Vous êtes sur la page 1sur 10
i ' & ‘PILAR CALVEIRO i “4% _ PODER Y DESAPARICION LOS CAMPOS DE CONCENTRACION EN ARGENTINA ~ Director de colecci6n: Horaciq(yggnadiex Disefio de coleccién: Lima+ Roca Tustracién de portada: detalle de la obra de Eduardo Médici “De dénde venimos? ;Quiénes somos? A dénde vamos”, 1995. It edicién J 1* reimpresiéa © EDICIONES COLIHUES.RL. Av. Disa Vélex $125 (C1405DCG) Buenos Aires - Argentina LS.B.N, 950-581+185:3, Hecho ef depdsito que mares la Ley 11.723 IMPRESO EN ARGENTINA - PRINTED IN ARGENTINA 2 ( PRELUDIO / Pe EL7 de mayo'de'977; un comando de Acrondusica se- cuestré a Pilat Calveizo en plena cally fue lewada a lo que se conocié como “la,Mansiin Sere", wn centro clandestine de detencién de'ea fuerza instalado 4 dos cuadras de la extacién Isuaatings. Esa noche Pilar sofé con su familia —esposo, hija, padres inmivil en una foto fia y despiditndola con tn gesto ide la mano, Ese dla comenz su recarrida de afio y medio porn infierno que prosiguid en otros campos de concentra ‘itn: la comisarta de Castelar, la ex casa de Massera en Pa- americana y Thames convertida en centro de torturas del * ‘Servicio de Informaciones Navalei, la ESMA, finalmente, Y cate, su libro, es un libro extraardinario, Hay obras notablessobre la experiencia concentracionaria * de sobrevivientes de campos nazis de concentracién o gulags soviéticos—Primo Levi, Gustaw Herling-, esritas en primera ‘persona, coma exige el testimonio, Este libro es distinto: su aue- tora ha recurrido a la tercera persona, la persona otra, pana hablar de lo vivido. Sélo al pasar'se nombra ast misma: “Pilar alveiro: 362", el niemero que ls represores leadjadicaron en la ESMA. Desde ere alejamiento despliega un campo de re- (flecitn rico y matizada sobre "la vida entre la muerte” de las ‘prisioneros, la exquizofrenia de ls verdugo, los eruces obligados ‘entre unory otros, las diferentes actitudes de ls unosy ls otros. No elude tema alguno, ni aurs el todavia hoy urticante en la “Argentina de las saspechds que se propinan a los sobrevivientes den campo, tal como ocurrié en la Europa de posguerra. Pi- ler Calvciro dermonta la facil divitién de las cautivos en “he- r00s"y ‘traidores"y aborda la dura complejidad de exe proble- ‘ma en un universe dominade por los tormentes,elsilencio, la ascuridad, el corte brutal con el aftera ~apends separado por sind pared, la arbitrariedad de los victimarias, seftore de la 5 Casi siempre, los desaparecedores se despersonalizarona \ f,ltmes, nel ercicio dela deshumantzaiGn sina Bg fueron vitimarios pero tambiga victimas de ‘un dispe que los atraps. Claudio Vallejos; ex integrance del Servicio de Inteligencia Naval, dijo que estuvo uve meses prictica- mente ecuestradoy que fe “chupado” desu cars Porquese ect stiar del grupo operative; Vito eis que ann, dose empezaron a desarmarlos ‘Srupos de tareas, algunos de. Suamicinbros comenzaron a tener “aecidentes”y gue alon tue se quecian “echar para ats” les haclanalgin esadia i Sansiago para hacerles un [ghequeo", Ser un dessparecedoreraun trabajo que no te- | Bia setorno; cualquier pieza que afeccai el funcionamlan, tode la maquinaria debia ser desechada'™, Nolinteress hacerlo, nis podeaestablecer un prtote fo, peta el grueso de los hombres que hizo funciona al dispositive concentracionari paz de cumplis cualquier orden dada su calidad de sab ordinado, y dis- pusstoa sacar ventaja personal dela stuacién, Un evan bre de hombres medios, de. ‘No-sujetos, perfectamente sue Jetados, de simples "Vivlfos" lenox de conte lcclones,” Bre que pudicran, en su benef cio personal, Carlos Levi viow Tos nazis de una manera, semejante. En Sigueita? un Juomodieeslsitadosea loscampos deconcen nein le ‘en pero son demasiado poco furperosos para se verdaderamentepeligrosos los que son Yerdaderamente pligrososgn fos hombres communes", Nimonsequosiiéruzédos, hombres comunes, hay por milesen la sociedad, i “normalidad” ad- ‘eso son posibles. Se engarzan con una mitida. Be fa normaldad de la obediencia, la pormalidad del poder absoluro, inapelable y.arbitrario, la normali- dad del castigo, la normalidad de la desaparicién. Al'ver