos p. mite interpretar més claramente los datos presentados en Ia p mera parte de este trabajo en el sentido de que en los tltimos ve te afios se produce, en le pampa himeda, la eliminacién de pequeiia produccién constituida en gran parte por arrendatari de grandes unidades de explotaciéa por los pi pietarios preexistentes y, por consiguiente, la polarizacién del pe fil de la piramide de estractificacién por la disminueién de la cl: media rural. TENDENCIAS DEL DESARROLLO AGRICOLAGANADERO EN DISTINTAS ZONAS DEL PAIS Intentaremos a continuacién relacionar las transformacior bservadas en la estructura social del sector rural de la zo Pampeana con las ocurridas en otras regiores del pals, de d tinto grade de desarrolla, Por lo general, el andilisis de la estructura agraria de las ¢ versas regiones del pais se realiza partiendo de una clasificaci de las explotaciones segin su extensién; tal indicador presen serios inconvenientes puesto que implica tipos de suelos y pt duccién muy heterogéneos, cuyo significado econémico no pue medirse simplemente por la dimensién de la explotacién. En ca secuencia hemos aprovechado un tipo de clasificacién que tie basicamente en cuenta las caracteristicas econémicas y sociales Ja explotacién. El criterio utilizado para clasificarlas es la ocug cién de mano de obra permanente definida como la “sumatot de la mano de obra familiar, mas la mano de obra ajena ocupa Permanentemente y por razones técnicas, la mano de obra tra sitoria menor de 14 aos”, Se calcul el promedio de person Permanentes por explotacién segiin tamafio que sirvié de ba para estratificarlas en las siguientes categorias: ** = Tenencta de tr terra, Aspectos de ia extructurs agreria y su ixcidencia ex desorralla apropecunrio argentina, CONADE/CET, t I, 2° parte, 1964, pag 3. = Tenencia de la tierra, ob. cit.. 20 parte, y t TV .anexos). Cada una de e categorias Inveluera en cada Zona 7 subeora 2 explolaclones Ge distinte amsfo; ¢ Siemple, en la subsona agsoala del sur (que cclneide con la susrtra) tow subfamil fer ton explotactoner con menor de has mientras que en is sabssns Go 0 a) Subfamiliar: abarca las explotaciones con un promedi dos hombres trabajando permanentemente durante el afio, es cir que la explotacian no absorbe el total de la capacidad de ‘bajo de todos los miembros de la familia y por lo tanto se yacteriza fundamentalmente por ceder mano de abra; la ex tacién es insuficiente para la subsistencia de la familia rari varios de sus miembros tienen que trabajar como asalariado unidades de mayor dimensién. Se ha comprobado en distinta: giones del pais la existencia de un grupo de “obreros con tie! © sea, productores que tienen tierra en propiedad o arrendar to pero que obtienen sus recursos del trabajo asalariado en plotaciones de mayer dimensién. Asi, a titulo de ejemplo, “. estudio de pequefins explotaciones en el partido de Bolivar, vincia de Buenos Aires, indica que los productores con m de 25 has (en esta zona se considera explotacién subfamiliar que cuenta con menos de 100 has) tienen que contar con tr jo fuera de la explotacién para sobrevivir, Existen variacione Jas condiciones econémicas y sociales dentro de estos product pero los ingresos promedias de las explotaciones pocas veces ceden Jos 60.000 pesos anuales”.™ CUADRO 7 Mano de obra agricola activa segim tives de explatacién. Total del pais. 1960 ‘Total ie 1n-n0- Fos, st Dueibnagrice Productores y ‘Trabebedoree fetes “ae Expioneien ‘mactien, Farmiltares Seatarindos” Lartndns ES) w * Ne © Subfamiliar 446.861 379.740 85,0 ariat | 15,0 38 Familiar 711005 «477.402 67,0 «34593 83,0 ae Multifamiliar 307.085. TieT 50-8838 75,0 22 Fuente: Cusdr eiabersda a parte de los dato: existeates en el trabajo; “La de obra en el sector mgropecustio”, 0b. cit, Dag. 00. b) Explotacién familiar: tiene un promedio de 2-4 hor trabajando permanentemente, es decir, que utilizan toda ly pacidad de trabajo de una familia y, por lo general, no emy gb. sity ta parte, ple 38 (Hates de 1989). La ‘ot iin mile marcada em Ine sonse sursles MAs | cefisla Ge en una evesesta en drear Ge predtos cor —Toccmin— go doesn de astra, of 20.7 % dolor tategrantes del nicléo familiar ee eneontraban aurenter por lgzal mano de obra asalariada durante todo el afio; como se a en el cuadro 7, los productores y familiares constituyen el 8 por ciento de la mano de obra empleada por las explotacione familiares y familiares; siendo el personal asalariado escaso 5 tituido fundamentalmente por obreras ocupados transitoria: ¢) Exploteciones multifamiliares: emplean 4 y mas hombr bajando en ferma permanente y constituyen empresas ca} tas en ln medida que se sustentan sobre el trabajo de mz obra asalariada: el 75 % del personal de estas explotacion asalariados permanentes. El cuadro 8 muestra que la zona de mayor desarrol ral —medido por el nivel del producto brute por hectirea— en 1960, menor numero de explotaciones subfamiliares que te de las zonas mis atrasadas con la excepcién de la pata que, por el tipo de actividad y ocupacién de la tierra, rm ‘un niimero reducide de este tipo de explotaciones, Por otr te, la zona de mayor desarrolle es también la que muest ‘UADRO 8 Distribucién de las explotaciones agroperuarias segun eseala por + 1987-60 Ge zona at rotas She Mgr Maffia Sin aeter ee v Pampeana {1847 305 87.2 1D6 11960 m0 620 | (100 a 1947 5 225 43 ‘Mopinite { 1980 73 233 45 5 f1se7 52.0 7 5a Noroeste } 1560 Bao 32 OB 5 jisaT 37470148 Monte Visco 365 688 188 ! fisat 172 64, Patngénica } seo a USS fc Total det flea 1000 385 470 93 pais 11960 100.0, 