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Mentidad, cultura y educuci6n lectiva, pues ese es el sentido de la humanidad, del hombre y del sujeto docente en particular. La defensa de la propiedad privada de bienes de produccién, en el con- texto especifico de la formacién docente, la praxis docente y el poder po- litico, no tiene una racionalizacién efectiva, con base en el bien comtin; por eso la ldgica del empresariato no puede fundamentar los procesos de privatizacién y degradacién humana con discursos de eficiencia, efi- cacia y calidad, porque lo que hay detras es la ganancia, la usura y la implantacién de guerra de baja intensidad, para lograr la privatizacién de todo aquello que sea privatizable, sabemos como poder politico que este modelo cultural de vida es injusto, y por eso es inmoral; la pregunta abierta es qué hacer. LA IMPORTANCIA DE LA IDENTIDAD CULTURAL EN LOS PROCESOS, EDUCATIVOS En este texto a través de la idea de identidad desde los principales ted- ricos que aportan una reflexién filosdfica profunda sobre esta categoria desde la concepcién europea que nos influyé desde la primera acumu- lacién capitalista a Mesoamérica en el siglo xv1, con los procesos de conquista, entendemos ahora cémo se fue transformando la identidad antropoldgica del ser docente, a través de este desarrollo histérico desde una conciencia en sia otra para si, a través de la imposicion de ser a ima- gen y semejanza de la racionalidad burguesa, de la propiedad privada de medios de produccién, de las politicas de Estado de clase, lo cual marca el contenido y forma de {a modernidad como el modo de produccién més egoista, competitivo e individualista de la historia de la humanidad en su profundo instinto de muerte, esta racionalidad da cuenta de las corrientes centrales del pensamiento moderno y contempordneo, que reinterpretamos desde un pensamiento hermenéutico critico para dar cuenta de la identidad en la concepcién de Cassirer, Geertz, De Certau, Arriaran, Heidegger y la propuesta multiculturalista de Charles Taylor, para ubicar el contexto del proceso globalizador de mercancias de la politica imperialista y neocolonial actual que incide directamente en los 298 Sere eee ree eee eee eee eee eee eee El deseo y lu sensibilidad en el contexto de la modernidad procesos educativos e identidad del sujeto docente como el responsable en las aulas del conocimiento escolar y la formacién de sujetos criticos del mundo en el que viven. Desde esta concepcién filoséfico socioldgica el terreno educativo, conceptuado aqui como proceso de humanizacién intercomunicativo, abre un umbral y horizonte de valores con una intencionalidad criti- ca, cifrada en la corriente de conocimiento tedrico-practico del mate- rialismo histérico, entendiendo por un lado que ninguna teoria puede prescindir de la practica radical y por otro, el abarcativo instinto de evolucién social, génesis y desarrollo de la forma del Estado nacional en donde pudo desarrollarse a nivel mundial el sistema econémico ca- pitalista como un contexto integral de coaccién desde el punto de vista radical de su superacién posible; de manera que para enfrentar el sen- tido de la modernidad en los procesos de transformacién educativos, se necesita de la conviccién de que se tiene que ser activista y entender la concepcién profunda de la modernidad como una tarea educativa para superar toda actitud relativista contemplativa asumiendo las con- secuencias de ello en el propio proceso de conocimiento en sus ambitos concretos de realizacién social e individual. El pilar que sostiene esta racionalidad burguesa evolutiva data de la herencia ideoldgica de la ilustracién que ha determinado la teoria social contemporanea, en donde Habermas analiza de forma critica una teoria de la moral para establecer las determinaciones de las propias explica- ciones, en donde esta entreverada su justificacién en el plano de una comunicacién dialégica posible de palabras resignificadas, dado ello como una ética discursiva fundada en la expresion de buena voluntad y de cambio de actitud del sujeto, que busca poner en la practica del tra- bajo educativo la postura politica faltante, su revalorizacién de lo par- ticular frente a lo universal y abstracto, contextudndolo universalmente para comprender el dilema de la filosofia moral como una alternativa de identidad pedagégica, lo cual se tiene que ir revalorando en el pro- ceso educativo escolar principalmente, en donde el sujeto se pregunte squién soy yo?, y, squé he de hacer yo?, con una forma sistematica y metodolégica, lo cual implica un trabajo politico auténomo y de base en comunidades concretas. 