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poder, poder, poder

(Fermn Ortea)

conjugar el presente, para qu ms. todo es estado. el estado lo es


todo. poder, podemos. no me conjugues mucho, no vaya a ser que me
cambies eso (estado) que no va ni con parmnides ni con herclito. la
primera persona del plural, adems, ya se sabe, es una impostura
cuando se canta desde arriba, cuando se forma bajo el patrn bastardo
del partido. estado, poder, podemos. pasado cadavrico, futuro
arrojadizo, antitraditio voluntariosa de los valores, poder del estado, el
estado en el poder. estado sin referencia, improvisacin, lo que sea, la
ordenada nica del deseo, de lo consciente en el momento, en el
estado.

otra vez: sin ser, sin historia, futuro colectivo racionalizable. o sea,
estado.

en la coyuntura presentissima, slo decir: agt (hombre de estados


donde los haya, por otro lado) nos dio una clave clave para analizar
este meollo. el que se presta a participar en un sistema en s corrupto
y corruptor es una de dos: o muy ingenuo (o sea, tonto), o muy (pero
que muy) listo. ninguna opcin ofrece un horizonte halageo. pero las
dos son una, no nos confundamos: el tonto se hace listo (pero que muy
listo) segn se acerca al poder, varita mgica de lo que queramos
puesto que podemos, aunque sea sin saberlo. nunca, nunca se haba
admirado esquizofrenia tal entre voluntad y conocimiento.

as, lo mejor que puede decirse de pi es que, independientemente de


no saber lo que quiere en tantas cosas, es un ingenuo peligroso que
cree en el absurdo poltico del autocontrol, algo refutado no s si
millones de veces en la historia ser una exageracin pero por ah le
anda. adems se pavonea, como si su estado fuera transmisible sin

ms a los aclitos, partidistas, o seudociudadanos de a piesjuntillas. es


verdad que pi tiene al menos ideas; no nos enfrentamos al espanto de
nuestros seores que no slo no saben lo que dicen sino que
simplemente no dicen nada, cuando el mximo de su actividad poltica
se produce en el momento triunfal del gintonic en el bar del
parlamento. si es comprensible que muchos vean en pi un viento
fresco, polticamente sta no puede ser la cuestin, o corremos el
riesgo de que pi sea un fresco en el viento del poder.

si la historia es una pesadilla (esteban ddalo dixit), ms triste es verla


repetida sin saberlo (santayana). no ser una pesadilla tambin por
esto?

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