40,0 49,3 b2 Fuente: Cundro claborado a partir de Jos datos existentes en Tenencia de k ob. cit. C1 2» parte, pags. 11-12. Se ha exetuio la zona ehaquena Sxistir dstos comparatives, Ei total del pats excluye ef Gran Buen ¥ Tierra del Fuego. niimero comparativamente elevado de explotaciones mult liares, basadas exclusivamente en ¢] trabajo asalariado. Si mos en cuenta entre los dos momentos censales la difer para las distintas zonas, observamos que es solamente en la peana donde disminuye la proporcién de explotaciones suk liares, mientras que en las restantes zonas, sin excepclér imenta, La zona de mayor desarrollo econémico evidencia el de de la pequefia explotaciin cuya caracteristica es que el pi tor debe trabajar como asalariado en ottas explotaciones d yor dimensién; paralelamente se da el fortalecimiento de la dades capitalistas basades en el trabajo asalariado y en la u cién creciente de maquinas. Estos son los das indicador: grado de desarrollo capitalista alcanzedo en la zona pam ¥ que se reflejan en el cuadro siguiente: CUADRO 9 ‘Tractorizactin y empleo de mano de obra asalariada en explotac agropecusrias, 1960 de explaincio Nomere ae tartores por emplean personal Provinciss ‘cada it explotacioaes doen forma per Buenos Aires a3 25,0 Santa Fe aT 24,7 ‘Tucuman a 147 ‘Catamarca 2 54 Fuente: Pars Is tractorizncién, los datos eorrasponden sl Censo Nasional Ae no, 1960, Ki poccentsje de asaleriados permanentes se obticne de un fea del mismo censa. Las provineias con una agricultura mds desarrollada tran mayor tractorizacién y también una mayor cantidad plotaciones en las cuales se utiliza personal asalariado en permanente; en estas zonas, la explotacién subfamiliar qu mano de obra esta siendo sustituida por la gran expl —erande en cuanto a la intensidad del uso de capital y tral En cambio, en las zonas mas atrasadas la tractorizacién es nificante, prevaleciendo y aun aumentando las explotacio “obreros con tierra”, es decir, explotaciones sustentadas en bajo familiar, pero cuyos miembros obtienen buena parte recursos con el trabajo asalariado realizado en otras unidade To esta que las condiciones socioeconémicas de las explot: subfamiliares en las distintas zonas pueden ser bastante hi géneas, pero todas ellas tienen en comin el hecho de ser ficientes para proveer al sustento de la familia rural y, p tanto, varios de sus integrantes deben trabajar como asalar fuera de ellas. Este desarrollo desigual del capitalismo en la agriculty principalmente el mantenimjento de una capa importante de “ Tos agricolas con tierra” (minifundistas o campesinos coi plotaciones subfamiliares), fue analizade por Lenin al est Ja transformacién capitalista de Ia agricultura a fines del pasado en Rusia y Europa. Ante la falta de obreras, a conse cia de Ia huida de la poblacién del campo, los grandes proj rios se ven obligados a “...dotar de tierras a los obreros, a un pequefio campesinade que les propercione la necesaria de obra. Ei obrero agricola que no tenga nada es una rareza que la economia rural, en el riguroso sentido de la palabi halla ligada en Ja agricultura a la economia doméstica. Cz rias enteras de obreros agricolas asalariados poseen ticrra o I nen en usufructo, Cuando la pequefia preduccién es desal de un modo demasiado intenso, los grandes propietarios trat: fortalecerla 9 restablecerla vendiendo tierras o cediendoli artiendo,., Por consiguiente, con el modo de producci talista no cabe esperar un completo desalojo de la pequefia duccién en la agricultura, pues los propios capitalistas y ag: tienden a restablecerla cuando la ruina de los campesinos demasiado lejos”... “Por eso, la difusién de las maquinas colas y de los aperos perfeccionados y la expropiacién a campesinos son. fenémenos indisolublemente ligados entre si. empleo sistematico de m&quinas en la ugricultura despla campesino «medic patriarcal de manera tan inexorable cot telar de vapor desplaza al tejedor que trabaja con telar m a mano" La ereciente tecnificacién y utilizacién de mar obra asalariada en las explotaciones de las provincias de Bi Aires y Santa Fe es un proceso paralelo a la eliminacién pequefia produccién de las explotaciones subfamiliares y, bi mente, de los pequefios y medianos arrendatarios y es, adem causa de la disminucién de la clase media rural que hemos probado. Quiere decir que en la zona de més desarrollo agi Se produce un proceso de concentracién capitalista que deb medido, no tanto por el aumento de la extensién de las ex *¥. 1. Lamm: “EI capttaliemo en ts aricultura". Obrex compleias, IV. e tage. pig 3, y "EL Gesarrolio del captaliame en Rosia. IMI, pags, 2-240. ciones como por la creciente densidad de maquinas y de nal asalariado que utilizan y por el volumen de la producei sintesis, el impacto capitalista produce en la zona de may sarrollo (pampeana) el aniquilamienta de la pequefia proc y In emigracién del produetor, el reemplazo de agricultu ganaderia extensiva y la sustitucién del antiguo arrent agricultor por una agricultura mecanizada realizada por de administradores o “contratistas”. En cambio, en las zonas rurales més pobres pareceris el primero de los procesos sefialados, es decir, el asenta de pequefios campesinos, como medio de tener, permanen te, mano de obra requerida por las grandes explotacione situacién se refieja al analizar el cuadro 8 por el aumento explotaciones subfamiliares entre 1947 y 1960 en las zor rales mas pobres.