299 Jaehtiddd, éullura y educacton Ya Hegel en sus escritos pedagdégicos expuso cémo marca la relacién fundamental entre derecho, moral, politica y educacién como conside- racién hist6rica, filos6fica y sociolégica en el terreno de la formacién humanista de los pueblos, diferenciando sus distintos hilos culturales en cuanto a las formas de produccién; en sus valores fines y valores principios ético-morales; asi como en sus tradiciones y costumbres més arraigadas en contextos diversos por su lengua, por su territorio y por el poder de Estado, en espacios y tiempos determinados histéricamente, esta formacién humanista y cultural de los pueblos ha sido, infinita- mente inconmensurable e impredecible, pero en contextos posibles de accién concreta con un profundo cambio, movimiento y transforma- cién del ser histérico social, que se ha ido identificando en los procesos de conocimiento de si mismo en la figura del sujeto histérico, que se enfrenta a la idea de Estado democratico de derecho de acuerdo con el grado de conciencia alcanzado acerca de su realidad histérico-social y al ejercicio de comunicacién dialégica, en donde la pregunta permanente es cémo abrir esta posibilidad en la accién misma para comprender la intencién histérica del Estado de clase que representa y defiende sdlo a los intereses de la clase capitalista. La teoria habermasiana pone al descubierto como: ara Max Weber era todavia evidente de suyo la conexién interna, es decir, la re- lacidn no contingente entre modernidad y lo que él llam6 racionalismo occidental, Como describié aquel proceso del desencantamiento que condujo en Europa a que del desmoronamiento de las imagenes religiosas del mundo resul- tara una cultura profana. Con las ciencias experimentales modernas, con las artes convertidas en auténomas, y con las teorias de la moral y del derecho fundadas en principios; se desarrollaron aqui esferas culturales de valor que posibilitaron proce- sos de aprendizaje de acuerdo en cada caso con la diferente legalidad interna de los problemas tedricos, estéticos y practico-morales...”37! mirado ello desde una vision eurocéntrica solamente. Weber encontré un gran bagaje tedrico-conceptual en modelos de la racionalidad de Occidente con los que pudo pensar en la racionali- dad de la institucionalizacion de la accién econdémica y administrativa 300 MN enee 7 1m en con arreglo a fines de la clase hegeménica, de cémo imperan medios de funcionalismo sociolégico en sistemas de mundos de vida con pre- misas de la burguesia y del romanticismo, desprendidos de la explica- cién de una modernizacién evolutivamente automatizada y apartada de sus origenes, ya que “las premisas de la Ilustracién est4n muertas, slo sus consecuencias contintian en marcha,” indica Habermas. Se enfatizd que es Hegel el que empieza a utilizar el concepto de mo- dernidad en contextos histéricos como concepto de época que marca la divisibn de la Edad Moderna y la Edad Media, ello lo podemos ver en la filosofia de las edades del mundo de Schelling, para dar cuenta de que el futuro ha empezado ya, constituyéndose la idea de historia como un proceso unitario generador de problemas, ese , Hegel lo identifica en su Fenomenologia del espiritu, indican- do , y en ese trance anda entregando el trabajo de su transformacién.” Aunque no referia abiertamente Hegel el trabajo del sujeto histérico concreto en su condicién moral, politica, educativa, religiosa y de derecho socialmente compartido y comprometido, sino que sdlo aparecia como una expresién ideal de esta realidad concreta en un amplio sistema de ideas, que sent6 las pautas filos6ficas acerca de la constitucién de la conciencia y de