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#5
SUMARIO
Abril / Mayo
2002
De qu sufrimos?
PASE
HOLOCAUSTO
SHOA
El holocausto y su actualidad
Por Oscar Sawicke
#5
#5
El polica, como un verdadero inconciente, va a prestar su nombre para esa historia aparentemente inofensiva. Pero no sera
ste su error imperdonable, sino que ms bien esa sera la forma de hacer entrar, as sea con absoluto desconocimiento, algo
ms parecido a un oscuro deseo, y que slo podr realizarlo a travs del personaje sin memoria, quien va a transformarse en su
instrumento pero para un fin ms enigmtico.
Desde esta otra ptica se podra pensar que el planteamiento de la memoria y de su falta emplazara otra temtica ms inquietante que se puede entrever en ese camino despreocupado pero certero que hace, ya no el amnsico, sino el polica. Y entonces
se revelara tambin la funcin de engao en ese artificio simblico del cual el amnsico pasara ahora a ser todo l su soporte.
En un movimiento de bscula sin intervalo, lo que se supona con una funcin alternar de pronto hacia su opuesto, y entonces
la construccin de todo ese gran montaje pasara tambin a distraer sobre su verdadera funcin.
Porque finalmente, todo ese aparato simblico armado artificialmente podra estar destinado a realizar de manera oculta un
trayecto ms extrao, impulsado ahora desde el polica, y ya no con el objetivo de alzarse con el producto de un negociado, sino
empujado por un enigmtico e indescifrable deseo de morir.