® Si bien la proliferacién de “obreros con tiende a frenar la emigracién, el mismo caricter de minifur sus explotaciones hace que el proceso de abandono del cams da disminuir, pero no cesar completamente; asi, por ejem) Jas provineias del noroeste, Ia clase media rural —parte cual controla las explotaciones subfamiliares— descendid periodo 1937-60 en un 31%. El desarrollo agrario diferencial segin zonas determi: po de estructura social que prevalece en ellas. El cuadro cuenta de este hecho: si camparamos las dos provincias pi nas con una zona rural atrasada (Catamarca) observamos esta tiltima mds de la mitad de Ja poblacién econémicame: tiva —55.8 4i— esta constituida por un campesinado que plea ni asalariados ajenos permanentemente ni familiares nerados, es decir, cuya explotacién es tan infima que sdlo emplear al productor titular de la explotacién, a algunos liares de éste, sin remuneracién, que consumen parte de ducido y, esporadicamente, a persona] transitorio. Son jus 1M Dentro de Ia teoris marxists, estos campesinos y pequellor propiet: zo pueden subsistir con Jo que les da su inflms propiedad y deben precur ado. constuyen uns parte site de deeocupadas de reserva. sha forma eoulla de tal elércite, Véese C. 2 eneontrames en un estusio sobre Is propidad fundiaria en el estado de Si Brasil. Ast, entre loa factores que han contibulde a la formucion de una pequefion agricultores ee sefsls. en primer términc, el hreho de que, ante Ge brazos para Is agricultura, lox duefos de lz terra parcelan rear mare su propiedades que venden » los trabajadores rurales con ¢] objeto de fi ja sone préxima y de eve modo tencrios al alcance de Ja mano en el intr Citado por L.A. Cowra ‘Aires, 1964, pig, 105 ‘CUADRO 10 Poblaciéa econémicamente activa del sector primario en diferentes niv econémico-seciales. Explotaciones stguin estrato. 1960 Buenos Aires Santa Fe Catamaren Doblue jp explo % poblun se exPlo~ % peblee He clia setiva ‘aotenes cién active, imciomen clém activa tckt estraton 1. Productores y fi miliares que em- plean personal asalariado perma- ‘nentemente 129° 25000 Rd AT 420 8, TL, Productores ¥ f2- miliares que no emploan perecnal remunerades y no remuncrador y algunos trans~ tories 32 862500 89S IIT. Productores y f- miliares que em= Plean con exelu- nos transitorios 99S 50,0 538 558 TV. Asalariados per manentes y tran- sitorias 354 20,7 20,0 ‘Total 100.0 100.0 1000 1000 100.0 100, Fuente: Sobre la base de una mueitre del Censo Agrpecuario 1580. Dicho « Slauitica 2 i poblacion econdmicamente activa Get se0tor agropecunris Spraduciores 7 famitiares” y “ajenoa fijes y sramsitariox”: nosotsoe I sabdividido la primers categoria en tres estratos; los aaloriados transit citin “subestimades en cuanto @ sa ndmero por le dicho anteriormente, Jo cual estd sobrevaiuade el peso de lon estiates medios y altos te estas explotaciones las que ceden mane de obra a las mayor dimensién. El menor desarrollo capitalista de esta zona permite la | manencia de esta capa social de pequefios propietarios y arrer tarios de explotaciones agricolas que obtienen buena parte de recursos del trabaio asalariado. Quiere decir sue si bien este c pesinado controla el medio de produccién fundamental de la ec nomia agraria —la tierra—, sus posibilidades de vida lo acere: y confunden con el proletariado rural. Por ¢l contrario, en las zonas de mayor desarrollo rur —Buenos Aires y Santa Fe—, la pequefia produceién de los car pesinas independientes tiene menor importancia dentro del co junto de la actividad egraria, en comparacién con las region atrasadas; aunque como lo muestra el cuadro que comentamos encuentran en esta situacién aproximadamente el 50 % de 1 explotaciones y el 30 % de la poblacién activa de ambas provi: clas. En esta zona encontramos que la base de la pirimide s cial es més amplia; los asalariados eonstituyen alrededor del por ciento y existe un mayor namero de explotaciones basadas ¢ el trabajo familiar —estrato II— y, fundamentalmente, unidad capitalistas que emplean personal asalariado en forma perm nente. Debe tenerse en cuenta que el grado de concentracién cap talista que refleja el cuatro anterior es muy grande, puesto qu el estrato mas alto emplea la totalidad del personal asalariado pe manente y alrededor de la mitad de los transitorios. EFECTOS DEL CAMBIO DEL SISTEMA DE TENENCIA SOBRE LA PORBLACIGN RURAL En este spartado analizaremos someramente la influencia ¢ Jos cambios en la tenencia de la tierra, sefislados mas arriba ¢ las dos provincias de la zona pampeana, como factor de expulsi¢ de Ja poblacién rural, asi como algunos rasgos del proceso ¢ urbsnizscién referidos a la provincia de Buenos Aires, En la actualidad poce se conoce acerea de los movimient: de poblacién entre las distintas regiones del pais; se tienen ide: generales sobre las dreas de depresion y sobre Ja atraccién qt ejercen los grandes centros urbanos del Litoral, pero poco sab mos de las causas y etapas de esa emigracién. Por otra pa te, cuando se habla de emigracién hacia les grandes nicleas del L toral se supone implicitamente que se trata de movimientos qt provienen de las tipicas 4reas de despoblamiento del noroes (Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, etcétera) y se pre ts poca atencién a la migracién rural-urbana dentro de las mismi previncias del Litoral, migraciones ocasionadas per los cambi: en Ia erannizaniAn de la nradnesiin ograria Respecto a los factores de expulsién de la poblacién se ha sefialado que la excesiva concentracién de la tierra sistema de tenencia son las variables mas importantes a ten cuenta. En nuestro pais, si bien la concentracién de la prof de la tierra acusa cifras similares al resto del continente, némeno de expulsién de la poblacién rural no ha sido, por 1 nos hasta mediades de la déceda del treinta, de tanta mag Seguramente la expansién del drea sembrada en la regién peana ha neutralizado aquellas tendencias —aunque transi mente, debido a la inestabilidad de la tenencis— permitier arraigo de poblacién rural; también pudo haber contribuil este proceso el desarrollo de una capa de pequefios propietar zonas marginales, sobre todo los de cultivos industriales. 