la identidad del sujeto para continuar abundando en el sentido de la praxis concreta del sujeto histérico en. el siglo x1x, visto éste como sujeto social productivo, visto como ente historizado y visto como ser particular. La expresién de la época moderna en la entrega del sujeto incons- ciente atin de su trabajo individual colectivo*” en si, significa no sdlo momentos de revolucién, progreso, emancipacién, desarrollo, crisis y espiritu de la época, sino también muerte de la propia expresién, en este sentido Habermas advierte que la modernidad ya no tiene otra salida mas que su autocomprensién, constaténdose a si misma como un proceso de autoconciencia -dirta Hegel-, haciendo valer en este pro- ceso educativo, la transmisién de la deuda que se tiene con el cristia- nismo y la antigiiedad, que nunca pudo iniciar nada nuevo de raiz, de manera que “el problema de una justificacién de la modernidad desde si misma adviene por primera vez a la conciencia en el ambito de la 301 critica estética,””’ como historia conceptual de la expresién moderna para si. Habermas define a la modernidad como “lo transitorio, lo fugaz, lo contingente, es la mitad del arte, cuya mitad es lo eterno y lo inmu- table,” de manera que “la modernidad se acredita como aquello que en algiin momento ser clésico; sdlo puede ser en adelante el del orto de un nuevo mundo, que ciertamente no pue- de tener consistencia sino que con su primera aparicién sella también ya su propio hundimiento. Esta comprensién del tiempo radicalizada una vez mds en el surrealismo funda la afinidad de la modernidad con la moda.”3” En este sentido Baudelaire -indica Habermas- de acuerdo con la disputa entre antiguos y modernos, descarta los acentos entre lo bello absoluto y lo bello relativo, indicando que “lo bello esta hecho de un elemento eterno, invariable... y de un elemento relativo, circunstancial..., que viene representado por la época, la moda, la moral, la pasion. Sin este segundo elemento que es, por asi decirlo, fa envoltura jocunda, reluciente, que abre el apetito para el pastel divino, el primer elemento seria... indigerible para la naturaleza humana... El critico de arte Baudelaire subraya en la pintura moderna el aspecto , *> que tienen una relacién directa con la “Critica del juicio de Kant [...quien] posibilité también el acceso a un idealismo especulativo que no podia darse por satisfecho con las distinciones kan- tianas entre entendimiento y sensibilidad, libertad y necesidad, espiritu y naturaleza’,*** en este contexto moderno de la racionalidad burguesa es donde tenemos que encontrarnos nuevamente con el arte fundido con la razon intercomunicativa como lo sugiere Habermas, tomando en cuenta el contexto latinoamericano y las historias culturales tan particu- lares y unicas en esta fase superior y final del imperio capitalista. Por ello, el poder precisar lo caracteristico de la modernidad en el proceso educativo es llamar la atencién sobre “el correcto balance entre estos dos extremos, igualmente amenazadores para la propia identidad, que son el extrafiamiento y la fusién, Schiller lo expresa de manera ati- nada con una imagen romantica: la sociedad reconciliada estéticamente tendria que desarrollar una estructura comunicativa, ‘en que cada uno esté en sosiego consigo mismo en su propia cabafia, y en cuanto salga de ella pueda hablar con toda la especie’ ”*” pensado esto en un sentido amplio de apertura y comunicacién dialégica que trascienda a la propia institucién legisladora en la modificacién cultural profunda al nivel del 304 La UR 7 18 ae nan arte en la expresién humana concretamente comprometida con los pa- trones de democracia y equidad, a partir de una concepcién de eticidad en pro de toda liberacién de lo que se representa. “La utopia estética de Schiller no se propone como meta el estetizar la existencia sino el revolucionar las relaciones de entendimiento en- tre los sujetos. Frente a la disolucién del arte en la vida...,?