alos desaparecedores como_patte de lo so: cotidiano, no se esfuma su res; onsabilidad; si fe, iad, Campos de concentracién y sociedad itario de deposi- Lejos de la pretensién del poder total ; ssrenel campo lo que desea desaparecer y, a su vez, hacer desaparecer ¢l campo mismo de la sociedad, negaclo, cam- poy sociedatl son parte de una misma erama, [Los campos de concenttacién, en tanto realidad nega- dacsabida, en canto secreto 2 voces, son éficientes en Ia di- scininacién del error. Bl auténico seereto, el verdadero desconocimiento tendea un efecto de pasividad ingenia pero nunce la patilisis y cl anonadamiento engender por el tertor, Aterroriza lo que se sabe a medias, lo q entrafia un sezreto que no se puede develas. i Lasociedad que, como el mismo desaparecido, sabe y no sabe, funciona como caja de resonancia del poder concentracionario y desaparecedos, que permite la cireu- lacién de los sonidas'y ecos de ens podet pre al mise cps decor ie cor oc ocan fie, po estar de hecho en medio de a sociedad, “del ot lado de 4a pared”, sdlo puede existic en medio de una: sociedad que cligeno ver, porsu Props imporencia ana sociedad ida’, tan anonadada como los sec mismos, fa pacilisis dela sociedad se desprende directa- mente della existencia de los campos; una y otros alimen- 147 ‘an el dispositivo concentracionarioy son parte de, No puede haber campos de concentracién en sociedad o en cualquicr momento de una socieda tenciadelos campos, ast vez, cambia, alasociedad misma, Como yase sefial tina cenfa una larga historia de autori Pe de Estado de 1976, que habla amplios sectores de la sociedad, En el momento de toma el poder los miltarescantargn Gon un consenso nada despreciableen torno.a su projects uno de cuyes puntos centrale era la destruccidn dele cat versidn. La jerarqufa eclesistica, cuya influencia en la Ar. Sentina ray siguesiendo signfcativa, habla dicho por boes de monsefior Bonatmin: “Cuando hay dertamanfente oa ‘Sangre, hay redencién, Dios ests redimiendo, medanee a Ejércto Argentino, ala nacidn argentina.” Eta noviemtbc ds 1975 y se efela al represidn desstada en Tucan donde ya entonces se practicaba la pollica de desapurcign «n lor primeros campos deconcentacin dl pale Elsilencio de sindicatos y partidos despuds del 24 de ‘mario fue signifcatvo, La guetilla ye lima de vilencia creciente incomodaban aamplisimos sectores, Seheblaba cngonces de erradicar "la violencia de uno y ito signe scfciéndose la guerilla y AAA, cone usode la Rene institucional del Estado, El razonanieito era muy seme, Jante al que se utilizaria afios después, en el Juicio cue se Siguiés los comandantes, cuando ampliossectoesdesple, S2ron la feorfa de los dos demonios. En ambos caso, ls misma nocidn de que la pugna existence se libraba entre Fuerzasoxcuras ajenasala sociedad, en lugat de eeenenn hasta qué punto la disputa era parte de un debate auniga- do profundamente en ls relacione sociales de poder To queen el discurso oficial de aquellos dis apaecla como lacliminacién dela violencia deambossignos nsec ‘mds que la destruccién de ua de ella como politics de 148 salquier cs axis semodela,reformatea 6, la sociedad argen- tacismo previa al gol- calado muy hondo en y Estado, pucsto que los sectores qugasginabanarmreuestra- on peones che AAA we inconeragnatametino 2 Jos grupos de tareas de las Fucrzgs Armadas. Egspucho testimonios consta esta transfereacis dpagrpnal gincluso de instalaciones. La metodologia na fue derenerl a tamiento sino usar una violencig vas en leel Extado. Gran paste de a social aed tnmpyib.expec- tan entendiendoa medias dis aap sin at- SI narateaccionar, aterrada. saglep, Nigra mids, D..2 i momento _Sthaba slp que no pol lu ener memento cera el desconocimicnto, Los cog tiers den : ign, con sirenasy hombres que hacla ners i las ciudad SO ‘mas recorrlan todas las ciudadey, a ree en feszelaran haber sido en procedimientos espectaculg publica. Casi todos los sobrev * sectiestrados en presencia de teftigos. Deceitas de cadive- res mutilados de personas no recaitfocidas ain agrojadosa las calles y plazas. Los Peselga ata lalctn cn “Argentina, no hablaban de