1 que entre 1914 y 1947, si bien la poblacién rural descendi¢ centualmente, aumentS en ntimeros absolutos. En cambio, Io menos en Jo que respecta a las dos provincias de Ia zona peana, la poblacisn rural no sélo disminuy6 en términos rel en el periodo 1947-60, sine también en términos absolutes CUADRO 11 Poblacién rural y urbana. 1947 y 1960. Buenos Aires y Santa F ues 1968 urmane moral Urbano Nt ® me ee i Bs, Aires 1.009.708 5,01 1.001.891 49,9 1.500.986 63,0 904.27 Sante Fe 1.106868 714 438.426 28,6 1.424.046 82,4 301.661 Poblecksn wrbana y rural, pro tea de in Dureceién de Extadistion de Ia provincia de Buenos Aires: pablacin con 2000 habitantes y mas. Ene] totsl de la pobiseion re Ia zona del Gran Buenos Airés parque sus partides eon considerados Dow censos totalmente urkance. Santa Fe: Direccidn General ée Evladistica y Censms, Boletin, agost pobiacién urhenm: reside en cludeder. villes, pueblos o aldeas indept: mente dei Tamers de Habilantes. Se han exciuido los datas de Jos { Partaimentos chaguefos de eta provincia. Aunque la disminucién absoluta de Ia poblacién rural e bas provincias no constituye especificamente una tasa de gracién, es un indicador claro del proceso de migracién urbana. Uno de los factores que han incidida sobre tal p! és e] cambio en el uso de la tierra, El tipo de produccién tividad de una zona es importante. como variable, para ex el exedo rural, en la medida en que distintos tipos de produ agricolaganadera originan una demanda desigual de mano de En este sentido, la transferencia de la tierra a usos menc tensivos —ampliacién de la superficie dedicnda al pastoreo ¢ trimento de la agricola— libera mano de obra. Este fenéme hemos observade, por ejemplo, en la provincia de Santa Fe, ¢ los departamentos que muestran una mayor disminucién superficie cultivada, en el periodo 1947-60, son los que pres una mayor disminucién de la poblacién rural (rho = 0,71). esta que para analizar correctamente esta relacién deberiam: ner en cuenta otros factores, y entre ellos, la mecanizacién rada entre ambos periodos —esta provincia tenia, en 1947, 10 tores por cada 100 explotaciones, mientras que en 1960 esa cil eleva a 37— como fuente de ahorro de mano de obra. La clasificacién de la poblacién en urbana y rural, segi criterio cuantitativo, comienza a perder significacién para | vestigacién econémeia y social. Desde este punto de vista int fundamentalmente el tipo de actividad econémica de la fF cién y las funciones que cumple. Una de las consecuenci: Ja “rewolucién agricola” es justamente la de concentrar un tie de servicios rurales en centros urbanos de gran densida poblacién de estos centros, si bien desde el punto de vista: titativo seria urbana, esté, sin embargo, ocupacionalmente da a tareas agricolas, Asi, por ejemplo, en la zona pampear empreses propietarias de maquinaria agricola que aran, sien y cesechan en distintas explotaciones tienen su residenc grandes ciudades. Esto quiere decir que si bien el proceso d banizacién esta relacionado con la expulsién de clierta parte poblacién rural, también esté relacionado eon la tecnificac modernizacién de la explotacién agraria. 2@ué sectores de la poblaciém rural constituyen la me emigrantes? Teniondo en cuenta lo dicho en la primera de este trabajo, los que preferentemente abandonan las dre: yales de la pampa humeda son los arrendatarios y sus tamil que debide a la eseasa rentabilidad de sus explotaciones y tendencia de los propictarios a recuperar sus tierras, son ati por el desarrollo industrial de los centros urbanos, Quier cir que, paralelamente al proceso de concentracién capitalist, Heva aparejada la disminucién de la pequefia produccién, se duce el éxedo de buena parte de los pequefios y medianos ¢ Teros arrendatarios. wunuRY Coeficiente de correlacién entre la dismitucién del miimero de explotaci« arrendadas y de la poblacién rural en Buenos Aires y Santa Fe * Buenes Altres Santa Fe ‘Valer del coeficiente ‘Valor al cosniciente ‘entre las sons veatre tos depurtamrentos 9,40 0,67 ‘Zamas de la provincia co Humes Aires Agricola Agricola ‘Tambera Qc sur det morte cr teverna Valor del coéficiente 0,18 aaa 048 oa2 0,62 «El costiciente s toma entre Is diferencia del mimera de explottclanes an dada (arrendatarios y medieros o tanteras) entre los censos de 16h7 y 186) 5 iferencie de Ja peblacién rural en estes shox. Se han exciusde los Gates corres} Gontes a los tren dopartamentos chaquesios de Santa Fe. Como se ve, el coeficiente es moderadamente alto dentro cada zona —Buenos Aires— y més atin entre los departamentos Santa Fe, lo que evidencia que aquellos partidos que han ex ximentado una mayor disminucién de explotaciones arrendat en el period 1947-60 son también los de mayor emigracién rut Esto significa que, en lo que se refiere a Ia zona estudiada, la er gracién rural ha sido selectiva, es decir, constituida fundament mente por pequeiios campesinos arrendatarios, quienes abani nan las actividades agricolaganaderas debido a lus nuevas { mas de produccién que hemos sefialado, La emigracién de arr datarios y pequeiios