* justo en el pragmatismo de la modernidad, es decir, al interior de sus entrafias. Porque el fin del arte en si, s6lo cabria concebirlo en la medida en que los hombres ya no fueran capaces de distinguir, filoséficamente, los con- tenidos de un pensamiento tal, al no diferenciar entre lo verdadero y lo falso, entre el bien y el mal, entre lo bello y lo feo, Jo cual mostrarfa un estado de barbarie en el cenit mismo de la civilizacion.” Esta situacion de barbarie es una tendencia posmoderna de la humanidad, con la que Habermas no coincide porque él ve otra alternativa, que es la accién co- municativa en los procesos educativos y de humanizacién, con base en una amplia participacién politica en la vida juridica de la modernidad, en donde a través del procedimiento del legislador sabemos que esté legitimado el propio dispositive de poder, lo cual es necesario ir des- cubriendo a través de un trabajo curricular auténomo en las institucio- nes educativas en el contexto de la modernidad, tomando en cuenta las caracteristicas culturales de cada situacién particular, lo que exige una formacién profundamente politica, autocritica y de honestidad publica, que s6lo es posible creando las condiciones subjetivas que Marx propo- ne en su obra filoséfica humanista de emancipacién social, consistente en la transformacién radical del modo de produccién capitalista, con base en la preparacion democratica que incluya a las grandes mayorias en procesos de formacién tedrica, hist6rica, politica y ética, fundamen- tada en el materialismo hist6rico-dialéctico. Justo en el escenario de la modernidad se desplegé -dice Haber- mas- el modelo de politica deliberativa, que no parte del sujeto indivi- dual colectivo -referido por Cantén-, sino de discursos anénimamente entrelazados entre si, vacios de opinion y de voluntad politica, y ello es lo que no posibilita una expresidn racional sensible del sujeto historico, que esté comprometida con la comunidad. Por lo que Habermas pre- vé un mercado interior europeo con mayor movilidad horizontal, que 305 multiplicara los contactos entre miembros de distintas nacionalidades, lo que resulta interesante de reflexién ain para otras realidades. Ademas de que la inmigracién proveniente de Europa del Este y de Jas zonas po- bres tercermundistas aumentaré la diversidad cultural de la sociedad,” lo cual se tiene que ir resignificando en Ja identidad cultural de los pue- blos en los procesos educativos en general. Esta situacién multicultural que vemos presentarse en todo el orbe ira provocando la conformacién de nuevas racionalidades y sensibilida- des que se encuentran en otro tipo de tensiones sociales, que si resultan productivas pueden propiciar una movilizacién politica que impulse a movimientos sociales endégenos de nuevo tipo, como son el movimien- to pacifista, el movimiento ecolégico, el feminista o el globalifébico, sur- gidos del Estado nacional, el cual, al ir perdiendo su esencia social se esta burocratizando y corrompiendo cada vez mas en el proceso de moder- nizacion. “Esto hara que, cada vez en mayor grado, en el espacio puiblico se aborden temas relevantes para el ”**! fo cual pue- de propiciar dos dimensiones: dar soluciones coordinadas en Europa, y por supuesto en el mundo entero con intereses comunes, 0 se fomentara -opina Habermas- a un Parlamento Europeo dotado de mayores com- petencias, como esta sucediendo en otras latitudes del planeta. Habermas indica que “podria producirse una diferenciacién entre una cultura politica comin y las tradiciones nacionales en el arte y lite- ratura, historia, filosoffa, etc., que se diversificaron y ramificaron desde principios del mundo moderno [...y] para ello no se necesita tanto un rememorativo asegurarse de los origenes comunes en el Medievo eu- ropeo como una nueva autoconciencia politica que responda al papel de Europa en el mundo del siglo xx1. En el ascenso y descenso de los imperios ...,°°? porque de lo que se trata es de asumir otra racionalidad © entendimiento no imperialista, sino con el reconocimiento y encuen- tro respetuoso con otras culturas que tengan la actitud y la voluntad de aprender de ellas, en un sentido racionalmente artistico, lo cual re- quiere de desarrollar una sensibilidad humana para poder conceptuar y resolver los sentimientos y las emociones que posibiliten nuevas for- mas de expresion humana mis integras y democraticas, culturalmente hablando. 