leggtioa sogrornc 2 pero sf de personas que dessenissenacadl iyeres no iden- ees enenanene ai = : 3 muertos “pueilee? ying ries i oe expesivat calcinados, ahogaleny Bdtlsimoscroteos. ee Gna depute dl golpe, Radolias bp infor macién provenia del mismo pals, ef Bigger ier ‘ala Junta Militar: “Extremigtas que flescan el cam- i aa Ieee ose aniontena d€a'diex en veh- culos que se incendian son Josteebtastlpotide un libreto queno esté hecho para ser} gett, Of a pa en Seguridad Federal, 55 en egpuitting la voladua del paves de Policta de La ee el atentado nel Ministerio de Defensa, 40 en Ja,pjasacte del a yo que siguié ala muerte del coronel fyistellas, ia tras la explosion que destruyé l comisarfifdy'Ciudadela, a partede 1200 ejecucidnes en 300 sufticstos combates don- 149 eo E i deel oponente no tuvo heridos YY las fuersas.asu mando.no tuvieron muercos,"% esta informacién en os ic lucit desconocimiento, Por todos eriédicos nadie podta ad fadessefileraba lainformacidn, Porsi esta fucn, poco, hae bia cole de familiares de desaparecidos ente 1 rinistro del Inti, y desde 1977 el movimiento de Make, de Plaza de Mayo comenzé a denunciar [as desapacicionesya faanifescarse cada jueves frentea la Casa de Gobierno a los cludadanos, en lugar de escandalizasse come on ies Suando comentaron a hacerse publiss las demunclar apartaban atemorizados ose indignaban, “Muchos san, ‘Blneslasincepelan (als Madkes). Que hacen aqul Se gan cuenta de la imagen que dan del pale) No wey que hay peviodistasexcranjeras que van aaprovecharse paraata catnos? (Ustedes no son argentinas?”"™” Ls existencia misma de los campos de concentraciin Ro ers un secret en sentido estricto. Dice Vilaifes “En, impresionante la cantidad de gente que abla del grupode ‘areas. ¢Alguien habl6? zAlguien dijo algo? Yo ro Ig ‘seuerd6," Hay numerosos testimonies de médioon jue- cas, sacerdotes, que tuvieron constancia de le iter los campos de concentracién, Laaltajerarquia eclesis clan las violaciones los der ron con la Junta, Hay otras que mu iciade tica y muchos sacerdotes conoe echos humanos y se solidariza- ‘como consta en numerosas denuncias, Prisioneros con signos evidentes de tours, us apenas podfan mantenerse en pic, provenientes de prpbosde conceatracidn y que luego fueron leglinados Prdcticamente todos os pottics del pals no sdleconeinn !a existencia de campos de concentracisn sino tae 150 cionaban algunos de ellos, como dependencias en is que Fun gunosdede como Campo de Mayo o la Escuela de. Mecanica de ita or Buna pacedel pana dels spe mines i 1s, enfermeras, radidlogos, pudo ver te os ca y esposados, en deplorable Resco see « gomo mujeres embarazadas en idéntica: = aes = llevados a esas instalaciones por personal ae ae conscriptos que hacfan su servicio militar en dep ane de las Fuerzas Armadas también fueron testigos aa : fios movimientos de las patotas y del eerie le pasioveros de ertorkagares Stee suena, sen pmuchisimas bs Foes tt ee paca ae ecu gree Porcentjecn reacién con lapoblacin total es ign ctv, pe bs tante, una buena parte de la sociedad opté por eater cece tect eect ce eicadalen ca un acto de voluntad. Asi como ae Secuestados y lo secuestadores los memos dela wizofienia permitfanvivircoa “naturaidad! la co ies lictori fad en su conjunto :ncia de lo contradictorio, asf la socied: ee eae cnet dcr pict po Hes de fo mires, ener la vida pablic y la pried, entre los que se dicey lo que se calla, oon que sesabe y Jo quese ignora como forma de preservacién. “Los argentinos somos: ‘derechos y human amoeieel signa que lanzé la Junta Militar como respues ed afainenacomal de demunci, as consgma qu bie Fapodido ser repuciada consigui6, no obstance, cork sonancia; aparecia en — a“ eee au hes y casas de la clase media. Hasta su misma a Seon deco csquizofrenia social que oped peidassnseet la gravisima y obvia violacién de los dere- Thos hurmates convirtiéndoles ne en un concepto sino en arados y diferentes. Todas estas complicidades, en. ae ee icine ca Gate eran pawl ln eanen™ Gay lemultplcacin dela politica desaparecedors, ist * Fue la con- deel oponente no tuvo herides yas de

Vous aimerez peut-être aussi