propietarios se ha producido con mayor menor intensidad como producto de la estructura agraria de An rica Latina®! y demuestra el escaso poder de fijacién de 1a | quefia explotacién. Con Jos datos que tenemos a nuestro alcance es imposil analizar el punto de legada de esos pequefios arrendatarios q emigran de las zonas rurales, si se dirigen a centros urbanos pi ximos 4 sus lugares de origen o si contribuyen al crecimiento las grandes metrdépolis, a qué tipo de actividad econémica se tegran, etcétern. Sin embargo, nes parece importante ofrecer b Un trabajo. reslteado on el Bras encontré que el $8989 de un grepo nerdentines eniradoa en el Homedaje de Inmigrante: de San Fabio, ea ia, © Peauefios propietarios de tierra en mun lutares de erigen. Citado por L.A. Cc Foo, Estructura de clases y cambio social, ob. oft, paz. 102. VeHIEHIC aigunes carecversucas ue procese ae urpamcacion como se dio en las distintas zonas de la provincia de Buenos s res en el periodo 1947-60. CUADRO 13 Foblactén (otal, poblacién urbana y rural por sonas em la provincia ‘Buenos Aires. 1947-60 ‘Zonn enn — = im zon, oun de Pebiaclin Ate Ficeia AFTicol camera de evia anvernada TOU 197 216653 299,907 162.232 168.613 250.558 1.081) {1960 207.972 216.684 143.298 142437 193.879 fi9d7 425.951 206.376 99.083 145.310 128.158 1860 624015 412773 193.188 ITTG11 153.411 f 1947 642614 590.183 246.165 313923 378.714 11960 831.987 829457 396.486 320.048 347.290 ad conan) absolute 180.73 +90874 490.921 +6125 —31.424 Varigcion inter censalrelat (%) 4285 #60 43650-4190 6.243 Variscién inter= censal relat. (%%) de la poblacion rural 40 2630 58 188 RS Fuente: idem cuadro 1 Las distintas zonas de la provincia han tenide en ¢l per do intercensal un crecimiento desigual: las zonas mas dindmic es decir, las de mayor crecimiento de poblacién, son la tamix y la agricola del sur; la primera muestra mayor crecimiento rele vo que la segunda, pero ésta fiene un mayor crecimiento absolu Ja zona tambera tiene el mayor ritmo de crecimiento en razén su proximidad al Gran Buenos Aires, de cuya expansién se bene cia, mientras que la agricola del sur debe su crecimiento a dos principales ciudades: Mar del Plata, que en el periodo 19 aumenté su poblacién en un 77 %, y Bahia Blanca, que lo h en un 20,9 %. La zona agricola del norte y la de cria son las mayor estancamiento de poblacién, mientras que la de inverns muestra una pérdida de poblacién tanto absoluta como relati lo que nos evidencia un proceso de emigracién hacia otros lu; res del pais y, prinelpalmente, a los centros urbanos del resto Ja provincia. Ahora bien: tanto en las zonas de crecimiento de pobl come en las estancadas, y aun en las que pierden poblaci observa el fenémeno simultaneo de disminucion de la pobi rural, por un lado, y de crecimiento urbano, por otro; esto i que parte de la poblacién rural emigra hacia los centros urt siendo éstos los responsables del crecimiento total de Ia zo: La zona agricola del norte muestra la mayor disminuci Ja poblacién rural, hecho que podria estar relacionado —t del cambio en el sistema de tenencia— con la drastica dis: cién del area sembrada de maiz, el cual por ser un cultivo { sivo, requiere un mayor insumo de trabajo. La zona de inv da se vio afectada per la erosién de los stelos, proceso q) Nevado al abandono de la explotacién y, por lo tanto, a la gracién de la poblacién. El crecimiento urbano a expensas del rural no silo sig concentracién de la poblacién en ciudades, sino también co tracién de la poblacién en unas pocas grandes ciudades y « camiento de los centros urbanos de reducido tamaiio. Es sido una modalidad observada a través de la raépida urbi cién del pais y que tiene su manifestacién més clara en la nitud de los centros urbanos del Litoral. Como ejemplo de Proceso sefialemos que cinco ciudades de mas de 10.000 hal tes absorbieron, en la zona agricola del sur, el #1 % del miento total de la misma. Sin embargo, este fendmeno de polarizacién de la pobi urbana en unos pocos centros de gran magnitud no parece tar por igual a todas las zonas, Para analizear este hecho t confeccionado ¢l cuadro 14, tomando como ejemplo dos 2 una de gran crecimiento de Ja poblacién urbana y tambl: Ja poblacién total, y que es ademas de cietto desarrollo eco ¢o —la zona agricola del sur, cuyo producto bruto por hab: es de 1.733 pesos (1959)—, y otra zona de menor desarrollo vernada, cuyo producto bruto por habitante es de 1.420 pesc de pérdida de poblacién total; en ambas zonas se nota un pr de emigracién rural. Alli se puede observar que en la zo: més desarrollo y mayor crecimiento de poblacion, el mame centros urbanos pequefios —que tienen entre 2.000 y 5.000 tantes— ha disminuido en el periodo intercensal, mientra: esos mismos centros aumentaron en la zona de invernada es mis pobre y que decrece en su poblacién total. Por otrs te, el niimero de centros urbanos grandes —mds de 10.000 tantes— nermanece ional en las dex zenas auneue lam Poblacién urbana y niimero de centres urbanos segtin tamaio en zonas de Ia provincia de Buenes Aires 1947-60 aaa aires sertedte det yur savers iss wit ‘Total de centros urbanos (mas de 2.000 ‘habitantes) a 28 18 Numero de centros urbanos (entre 2.000-5.000 habitantes) 13 8 13 Numero de centros urbsnos (con més de 10.000 habitantes) 9 2 5 ‘@ de pablacién en. centros de 2.000- 5.000 habitantes BL a a3 "%@ de poblacién en centras de mas de 10.000 habitantes oto 640 ana Crecimiento relative 1947-00 de loa centros de 2.000-5.000 habitantes 30,8 11,3 Crecimiento relative 1947-60 de los eentrns con més