306 BL ARIED Y i devbiUlldad dH 8 COMLERED ee lel HHodderlidad Aunque Habermas habla de la realidad europea, nos parece per- tinente hacer una reflexién en términos generales sobre la actividad politica y de derecho de otras realidades que viven bajo el imperio del capital en el mundo, pensando sobre todo en la realidad mexicana y de América Latina en relacién con el imperio empresarial estadounidense implantado a través del Tratado de Libre Comercio (TLC) por lo que habré que estar alertas en todo proceso educativo de “los movimien- tos migratorios transnacionales [que] operan a modo de sanciones que obligan a Europa Occidental a estar a la altura de una responsabilidad que le viene impuesta por la bancarrota de socialismo de Estado”, con lo que se va a ir poniendo de relieve el problema latente entre ciudada- nia e identidad nacional, lo cual tiene histéricamente hondas raices de desigualdad social. En este sentido de escisin entre sensibilidad y racionalidad, que no pueden aun comprenderse en el comportamiento humano como una superacién cultural hoy dia, Habermas advierte que la idea del princi- pio de democracia y la idea de libertad contenida en él exige una con- gruencia entre los portadores de los derechos politicos democraticos y quienes estan habitualmente sometidos a una determinada dominacién estatal, lo cual es un principio de equidad correcto, que tendra que tra- bajarse, pensamos, con profundidad en los procesos educativos en la transmisi6n de conocimientos y socializacin de contenidos, y por me- dio de los referentes institucionales de transmisin ideoldgica, politica y de valores, como son la familia, }os medios masivos de comunicacién, la iglesia, la escuela y la calle, principalmente. Porque en toda comu- nidad que valora la autonomia, se ira exigiendo “el conocimiento de la lengua y de la cultura y el reconocimiento de aquellas instituciones que fomentan la reproduccién de ciudadanos que son capaces de un juicio auténomo y responsable”? Ya que la identidad de la comunidad politica no debe verse afectada en su integridad por la inmigracién, lo cual depende de los principios juridicos anclados en la cultura politica de los procesos de socializa- ci6n, y no por una vida étnico-cultural, considerada en su conjunto; esta combinaci6n intercultural tiene que recuperarse en el curriculo escolar como un problema educativo que ha de interpretarse cada vez mas en 307 vs, CLL Y ULE una Constitucién politica, de gente con ligaduras y limites que pueden ser de clases diferentes, en donde lo que las identifica son principios libe- rales con cardcter de comunidad. La propuesta educativa de Habermas es que no deben atrincherarse los Estados europeos, que es a los que se esta refiriendo, sino que se deberian tomar acuerdos en una politica liberal de inmigracién, y no crear una barrera de un “chauvinismo de! bienes- tar” contra la presién de aquellos que quieren inmigrar o que solicitan asilo, lo cual no nos parece extrafio en las realidades de Latinoamérica. La sugerencia educativa habermasiana, es la de crear el derecho de- mocratico a la autodeterminacién de los pueblos, que incluye a preservar la propia cultura politica, que ha sido trastocada por la rapifia de la pro- piedad privada de medios de produccién imperial, para ir descubriendo desde una concepcién filoséfica sociolégica el derecho a Ja autoafirma- cién de una forma de vida cultural privilegiada, porque piensa Haber- mas, que “sdlo una ciudadania democratica que no se cierre en términos particularistas puede, por lo demas, preparar el camino para un status de ciudadano del mundo 0 una cosmociudadanta, que hoy empieza a cobrar ya forma en comunicaciones politicas que tienen un alcance mundial a través de los medios electrénicos de comunicacién de masas”. E indica que Kant pudo identificar el fendmeno de un espacio piblico mundial que hoy por primera vez se ha convertido en realidad politica en un plexo o red de comunicacién que abarca a todo el planeta. “Incluso las grandes potencias tienen que contar con la realidad de protestas a nivel mundial {y también] el Estado cosmopolita ya ha dejado de ser un puro fantasma, aun cuando nos encontremos todavia bien lejos de él. El ser ciudadano de un Estado y el ser ciudadano del mundo constituyen un continuum cuyos perfiles empiezan ya al menos a dibujarse”™ Habermas denuncia que el derecho moderno ofrece una doble cara, por lo que es a través de la teoria del discurso integrado a una teoria de la sociedad en donde el derecho cumple funciones sociointegradoras, lo cual pensamos que tendra que ir pasando a la légica curricular como tarea politico-pedagégica comprometida en una relacién estrecha entre lo moral y el derecho, y asf alcanzar una autocomprensién del Estado democratico de derecho y el procedimiento de derecho subjetivo-priva- do, que comprenda las implicaciones que conlleva la autonomia privada 308, 1 ARSED YE SE aiernaMe Gr ee CUTULALU ae ame reer rome y la autonomia publica de los sujetos juridicos, en donde el derecho se ejerza en cada momento- instante concretos, como un cambio de actitud cualitativa en las decisiones del legislador entre el Estado de derecho y la democracia, porque la autonomia juridica se fundamenta en dos momentos, a saber, “la libertad de arbitrio del actor que decide de for- ma racional con arreglo a fines, y la libertad de la persona que decide éticamente?”s De manera que en esta autonomia ejercida en comun de Jos ciudadanos se incluira la capacidad de eleccién racional y de auto- rrealizacién ética del sujeto. Y todo ello lo estan propiciando los pro- pios medios electrénicos masivos de comunicacién; sin embargo, por si mismo no se podria lograr un cambio democratico cualitativo, sino solo a través del anilisis serio, sistematico, metodoldgico y de reflexion investigativa conceptual, con una intencién precisa que es la superacion cultural del ser humano vista en su participacién radicalmente politica en los procesos educativos, es decir, por medio de otra racionalidad mas sensible y alternativa en procesos autogestivos que confronte a la racio- nalidad instrumental ilustrada. En este sentido resulta importante pensar en una propuesta educati- va que toque las fibras de comprension, interpretacién y del recurso psi- coanalitico incluso, para argumentar una teorfa dialégica en pequefios espacios concretos y auténomos, en donde se analice la complejidad que presentan las biografias de la persona individuada y aislada en el estatus de portadores de derechos subjetivos,** como son los que se ejercitan en el ambito de la modernidad burguesa. Se trata de asumir una conciencia posconvencional radical, en’‘la que siempre se esté atizando el fuego del campo educativo, ya que “el derecho tiene una estructura mas compleja que la moral porque por una parte desencadena y por otra parte delimita libertades subjetivas de accion (orientadas a los propios valores ¢ intereses de cada cual) y por- que recoge en si objetivos colectivos y, por tanto, las regulaciones son demasiado concretas como para poder ser justificadas solamente des- de puntos de vista morales”®”. La propuesta de Habermas es hacer una actuabilidad del derecho positivo, como alternativa a la subordinacién que el derecho natural practica de este derecho positivo, pero sdlo como un complemento funcional de la moral, a partir del enfrentamiento po- 309 eee litico y de deslinde dialogico con aquella conciencia preconvencional subjetiva de un observador pasivo que slo “alcanza resultados cogniti- vamente indeterminados y motivacionalmente inseguros’,’”* porque se entienden como una racionalidad procedimental nada mas, ejerciendo un apropiado dispositivo comunicativo, para la formacién racional dela voluntad politica subjetiva por parte del legislador y detentador del po- der, y en la aplicacién del derecho, lo que fomenta pasiva y neutralmente los clasicos derechos a la ‘libertad’, a la ‘vida’ y a la ‘propiedad’, pero al final, una dominacién anénima de las leyes. El sentido de la soberania en esta propuesta educativa es fundamen- tal, ya que “el sistema de los derechos y los principios del Estado de de- recho pueden desarrollarse partiendo del sentido que tiene el ejercicio de una praxis a la que uno