dé 10,000 habitantes Fuente: Idem castro 1, cién de Ja poblacién total que vive en los mismos es muy ¢ rente: 3 en la agricola del sur, de mayor desarrollo, donde se verifica el fendmeno de la concentracién de la poblacion unos pecos centros, Se debe seiialar también que, entre 194 1960, la poblacién que vive en ciudades de mas de 10.000 h tantes aumenté en as dos zonas, pero mientras en la de mi desarrello exe crecimiento se hace a expensas de 1a poblaciér los centros mAs pequefios —que disminuyé del 61 % al 34 ¢ en la zona de invernada ese crecimiento de Ins grandes ciudi parece deberse al menor peso de las ciudades intermedias (e 5.000-10.000 habitantes), ya que la poblacién de los centros mas quefios aumenté en el periodo intercensal del 9,3% al 10, En sintesis, en la zona de mayor desarrollo y rapido miento de poblacién se acclera el proceso de concentraciér unos poces centros a expensas de ciudades pequefias, mientras en la zona de invernada, de pérdida de poblacin y menor d rrollo, la concentracién de la poblacidn en pocas centros gi tes ea menos intensa y no se hace 2 expensas de los centros banos pequesies que mantienen su peso dentro del total urb En la zona de invernada, el menor dinamisme de los grandes tros urbanos —comparese Ja tasa de crecimiento de la pobla de log centros de mas de 10.000 habitantes en ambas zonas— mite la sobrevivencia de los pequeiios, mientras que en la agric Ja del sur, los grandes centros urbanos que erecen répidamente a sorben a los pequefias.* Asi como la poblacién urbana se distribuye en centros | distinta dimension, la poblacién rural puede clasificarse en d grupos segiim el grado de concentracién: poblacién dispersa, que reside en las explotaciones agropecuarias, y poblacién ag] merada, personas que viven fuera de los centres urbanos pe que no residen en la explotacion; en general, esta poblacién r ral esti concentrada en pequefias villas o aldeas de menos + CUADRO 15 Poblacidm rural aglomerada y dispersa en Ia provincia de Buenos Air pen xonas en 1960 Tori aeis % ae eine pebiacien ‘sobre et iw tomas reral()) Aglomernda {2} leper (3) ural Agricola del sur 207.072 108.909 90.663 47.8 Agricola del sorte 216.884 111.067 105.617 40,8 ‘Tambera, 143.298 ag.g15 59.653 417 Cria 142.437 eToTT 75.380 530 Invernada 193.879 101.109 92.770 Total 904.270 a72177 432.093 (2) Diterencta entre (1) y Gy 2.000 habitantes El cuadro 15 da cuenta de esta clasificacién + Ja poblacién rural en la provincia de Buenos Aires. Alli se pu de notar que alrededor del 50 % de la poblacién rural reside « las explotaciones, mientras que la otra mitad estd aglomerada « Pequefias villas. Se puede sefialar también que no existen dif Tencias notables entre las distintas zonas; aunque la de cria revela como la de mayor proporcién de poblacién rural residen en la explotacién, Io que pone de manifiesto el menor numero significacién de pueblos y aldeas (de menos de 2.000 habitante: ™ Los centras urbenos de 2000-5800 hsbitantes no adla disminuyen en el perla 3847-20 en la sone sericoln del sur debido a que algunas crecen en poblacién y Deran ef bmite superior. sino también porque tres ventros urbanos que fgurnn cor isles en U7. tienen em 1860 menos de 1000 habltantes, em decir. han perdido 1a < maeteristicn de urbanas en Ins dreas en que predomina la actividad ganadera. Es posi que un mayer desarrollo agricola vaya acompafade de la ¢ ricién de una poblacion con residencia urbana pero ocupacion mente rural, y simulténeamente, por el aumento de la pol cién rural aglomerada,* en 1a medida en que la mecanizacién } crganizacién de la administracién de Jas tareas agropecuarias requieren la presencia permanente de tan gran niimero de bajadores en el campo. “Asi, por ejemplo, uno de los efectos la mecanizacién ha sido, por un lado, la liberacién de mano obra y, por otro, la aparicién de los «contratistas’, poscedares equipo mecanico, que residen en pueblos y ciudades pequei Jo mismo que los miembros de la cuadrilla que trabaja bajo érdenes, trasladindose de un campo a otro sélo en épocas Jabor. En la localidad de Arroyo del Medio (Pergamino) he: registrada 9 empresas de este tipo, en Arribefios (General # nales) 8, y en otros pueblos 3 6 4 De la misma manera, los quiladores que eran antes miembros del personal permanente Jas estancias de lanares, tienen hoy su residencla en los p los..." Esto nos est indicande que, si bien buena parte de antiguos arrendatarios abandonaron las zonas rurales y se esta) cieron en grandes ciudades que son las que muestran un ma ritmo de crecimiento, algunos de ellos, desplazados de sus 1 , ingresaron en el comercio de contratistas y continGan + culados a las actividades agricolas residiendo en estos peque centros de poblacién rural aglomerada. CONCLUSION! En los veinte afios considerados 1a pampa himeda argen’ ‘ha experimentado profundas transformaciones en la organiza: de la produccién agraria y en la estructura social. Tal como mos tratado de demostrarlo, estas transfermaciones tienen #0 Rp pelecs con von agricelliirs muy. deanivellnds, le poblecite rete sgtem# (rural nonfarm) mipers lanio en Adrmincs slwealutor ome relatives a Ta pobly rural dispersa (que vive en las explotaciones); en Estedor Unidos, entre 1N20-f Eilers pars del 81% al 207% do,ia pobleckin total, Véase Awww L, Bem Rivet Sociotogy, MeCram II, 1008, pag, ™ Tenencta de ig terra, ob. lt. page. 20-27, Los pueblos eltados (arroye Medio y Arsibefes) son Incilidades toe manos dm 2.900 habitanter em 3000, es 4 een poblicién rural agiomeraga. La rélacién entre le poblaciés rural aglems ei grado d¢ desarrollo agricela no parece ver muy Clara, por le metres en 1 gubdessrrollaes donde exisien gonas pebres con importante: centres de pool Furst agiemersda, Vénss T. €, Dy ‘Teuis, be teorks del primer impacto, ob. capitulo TI, donde se discute este problema. ver con ia eummacion ce 1a pequena expiotacion ce puens te de los antiguos arrendatarios responsables del progreso cola de la zona y la reconstitucién de grandes unidades de e tacién en manos de sus originales propietarios, que agudiz mas la ya exeesiva concentracién de la tierra. Este proces acompafiade por la creciente utilizacién de maquinaria ag y trabajo ssalariado. Desde el punto de vista social se han sefialado dos « cuencias de tales cambios: por una parte, la disminucién ¢ grupos medios y 1a pelarizacién de la pirdmide de entratific ural; por otra parte, la emigracidén de los arrendatarios grandes centros urbanos y la aparicién de una poblacion. aglomerada debido a la concentracién de funciones rural eentros de servicios. Hasta aqui podriamos afirmar que los rasges sefialades tituyen aspectos clasicos del desarrollo del capitalismo ag ‘Sin embargo, la originalidad de esta “revolucién agricola” © te en que, contrariamente al modelo clasico, no ha sido + pafiada de un aumento sustantivo de la produccion agraria experiencia histérica de los paises industrializados revela ¢ pel fundamental que tuvo en ellos el aumento de la produ agraria, debido tanto a la mayor demanda de alimentos par: poblacién urbana en crecimiento como por su contribucién i mento de las exportaciones. Desde cierta perspectiva, los cambios analizados que 1 tran un aumento de la proporcién de propietarios en las « taciones, tendrian que haber originado automaticamente u mento de Ja produccién; en efecto, la tenencia de la tier arrendamiento se considera como uno de los mayores obsté al aumento de Ia productividad, debide # que Ja inestabi ese sistema produce una utilizacién poco racional de la tie frena la inversién en mejoras fijas y a large plazo. La adqui de la tierra eliminaria ese factor de inestabilidad contribuye una produccién mis intensiva. Si bien en el periodo analizado ha habido un aumento superficie en manos de los propietarios, no se ha consegui resultado esperado en cuanto a un aumento de la produ: esto significa que preexiste —y, segiin nuestra hipdtesis, se ha vado— una situacién que constituye un freno insalvable < ™ Rete problema he sido tratado par M. Gmarrt y otros, Sucinded, econ weforma egrerta, ed, Liern, 1963. pag. 12 plotaciones de excesiva extensiéa en las cuales Jos ingresos + Jes son considerables en rélacién con una baja produetividad AP£NDICE CRITERIOS PARA REGIONALIZAR LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES El primer problema que se debe resolver consiste en de minar mediante qué criterius se debe realizar esa regionalizac Surge evidentemente que es necesario tener en cuenta el obje del trabajo como guia para establecer esos criterios. Como lo aqui se analiza son los amados “aspectos sociales del desarr econémico” {importancia de las clases medias rurales, emigrat rural, eteétera) deberianse tener en cuenta varios eriterios alguna forma relacionadas con la organizacién de la producciér Jas distintas zonas. Estos criterios podrian ser los siguientes: a) predominio de un tipo de actividad, por ejemplo, agrii 0 ganadera; b) predominio de un tipo de explotacién, por ejemplo, zc de pequefias unidades basadas en el trabajo familiar 0 zona: grandes explotaciones basadas en el trabajo asalariad ) zonas de predominio de arrendatarios o de propietario Como se parte del supuesto de que estas variables estan alguna forma relacionadas (recordar, por ejemplo, el predom de la pequefis explotacién y del arrendamiento en las zonas a colas) se decidid tomar una de ellas —tipo de produccién— y tablecer comparaciones con los otros criterios sefialados. La ¢) ficacién de los partidos en base al tipo de preduccién permite lizar una regionalizacién con partidos geogréficamente cerci entre si. vQué indicador se toma para medir el tipo de produci de cada zona? Un procedimiento consistiria en medir el tipa produccién por la cantidad de personas empleadas en cada de las actividades. Este criterio fue tomado para construir el nocido mapa de las “Regiones social agrarins” sobre la base censo de 19527" “egiones social agrarias de la Repibliea Argentina”, Cuadernos de Secic Rurat, Secretaria Ge Ertado de Agriowhira y Oanaderts de in Nacion, Direcsts ‘Soctotow!s Rural is claro que este procedimiento es importante desde « to de vista del andlisis de las caracteristicas sociales de nas, pero supane un estudio previo para determinar la de demografica de cada tipo de produccién, que implica por : mo toda una investigacién. Por otra parte, esta zonificac permite establecer un nimero importante de zanas debido cho de que, por ejemplo, donde coexisten grandes explo’ dedicadas a la ganaderia con extensiones mas reducidas ¢ das a la agricultura, debido al carécter mas intensivo de es de actividad, la zona sera clasificada como agricola. De ex ma, la zona tipica de invernada en la provincia de Buenos (noroeste) esta clasifieada como zona agricola con predomi trigo. Otro procedimiento consiste en medir la produccién partido sobre la base de la cantidad de hectdreas que de Ja agricultura o a la ganaderia, especificando de qué tipo de derfa so trata: intensiva o extensiva, con predominio de eteétera, Aqui hemos seguido este procedimiento. Se debe tener en cuenta que el criterio de zonas de p ciém