se ha comprometido ya desde el primer acto de la autoconstitucién de tal comunidad juridica’” en ello se cuestiona cémo entender el derecho de autonomia privada y de autonomia paibli- ca, si se conciben los derechos del hombre, como derechos de libertad dentro de los cénones del derecho positivo de los derechos politicos del ciudadano, aqui la propuesta de Habermas es poder entender el ‘princi- pio de discurso’ en la argumentacién de la legitimacién del derecho, lo cual se tiene que ejercitar permanentemente, pensamos que a través de las tareas curriculares y los procesos politico educativos en general, para tener una condicién de derecho a la libertad que refute el orden imperial de derecho convencional a la libertad, a la vida y a la propiedad en una logica de sistema funcional; sino que se trataria de explicar y resignificar los conceptos precisos a través de poder formarse el sujeto de modo discursivo una voluntad politica racional. Vista la soberania en términos juridicos, Habermas propone que “para que de la Declaracién Universal de los Derechos del Hombre de Ja onu se sigan derechos judicialmente accionables, no basta solamente con tribunales internacionales; éstos slo podran funcionar adecuada- mente cuando una Organizacién de las Naciones Unidas, no solamente sea capaz de tomar resoluciones sino capaz de actuar y de imponer, haya puesto fin a la soberania de los Estados nacionales particulares”.” Aqui lo importante es que al menos un derecho subjetivo, esté fun- damentado en términos morales, para que no se pueda someter de ma- 310 BI EERE Y Uh APPESPEPAOENLLARG L7t Ed LAsestanue O46 ove rove nera violenta a nadie sin antes saber de su culpabilidad, porque lo que sucede actualmente es que primero se aprehende a la persona y luego se demuestra su inocencia; y ello ocurre, segtin Habermas, porque se confunde la soberania popular con el monopolio de la violencia y de la administracién creada para esa funcin, articulado como forma juridica en el marco de leyes democraticas, pero carente del sentido constitutivo del ejercicio de una autonomfa ciudadana de una comunidad politica, de la cual tiene que formarse cuadros de manera permanente; pues lo que pasa es que sdlo se ejerce intersubjetivamente la forma juridica y no como una comunidad juridica estatalmente organizada y éticamente constituida, en donde esté presente la formacién de la voluntad colec- tiva con base en un principio de “universalizabilidad” con que opera la ‘ética del discurso, en donde toda norma vélida tiene que responder ante los afectados, lo que se tiene que gestar en los programas curriculares educativos para entender las implicaciones de una ‘eticidad democrati- cai la cual tiene que ser ejercida en el propio salén de clases, con una es- tructura metodolégica que lo respalde, para ir cobrando la forma entre facticidad y validez de una accién estatal legitima en un disentimiento permanente y sostenido de la vida publica politica, para derrocar y de- nunciar cualquier tipo de privilegio, con una postura tedrico-practica del materialismo histérico vista desde el desarrollo de su capacidad de accién comunicativa como una propuesta para enfrentar el discurso fi- loséfico de la modernidad y de los procesos educativos ¢ ir logrando potenciar el espiritu cultural en su multiplicidad de expresiones con una mayor equidad y una abierta y plural comunicacién para el entendi- miento del bien comin, en donde la racionalidad no esté escindida de la sensibilidad humana en los procesos de formacién dialégica, porque se es muchas identidades a la vez, pero solamente una define al sujeto histérico en su sentido de clase, en un proceso educativo de humaniza- cién cultural a través de lo que produce, de la manera en que valora su trabajo individual colectivo, a través de las costumbres y tradiciones, de su creacion simbdlica de pertenencia y autorreconocimiento, por medio de la figura histérica del nosotros en los procesos de emancipacién y sojuzgamiento con todas sus contradicciones y matices posibles encon- trandose la identidad de clase, la cultura y la educacion. 311

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