nos esta dando uma imagen sobreespecializada de lo produce en cada departamento, sobre todo en la zona pam en que areas agricolas coexisten al lado de Areas ganader: embargo la acentuaciin de ciertos rasgor para la ubicac cada departamente dentro de una regién es necesario a lo tos de establecer una comparacién. ‘Los pasos seguidos para la regionalizacién fueron los si tes: primeramente se clasificaron los partidos segtin el ¢ ‘taje de superficie que dedican a cultivos** y a pradera pastoreo, quedando de esta forma delimitados los partides naderos y los ms agricolas. Posteriormente Jos partidos m naderos se dividieron en aquellos que tienen una ganaderia siva —cria— y una mis intensiva —invernada—, segiin la tancia relativa de la superficie con forrajeras en compara Ja superficie con pastos naturales. Segiin este procedimiento st tomaron come partidos d dominio agricola aquellos en que el 25 % o més de su sup " Bajo esta denommaciéa meluimos Iss viguientes cutegoriss ecnsales: ' s Drateras para pasiorse inciaye: “enmnbos naturales estaba cultivada, micntras que ¢l resto de los partidos fueron cc siderados como de predominio ganadero. Quedaron asi delimi’ 1) Agricola del sur: comprende los siguientes partidos: Bahia Blanca Loberia Balearce ‘Necochea Coronel Pringles Puan Coronel Rosales Saavedra Coronel Dorrego Coronel Suarez General Alvarado ‘Tornquist General Pueyrredén ‘Tres Arroyos Gonzalez Chaves Villarino Patagones ‘A fin de poder realizar comparaciones retrospectivas dent de cada zona, es decir, tomande como unidad de andlisis los pé tidos, fue necesario agrupar algunos de éstes que entre los 5 riodos censales 1937/47/60 experimentaron modificaciones en 5 limites. Sobre la base de la informacién que properciona el Censo N sional de 1947 —que al comparar los datos de ese afia con los ce sos anteriores sefiala las modificaciones en cuanto a los limit geograficos de los partidos y las fechas de tales modificaciones y Jo indicado por la Direccién de Catastro de la provincia de Bu nos Aires, se reslizaron Ios agrupamientos que a continuacii se mencionan: a) los partidos de Bahia Blanca y Coronel Rosales son co siderados como una unidad para la comparacién entre los ce ‘08 de 1937 y 1960, dado que el partido de Coronel Rosales f creado en 145 con parte de superficie correspondiente al prim ro de los nombrados. Para la comparacién entre 1947 y 1960, ar bos se toman por separado; b) los partidos de General Alvarado y Loberia también consideran como una unidad puesto que en 1959 modificaron = limites comunes; ¢) los actuales partidos de Gonzalez Chaves, Necochea, Tr Arroyes y San Cayetano se toman come un solo grapo, pues que este iltimo partido se crea en 1958 con fracciones tomadas « los tres primerns. 2) Agricola dei norte: esta zona es mas agricola que 1 terior puesto que esta actividad cubre el 30 f% y mas de | perficie del partido; la forman los siguientes partidos: Alberti Pergamino Baradero Ramallo Bartolomé Mitre Rojas Bragado Salto Campana San Antonio de Ar Colén San Nicolés Chacabuco San Pedro Chivileoy 25 de Mayo General Arenales Zarate Junin El partido que actualmente se Hama Salto, en 1937 figurab jo el nombre de Marcelino Ugarte; el de Zarate se denominab: neral Uriburu. El resto de los partidos son de predominio ganadero y se distinguié entre cria e invernada: se toma camo limite | Jas dos variedades ganaderes el porcentsje con cultives fot fos que implica una ganaderia mds intensiva, Los partido: un 30 % y mas de su superficie con cultivos forrajeros fueron siderados dentro de la zona de invernada, el resto dentro de ceria, 3) Zone de invernada: Adolfo Alsina Hipélito ¥rigoyen Bolivar Lincoln Carlos Casares Leandro Alem Carlos Tejedor 9 de Julio Caseros: Pehuajé General Pinto Pellegrini General Viamonte Rivadavia General Villegas Trenque Lauquen Guamini Se agrupan los siguientes partidos: Bolivar, Caseros, C Cusares, Pohuajé e Hipslito Yrigoyen, puesto que este tiltimo tide se creé en enero de 1980 (el censo se realizé en el mt setiembre de ese afic) con fracciones de Jos otros cuatro part ‘Con el resto de los partides, aunque predomina en ellos wanaderia extensiva. se crevé conveniente establecer una div que BEpUre a ios pErWOUS Ias Cercunus sum Vapinn, uunuE dominan explotaciones tamberas. Aqui se tomé como indice: para delimiter los partidos tamberos el hecho de que alrede del 50 % de las explotaciones de éstos se dedican a la produce lechera*” 4) Zona de cria: menos del 30 % de la superficie bajo explo cién cerresponde a forrajeras; est’ integrado por los siguien partidos; Ayacucho Laprida Azul Las Flores Castelli Maipt Dolores Mar Chiquita General Alvear Olavarria General Belgrano Pila General Guido Rauch General Lamadrid Saladillo General Lavalle Tapalqué General Madariaga ‘Tordillo Juarez El partido de General Guido se Hamaba Vecino en 1937. 5) Zona tambera: menos del 30 % de la superficie esta bierta con forrajeras pero alrededor del 50 9 de sus explotacio son tambos: Brandsen Magdalena Cafuelas Mareos Paz Carmen de Areco Mercedes Chascomis Monte Exaltacién de la Cruz Navarro General Las Heras Roque Pérez General Paz San Andres de Giles General Rodriquez San Vicente Lobos Suipacha ‘Lujan Por iiltimo se ereyé que podria resultar interesante ob var los rasges de la estructura social de los partidos del G Buenos Aires y su area de influencia con un sector rural ducido y fundamentalmente horticola. En esta zona se encu tran, segdan el censo de 1960, alrededor de 6.000 explotaciones.

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